Subzona 14: confirman que había médicos que "asistían" a los torturados
Los torturados regresaban sangrantes, dolidos y maltrechos. Y confesaban a sus compañeros que un médico los había atendido.
La revelación o confirmación más importante del turno mañana en el juicio oral y público por los hechos ocurridos en la Subzona 14 durante la dictadura es que profesionales médicos atendían a los torturados durante o después de la sesión de tormentos.
A partir del testimonio de Daniel Ayet, quien estuvo detenido en la Seccional Primera, el propio presidente del Tribunal Oral Federal José Mario Tripputi llegó a la conclusión de que los médicos "estaban en donde se producían las agresiones", según le apuntó al testigo.
Ayet, entonces, ratificó: "Sí. O estaban afuera esperando a que terminaran... Pero que venían con asistencia médica, sí, con seguridad", dijo.
El testigo aseveró que tanto Rodolfo De Diego como Héctor Zolecio -al menos- regresaron al patio de la Primera donde estaban detenidos ilegalmente y contaron que un médico los había revisado.
Zolecio orinó sangre y tenía una toalla ensangrentada rodeando su cuello. De Diego "tenía la lengua morada, hinchada, apenas le entraba en la boca; temblaba".
Ambos habían sido "atendidos" por algún médico, en principio no identificado. Aunque Ayet recordó que el único profesional en la materia al que vio circulando en la Primera -en ese caso para atender a un preso común que se había cortado- fue Máximo Pérez Oneto.
Los torturados regresaban sangrantes, dolidos y maltrechos. Y confesaban a sus compañeros que un médico los había atendido.
La revelación o confirmación más importante del turno mañana en el juicio oral y público por los hechos ocurridos en la Subzona 14 durante la dictadura es que profesionales médicos atendían a los torturados durante o después de la sesión de tormentos.
A partir del testimonio de Daniel Ayet, quien estuvo detenido en la Seccional Primera, el propio presidente del Tribunal Oral Federal José Mario Tripputi llegó a la conclusión de que los médicos "estaban en donde se producían las agresiones", según le apuntó al testigo.
Ayet, entonces, ratificó: "Sí. O estaban afuera esperando a que terminaran... Pero que venían con asistencia médica, sí, con seguridad", dijo.
El testigo aseveró que tanto Rodolfo De Diego como Héctor Zolecio -al menos- regresaron al patio de la Primera donde estaban detenidos ilegalmente y contaron que un médico los había revisado.
Zolecio orinó sangre y tenía una toalla ensangrentada rodeando su cuello. De Diego "tenía la lengua morada, hinchada, apenas le entraba en la boca; temblaba".
Ambos habían sido "atendidos" por algún médico, en principio no identificado. Aunque Ayet recordó que el único profesional en la materia al que vio circulando en la Primera -en ese caso para atender a un preso común que se había cortado- fue Máximo Pérez Oneto.
Daniel Ayet aseguró que vio a personas torturadas. "El hijo de puta me picaneaba y se reía", dijo que le contó uno de ellos, "El Cholo" De Diego, quien identificó a Athos Reta como uno de los presentes durante los tormentos.
Daniel Ayet aportó el tercer testomio de este lunes por la mañana ante el Tribunal Oral Federal. Dijo que vio con signos de haber sido torturados a Rodolfo De Diego y Héctor Zolecio, entre otros detenidos ilegales.
También afirmó -en lo que es un detalle novedodo para la causa- que en la Seccional Primera de Policía -base de operaciones de la Subzona 14- había un con alrededor de 100 detenidos ilegales, entre los que estaba él.
Ayet era policía. Estuvo detenido 34 días. Su testimonio tuvo vaivenes. Verborrágico, el testigo aportó algunas contradicciones y detalles al menos curiosos para tratarse de un tesgio. Pidió, por ejemplo, que lo eximieran de contar los datos que le informaba parte del personal de la Seccional Primera en aquellos días: el presidente del Tribunal José Mario Tripputi lo eximió de esa obligación porque la persona a la que debía mencionar está fallecida.
Por momentos pareció elogiar a Omar Aguilera, uno de los popes del grupo de tareas: dijo que era un "policía bravo" al que en la Policía se lo reconocía por su prestigio y se le restaban la eficiencia.
Daniel Ayet aportó el tercer testomio de este lunes por la mañana ante el Tribunal Oral Federal. Dijo que vio con signos de haber sido torturados a Rodolfo De Diego y Héctor Zolecio, entre otros detenidos ilegales.
