20 de octubre de 2010

LA PAMPA: LOS DOCUMENTOS INÉDITOS SOBRE LA REPRESIÓN ENTRE 1974 Y 1976.

LA PAMPA
Entre Firmenich, melenudos y extremistas
Los documentos inéditos sobre el control policial de las actividades políticas entre el 74 y el 76 ayudan a mostrar los nombres de quienes eran considerados "peligrosos" para la Jefatura: Ana Gispert-Sauch, Nicoletti, Chumbita, Maldonado y Mendizábal, entre otros.
Por NORBERTO G. ASQUINI
Un espacio para la "emoción" 19 de Octubre de 2010 a las 09:52
Subzona 14 - Novedades

Tierno se dijo emocionado al recordar a Santiago Covella y su voz se quebró durante la declaración.

El ex funcionario Juan Carlos Tierno recordó algunas de las personas e instituciones que aportar "afecto y presencia" en aquellos días del sumario sobre las violaciones a los Derechos Humanos.

Recordó que estuvo con una de las víctimas, Santiago Covella. Destacó que le habló de su dolor, pero también de sus "creencias religiosas".

"Otra de las personas por las que nos sentimos acompañados fue un militante político y social ya desaparecido como Raulito D'Atri, que aportó importantes elementos. Había sido detenido en 1975", remarcó.

"No fue detenido por integrar el diario, como dicen los dirigentes de La Arena, sino por una tarea militante y consecuente atacada por los que reprimían pensamientos distintos", planteó.


La serie de informes secretos de espionaje político en Santa Rosa de un oficial que hizo "servicio reservado" en la Jefatura de Policía entre el '74 y el '76 revelaron la metodología usada para vigilar personas, vehículos, grupos y asambleas consideradas "sospechosas" por esa fuerza de seguridad. Esto, como ya se indicó en una nota anterior, no fue privativo de esos años sino que se realizaron antes de la fecha y se profundizaron con la puesta en marcha de la Subzona 14 y el inicio de la dictadura militar.
En esta segunda parte del informe, los documentos hallados, hasta ahora el único archivo sobre las tareas de Inteligencia en los años '70 que se ha publicado, mencionan también algunas personas que eran consideradas "peligrosas", y que cuando se desataran las razzias del Ejército en noviembre de 1975, y también después del golpe de Estado del '76, serían parte de las listas de presos políticos en la llamada "lucha contra la subversión".

La huelga y los nombres.
Además de controlar vehículos o actos y reuniones públicas -hasta del mismo peronismo-, el informante vigiló casas donde se realizaban reuniones consideradas "sospechosas", además de huelgas y asambleas. Todo era relevado y comunicado al jefe de Policía.
Por ejemplo, ocurrió cuando se realizó la huelga municipal de mayo de 1974, que terminó con la toma de la sede municipal el 21 de ese mes y la represión a los manifestantes por parte de la Policía. Las reuniones y, sobre todo, los dirigentes sindicales y los políticos que apoyaron esa medida fueron blancos de la lupa policial. Varios informes fechados el 20 de mayo describen las asambleas y los discursos realizados frente al edificio comunal con lujo de detalles
Allí se mencionaban, entre otros, a varios dirigentes de la JP capitalina "empleados del Centro Cívico y Hospital Regional de apellidos Grandón, Pereyra y Monzón y que son los mismos que vienen actuando para lograr la confusión en esta ciudad, porque son los primeros en gritar 'Montoneros, Montoneros de Perón'". También eran seguidas las marchas que realizaron estudiantes universitarios en adhesión al movimiento.
El policía autor del documento relata sobre una de sus vigilancias de la ciudad durante esos agitados días: "el suscripto fue controlando los locales del PC, ubicados en calle Yrigoyen y en calle Pico 445, asimismo se controló el salón del Centro de Estudiantes de Ciencias Humanas, ubicado en avenida Uruguay y la casa ubicada en calle Antártida Argentina, donde se hacen reuniones políticas en especial de la JP".
En otro archivo, del 17 de junio del '74, menciona los lugares que vigiló durante su ronda de esa madrugada vinculados al paro municipal: "En calle Sarmiento domicilio doctor (Ciro) Ongaro, calle Antártida Argentina domicilio hermanos Ribero, también se controló el domicilio del estudiante (José) Mendizábal, ubicado en Pasaje 11 del barrio Fitte, y la Parrilla La Salamanca ubicada sobre la ruta 35", entre otros.
En otro informe, de agosto del 74, indica: "Se hace constar que durante todos los días indicados también se recorrió la ciudad, como algunos barrios que ya conocemos donde habitan comunistas y que pueden desarrollarse reuniones de este tipo, arrojando resultado negativo". En un papel adjunto, en la casa de un hombre de apellido Badillo, se comentaba: "de noche se reúnen extremistas a deliberar".

