11 de diciembre de 2010

VILLA SOLDATI: EL NEGOCIO POLÍTICO E INMOBILIARIO QUE DESATÓ EL CAOS.

El negocio político e inmobiliario que desató el caos
Otro muerto en Soldati: los hilos del macrismo con la violencia
Publicado el 11 de Diciembre de 2010
Por Claudio Mardones
Las patotas quisieron desalojar a los acampantes del Parque Indoamericano. Ayer acabaron con la vida de un joven de 19 años. Tienen relación con sindicatos, barras y punteros del PRO. Esta madrugada el gobierno convocó a Macri.
Hay una imagen que fue captada el jueves en Villa Soldati y que conmueve a todo el país desde las 19.45 del 9 de diciembre, cuando un grupo de presuntos vecinos de la zona, irrumpió en el Parque Indoamericano a los tiros y con el torso desnudo. La aparición sucedió 24 horas después del fracaso del operativo que pidió el gobierno porteño para desalojar el predio tomado y abrió uno de los capítulos más negros de la zona sur porteña. Desde que apareció esa patota, la lista de muertos, al cierre de esta edición, sumó una víctima de 19 años y siete heridos de bala. Por la medianoche, Mauricio Macri, junto a sus ministros Guillermo Montenegro (Seguridad) y María Eugenia Vidal (Desarrollo Social) permanecían en la Casa Rosada en una dura negociación con el jefe de Gabinete de la Nación Aníbal Fernández, el titular de la cartera de Interior Florencio Randazzo y con Diosnel Pérez, del Frente Darío Santillán y con Carlos Alderete de la CCC.
El joven que cayó ayer, después de las 21, es el cuarto muerto. Su deceso ocurrió un día después del asesinato de Juan Castañeta Quispe, el ciudadano boliviano que recibió un disparo en el pecho el jueves, pocas horas después de que un hombre con bermudas rojas y sin remera, apareciera en el Parque y abriera fuego a mansalva. Su nombre es Julio Capella, un barrabrava de Huracán. Jugó al fútbol en primera división del fútbol de ascenso para el Club Español entre 1998 y 2000 y luego lo hizo para Tristán Suárez hasta 2001. Sin embargo, esos laureles deportivos, sólo sirvieron para identificarlo y descubrir que el hombre que apareció delante de las cámaras con una pistola en la mano, actualmente trabaja en la obra social de los trabajadores del gobierno de la ciudad y, según confió su abogado a Tiempo Argentino, integró la junta electoral del gremio de municipales porteños encabezado por los incombustibles Amadeo Genta, Patricio Datarmini y Genaro Trovato, actual tesorero del gremio que nuclea a los 140 mil empleados de planta del estado porteño. Fuentes del propio sindicato agregaron que Capella, estaría a cargo de la seguridad del encargado de las finanzas sindicales, es decir, que además de sus laureles futboleros, Capella también trabaja como “culata” de Trovato, un hombre que no es ajeno a la trama de negocios inmobiliarios, punteriles y políticos que el macrismo ha desarrollado en los barrios de Lugano y Soldati. El ojo de esa tormenta gira en torno al Parque Indoamericano y a las torres ubicadas en Castañares al 4200 y 4300, dos edificios de 168 departamentos, dos de los pocos que fueron financiados por el gobierno de la ciudad a través de la Ley 341, la norma que establecía créditos para la construcción de viviendas populares.
En la actualidad, hay 50 cooperativas que tienen los proyectos aprobados a erigir sus viviendas, pero jamás recibieron el financiamiento. Las pocas excepciones son algunos poquísimos complejos. Entre ellos, están las torres de Castañares, construidas por la Mutual 23 de Mayo, una organización que funciona en el noveno piso de la Legislatura Porteña y que es controlada por el propio Trovato. Cuando la toma se concretó frente a esos edificios, uno de los pedidos de auxilio para repeler la movilización provino del propio sindicato de municipales y de dos amigos de Capella también habrían pedido su ayuda. El barrabrava - hijo de uno de los masajistas de Boca- no tardó en llegar.
Su fuerza se sumó a otras patotas que llegaron en respuesta de otro pedido, proveniente de la Corporación Buenos Aires Sur , que financió la obra de la mutual y cuya ex directora, Esther “Niti” Iglesias hizo una convocatoria a municipales porteños para sumarse a la movilización que debería mostrarse como un grupo de vecinos enfurecidos con los ocupantes. El llamado fue acompañado por Eva Ferraro, jefa del Centro de Gestión y Participación 8, que actuó bajo el acompañamiento del diputado macrista Cristian Ritondo, presidente del bloque PRO en la Legislatura Porteña y que mantiene aceitados contactos con los comisarios de la zona.
Sin embargo, el macrismo no sólo estuvo detrás de la marcha. También hay uno de sus hombres detrás del chispazo que desató la toma. Su nombre es Miguel Ángel “El Turco” Rodríguez, “El Comandante”. Hoy es un puntero de la zona que trabaja dentro de la Corporación Buenos Aires Sur. En los 90 fue director de Tránsito de la gestión de Carlos Grosso y pasó cuatro años preso por cobrar coimas para entregar licencias para taxis. Su presente es más sofisticado que su prehistoria: luego de salir de prisión fue contratado para coordinar la política del Instituto de la Vivienda, pero tuvo que abandonar el cargo luego de que el legislador Facundo DiFilippo lo denunciara por sus antecedentes penales. Luego de caer en desgracia, fue rescatado por Karina Leguizamón, esposa del legislador PRO Enzo Pagani, uno de los diputados que, junto a Cristian Ritondo, presentaron un proyecto de ley para escriturar los terrenos de algunos vecinos de las villas porteñas. La noticia que transformó a las villas en un polvorín. El turco fue uno de los encargados de repartir esa pólvora hace dos semanas entre los vecinos de las villas de la zona sur. Su foja de servicios confirma su íntima relación con el macrismo, donde varios de sus funcionarios lo vinculan con el ministro de Educación Esteban Bullrich, socio de Pagani y quien contrató a sus cooperativas para refaccionar las escuelas deterioradas. Entre los clientes de Rodriguez también está la Corporación, conducida por Humberto Schiavoni, jefe de campaña de Macri para las próximas presidenciales. Todo un negocio redondo. Todo muy PRO.
Fuente:TiempoArgentino


