13 de enero de 2011

CHILE: EL MUSEO DE LA MEMORIA CUMPLIÓ UN AÑO.

MUSEO DE LA MEMORIA DDHH SUPERO EXPECTATIVAS EN CHILE
Por Marianela Jarroud

SANTIAGO DE CHILE, 12 (ANSA) - El Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Chile cumplió su primer año de vida con una cifra de visitantes que superó todas las expectativas, pese al terremoto del 27 de febrero, que obligó a cerrar sus instalaciones durante seis meses.
"Ha sido un año de instalación muy difícil, no tuvo nada que ver con lo que planificamos el 11 de enero de 2010, un año bien terremoteado, pero con una bonita respuesta del público, con muchas actividades y con muchos proyectos de futuro", afirmó la directora del Museo, Romy Schmidt.
Impulsado por la ex presidenta Michelle Bachelet, el Museo abrió sus puertas el 11 de enero de 2010 con la finalidad de dar respuesta a la necesidad de rescatar los registros y testimonios preservados por años por instituciones y personas que fueron testigos, víctimas y protagonistas de la dictadura militar chilena (1973-1990).
Además, da visibilidad a las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen dictatorial encabezado por Augusto Pinochet.
El Museo se construyó con fondos públicos y fue catalogado oficialmente como "Obra del Bicentenario de la República". Pese a sufrir daños graves en su estructura por el terremoto del 27 de febrero de 2010, lo que obligó a sus directivos a cerrar sus puertas hasta el 14 de agosto, recibió en casi seis meses la visita de 103.524 personas, de las cuales 11.161 corresponden a estudiantes. Estas cifras superaron las expectativas.
Schmidt precisó que sólo en el primer fin de semana de reapertura 4 mil personas visitaron las instalaciones.
Pero el primer año también estuvo marcado por la llegada al poder del primer presidente de derecha democráticamente electo desde 1958: Sebastián Piñera.
"Este año ha sido un aprendizaje para ambos y para ambos ha tenido dificultades, para el museo y para el gobierno. Tuvimos al principio una decisión difícil, en torno a que con el terremoto sufrimos grandes gastos. Nos dijeron que no nos iban a dar más plata de la reconstrucción, la asumimos con recursos propios, pero nos quitaron el 17 por ciento del presupuesto y eso fue doloroso", comentó Schmidt.
Aseguró que ahora, "el gobierno entiende y apoya esta obra y el museo ha tomado un carácter internacional que tiene que ser un espacio abierto a todos".
Pese al buen momento, el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, fue abucheado por los asistentes al aniversario del Museo.
Similar situación vivió el escritor peruano Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, quien hace un año asistió a la inauguración del museo días después de dar apoyo público a Piñera, entonces candidato a la presidencia.
Pese al rechazo de los asistentes, Hinzpeter dijo estar "muy contento" y subrayó que "cada paso que damos en nuestra reconciliación y el reestablecimiento de la memoria de los que fueron tiempos difíciles, para mi en lo personal y para nuestro gobierno, es un orgullo".
El Museo de la Memoria, de 5.500 metros cuadrados construidos y 1.700 metros cuadrados de espacios exteriores, consta de muestras permanentes y transitorias, además de una "Plaza de la Memoria" de 8 mil metros cuadrados en la que se exhiben los 30 artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En su interior hay material de archivo de prensa y testimonios fotográficos y escritos de la época.
Uno de los sectores que genera mayor emoción es el espacio infantil, que exhibe testimonio de niños torturados y víctimas de la represión política y del exilio.
Entre las temáticas que toca el Museo también se encuentran las violaciones a los derechos humanos que se cometen en la actualidad.
"Ya no estamos hablando de represión sistemática de agentes del Estado, pero hay muchos hitos como la violencia intrafamiliar, la discriminación contra los jóvenes y contra los pueblos originarios", afirmó Schmidt.
Pese a que estas violaciones persisten, la directora destacó que "como sociedad hemos madurado y tomado conciencia sobre el valor de la vida y la dignidad de las personas. Los ciudadanos ya no aceptan la impunidad frente al abuso y, mucho más empoderados que hace 20 años, son sujetos activos en la defensa de sus propios derechos", concluyó.
Fuente:AnsaLatina                                              

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