11 de septiembre de 2010

OBAMA.


La primera pregunta que surge de inmediato es: si el precio que pagó USA al intervenir en Irak fue por el bien de los iraquíes o por la defensa de los intereses geopolíticos y geoestratégicos tanto de USA como de Israel.
Si bien es cierto USA ha invertido o más bien dicho, ha tirado al tacho de la basura una cantidad enorme de dólares y ha dejado a más de 30.000 de sus ciudadanos con secuelas de problemas psíquicos e invalidez, además de más de 4.500 muertos sólo de las fuerzas regulares, porque los llamados contratistas también han sufrido la muerte de muchos de ellos sin que hasta aquí se considere la publicación de una estadística real, Irak ha sufrido pérdidas enormes tanto en la vida se sus habitantes como en la destrucción de su infraestructura. Además el coste económico alcanzó cifras astronómicas: 740.000.000.000 de dólares. Con ese dinero se podría haber construido hogares a todos los niños que viven hoy en las calles sin padres y sin ayuda social en todo el mundo, más miles de escuelas y miles de hospitales en todo el mundo. Pero el dominio geopolítico de los magnates y políticos norteamericanos está siempre como un privilegio alejado de toda consideración moral. Obama, claro está, en su discurso dice que Bush llevó a USA a la guerra “por amor a su patria”, lo que es una falacia a todas luces. Amor al dinero y amor al poder mundial habría sido más acertado decirlo. Los que piensan que Obama está por la paz en Oriente Medio se equivocan de plano. La única paz aceptable para los presidentes de USA es en la que salgan vencedores y con mayor poder que antes. Terminar el empleo de las fuerzas de choque norteamericanas no implica el fin de la guerra. Por lo contrario, ahora viene el ajuste de cuentas con los que apoyaron a USA.
Y, ¿cuál ha sido el precio que ha tenido que pagar Irak por la guerra de Bush que ha durado 7 años? De haber sido un país con una vida relativamente aceptable, pasó a ser un país miserable, lleno de tumbas donde yacen muchos niños y mujeres que fueron sólo dueñas de casa, una enorme multitud de inválidos de los dos sexos y de todas las edades, cesantes, corrupción, sufrimiento general y odio étnico que ha alcanzado volúmenes increíbles. Como dicen algunos de los comentaristas, la intervención de USA ha tenido como resultado que Irak ha retrocedido a la era preindustrial. Es un país económicamente arruinado y lleno de escombros. Lo que destaca de las nuevas construcciones son las altas murallas y bloques de cemento que erigió el ejército norteamericano para la defensa de sus fuertes y acantonamientos, que quedarán como monumento a la estupidez de la geopolítica de dominación norteamericana. Bagdad, la capital de Irak, que una vez fue un centro de la cultura árabe y que en el pasado desempeñó un papel importante en la cultura antigua de la época anterior al mahometanismo, es hoy en día una ciudad en ruinas, con una pobreza extrema. La destrucción de Bagdad y la ocupación norteamericana, en cierta forma, puede ser comparada con la ocupación de Palestina por las fuerzas judías después de la guerra de 1948, la nakba, como llaman los árabes y los palestinos a esa horrible tragedia. La solidaridad de Irak hacia la causa palestina fue una de las razones por las que fue invadido y en eso jugó un rol importante el lobby judío de USA. Sadam fue acusado, entre otras cosas, de ayudar a los extremistas y a terroristas palestinos. Se inventó la existencia de armas de destrucción masiva para lograr el apoyo masivo de la población norteamericana, armas que nunca existieron y en el caso del gas mostaza proporcionado por varias empresas norteamericanas con el apoyo de su gobierno para masacrar al pueblo iraní, ya no estaban en uso y Sadam carecía de los medios para utilizar esas armas.
Ese Irak que en una época, durante Sadam, era un apoyo a la causa palestina y tenía un gran peso político en la zona, hoy es un país en ruinas, con cientos de miles de sus ciudadanos viviendo como refugiados en los países vecinos, viviendo en la miseria. Además, tal vez más de un millón de muertos, digo tal vez, porque nadie conoce las cifras exactas de la gente que por causa de la guerra, directa o indirectamente, perdió la vida y todavía la lucha sectaria que se desató después de la invasión sigue provocando la muerte de civiles, especialmente, de gente pobre y sin recursos.