También afirmó -en lo que es un detalle novedodo para la causa- que en la Seccional Primera de Policía -base de operaciones de la Subzona 14- había un con alrededor de 100 detenidos ilegales, entre los que estaba él.
Ayet era policía. Estuvo detenido 34 días. Su testimonio tuvo vaivenes. Verborrágico, el testigo aportó algunas contradicciones y detalles al menos curiosos para tratarse de un tesgio. Pidió, por ejemplo, que lo eximieran de contar los datos que le informaba parte del personal de la Seccional Primera en aquellos días: el presidente del Tribunal José Mario Tripputi lo eximió de esa obligación porque la persona a la que debía mencionar está fallecida.
Por momentos pareció elogiar a Omar Aguilera, uno de los popes del grupo de tareas: dijo que era un "policía bravo" al que en la Policía se lo reconocía por su prestigio y se le restaban la eficiencia.
El médico de Miyi Regazzoli contó que la operó dos veces
José Marchini -el médico personal de Zelmira Regazzoli, una de las 28 víctimas que figuran en la causa por el juicio de la Subzona 14- contó este lunes que la hija del ex gobernador le comentó de manera extraoficial los maltratos que sufrió.
Marchini fue el primer testigo en declarar luego de la reanudación del juicio a los represores pampeanos que se desarrolla en la sede del Colegio de Abogados.
El médico contó ante el Tribunal Oral Fedeal que tuvo que operar "dos veces" de las muñecas a Miyi y que esto podría haber sido consecuencia de las ataduras que padeció durante su cautiverio. Marchini estuvo sólo unos cinco minutos en la sala de audiencias.
José Marchini -el médico personal de Zelmira Regazzoli, una de las 28 víctimas que figuran en la causa por el juicio de la Subzona 14- contó este lunes que la hija del ex gobernador le comentó de manera extraoficial los maltratos que sufrió.
Marchini fue el primer testigo en declarar luego de la reanudación del juicio a los represores pampeanos que se desarrolla en la sede del Colegio de Abogados.
El médico contó ante el Tribunal Oral Fedeal que tuvo que operar "dos veces" de las muñecas a Miyi y que esto podría haber sido consecuencia de las ataduras que padeció durante su cautiverio. Marchini estuvo sólo unos cinco minutos en la sala de audiencias.
Yorio y Marenchino no dieron la cara
Los dos represores juzgados por los delitos de lesa humanidad, cometidos durante la última dictadura militar en la Subzona 14, le pidieron en la mañana de este lunes al Tribunal no estar presentes en la audiencia.
Antonio Oscar Yorio y Hugo Marenchino, luego de la aceptación de la petición por parte del Tribual Oral Federal, permanecen alojados en la Colonia Penal U-4, donde están detenidos desde una semana antes del inicio del juicio.
Yorio, en las horas previas, escribió una carta en la que le apuntó a la víctima Raquel Barabaschi. Es la primera vez que Yorio y Marenchino hacen esta petición, imitando a Omar Aguilera y Roberto Constantino.
El TOF también decidió que cualquier persona puede acceder al juicio, sin necesidad de que esté acreditado. La única condición, según informaron, es concurrir con el Documento Nacional de Identidad.
Además, se conoció que unos 20 testigos no podrán concurrir al juicio tal como estaba previsto. Algunos por problemas de salud y otros porque no están en el país.
Los dos represores juzgados por los delitos de lesa humanidad, cometidos durante la última dictadura militar en la Subzona 14, le pidieron en la mañana de este lunes al Tribunal no estar presentes en la audiencia.
Antonio Oscar Yorio y Hugo Marenchino, luego de la aceptación de la petición por parte del Tribual Oral Federal, permanecen alojados en la Colonia Penal U-4, donde están detenidos desde una semana antes del inicio del juicio.
Yorio, en las horas previas, escribió una carta en la que le apuntó a la víctima Raquel Barabaschi. Es la primera vez que Yorio y Marenchino hacen esta petición, imitando a Omar Aguilera y Roberto Constantino.
El TOF también decidió que cualquier persona puede acceder al juicio, sin necesidad de que esté acreditado. La única condición, según informaron, es concurrir con el Documento Nacional de Identidad.
Además, se conoció que unos 20 testigos no podrán concurrir al juicio tal como estaba previsto. Algunos por problemas de salud y otros porque no están en el país.
