24 de octubre de 2010

CHACO: CAUSA CABALLERO-DÍA 34 DE AUDIENCIA.

CAUSA CABALLERO DÍA 34 DE AUDIENCIA
NIÑOS DETENIDOS EN LA BRIGADA
El ex detenido Sergio Romero compartió cautiverio con su mujer , su hijo de siete meses, y su sobrino . Miguel Nieva explicó cómo se hizo el relevamiento de dos sótanos durante la instrucción de la causa. La audiencia retoma actividad este martes 19 de octubre.
Por Gonzalo Torres
Sergio Romero.
La jornada número 34 de la causa que investiga las torturas en la Brigada de Investigaciones fue tranquila y expeditiva y como es costumbre comenzó a las 9.30, con una hora de retraso. Sergio Romero y Héctor Costas contaron los horrores que padecieron y presenciaron durante su cautiverio. Romero aportó un dato para nada menor; la permanencia de menores de edad en reclusión en la Brigada. Un caso que se suma a la espantosa lista que integran la familia Caire, y el hijo de Nora Valladares. Arqueros confirmó que los detenidos que llegaban a la U7 relataban las torturas en la Brigada. Miguel Nieva del Equipo Argentino de Antropología Forense (E.A.F.F.) relató cómo se hizo el relevamiento de dos sótanos en el marco de la instrucción de la causa realizada por el juez Piñero.

SERGIO ROMERO – DETENIDO CON SU MUJER Y SU HIJO
El docente Sergio Romero fue detenido el lunes 26 de mayo de 1977 al mediodía en el colegio Don Orione de Barranqueras, donde realizaba trabajos administrativos. A la Brigada lo ingresaron por la puerta trasera y al pie de una escalera lo vendaron con un pedazo de frazada. Lo subieron y lo dejaron en un rincón, al lado de una “mesa o escritorio” toda la tarde.
En un momento pudo escuchar un sonido; agudizó la audición y percibió que se trataba del llanto de un niño. Era su hijo, Diego, que tenía apenas siete meses de vida. Supuso entonces que también su mujer estaba detenida y protestó. Otro llanto de niño lo percató de que su sobrino también estaba en la Brigada. Una feroz paliza fue la respuesta a sus gritos y recriminaciones.
En otra ocasión siente barullo en el piso de arriba. Escucha como hacen rodar por la escalera a un detenido, al que llamaban “Gringo” que aterriza cerca de donde estaba él, aterrorizado porque presentía que le mostraban lo que le esperaba en ese lugar. El “Gringo” se llamaba Rogelio Tomasella, y era militante de las Ligas Agrarias.
Relató que tanto su militancia en el peronismo como su colaboración en el “Ranchón” eran motivo de los interrogatorios y torturas. “Pertenecíamos a una Comisión Vecinal y trabajábamos con la pastoral de la Iglesia Don Orione en barrios periféricos de la zona. Daban clases de apoyo en un galpón reacondicionado que llamaban el “Ranchón”. Allí funcionaba día por medio un comedor para los niños y cada tanto se organizaban peñas folklóricas. “Todo estaba capitaneado por el cura párroco. Él siempre nos decía que no hacía otra cosa que cumplir con el evangelio y con los documentos del Concilio Vaticano Segundo de Melledín” en referencia al movimiento de sacerdotes que defendían el compromiso con los pobres y oprimidos. “Nos identificábamos como peronistas. Yo comencé en la Juventud Peronista y después creamos el peronismo de base”. Cada tanto recibían la indeseada visita de integrantes del Comando De Organización (CdO) que aparecían para patotear a los vecinos.
Su mujer estuvo cuatro meses detenida, el estrés y los malos tratos que padeció le provocaron la perdida de la leche, por lo que su hijo de meses tuvo que ser amamantado por otra detenida. La denigraban todo el tiempo, y le decían que el bebe no era hijo mío” Relató que su cuñada, también madre y detenida con su hijo, fue abusada y carga con secuelas psicológicas por los vejámenes sufridos.
Mientras el testigo narraba su calvario, su esposa, su hijo Diego, y sus sobrinos lo escuchaban desde el sector de público reservado a los familiares de las víctimas. “Durante muchos tiempo le ocultamos (a Diego) lo que había pasado. Cuando fue más grande le contamos lo que pasó”. En agosto de 1977 lo trasladan a la Alcaidía, desde donde es liberado. A los pocos días lo llamaron desde el juzgado federal, donde el secretario Reska le dijo que estaba procesado por atentar contra la ley de seguridad nacional y le hizo firmar un acta. Sin embargo, fue sobreseído poco después.

MANADER; CURSO DE TORTURA EN PARAGUAY
Al momento de identificar a sus verdugos Romero fue por demás gráfico: “Silva Longhi nos puteaba por cualquier cosa” contó. Recordó a Yedro, a Rodríguez Valiente “era alto, tez morena, caminaba muy erguido”. Pero a de quien más detalle brindó fue de Gabino Manader, “todo el mundo hablaba de su calidad como torturador”.
Relató que el imputado en 25 hechos fanfarroneaba con que se había instruido en diversos métodos de tortura en el Paraguay del dictador Alfredo Stroessner; donde había visto como los detenidos eran enterrados hasta los hombros, y que después oficiales a caballo y sable en mano les cortaban la cabeza. “Alardeaba sobre eso y nos asustaba muchísimo”. En su aspecto físico lo recuerda de “mediana estatura, medio moreno, bien peinado, siempre con la pistola al cinto”.