Conocidos.
Entre los nombres más conocidos de las personas que eran vigiladas por el "servicio reservado", y que luego serían perseguidos políticos, figuran la docente de la UNLPam, Ana Gispert-Sauch y el periodista Nelson Nicoletti. Sobre Gispert-Sauch, se llegó a controlar el domicilio de una pareja amiga que había llegado a la ciudad. "Con respecto a la 'Catalana' se trata de la profesora Ana Schisper (sic) de Humanidad (sic) (...) tiene su domicilio esta profesora en Avenida Roca 731, vive juntamente con una joven, la que ha sido observada por el suscripto que concurre al Partido Comunista, también tengo informe que esta profesora es muy activista, ya que en Villa Parque tiene en funcionamiento un Comedor Escolar", indicaba. La compañera era Cristina Ercoli.
Sobre Nicoletti, una nota adjunta a un documento acusaba: "está vinculado a varios barbudos jóvenes, sospechosos, mal vestidos y melenudos, se reúnen en una casa de la calle Juncal 851. Averiguar: de quien es la casa, qué personas son las que frecuentan las reuniones y de qué tendencia; se sospecha sean montoneros o extremistas de otra tendencia".
En noviembre de 1975, Ercoli fue detenida por la Subzona 14 cuando comenzaron las detenciones a docentes de la UNLPam y médicos. Gispert alcanzó a escapar de Santa Rosa y se refugió en Perú. Nicoletti fue detenido el 24 de marzo del '76 y trasladado a la cárcel de Trelew.
Nicoletti y Gispert-Sauch vuelven a ser mencionados en otro informe, esta vez del 28 de enero del '76, cuando la Subzona 14 ya estaba en funcionamiento. Sobre Gispert-Sauch se comentaba: "por activista, la nombrada fue controlada en una oportunidad por que al parecer hacía reunión en donde participaría el nombrado Nicoletti, también esta mujer tiene contacto con la Iglesia, en esta con el padre Castelar, también se dijo que la causante podría encontrarse protegida en la Iglesia de San Martín, por el cura que se encuentra encargado del mismo, como así se tiene conocimiento que en dicho templo hay reuniones nocturnas donde concurren personas foráneas, los mismos se realizan en horas de la noche. También se supone que esta profesora prófuga puede andar disfrazada de monja". El cura era Valentín Bosch, que tuvo que exiliarse en tiempos de la dictadura.

Estudiantes.
Los jóvenes, sobre todo foráneos, eran apuntados por la Inteligencia policial. El 13 de noviembre de 1974, uno de los seguimientos se realizaron a varios estudiantes y militantes de la Facultad de Ciencias Económicas. Y da cuenta de cómo algunos vecinos colaboraban aportando datos. "Referencia en el barrio donde viven, dicen que se los ve poco, al parecer estudian mucho, el señor (X) me informó que efectivamente una noche vio mujeres a las que no reconoció, pero para él como están solos serían algunas compañeras, anoche fue controlado en forma muy reservada el domicilio de los estudiantes hasta horas 2.00, domicilio que permaneció cerrado y a oscuras". Y también: "Cuando accionaban el timbre de la calle, antes de abrir miraban por la mirilla y según quien fuera el visitante, abrían o no. Sin comentario. Todos estos movimientos y dichos fueron vistos y escuchados por un electricista que los mismos habían llamado para reparar la instalación eléctrica de la casa que recientemente ocupaban, dando la información reservadamente a un empleado policial".
El 14 de noviembre del 74 también se adjunta una nota en la que se pide "detener para identificar" a cinco estudiantes de Bahía Blanca que estaban en el INTA Anguil "y andan al parecer haciendo situaciones de confucionismo, tomar medidas al caso", pedía.

