20 de febrero de 2011

LAS PREGUNTAS QUE MORALES SOLÁ DEBERÁ RESPONDER ANTE LA JUSTICIA.

Las preguntas que Morales Solá debe responder ante la Justicia
Año 3. Edición número 144. Domingo 20 de febrero de 2011
Por Marcos Taire

La foto publicada en exclusiva por Miradas al Sur. Se ve a Morales Solá participando de un operativo junto a Adel Vilas, en un lugar que se cree es la Escuelita de Famaillá.

Joaquín Morales Solá, periodista del diario La Nación y del canal TN, fue citado por la Justicia para declarar como testigo en una causa que investiga crímenes de lesa humanidad cometidos en Tucumán durante la Operación Independencia, en 1975. El juez federal de Tucumán Daniel Bejas tomó la decisión de citar a Morales Solá a partir de la publicación en Miradas al Sur de un par de notas y una fotografía que prueban la cercanía y probable complicidad del periodista con las fuerzas represivas que sembraron el terror en la provincia norteña.
El magistrado tucumano, para agilizar el trámite procesal, encomendó a la Justicia federal de la Capital tomarle declaración a Morales Solá en base a un cuestionario. Para ello envió un exhorto con las preguntas que deberá formular el juez de turno al periodista.
Durante toda la primera etapa de la Operación Independencia y buena parte de la segunda, Morales Solá cumplió un rol central en la difusión de las necesidades y requerimientos de la acción psicológica desplegada por los militares.
Periodista del diario local La Gaceta y corresponsal de Clarín, Morales Solá escribió día a día sobre la “guerra” comandada por dos feroces generales, Adel Vilas y Antonio Bussi. Recientemente, admitió que muchas veces concurrió a lugares donde vio cadáveres (Por ejemplo, en el libro Sangre en el monte, de Daniel Gutman, Sudamericana, 2010). Curiosamente, no hay una sola crónica de las muchas que escribió, en las que mencione esos episodios.
La fotografía publicada por Miradas al Sur en la cual se ve a un sonriente Morales Solá parado un par de metros detrás de Vilas, es reveladora de la cercanía en la que se movía el periodista. Salvo un par de veces en que nutridos contingentes de periodistas llegados desde Buenos Aires fueron llevados a la zona de operaciones para ver soldados descansando y comiendo, los militares tenían completamente restringida la presencia de hombres de prensa en esos lugares. Mucho menos permitían acercarse a un campo de concentración, como se cree es el que retrata la fotografía en cuestión, que según testimonios de dos sobrevivientes, se trataría de la Escuelita de Famaillá.
Según dijo Vilas en un libro que el Ejército impidió publicar por su carácter de confesión criminal, por ese campo de concentración, entre febrero y diciembre de 1975 pasaron más de 1.500 personas, todas sometidas a las más crueles torturas, la mayoría de ellas asesinadas.
Muchas crónicas de Morales Solá, como se ha demostrado en notas publicadas en Miradas al Sur, respondían a las directivas de la acción psicológica militar. Desde destacar el vínculo cordial de los militares con la población hasta la exaltación democrática de las fuerzas de la Operación Independencia (“el primer síntoma de que las Fuerzas Armadas adoptaban una posición ofensiva frente a la intolerancia ideológica”).
Los vínculos de Morales Solá con los jefes militares eran diarios y profundos. A punto tal que realizó una gestión exitosa para obtener la liberación de un secuestrado. Fue en oportunidad en que alguien de Buenos Aires que oficiaba de asesor del director de un diario local fue secuestrado y alojado en el campo de concentración que funcionaba en la Jefatura de Policía. Tras ser maltratado como todos los detenidos, lo arrojaron en un calabozo. Allí, una noche, se abrió la puerta y un policía, cordialmente, le acercó una colchoneta y una frazada. El preso contó después que dijo para sus adentros: “Gracias, Joaquín”. Un par de días después fue liberado, le agradeció a Morales Solá la gestión realizada y se exilió en España, donde fue directivo de una importante publicación.
Desconozco las preguntas que el juez ordenó formular a Morales Solá. Sin embargo, se puede especular que, en base a las muchas notas escritas por él y a las denuncias que se han realizado recientemente, se lo interrogará a fondo. Como sugerencia, algunas preguntas puntuales:
-Cuando comenzó el Operativo Independencia, ¿a usted le fue asignada la tarea de cubrir la información para el diario La Gaceta?
-¿Tomó contacto usted en forma directa con jefes y oficiales de la Quinta Brigada de Infantería?
-¿Recuerda si estuvo reunido con el general Vilas una o más veces?
-¿Lo vio en el Comando en San Miguel de Tucuman y/o en la sede del Comando Táctico en Famaillá?
-¿Es cierto que se reunió varias veces con el coronel González Breard, jefe del Destacamento 142 de Inteligencia?
-¿Es verdad que usted tenía frecuentes contactos con el coronel Vera Robinson, jefe del Distrito Militar Tucumán?
-Usted dijo al periodista Gutman, para su libro Sangre en el Monte, que varias veces vio cadáveres. ¿Recuerda en qué circunstancias ocurrieron esos hechos?
-La gestión que usted realizó para obtener la libertad de H.CH., ¿ante quién la hizo?
-En julio de 1975 fue secuestrado un compañero de trabajo suyo, Maurice Jeger. ¿Hizo usted alguna gestión?
-¿Sabía usted que un fotógrafo de La Gaceta dijo, en oportunidad de la desaparición de Jeger, que lo había visto prisionero en Famaillá?
-¿Cuando usted visitó la base militar que funcionaba en el ex ingenio Santa Lucía, vio algo que le llamara la atención?
-¿En qué circunstancias fue tomada la fotografía que publicó Miradas al Sur?
-¿Era la Escuelita de Famaillá?
-¿Ingresó usted al lugar que muestra la fotografía, haya sido o no la Escuelita de Famaillá?
-¿Usted no sabía, a pesar de su condición de periodista, que en la Escuelita de Famaillá funcionaba un centro clandestino de detención?
Como testigo, Morales Solá no está acusado de nada. Simplemente se busca conocer la verdad. De su actitud depende que sea o no condenado. No por la Justicia, sino por la sociedad.
• Los nombres de las cosas
• Operación Independencia. La acción militar iniciada el 9 de febrero de 1975 se denominó, un tiempo después de lanzada, Operación Independencia. La imprecisión militar y la necesidad periodística, que no conoce límites, la llamó Operativo Independencia. Algo parecido ocurrió con Adel, el primer nombre de Vilas, que pasó a ser Acdel, sin que el propio interesado lo corrigiera.
Fuente:MiradasalSur