PERSECUCIÓN IMPLACABLE
Romero y su mujer Cristina Figueredo, fueron liberados, pero eso no significó que terminaran sus problemas. La dictadura militar y sus colaboradores civiles se ensañaron con la pareja de docentes al punto de retirarles el título para que no pudieran ejercer su profesión.
Como el colegio en el que enseñábamos era privado, porque era un colegio religioso, la ley de prescindibilidad docente que había sido elaborada por secretaria de Educación y el coronel Zucconi no nos afectaba”. Ante esa situación, la persecución pasó a manos del general Albano Harguindeguy, ministro de Interior durante cinco de los siete años que duró la dictadura, con un amplio prontuario de crímenes de lesa humanidad. Harguindeguy cortó por lo sano y directamente les retiró el título y los convirtió en desempleados; Romero debió rebuscarse de mil maneras para mantener a su familia, finalmente un conocido le propuso asociarse en la venta de golosinas y tabaco. Después un odontólogo lo tomó como administrador de su consultorio. Allí Romero tuvo un encuentro inesperado; Ojeda, el policía que lo detuvo en mayo del 77, acompañó a su hija a una consulta con el médico. Sin embargo, en su ficha no figuraba con ese apellido, si no con su verdadero nombre; Ramón Esteban Meza (imputado). “Esa cara va a ser inolvidable por el resto de mi vida” sentenció.


MARIO ARQUEROS – TESTIGO EN LA U7
El analista de sistemas y ex detenido oriundo de Catamarca y residente en Corrientes fue breve y conciso. El hombre ya declaró en el juicio sobre el centro clandestino que funcionó en el regimiento de infantería 9 en Corrientes. Estuvo detenido entre enero de 1977 y abril de 1979 en la U7. Allí conoció a casi todos los que fueron detenidos en Resistencia. “El comentario general eran las torturas y tormentos en la Brigada, fundamentalmente con picana, trompadas, submarinos, golpes en los oídos…”Entre los torturadores identificados mencionó como común denominador a Thomas, a Patetta, y a Manader. Recordó el caso de Juan Eduardo Lenscak, a quien ingresaron a la U7 muy deteriorado después de una estancia en la Brigada donde colgado y torturado.


HÉCTOR COSTAS - 40 DÍAS EN BRIGADA
Héctor Costas viajó desde Quilmes, provincia de Buenos Aires para declarar. Fue detenido el 24 de mayo de 1976, en Samuhú a los 32 años de edad. Regresaba de Resistencia en colectivo y fue apresado por Ramón Meza y un oficial de apellido Lobos y un tercer policía. Hacía un mes y medio que estaba en Samuhú con su esposa. Ambos ejercían la docencia en una escuela de la zona. Requisaron su casa y decidieron llevarlo detenido a Resistencia, en un tramo del camino se detienen y Lobos lo invita a escapar. “Andate. Corré por el monte si querés” le propone. Costas no muerde el anzuelo, discuten, y finalmente siguen viaje hacia la Brigada, donde lo vendaron y lo hicieron subir unas escaleras.


LA TORTURA
En la Brigada permaneció cuarenta días detenido. En su estadía conoció la abyección extrema de la patota de la Brigada, con “José Marín tocando el acordeón, y obligando a los detenidos a cantar para encubrir los abusos a las chicas”, una de esas mujeres era Nora Valladares, de quién Costas resaltó su “fortaleza increíble”. La mujer de Costas le contó un caso de abuso que retrata el grado de de servidumbre al que eran sometidos los detenidos políticos en la Brigada; “Gabino Manader violó a una detenida – relató el testigo- , al día siguiente a esta mujer le dio un saco y le ordenó: “coseme los botones”.
Habló con “un tal Parodi (Ocampo, asesinado en la Masacre de Margarita Belén) y una chica Pressa, su esposa”. Dijo que se encontró con muchos detenidos, y lo impresionó la extrema juventud de varios. “Yo era joven, tenía 32 años, pero había muchachitos de 15, 16, 17 años…” todos permanentemente castigados y hacinados sobre pisos sucios por la acumulación de excrementos.