La sombra de Firmenich.
También se realizaban controles de consultorios y croquis de quiénes vivían en determinada cuadra, como la calle Oliver y Alvear. O de personas que se atendían en el Hospital Lucio Molas y estaban de paso por Santa Rosa.
Uno de los informes más reveladores es el fechado el 18 de diciembre de 1974, y hace una consideración tácita sobre el abogado y docente Hugo Chumbita. "En la quinta del extinto Chumbita (NdeA: en referencia al padre) se llevan a cabo y muy seguidas, reuniones en la que llegan personas de ambos sexos y por general jóvenes, temiéndose de que sean extremistas ya que en una oportunidad la mencionada quinta le sirvió como aguantadero al conocido y nombrado Ferminich (NdeA: por Mario Firmenich), por tal conocimiento y de acorde a órdenes impartidas por usted, me constituí en las inmediaciones de la referida quinta". Consideraciones que en ese tiempo llevaron a muchos a la cárcel. Chumbita fue perseguido y detenido en diciembre del '75 en Capital Federal.
También hay agregada al archivo de informes una lista de los estudiantes y docentes detenidos en enero del '75 por tomar la Universidad Tecnológica Nacional de General Pico en protesta por su intervención.

En el oeste.
Otros tres informes hablan sobre un caso ocurrido en Santa Isabel que podía llegar a estar vinculado a la guerrilla. "A cuatro kilómetros, sobre la ruta 151 camino a Mendoza, se encuentra ubicada la estancia denominada El Chalet", comentaba. Allí un peón que había sido despedido denunció a sus propietarios y la policía realizó un allanamiento. Explicaba: "la misma consiste que estos señores aparecieron en la estancia referida conduciendo una ambulancia y portaban armas largas, al parecer, metralleta o ametralladoras".
La serie de documentos continúa. Contiene además panfletos que se arrojaron a las calles -de Vanguardia Comunista o el PCR-, referencias a alguna pintada de la JP, listas de quienes iban a los actos en Capital Federal como el del 17 de octubre del '75, la posibilidad de otro auto acuartelamiento de la Policía el 19 de febrero del '75 (iban a participar Constantino, Aguilera, Marenchino y Tomás Díaz) y hasta el acto radical con Ricardo Balbín en octubre del '75 frente al Hotel Comercio.
Toda una muestra de cómo desde la Jefatura se vigiló y controló las calles de Santa Rosa en los '70 sin que muchos supieran que el ojo policial estaba puesto en ellos.
FuentedeOrigen:LaArena
Fuente:Agndh


Tierno: "no hubo persecuciones ni arbitrariedades" durante el sumario
El ex asesor letrado declaró ante el Tribunal Oral Federal sobre su tarea al hacer el sumario en el '83. Aclaró que no vio ni encontró picanas, pero sí fueron referidas en los relatos.
Tierno recordó que en el inicio del gobierno democrático "fui designado asesor letrado de gobierno con las funciones específicas que están determinadas en la ley respectiva".Un momento para la emoción



"La orden no fue de investigar, había un contexto previo al inicio de la función que era el de reconstituir la dignidad de la mujer y el hombre pampeano, a partir de eso se juzgaron los posibles violaciones a los Derechos Humanos. Se me encomendó la recopilación de datos", dijo.


"La tarea -aclaró- no implicó una investigación porque no incluyó formalidades administrativas o de tipo judicial. Esa recopilación permitió conocer que había elementos, no incluí opinión ni juzgamiento. Propuse al ejecutivo el envío a la Justicia y el inicio de un sumario provincial. De mi parte ahí concluyó esta tarea, que no estuvo signada por persecuciones o arbitrariedades", aseveró.

"Era un contexto por demás complejo, hoy la democracia está definitivamente consolidada; no había entonces esa convicción y había temores. Se podría haber optado por no hacer ni decir nada, pero entendimos que esa era una tarea a realizar", señaló Tierno.


A su criterio, el sumario "fue el plexo sustancial para ahondar en elementos que fueron de utilidad para la Justicia".


-En el uso de sus funciones y en ese ámbito, interesaría saber si dio instrucciones o recomendaciones o participó físicamente de la toma de declaraciones... -le planteó uno de los abogados defensores.