Opinión
“Otra vez, como en los ’90, se culpa a los inmigrantes de la delincuencia y el narcotráfico”
Publicado el 11 de Diciembre de 2010
Por Leticia Allega
Becaria doctoral de CONICET - UBA - IIGG.

El análisis de los discursos políticos nos permite comprender cómo un Estado se sitúa frente a una determinada cuestión, de qué manera responde frente a ella. Los discursos participan de la vida política y en tal sentido, tienen efectos preformativos, orientan la política de un gobierno e intentan justificarla ideológicamente.
Es una herramienta, una forma de entender cómo un Estado se habla y se piensa a sí mismo. Y por ello nos permite llegar a conclusiones políticas.
Los discursos pronunciados por el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, revelan una manera de entender el Estado.
Esto es así porque los discursos “construyen” Estado o, si se prefiere, el Estado se habla a través de sus palabras.
Si bien es posible diferenciar –y es necesario hacerlo– los hechos de las palabras, también es cierto que las palabras son hechos.
Y las palabras dichas por un jefe de Estado son, en este sentido, un “hecho político” que refleja un problema del Estado que el mismo Estado, en cuanto tal, no puede resolver. Y aquí no se trata de una “inmigración descontrolada”, sino de la falta de una política habitacional diseñada por el gobierno de la Ciudad.
Se trata de dos hechos políticos: uno, el intento de desalojo en el barrio de Villa Soldati, que tiene consecuencias sobre el propio cuerpo social, más concretamente sobre el cuerpo –y la vida- de tres personas; el otro, tiene un reflejo sobre el Estado mismo, porque de alguna manera crea un ideologema sobre lo que ese Estado se cree que es, o lo que pretende ser.
El jefe de gobierno porteño, a través de sus intervenciones públicas, puso en evidencia la dimensión racializadora de la política. Ausente en su discurso estuvo la referencia al problema de fondo que reside en la falta de una política de vivienda para la Ciudad de Buenos Aires. Por el contrario, responsabilizó a la “aperturista” Ley de Migraciones 25.871 de generar una “inmigración descontrolada”. Otra vez, como en la década de 1990, son los inmigrantes los causantes de la inseguridad, la delincuencia y hasta el narcotráfico.
Por último, el actual Jefe de Gobierno llamó “a recuperar el espacio público”. ¿Pero con qué fines? ¿Qué tipo de espacio público es el pensado por el gobierno porteño? ¿Y para el disfrute de quiénes? Automáticamente el espacio público queda asociado a una nacionalidad, a un color de piel y, por qué no, a una clase social.
Una ecuación muy sencilla: “usurpadores” (que además son pobres, negros, bolivianos, paraguayos, indocumentados, delincuentes y narcotraficantes) que pretenden “apropiarse” del espacio público “ilegalmente” contra los “vecinos” que se ven imposibilitados de hacer uso del mismo.
Fuente:TiempoArgentino