CAREO CON PATRICIO BLAS TIERNO.
Contó que recuerda tres sesiones de tortura de importancia. La primera a los dos días de estar detenido en la Brigada, en uno de los sótanos.. La segunda vez le dijeron que su mujer ya había cantado todo, y que ya tenían su “ficha” por lo que sabían que era de La Plata. Reconoció la voz de Lucio Humberto Caballero y de Gabino Manader. “La tortura duró mucho, hasta que me desmayé”.
La tercera vez lo carearon con Patricio Blas Tierno (fusilado en la Masacre), que estaba muy deteriorado, echado sobre una camilla. Mientras el testigo relataba los pormenores del careo el hijo de Patricio, Juan Pablo Tierno, lo escuchaba con atención. Costas conocía a Tierno porque era un dirigente de la Juventud Universitaria Peronista en la Plata. Lo recordaba como un tipo fuerte y grandote, pero en ese momento en la Brigada su conocido “tenía un deterioro absoluto, era una piltrafa”. “No dijimos nada. Fueron unos momentos nomás, nos picanearon un poco y me subieron al calabozo”.

ALCAIDÍA, CONSEJOS DE GUERRA y MARTÍNEZ SEGÓN
Cuarenta días después de ingresar a la Brigada lo enviaron a la Alcaidía, junto con un grupo de detenidos. Fueron recibidos con una garroteada y al mes trasladados a la U7. Costas fue liberado el 24 de diciembre de 1982. Estuvo a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y le hicieron dos consejos de guerra. “Tuve como abogado defensor angaú - como dicen acá- a Martínez Segón, con quien discutía porque le decía que como civil no me correspondía ser juzgado por un tribunal militar”. Relató que el minúsculo militar (imputado en la causa Masacre Margarita Belén) le decía “No pidan justicia, pidan clemencia”. Cuando se realizó el consejo Costas insistió con su pedido. Se ganó un castigo de 10 días en un calabozo en la U7 y varias palizas.
Al final de su declaración, recordando su conversación con Martínez Segón, hizo un pedido al tribunal: “espero que los imputados tengan la justicia que corresponde, que la piedad se la pidan a Dios”.

MIGUEL NIEVA – E.A.F.F. "LA SANGRE DERRAMADA NO SERÁ NEGOCIADA".
El antropólogo Miguel Nieva llegó a Resistencia en la mañana de ayer para relatar cómo se hizo en febrero de 2008 el relevamiento de dos sótanos en el edificio donde funcionó la Brigada de Investigaciones, en el marco de la instrucción de la causa realizada por el juez Piñero.
De uno de los sótanos (el más grande) se conocía la ubicación pero del otro sólo se tenía certeza de su existencia, tal y como aparecía mencionado en unos planos de obras públicas. El Equipo Argentino de Antropología Forense hizo un relevamiento planimetral, fotográfico y fílmico. “El sótano más grande – identificado como SB1- estaba lleno de agua”, lo que desterró toda posibilidad de dar con rastros biológicos.
El segundo sótano –identificado como SB9- fue descubierto a pocos pasos del primero, golpeando con una barreta sobre el suelo en la búsqueda del característico sonido a hueco. “Este tenía una superficie de 4 metros por 4, estaba lleno de escombros y se relevaron datos de interés” manifestó el antropólogo, en referencia a los objetos y las inscripciones hallados: una picana a pila, restos de un arma de fuego y dos inscripciones sobre en la pared: “La sangre derramada no será negociada” y “Firmeza y luz, como cristal de roca”. La primera frase era una de las leyendas con las que la generación de los sesenta/setenta honraba a sus mártires y señalaba la imposibilidad de flaquear en la lucha. La segunda forma parte de un poema de Alfredo Jimenez, un poeta Mexicano, y también aparece en la obra de José Ingenieros.
Cada uno de los objetos fue exhibido al tribunal. También fue relevado un desagüe que pasa por el techo (lo que corrobora el testimonio de varios ex detenidos que mencionaron haber sido colgados de un caño) y restos de una instalación eléctrica de las que se utilizan para conexiones aéreas. Además fueron hallados dos saches de leche y una lata de cerveza marca Henniger sin fecha de elaboración. Esto último llamó poderosamente la atención del abogado defensor Pedro Mañanes, que tomó la latita, la sopeso, y espió en su interior.
Al momento de las preguntas, desde la defensa se intentó menoscabar la seriedad de las pericias aludiendo a la presencia o no del juez de instrucción, que supervisó las excavaciones, y a la existencia en la actualidad y desde el año 2005 de la Casa por la Memoria en el edificio de Marcelo T. de Alvear 32. Cuando Nieva desterró toda posibilidad de injerencia en los sotanos al responder que los mismos se encontraban cerrados desde el año 1985 desde la querella – fiscalía al unísono se pidió el consabido “que consté en actas”. El juez Víctor Alonso hizo lugar al reclamo; “Que quede constancia del pedido a coro” bromeó.
Cuando el testigo era desocupado de su testimonio por el tribunal el abogado de la querella Mario Bosh solicitó al juez Víctor Alonso que se efectúe una inspección ocular en la ex Brigada, pero el magistrado lo paró en secó y negó la posibilidad. Ante la negativa, Bosch insistió con la pertinencia del pedido dado que Nieva tiene que viajar desde Buenos Aires cada ves que se lo convoca. “Él va a venir” fue la tajante respuesta – casi una orden- del juez Alonso, la cual originó una cerrada carcajada en todos los presentes, incluido el testigo.
Fuente:HojadeJuicioyCastigo                                                      

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