-La actividad que desarrollé se hizo principalmente en sede de Casa de Gobierno, en el lugar que se me asignó, con excepción de un traslado que hicimos para observar las instalaciones de lo que había sido la sede de la Brigada, en la sede de la Seccional Primera, la observación de un vehículo tipo camión que era usado por la dirección de Comunicaciones y que había sido mencionado como utilizado para trasladar a personas víctimas de apremios ilegales. También me trasladé a Arauz, al establecimiento José Ingenieros. No participé en actividades ni gestiones que desarrolló la instrucción sumarial, sólo hubo una coincidencia temporal en Catriló, donde estuve presente pero sin participación de ningún carácter.


- ¿Usted suscribía las declaraciones?
- Algunas sí, algunas no, pero mi firma estuvo en el informe final que no realizó merituación, sin que hubiera imputaciones o alegaciones en ningún sentido.
FuentedeOrigen:DiariodelaPampa.
Fuente:Agndh                                                                                                            


Tierno se dijo emocionado al recordar a Santiago Covella y su voz se quebró durante la declaración.


El ex funcionario Juan Carlos Tierno recordó algunas de las personas e instituciones que aportar "afecto y presencia" en aquellos días del sumario sobre las violaciones a los Derechos Humanos.

Recordó que estuvo con una de las víctimas, Santiago Covella. Destacó que le habló de su dolor, pero también de sus "creencias religiosas".

"Otra de las personas por las que nos sentimos acompañados fue un militante político y social ya desaparecido como Raulito D'Atri, que aportó importantes elementos. Había sido detenido en 1975", remarcó.

"No fue detenido por integrar el diario, como dicen los dirigentes de La Arena, sino por una tarea militante y consecuente atacada por los que reprimían pensamientos distintos", planteó.

No se buscaron picanas

Tierno no quiso hablar de los dichos de Marín sobre el punto.

Juan Carlos Tierno confirmó que como parte del sumario que hizo para verificar si hubo violaciones a los Derechos Humanos no buscaron picanas en los lugares de detenciones ilegales.

"No hicimos búsquedas en esos términos", dijo ante una consulta puntual de la defensa.

El ex funcionario insistió en que su tarea se limitió a la ecopilación de datos.

Cuando le preguntaron acerca de las recientes declaraciones de Marín, quien dijo públicamente que algo supo de la existencia de picanas, Tierno se negó a opinar sobre dichos de otra persona.

Tras un contrapunto con un abogado defensor, el juez Tripputi dio por contestada la pregunta.

Documentación extraviada e incinerada
Tierno dijo que desconocía la "desaparición" del legajo 635 que recopiló datos sobre las violaciones a los Derechos Humanos. Cree que la orden de incinerar documentación fue en realidad "una apariencia falseada para que nadie busque nada".

El tema de la desaparición del legajo se lo planteó la defensa y el ex funcionario indicó que él entregó sus conclusiones al ejecutivo y a la Justicia, "pero no sabía que se haya perdido, de ninguna manera".

Tierno hizo referencia a un radiograma que se conoció ya empezado el gobierno democrático, cuando desde el gobierno nacional se ordenó la "incineración de la documentación".

- ¿Qué pasó con lo que decía el radiograma?
- Se localizó tanto el radiograma como la respuesta del jefe de Policía. Y creo que se cumplió la orden. Ese radiograma y su contestación por el último jefe de Policía del gobierno de facto integra el Nunca Más en su versión original.

- ¿Usted tuvo conocimiento de que efectivamente fueron destruidos?
- Haber ocupado esos estamentos en la función pública no me da posibilidades de adivinar cosas. Creo que no fue incinerado nada y fue una apariencia falseada para que nadie busque nada. Es mi opinión. Y el análisis similar hizo Sábato. Si fuese sido el objetivo de la orden respecto de hechos ocurridos en los primeros años, los mismos principales participantes a nivel decisorio hubiesen tomado a su caro guardar toda esa papelería, pero no destruirla. El trabajo que se hizo en aquel tiempo fue el único que se hizo en la Argentina.
FuentedeOrigen:DiariodelaPampa
Fuente:Agndh                                                                      

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