"Durante tres días me torturaron con picana"
En la jornada de juicio de hoy declaró Daniel Rabanal. El testigo estuvo detenido desde 1975 a 1984 y fue salvajemente torturado.
En el medio sufrió torturas en una comisaría, en una casa semiconstruida, en el D-2 y en diversas cárceles de todo el país.
Según recordó Rabanal, lo detuvieron al mediodía y a la noche se lo llevaron a una casa a medio construir.
"Durante los tres días me torturaron con picana, me golpearon con algún tipo de objeto en todas partes, sobre todo en los genitales y en los oídos", señaló.
Rabanal, quien fue torturado en todos los lugares donde estuvo recién fue liberado en 1984 luego de cumplir 8 años y seis meses en prisión.
Ante el tribunal, el testigo explicó que estuvo vendado todo el tiempo por lo que le es imposible reconocer a sus captores, incluso a los acusados.
Fuente:ElSolDiario
04 de Febrero
LESA HUMANIDAD: EL JUICIO
Juicio por delitos en la dictadura: “Yo era militante montonero y ellos lo sabían”
Un testigo relató cómo fue torturado. Se refirió a la desaparición de su pareja y a la actuación de la Justicia federal
Por DANIEL CALIVARES
Daniel Hugo Rabanal era montonero, uno de los jefes en la provincia. El 6 de febrero de 1976 fue detenido en pleno centro al mediodía. Tras ser subido a un móvil se dirigieron a una comisaría. Esa sería la primer parada de un largo y doloroso andar. Rabanal, si bien no pudo identificar a ninguno de los acusados del juicio por delitos de lesa humanidad, sí ofreció un extenso relato de lo que él sufrió durante los 8 años que estuvo detenido.
EL INICIO. Aún no se había producido el golpe de Estado y Rabanal ya estaba preso. Sus primeras horas de encierro las pasó en una comisaría. “Sin mediar explicación se me comienza a dar una paliza bastante fuerte, luego estuve colgado un largo rato de las piernas”, expresó Rabanal e indicó que a la tarde se lo vinculó con el robo de un auto y por la noche, un comisario y le dijo: “Bueno, pibe, yo llegué hasta acá. Vienen los muchachos de Buenos Aires, ya no tengo nada que ver, creo que te jodiste, que tengás suerte”. En ese momento, Rabanal no entendió bien sus palabras, a las horas lo haría, luego de ser subido al baúl de un auto y conducido a un lugar, que, según el testigo, sólo tenía una casa en construcción. Sin embargo, previo a entrar y luego de sacarlo del baúl, lo rodearon seis o siete personas.
“Me daban puntapiés en el estómago. Yo saltaba de un lado a otro por los golpes”, señaló. “Tras la golpiza me desnudan y me atan sobre el elástico de una cama. Durante los tres días me torturan con muchísima intensidad, me golpean con algún tipo de objeto en todas partes, sobre todo en los genitales y en los oídos”, afirmó Rabanal, quien explicó que era militante montonero y que sus torturadores lo sabían por lo que le “exigían datos, sobre todo de gente de Mendoza”. “En estos días hay un individuo que dirige el interrogatorio, no golpeaba, conservaba siempre la calma, era porteño”, señaló Rabanal. Luego de estar tres días ahí, el testigo fue conducido al D2.
“De alguna manera, esa permanencia es aún más terrible”, explicó el dibujante frente al Tribunal Oral Federal 1. Al llegar al D2, Rabanal señaló que reconoció a varios de los detenidos por sus voces y explicó. “La tortura no se detenía con la picana porque seguía cuando se escuchaban los gritos de los compañeros cuando eran torturados o cuando violaban a las compañeras. Cada vez que se abría la puerta, uno esperaba que abrieran la suya para llevarlo a la tortura”, señaló.
LA CÁRCEL. En el D2, Rabanal estuvo hasta el 26 de febrero. De allí pasó a la Penitenciaría provincial. “Al llegar a la cárcel tenía un principio de gangrena en el pie derecho, había perdido 17 o 18 kilos, tenía una costilla rota, la mano izquierda paralizada y lesiones muy serias en el ano, la boca y los genitales, por la picana”, puntualizó Rabanal. Según explicó, él estuvo alojado en la Penitenciaría hasta agosto o setiembre de 1978. De allí pasó por varios lugares, como La Plata, Rawson, Caseros y Devoto, de donde salió en libertad.
“En julio de 1976, en una requisa del Ejército nos hacen salir desnudos al patio, se me lleva al medio y a punta de culatazos se me exige que grite ‘mueran los putos montoneros”. La frase no fue escuchada ese día y eso le valió a Rabanal una nueva golpiza dentro de la Penitenciaría mendocina. Tras ese hecho, el testigo, según relató, fue conducido a su celda, adonde, para llegar, debía subir unas escaleras. “Me hacen subir desnudo y arrastrado. Uno de ellos, de apellido Bianchi, se para en mi espalda para ejercer presión, se me fisuraron las costillas después de eso”, explicó y agregó que de ese día le quedó la imagen del escritor y periodista Antonio Di Benedetto, quien observó todo y días después le expresó su solidaridad.
JUSTICIA FEDERAL. El testimonio de Rabanal también tuvo su punto aparte dedicado a la Justicia. Según explicó el testigo, el primero en hacerse cargo de su causa fue el juez Rolando Carrizo, que, tras una primera declaración, le cedió el lugar a Gabriel Guzzo, quien en una entrevista con Rabanal le preguntó si creía en Dios. Ante la respuesta negativa del testigo, el magistrado le señaló: “Es una pena, porque la única Justicia que no se equivoca es la divina”.
Días después, Rabanal sería condenado a prisión perpetua. Sin embargo, la sentencia fue revisada por la Cámara y otro juez, Jorge Garguir, debió repetir el proceso y también lo condenó, pero a reclusión perpetua. No obstante, su sentencia también fue revisada, ya que justificaba el uso de torturas. Finalmente, Rabanal fue sentenciado a 16 años y se lo absolvió, al mismo tiempo, del homicidio de un policía que se le endilgaba.
La desaparición de la modelo francesa
Daniel Rabanal era pareja de Marie Anne Erize, una modelo hija de franceses que fue secuestrada en San Juan. Según explicó Rabanal, en 1978, el porteño le pidió que identificara a algunas personas en un álbum de fotos a cambio de que no se detuviera a la joven. Rabanal dijo que no podía. Un mes después, la chica fue secuestrada.
Fuente:ElSolDiario
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