El abogado de capella, uno de los armados
“Son más allegados al gobierno de la ciudad”
Publicado el 11 de Diciembre de 2010
Por Cynthia Ottaviano
Rodrigo González habla pausado, seguro. Es el abogado de Julio Capella: “mi cliente se puso a disposición del tribunal. Está en medio de un shock emocional. No tiene antecedentes, fue jugador de fútbol”, aclara en diálogo con Tiempo Argentino.

–Fuentes policiales aseguran que es barrabrava.
–Les sirve decir que es barrabrava de Huracán: Hinchadas Unidas Argentinas, eso dicen algunos medios, así lo pueden ligar al gobierno, ¿entendés? Nada que ver, el tipo es hincha de Huracán y va a la popular.
–¿Es el cuñado de Pablo Respinis, de la barrabrava de Huracán?
-Sí, es el cuñado, que es primera línea de la barra. Pero Julio no lo es.
–¿Tienen vínculo con el gobierno nacional o el kirchnerismo?
-No, con el gobierno nacional no. Son más allegados al gobierno de la ciudad. No escuché a nadie de la familia que dijera algo que rozara al gobierno nacional, sí mencionan al de la ciudad. Muchos de los que viven en los edificios son municipales.
–¿Tiene vínculo con Sergio Schoklender?
–No.
–¿De qué trabaja?
-En la obra social del gobierno de la ciudad. Y ahora estaba en Comisión en la Junta Electoral de SUTECBA (gremio de los municipales). Llegó ahí porque el primo vive con la mujer y sus sobrinas, sus amigos, todos sus compañeros de trabajo viven en ese edificio. Lo voy a corroborar con un montón de testigos. Llamados, pruebas irrefutables. Es una persona que está defendiéndose, y defendiendo a su familia.
–¿De qué se defiende?
-Está en medio de una agresión totalmente ilegítima, hace lo que puede. Se vio en el medio de un gran problema y actuó como pudo. Desde mi punto de vista, los que venían del parque querían ocupar. Si no es así, alguien les hizo creer eso.
–¿Pudo haber sido del macrismo?
–Sí, ¿por qué no? No me resulta imposible. El rumor era: “se vienen a saquear todo.”
Fuente:TiempoArgentino


