18 de agosto de 2010

MORENO: PIDEN QUE SE INVESTIGUE QUE USO SE LE DIÓ AL CLUB BARRIAL DURANTE LA DICTADURA.

El fortín, en la localidad de moreno, fue usurpado por los militares y se convirtió en depósito de autos
Piden que se investigue el uso que se le dio a un club barrial durante la represión

Los vecinos quieren saber qué hay en los vestuarios que fueron tapados con tierra cuando en 1976 la policía se apropió del lugar. También reclaman la reconstrucción de las instalaciones donde llegó a funcionar un teatro.
Son las diez de la mañana de un domingo y sobre un pasto amarilleado por el invierno 22 jugadores de fútbol desafían al frío helado en la cancha de El Fortín, un club de barrio de la localidad de Moreno, al oeste bonaerense, que durante la dictadura fue apropiado por la policía para ser usado como depósito de autos. Sus instalaciones fueron destruidas y los sótanos donde funcionaban los vestuarios rellenados con escombros y tierra. Hoy reclaman que se investigue cuál fue el accionar de las fuerzas represivas, saber qué hay enterrado en los vestuarios y que se reconstruyan las instalaciones para los chicos y jóvenes del barrio. “Por la entrada y salida de autos la gran duda es para qué lo usaron, qué hay en los túneles que están bajo tierra”, se pregunta el presidente del club Juan Carlos Escalante.Rubén “el Melli” Carrizo vive enfrente del club, ubicado en el barrio Parque de Paso del Rey, y es uno de los vecinos que forma parte de la Comisión de la Historia del club. Una madrugada de invierno de 1976, a los seis años, escuchó un estruendo y vio junto a su familia cómo una máquina de demolición volteaba las paredes levantadas con los 20 mil ladrillos donados por la Fundación Eva Perón. Al día siguiente no quedaba nada. Y una cosa más: ya no se podía entrar, la policía había tomado el predio. “Destruyeron nuestra infancia, por eso ahora queremos reconstruirlo”, agrega Horacio, otro vecino de la zona. Los miembros del club hicieron un pedido de restitución en 1979, pero nunca tuvieron respuesta. Mientras, en la cancha descansaban los autos secuestrados por la policía en los operativos represivos. Bajo tierra estaban los dos vestuarios, de tres metros cuadrados, y una salita para el árbitro, que fueron rellenados con tierra que se sacó de la misma cancha y con escombros del teatro destruido. Afuera del club, por las calles del barrio, circulaban tres camionetas blancas de la séptima brigada de la policía, que dependía de la brigada aérea de Moreno, los vecinos las llamaban “las tres Marías”. En esa época el intendente era Julio Asseff, designado en 1979 por el interventor militar de la provincia de Buenos Aires, Ibérico Saint Jean. Con la llegada de la democracia, en 1984, cuando la policía se fue del club, los vecinos recuperaron el predio. Con esfuerzo volvieron a rellenar la cancha con tierra y comenzaron los Campeonatos Evita. Sin embargo, los autos quedaron amontonados en el fondo hasta 1987. En 1993 tomaron la iniciativa de empezar a cavar los sótanos, pero la brigada departamental de Mercedes cayó con cuatro patrulleros y se los impidió. En Moreno gobernaba otra vez Asseff, tras haber sido elegido democráticamente. Escalante, el presidente del club, se lamenta: “Han destruido un lugar de encuentro de los vecinos. Cuando intentamos destaparlo tuvimos la gran contra de que el intendente de la dictadura gobernaba otra vez.” El año pasado los miembros del club hicieron la denuncia ante la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, cuyos representantes fueron al club a recopilar información, y ahora el caso está en proceso de investigación. “Es como la historia de la película Luna de Avellaneda”, sintetiza “el Melli” Carrizo, quien guarda con celo documentos, fotos de las actividades del club. “Acá se hacían obras de teatro, talleres de guitarra, bailes para carnavales, festivales para juntar plata para la Escuela 19. Fue revolucionario armar un equipo de fútbol con las chicas del barrio. Después conocían a sus novios y se casaban en el club”, recuerda, quien también fue director de Deportes de Moreno desde 1986 a 1991, y agrega: “Lo que quisieron hacer es destruir las relaciones sociales que se creaban en el barrio. Toda una generación sin su lugar de reunión y unión. Nosotros queremos volver a construirlo, pero no sobre un lugar donde puede haber pruebas. Queremos que se investigue lo que pasó porque no sabemos lo que hay enterrado”, concluyó. FuentedeOrigen:TiempoArgentino
Fuente:Agndh

1 comentario:

Emiliano Parella dijo...

Y ahora que gobierna el PROmilico, menos van a dejar que se investigue.