Entrevista Roberto Testa Dirigió “Flores de septiembre”, sobre alumnos desaparecidos del Pellegrini.
AMBOS SENTIDOS EN “FLORES...”,TESTA ESTABLECE UN DIÁLOGO PASADO-PRESENTE.
A mediados de los ‘90, Roberto Testa investigó la feroz represión en el colegio del que había sido alumno entre 1979 y 1984: el Carlos Pellegrini. De aquel trabajo -que terminó siendo colectivo- surgieron historias de amor, de amistad, de militancia y de muerte adolescente (centradas en una división que había cursado entre 1973 y 1978). La investigación se transformó, después, en una placa descubierta en el patio central de la escuela, en una reunión emotiva. Y, luego, en el documental Flores de septiembre, que se vio en el BAFICI 2003 y recorrió importantes festivales internacionales y ciclos. Su corte final se estrena el jueves en Arteplex Belgrano, en 35 milímetros.
Testa, que dirigió la película con Pablo Osores y Nicolás Wainszelbaum, explica: “Teníamos urgencia por recuperar historias íntimas en un microcosmos que sugiriera una interpretación general de cómo funcionaba el país en aquellos años. No apuntamos a un posmodernismo que renunciara a las grandes historias, ni tratamos de contar la Historia en unos pocos trazos gruesos, didácticos”.
El filme, que contó con el apoyo de Abraham Gak, ex rector del Pellegrini, pone el foco en alumnos que militaban en la UES (Unión de Estudiantes Secundarios, vinculada al peronismo revolucionario), desaparecidos. Las historias se entrelazan y focalizan, principalmente, en tres compañeros de curso: Mauricio Weinstein, Juan Carlos Mártire (secuestrados y llevados al campo de concentración El Vesubio) y Rubén Benchoam, baleado en su casa y tirado en el baúl de un Falcon mientras su hermana, Déborah, novia de Weinstein, era también raptada.
“La mayoría de los vínculos que se muestran entre ellos son de amor: de pareja, de amistad, de familia. Pero no eludimos sus ideas ni militancias. Cuando hicimos esta película había cierta reticencia a hablar de las organizaciones armadas: nosotros lo hicimos sin prejuicios. Por otro lado, teníamos conceptos claros. El principal: alejarnos de la teoría de los dos demonios y de pretensiones de objetividad. Contamos esta historia desde una toma de posición clara”, dice Testa, hoy regente del Pellegrini.
Un material en Súper 8 filmado por compañeros de los alumnos desparecidos -que parece prefigurar las ausencias- y un tema musical que Spinetta escribió especialmente para Flores...
terminaron de darle un enorme valor agregado al documental. “Un amigo nuestro, Rafael Arcaute, que en ese momento trabajaba con Spinetta, estaba haciendo la música. Rafael le hizo escuchar algo, y Spinetta escribió una letra hermosa y compuso una gran canción para la película, Crisantemo”.
Spinettiano cerril, Testa se sintió ante un pequeño milagro. “Durante la producción, antes de que se diera lo de Spinetta, escuchábamos Los niños que escriben en el cielo y El jardín de los presentes. Cuando fuimos a la casa de los Weinstein, y nos mostraron los objetos de Mauricio, nos encontramos también con el disco El jardín... Lo de Spinetta fue extraordinario. Nunca hablé con él, pero tengo la impresión de que compuso Crisantemo mirando las imágenes. No tuvimos que ajustar el montaje a la música. Hay una correlación perfecta entre lo que se ve y lo que se escucha”.
En el filme también dialogan -explícita e implícitamente- el Pellegrini autoritario y el democrático; el pasado y lo contemporáneo. Testa opina: “Si uno piensa en el conflicto educativo actual, y en ciertas propuestas de investigación a los alumnos, Flores... cobra una desgraciada vigencia”.
Fuente:ClarinEspectaculos
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