Ante la inacción policial, entraron matones con pistolas y revólveres. hay desaparecidos
Bandas armadas atacaron a los acampantes y remataron a un herido
Publicado el 11 de Diciembre de 2010
Por Ramiro Barreiro
Algunos vecinos querían una protesta pacífica. Pero al grito de “el parque es de la gente”, a las 20 otros grupos ingresaron al predio. Agredieron a periodistas y paramédicos.
El panorama de violencia vivido el pasado jueves en Villa Lugano se incrementó ayer con otro enfrentamiento en que hubo muertos, heridos, bandas armadas, inacción policial y violencia sin sentido contra la prensa y los paramédicos, a quienes les arrancaron un herido para dispararle a sangre fría.
El director del SAME, Alberto Crescenti, informó que el joven de 19 años que murió anoche fue sacado a la fuerza por desconocidos cuando ya estaba en la ambulancia que lo trasladaba al Hospital Piñero.
Crescenti dijo que el joven estaba herido y que lo sacaron de la ambulancia y lo “remataron en el lugar”, en tanto el médico Julio González que estaba en el interior del vehículo debió ser internado por el stress que le produjo la situación. Asimismo, no pudo confirmar la cantidad de heridos porque, al cierre de esta edición, el sistema de emergencias tuvo impedido el ingreso al Parque Indoamericano. Para el registo oficial, son cuatro, pero en los hechos serían decenas.
Todo empezó a las 19. La nueva manifestación convocada por los vecinos en la rotonda de Avenida Castañares y Escalada contó con unas 300 personas. Desde muy temprano, una de las esquinas linderas quedó en poder de otro grupo que cantaba a la sombra de otra bandera: la del Sindicato Unico de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (SUTECBA) y que luego se sumó a la protesta. El balcón del octavo piso de Castañares 4315 –desde donde partieron disparos el pasado jueves– exhibía una bandera argentina y una de Nueva Chicago. Del otro lado, Víctor, de la mesa de trabajo de Villa 20, pedía que los medios “cubran el lugar de Castañares para evitar cualquier provocación”. “Volvemos a remarcar la necesidad de un diálogo”, advertía.
A las 20, una columna de 200 personas que había participado en el corte de la Autopista Dellepiane se sumó a la manifestación vecinal por la calle Araujo. El sonido de las cacerolas fue interrumpido por un único grito de guerra. “Entremos al parque” fue la consigna y, al unísono, un cántico dejó en evidencia el sentido xenófobo de la convocatoria: “el parque es de la gente”.
La columna ingresó al predio por la entrada del Paseo Las Malvinas. Los efectivos de la Policía Metropolitana se apartaron y el cartel con la nómina de los héroes argentinos fue testigo silencioso de cómo los presentes estrellaron baldosas y piedras contra el piso para otro combate. Cuando llegaban al final del paseo, algunas mujeres y madres se preguntaban el porqué del avance y exigían que “paren, esta iba a ser una protesta pacífica”. Al frente de la columna, matones con gomeras, palos y armas de fuego arengaban al resto con la consigna “entramos todos o no entra nadie”.
Al igual que el jueves, se escucharon los primeros disparos. Otra vez, pistolas 9 milímetros y revólveres calibre 22 marcaron la escalada en la tensión, y empezaron las corridas. El grupo de agresores irrumpió en el centro mismo del parque golpeando a los ocupantes, quemando las carpas y disparando a mansalva. Se identificaron a miembros de las barras de Nueva Chicago y de Boca Juniors, estos últimos de la facción del barrio Copello, aunque otros testigos indicaron que también participaron hinchas de Huracán y de Deportivo Español.
El escenario asistió a una batalla campal, y la resistencia hizo que la violencia volviera al lugar donde comenzó: efectivos de la Metropolitana huyeron luego del ataque contra un patrullero, y periodistas hicieron lo propio entre trompadas, patadas, palazos y pedradas. A las 21:30, Crescenti anunciaba otra muerte. Algunos hablaban de entre tres y cinco desaparecidos.
Fuente:TiempoArgentino

“A Bernardo Salgueiro lo mató la policía”
Publicado el 11 de Diciembre de 2010
Por Lucia Alvarez
En la mañana de ayer a la entrada de la Villa 20 se realizó el velatorio de Bernardo Salgueiro, el joven de 22 años asesinado el martes durante la represión policial. “Todos los que vinieron a despedirlo nos decían lo mismo: ‘a Gallo lo mató la policía’”, relató Líder Fernández, cuñado de Salgueiro.
A Bernardo Salgueiro lo bautizaron el “Gallo” en Capiatá, su pueblo natal en Paraguay. Había llegado hacía tres años a Buenos Aires, aunque su sueño era volver: “Su mamá no lo dejaba porque lo quería tener cortito”, contó Líder. Trabajaba de carpintero y alquilaba una casilla en la Villa 20.
A pesar de que aún se investiga de dónde provinieron los disparos que causaron su muerte, en el barrio no quedan dudas. Ayer, después del entierro, su hermana Griselda y su mamá Antonia buscaron testigos para llevar al fiscal Sandro Abraldes, a cargo de la causa por su muerte y la de Rosemary Churapuña. Uno de los que se presentará a la fiscalía es Wilson Fernández, vecino de la Villa 20, que el martes recibió una bala de plomo en la oreja y otra en el brazo. “Cuando empezaron a reprimir corrimos todos para la entrada de la villa. La policía se puso arriba del puente, y empezó a tirar. Después de que me dieron salí como pude y me llevaron a la salita de emergencia”, contó, desmintiendo las versiones policiales que aseguran que sólo se usaron balas de goma. Fernández, además, rebatió la versión policial sobre las pericias que afirman que Salgueiro habría fallecido antes de que empezara la represión: “El martes lo llamaron del barrio y le dijeron que venga para agarrar su terreno, pero después dijo que no quería. Cuando yo estaba corriendo, escuché a la altura de la canchita: ‘le dieron al Gallo’. Al rato lo vi, pero ya muerto”, dijo.
Fuente:TiempoArgentino                                                                                

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