Piden que les saquen las jubilaciones a los represores
Valentín Greppi (foto) percibe por su retiro unos 18 mil pesos mensuales, según fuentes
judiciales. La mayoría de los acusados cobran jugosos ingresos que paga el Estado. Una de las querellas exigirá que, si los condenan, se dejen sin efecto esos beneficios.
Una de las querellas que representa a las víctimas en el juicio por la subzona 14 pedirá que, si son condenados los represores, le sean quitadas las jubilaciones que actualmente cobran y que además devuelvan el dinero que cobraron desde que cometieron delitos de lesa humanidad.
Las jubilaciones que cobran los represores es un tema que genera un escándalo. En el caso del personal policial en actividad, basta un procesamiento para que sean puestos en pasiva y que a los 6 meses comiencen a cobrabnr la mitad del sueldo. Y que luego de dos años, le quiten todo ingreso.
En el caso de los represores pampeanos, fueron exonerados y posteriormente reincorporados con un fallo judicial. Pero además tuvieron una carrera policial larga, ahora avalada y respaldada por las autoridades democráticas.
De los 8 policías pampeanos, 7 cobran sus jubilaciones. Roberto Constantino, Omar Aguilera, Roberto Fiorucci, Antonio Yorio, Carlos Reinhart, Athos Reta y Hugo Marechino cobran sus jubilacones. Nestor Bonifacio Cenizo se retiró de la Policía apenas regresó la democracia, en el año 1984 (cumplió solo 10 años de carrera).
Marenchino llegó a ser jefe de la Unidad Regional II de General Pico y en la actualidad tiene una jubilación de 14 mil pesos aproximadamente.
Constantino y Fiorucci llegaron al grado de comisario general, mientras que Omnar Aguilera y Reinhart alcanzaron el grado de comisario mayor, solo un escalafón antes del grado más alto, comisario general. Es decir que las jubilaciones de esos represores rondan los 12 a 13 mil pesos.
Como contrapartida, hay cientos de policías, que fueron exonerados por incidentes y acumulación de denuncias menores. Y no reciben ninguna pensión ni retiro, como contrapartida a sus años de servicios y aportes.
En el caso del coronel Néstor Greppi su retiro llega a 18 mil pesos, según fuentes judiciales.
Valentín Greppi (foto) percibe por su retiro unos 18 mil pesos mensuales, según fuentes
judiciales. La mayoría de los acusados cobran jugosos ingresos que paga el Estado. Una de las querellas exigirá que, si los condenan, se dejen sin efecto esos beneficios.Una de las querellas que representa a las víctimas en el juicio por la subzona 14 pedirá que, si son condenados los represores, le sean quitadas las jubilaciones que actualmente cobran y que además devuelvan el dinero que cobraron desde que cometieron delitos de lesa humanidad.
Las jubilaciones que cobran los represores es un tema que genera un escándalo. En el caso del personal policial en actividad, basta un procesamiento para que sean puestos en pasiva y que a los 6 meses comiencen a cobrabnr la mitad del sueldo. Y que luego de dos años, le quiten todo ingreso.
En el caso de los represores pampeanos, fueron exonerados y posteriormente reincorporados con un fallo judicial. Pero además tuvieron una carrera policial larga, ahora avalada y respaldada por las autoridades democráticas.
De los 8 policías pampeanos, 7 cobran sus jubilaciones. Roberto Constantino, Omar Aguilera, Roberto Fiorucci, Antonio Yorio, Carlos Reinhart, Athos Reta y Hugo Marechino cobran sus jubilacones. Nestor Bonifacio Cenizo se retiró de la Policía apenas regresó la democracia, en el año 1984 (cumplió solo 10 años de carrera).
Marenchino llegó a ser jefe de la Unidad Regional II de General Pico y en la actualidad tiene una jubilación de 14 mil pesos aproximadamente.
Constantino y Fiorucci llegaron al grado de comisario general, mientras que Omnar Aguilera y Reinhart alcanzaron el grado de comisario mayor, solo un escalafón antes del grado más alto, comisario general. Es decir que las jubilaciones de esos represores rondan los 12 a 13 mil pesos.
Como contrapartida, hay cientos de policías, que fueron exonerados por incidentes y acumulación de denuncias menores. Y no reciben ninguna pensión ni retiro, como contrapartida a sus años de servicios y aportes.
En el caso del coronel Néstor Greppi su retiro llega a 18 mil pesos, según fuentes judiciales.
Fuente:Agndh
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