En verdad, USA se retira después de dejar un país en la ruina y en la más triste de las miserias humanas que puede pensarse. Además, mucho más dividido que lo era en la época anterior a la guerra. Las guerras étnicas y religiosas siguen adelante produciendo cientos de muertos y cientos o miles de heridos e inválidos mensualmente. Hace unas horas solamente 60 solicitantes al ejército iraquí del gobierno pronorteamericano fueron muertos por un hombre-bomba. Al-Kaeda, una organización que no existía en Irak antes de la guerra, ahora está asentada en el país y por lo que se puede aquilatar, vivita y coleando. Es fuerte y organizada y a pesar de las fracciones sunitas que apoyaron a los norteamericanos, está allí y es una amenaza al nuevo gobierno que, por lo demás, está sin conformarse debido a la dispersión y los intereses contrapuestos que existen entre todas las fracciones, sin que la presión de USA para que se conforme, sirva para algo.
El “Nuevo Amanecer” que llama Obama a la operación de abandonar del todo a Irak en el 2011, es un “Amanecer Negro”, sin un poquito de luz que provoque tranquilidad a las fracciones que se disputarán el poder de ese país, en especial, el derecho a explotar los yacimientos petrolíferos. Si antes de la guerra Irak era un país fraccionado entre sunitas, chiítas y kurdos, ahora además de ese fraccionamiento están los que apoyan a Irán, los de Al-Kaeda y los pronorteamericanos, que poco a poco irán disminuyendo a pesar de la inversión norteamericana en sueldos a los combatientes sunitas como una forma de comprar su apoyo.
Dice también Obama que ahora dejan un país soberano e independiente. Esa idea produce una risa amarga. Pero, acaso durante la época de Sadam ¿no era independiente y soberano? A la legua se puede ver que si antes no lo era, ahora con mucha razón es un país dependiente de los norteamericanos y con una soberanía cuestionada.
En verdad, los norteamericanos hicieron un buen trabajo en Irak. Destruyeron a un país en desarrollo y los transformaron en un país cercano a la edad paleolítica. ¡Buena tarea han hecho! A los iraquíes sólo les falta agradecer eternamente a Bush y a sus secuaces de todos los pelajes, que se han enriquecido con la guerra, y por el hambre y la miseria en que han quedado. Y que no se diga que son malagradecidos. Tal vez eso lo entiende Obama. A veces, me parece que ese señor vive sumergido en otra realidad que corresponde a otra galaxia.
Me queda una sensación de amargura por la cobardía moral de muchos gobiernos árabes que de una u otra forma apoyaron la guerra de Bush (y también de Israel, porque ellos participaron indirectamente en la destrucción de Irak, como ahora desean hacerlo con Irán, pero ese es un hueso muchos más duro de roer y allí se pueden romper los dientes). El Irak que era un país fuerte y en desarrollo ya no existe más. Tal vez se divida en tres partes irreconciliables (kurdos, chiítas y sunitas) y la estabilidad de esa zona que, que se encontraba en desequilibrio, desde que los judíos invadieron Palestina, ahora está más lejos que nunca. El Oriente Medio es la zona del planeta más desequilibrada y con más guerras desde que llegaron los judíos de Europa. Tenemos gobiernos que aparentan equilibrio en base a la represión de su gente como el de Egipto, por ejemplo. El día en que Mubarak desaparezca, puede surgir un nuevo día, si es que surge una verdadera democracia en Egipto y que contribuya a la unidad de la nación árabe, tan necesaria para esa estabilidad de ese país y de Oriente Medio que se ve muy lejana.
¿Qué ha de pasar en Irak, con un gobierno inexistente ya de hace más de seis meses? ¿Cuánto tiempo le queda al gobernante impuesto por USA? En todo caso, está cada día más separado de su pueblo y se mantendrá el tiempo que USA tenga esa guardia pretoriana de 50.000 soldados que quedan allí, estacionados, cumpliendo los objetivos geopolíticos de USA y no para demostrar que son buenas personas y solidarias. Los geopolíticos judíos de Israel y del lobby de USA, más los perritos falderos que apoyaron la invasión de Irak, tiene ahora bajo su mira a Irán. Claro está que se dan cuenta de que el riesgo de una intervención es mucho mayor y no se encuentran seguros de una victoria, a menos que sea una victoria pírrica para Israel y sus aliados directos o indirectos en Oriente Medio. Espero que no se llegue a producir esa aventura. Costaría muchísimas vidas y ¡no sólo de los iraníes!
Fuente foto: NEW YORK TIMES
Fuente:Argenpress

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