“La identidad personal hace a la dignidad”
“La identidad personal es todo aquello que hace que cada cual sea uno mismo y no otro, es aquello que constituye nuestra esencia. Hace a quienes somos y con ello, a la calidad de sujetos morales. Pero también hace a nuestra dignidad, que es la de poder determinarnos a nosotros mismos, proceder de acuerdo con nuestras ideas y pensamientos, poder elegir ser quienes queremos ser, o al menos tener la libertad de resignificar lo que nos acontece, para lo cual necesitamos descubrirnos.” La definición se escuchó ayer en la sala en la que ocho represores son juzgados por participar del plan sistemático que privó de su identidad a los hijos de desaparecidos durante la última dictadura militar.
Durante la tercera jornada del juicio estuvieron en la sala los represores Antonio Vañek, Jorge “El Tigre” Acosta, Juan Antonio Azic y José Luis Magnacco, que escucharon las acusaciones en su contra. A diferencia de los días previos, un grupo de mujeres se ubicó en los asientos reservados para los familiares o amigos de los reos. El resto de los acusados, los dictadores Reynaldo Bignone y Jorge Videla y los represores Rubén Franco y Santiago Omar Riveros, no se presentaron a la audiencia.
Los casos que se relataron en el tribunal ayer son los de Javier Penino Viñas y Victoria Donda, actual diputada nacional. Ambos jóvenes nacieron en la Escuela de Mecánica de la Armada y fueron apropiados por represores que participaron activamente de las violaciones a los derechos humanos cometidas en ese centro clandestino de detención. Javier, hijo de los desaparecidos Cecilia Viñas y Hugo Penino, fue anotado como hijo propio por Jorge Vildoza, jefe del grupo de tareas 3.3.2 hasta principios de 1979. Vildoza huyó del país y no pudo ser localizado. Cecilia Viñas y Hugo Penino fueron secuestrados en julio de 1977. Ella estaba embarazada de siete meses y dio a luz en la ESMA. Estuvo cautiva y con vida hasta, por lo menos, marzo de 1984, tres meses después de que Raúl Alfonsín asumiera el poder. Ella se comunicó por teléfono con su familia ocho veces entre diciembre de 1983 y el 19 de marzo del año siguiente. Su familia y las Abuelas de Plaza de Mayo hicieron la denuncia ante la Conadep, pero las gestiones por hallarla no dieron resultado.
La mamá de Victoria Donda, María Hilda Pérez, estaba embarazada de cinco meses cuando fue secuestrada junto a su compañero, José María Laureano Donda, a fines de marzo de 1977. María Hilda, que estaba secuestrada en Castelar, fue llevada a la ESMA para parir. Como en el caso de Viñas, el médico que asistió el parto fue Magnacco. Otras detenidas que estuvieron con ella en ese momento relataron que la madre estaba desesperada por poder reconocer a la niña luego (los represores le aseguraban que la iban a llevar con su familia) y por eso le hizo un agujerito en la oreja derecha y le pasó un hilito azul. La niña que nació, Victoria, fue apropiada por Azic.
“Juan Antonio Azic fue un actor activo de este siniestro plan represivo que marcó para siempre a la sociedad argentina. Se dedicaba a secuestrar personas, torturarlas y sustraerles sus bienes. Juan Antonio Azic se quedó con Victoria Donda Pérez, pero le ocultó su verdadera historia bajo el velo de una falsa identidad. Le impuso un nombre, una fecha y lugar de nacimiento y una relación filial falsas, para ocultar bajo ello su verdadera historia y la de su familia biológica”, señaló la fiscalía en la acusación.
Los jueces María del Carmen Roqueta, Julio Panelo y Domingo Altieri comenzarán el próximo 15 de marzo con las indagatorias a los acusados.
Fuente:Pagina12
Avanza la causa conocida como “plan sistemático” de robo de bebés
Acusaron al ex prefecto Azic por la apropiación de Donda
Publicado el 3 de Marzo de 2011
Por Gerardo Aranguren
Sin la presencia de los ex dictadores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone en el recinto, el Tribunal Oral Federal 6 (TOF 6) porteño concluyó ayer la lectura de los requerimientos de elevación a juicio en la causa conocida como “Plan sistemático” de robo de bebés. En dos semanas, el debate continuará con los planteos de las defensas de los ocho imputados por 34 casos de apropiación.
La presidenta del TOF 6, María del Carmen Roqueta, culminó ayer al mediodía la audiencia con un cuarto intermedio hasta el próximo martes 15 de marzo. Durante las dos horas previas al receso, el ex jefe del Comando de Operaciones Navales, Antonio Vañek, el ex jefe de inteligencia del Grupo de Tareas de la ESMA, Jorge “El Tigre” Acosta, el ex prefecto Juan Antonio Azic y el ex médico de la ESMA, Jorge Magnacco, escucharon las imputaciones de la fiscalía y las querellas en su contra.
La audiencia comenzó con la lectura del requerimiento de elevación a juicio contra Azic, quien fue oficial de inteligencia del Grupo de Tareas 3.3.2 de la ESMA y está acusado por apropiación de la ahora diputada nacional Victoria Donda Pérez. La joven legisladora, que recuperó su identidad en 2004 luego de un análisis de ADN, nació en la maternidad clandestina que funcionó en ese centro naval donde estaba detenida su madre, María Hilda Pérez.
Luego de un breve cuarto intermedio pedido por Vañek para ir al baño, el tribunal continuó con las acusaciones contra Acosta, Vañek y Magnacco por la apropiación del hijo de Cecilia Marina Viñas y Reynaldo Penino.
Viñas fue secuestrada junto a su compañero cuando estaba embarazada de siete meses. A mediados de septiembre de 1977, fue trasladada desde la Base Naval de Buzos Tácticos de Mar del Plata hasta la maternidad clandestina que funcionó en la ESMA.
Según explicó el fiscal federal Federico Delgado en el requerimiento de elevación, durante la instrucción de la causa se probó que “luego de dar a luz a un varón en el mes de septiembre u octubre de 1977 en el “cuarto de las embarazadas” –en el que estuvo presente el doctor Jorge Magnacco–, fue trasladada con destino desconocido sin su hijo, siendo llevado él pocas horas después fuera de la ESMA, traslado que fue coordinado por Héctor Febres. El niño fue entregado al marino Jorge Vildoza, actualmente prófugo de la justicia, quién lo inscribió como hijo propio bajo el nombre de Javier Gonzalo Vildoza.
“Antonio Vañek, Jorge Eduardo Acosta y Jorge Luis Magnacco formaron parte de las personas que, amparadas por la manera en que funcionaban los aparatos del estado en ese momento, hicieron posible la sustracción del niño Penino-Viñas mientras su madre se encontraba en cautiverio en la ESMA”, resumió el fiscal.
Los tres fueron imputados por haber participado en la sustracción, retención y ocultamiento, así como en la sustitución de la identidad de Javier Gonzalo Penino Viñas ya que “todos eran parte de los hilos conductores a través de los que descendían sin interferencias las órdenes ilegales y, esto es decisivo, tenían autonomía para transmitir aquellas órdenes”.
Fuente:TiempoArgentino
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