26 de agosto de 2010

MENDOZA: EX DETENIDO DIÓ SU TESTIMONIO PESE A SUS PROBLEMAS DE SALUD.

JUICIO DE SAN RAFAEL
“No manejábamos la opción de no ser liberados o trasladados”
Un ex detenido narró cómo la opción de desaparecer no figuraba en la cabeza de ninguno de ellos y por qué evitaban hablar de las torturas. Declaró un ex magistrado.
Por DANIEL CALIVARES



Vueltas de la vida. Labarta (a la derecha) era el ídolo de Roca, uno de los testigos, y luego fue el que lo detuvo.
Hubo aplausos al final. Humberto Roca, ex detenido político por el delito de ser amigo de una persona que, a la vez, era amiga de gente que, según sus carcelarios, estaba vinculada a un grupo guerrillero, desató la aprobación espontánea de la audiencia luego de que le pidió a los tribunales no formar parte de la comitiva que acompañará a los jueces a la recorrida por los centros de detención, porque, según su médico, su cuerpo no lo aguantaría. Roca escuchó a medias el consejo del facultativo, ya que también le pidió que no prestara declaración –por los riesgos para su salud–, pero él lo hizo porque consideró que hablar era su deber.
Antes que Roca fueron dos los testigos –Angélica Sandoval y el ex juez Domingo Mauricio– que presentaron sus testimonios en el juicio de San Rafael en el que se encuentran imputados Aníbal Guevara, Juan Labarta, Raúl Ruiz Soppe y Raúl Egea Bernal por las desapariciones de Francisco Tripiana, Pascual Sandoval, Roberto Osorio y José Berón.
EL ÍDOLO.
“Me vinieron a buscar como si fuera Bin Laden”, explicó Roca al comienzo de su testimonio.Según afirmó el testigo, fue detenido el 1 de setiembre en la casa de su novia en un operativo en el que participaron militares y policías. En el momento de su detención, otro operativo conjunto, también en su búsqueda, ocurría en su casa.
En ese entonces, Roca tenía 21 años, su novia –que fue detenida por un día– tenía 22 y, además, junto con la pareja, los militares secuestraron, por considerar material peligroso, un guardapolvo de quinto año de la chica, que tenía en la espalda un dibujo de Mafalda.
Según explicó Roca, durante su detención, que comenzó en la Casa Departamental y terminó el 28 de diciembre de 1976 en La Plata, uno de sus captores fue el imputado Juan Roberto Labarta. “Las vueltas de la vida. Labarta era uno de los ídolos de mi infancia de cuando era arquero en Las Paredes y era él quien me detenía”, afirmó.
El delito de Roca, según le expresaron sus captores en el medio de una sesión de golpes, fue que era amigo de un joven llamado Germán Ríos, quien había sido detenido horas antes y quien, según sus torturadores, era amigo de personas ligadas al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
Ambos, junto con los desaparecidos Hugo Montenegro y José Guillermo Berón y otros detenidos, fueron los últimos habitantes de la Casa Departamental. “Una noche, luego de que nos trajeron la cena, les dijeron a Berón y a Montenegro que prepararan sus cosas, lo que para nosotros significaba que se iban en libertad o eran trasladados. No manejábamos una tercera opción que no fuese ni la libertad ni el traslado”, afirmó Roca. Sin embargo, para Berón y Montenegro fue la tercera opción: desaparecieron.
Berón tenía 20 años y Montenegro era un joven dibujante y escultor, que había sido detenido en General Alvear y cuyo talento provocó que hasta sus carceleros le pidieran ser dibujados por él. Según agregó Roca, los mecanismos de defensa de los detenidos eran dos. Por un lado, no hablaban de las torturas a las que eran sometidos y, por otro, evitaban pensar en que podían desaparecer, “si no, nos hubiéramos vuelto locos”, recalcó.
DESAPARICIÓN.
Antes que Roca, se presentó ante los magistrados Roberto Burad, Roberto Naciff y Héctor Cortés, el ex juez Domingo Mauricio, quien admitió haber presenciado cómo un policía, Hugo Trentini, junto con tres militares, detenía a su empleado Sergio Chaki y lo encerraba en los calabozos de la Casa Departamental, que eran los mismos de Tribunales.
Según Mauricio, en esa ocasión conoció al imputado Guevara y le pidió explicaciones. Este solamente le dijo que Chaki fue detenido por algo ajeno a Tribunales y Mauricio se retiró del lugar.
No obstante, el ex magistrado fue uno de los primeros jueces en saber de desapariciones. Según expresó, en mayo de 1976 mientras era fiscal, la madre de Rosa Luna lo fue a ver por el secuestro de la chica y le dijo que habían sido uniformados los que se la llevaron.
Según Mauricio, se hicieron algunas averiguaciones y él concluyó que habían sido las fuerzas de seguridad en una detención clandestina, aunque señaló que nunca pensó que la joven iba a desaparecer. El ex funcionario judicial explicó que todos sus colegas sabían lo que ocurría.
Por último declaró la esposa del desaparecido Pascual Sandoval. Angélica Sandoval afirmó que nunca supo por qué se llevaron a su marido.
San Emeterio: “Dudo de la capacidad jurídica de los jueces”
Si bien su primer día como defensor de Aníbal Guevara será el lunes, Eduardo San Emeterio se volvió a hacer presente en la sala de debate ayer, antes de que comenzara la jornada. San Emeterio, quien es defensor de alrededor de 40 militares a lo largo del país, entre ellos Luciano Benjamín Menéndez en San Juan, se rió ante el hecho de que el tribunal y la fiscalía tomaron como una amenaza cuando se presentó el lunes y a una secretaria de manera enérgica le dijo: “Ya van a ver el escrito que presentaré mañana, Vega no debería estar sentado como fiscal”. El abogado, quien según informaciones de los organismos de derechos humanos fue parte del Grupo de Tareas 4 durante la dictadura e incluso integró la SIDE, les recomendó a los jueces Naciff, Cortés y Burad que lean el Código Penal y recordó que cuando se presentó dijo: “A partir de que asuma la defensa, las cosas van a cambiar” .
Y agregó: “Si ellos se sienten amenazados, es porque dudo de la capacidad jurídica de los señores jueces. Pienso darles otra batalla, si ellos se sienten amenazados, es cuestión de ellos”. San Emeterio expresó también que su estrategia es diferente a la de la defensa oficial, representada por el abogado José López, y añadió que este está muy restringido por ser empleado público, mientras que él se maneja de otra manera, “con averiguación más profunda de los hechos, interrogación de los testigos y los alegatos”. Por otra parte, adelantó que pedirá la nulidad del debate, basándose en que el fiscal Dante Vega no puede estar allí ya que es coayudante, y la ley dice que sólo puede participar bajo la instrucción directa del fiscal titular. Por último, cargó otra vez contra los jueces, a quienes denunció por la muerte del imputado José Mussere, y adujo que hubo intención dolosa por parte de los magistrados “porque lo dejaron morir”, al mandarlo a cárcel común. Por la muerte de Mussere, además de los jueces, están denunciados los fiscales Dante Vega y Omar Palermo y Jorge Aute, titular de la Unidad de Investigación de DDHH. Finalmente, también aseguró que los juicios por delitos de lesa humanidad son “una persecución política
Fuente:Agndh

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