Una noticia de la que nadie habla
Año 3. Edición número 144. Domingo 20 de febrero de 2011
Por Ramiro Rearte, periodista. Desde Tucumán

El juez federal tucumano Raúl Daniel Bejas lleva adelante la investigación.
Esta semana podría ser clave para las causas por delitos de lesa humanidad en Tucumán. Es que el periodista del establishment, Joaquín Morales Solá, deberá presentarse a declarar como testigo en los Tribunales de Comodoro Py en Capital Federal
Según confirmó el juez federal tucumano, Daniel Bejas, Morales Solá “tenía fecha para su declaración testimonial el 21 de febrero próximo. Lo que hice fue hacer lugar al pedido de la fiscalía para que se citara al periodista. Entonces, vía exhorto, remití la citación para el juez de turno porteño”, aseveró Bejas a Miradas al Sur.
El viernes por la tarde Bejas envió la documentación que faltaba para que el trámite judicial se realice; las preguntas que deberá responder el periodista del monopolio de medios. No fue el juez Bejas quién escribió el cuestionario, sino que fueron redactadas desde la fiscalía federal, a cargo de Pablo Camuña.
Todo comenzó con las notas y fotografías publicadas por Miradas al Sur, donde se difundió una imagen en donde se observa a Morales Solá entrando al tenebroso centro clandestino de detención conocido como La Escuelita de Famailla, acompañado por una runfla de militares represores durante la dictadura, mientras él era el periodista estrella del diario La Gaceta.
Este mismo diario, cuando a nivel nacional se conoció la noticia, no publicó ni una sola línea del sorprendente descubrimiento fotográfico. Una vez que se confirmó la citación para Morales Solá (quien sigue escribiendo columnas para ese matutino), sólo lo informó en cuatro líneas. El resto de los medios de comunicación locales hablaron y publicaron poco y nada al respecto.
Mientras Morales Solá declare en Capital Federal, Oscar Gijena, el secretario general de la Asociación de Prensa de Tucumán, se sentaría frente al juez Bejas, pero en este caso para aportar datos sobre si existe constancia alguna en el sindicato de trabajadores de prensa de que Morales Solá haya buscado ayuda por ser perseguido por la Triple A por ese entonces, tal como se defendió para justificar su participación fotográfica en un centro clandestino.
Según informaron desde el tribunal tucumano, la declaración de Gijena se realizaría esta semana, sin precisar fecha y hora, ya que tuvo que ser pospuesta por la cantidad de audiencias que Bejas tiene en el marco de los juicios por delitos de lesa humanidad que se tramitan en su juzgado.
Fuente:MiradasalSur

No hay comentarios: