2 de abril de 2011

A 29 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS.

A 29 años de la guerra, los ex soldados que combatieron en las islas luchan por la verdad
“Los caídos en Malvinas forman parte de los muertos de la dictadura”
Publicado el 2 de Abril de 2011
Por Franco Mizrahi                                
Los integrantes del CECIM-La Plata destacaron que desde 1982 trabajan para que salga a la luz todo lo que los militares de carrera intentaron ocultar sobre el enfrentamiento. Hace tres semanas algunos volvieron al archipiélago.
Los seis amigos, abrigados hasta los dientes por las bajas temperaturas, se abrazaron y comenzaron a saltar como niños en el Monte Longdon, el mismo sitio en el que casi tres décadas atrás vivieron una de las batallas definitivas por el control de las Islas Malvinas, en la que murieron 36 de sus compañeros de regimiento. Estos hombres, inmersos en su propio ritual, agradecían el estar vivos, resistiendo. Gritaban y cantaban que no los habían podido quebrar los británicos ni los militares argentinos. Fue la forma que encontraron para rendirle homenaje a los caídos en una guerra sin sentido, de la que hoy se cumplen 29 años. Esta anécdota, que ocurrió hace tres semanas, sintetiza la esencia que envuelve al Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM) - La Plata, una organización de ex soldados conscriptos que se concibió en 1982 para dar a conocer todo lo que se intentó ocultar de la guerra. Pasaron 29 aniversarios y su lucha por la verdad continúa.
La organización –que se creó formalmente en 1984- comenzó a tomar forma en la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires. Una de las primeras reuniones del CECIM se realizó en la casa del ex combatiente Martín Raninqueo y otra en el restaurante de su padre. Apenas despuntaba la década de 1980 y todavía la sede del centro era itinerante. Con el tiempo fueron apareciendo lo locales fijos: primero fue el Centro Universitario de Misiones y luego la sede actual ubicada en la intersección de las calles 21 y 40, en la ciudad de las diagonales, claro.
Justamente, uno de los miembros del contingente que voló a Malvinas en la semana del 12 de marzo fue el “Indio” Raninqueo. “Yo nunca tuve presente volver a las islas –asegura a Tiempo Argentino–. Fueron los compañeros con los que fundamos el CECIM los que me insistieron. Y eso fue determinante porque para mí el grupo es lo importante.” Músico y poeta, Raninqueo caminó por el terreno rocoso de Monte Longdon con su guitarra al hombro y le puso melodías a la noche malvinense. Entre los hits que sonaron durante el acampe hubo clásicos del rock nacional y un puñado de canciones propias, inspiradas en su experiencia bélica, que creó junto a otro ex combatiente, Fabián “Cucu” Passaro, y que pretende compilar en un CD.
“En nuestros viajes hacemos pequeñas intervenciones, en esta ocasión marcamos las posiciones en las que murieron nuestros compañeros – cuenta Ernesto Alonso, ex combatiente y secretario de Relaciones Institucionales del CECIM– En el año 2007 otro grupo plantó un pino. Nosotros plantamos cinco pinos más en distintos lugares. También vimos y escuchamos lo que pasa en Malvinas. Nos alarmó la imponente base militar que está instalada a sólo 700 kilómetros del continente”– agrega–
Pero no todos los miembros de la organización tienen la voluntad de volver a las islas. Carlos Amato, actual presidente del CECIM, es contundente: “Decidí no viajar. Nosotros nos respetamos mucho en el centro. A mí, el tema del sello del pasaporte no me cierra. Pero felicito a quienes viajaron.”
Carlos Giordano, ex soldado, esgrime razones similares a las de Amato para no pisar las islas: “No voy a viajar a Malvinas. Comprendo a los compañeros que van. Algunos dicen que cierran etapas, pero yo no tengo mucha necesidad psicológica ni simbólica de viajar a las islas. No sé si soportaría ver la bandera inglesa. Esto no quita que si mis hijos me lo piden no vuelva con ellos. Pero la verdad que no quiero que me sellen el pasaporte los ingleses”, se sincera este profesor universitario, doctor en Comunicación Social, que fue vicedecano en la Universidad Nacional de La Plata.
Giordano llegó al CECIM a mediados de los ‘80 cuando todavía era un estudiante y el centro ya tenía un planteo político ideológico definido. “Tenían una postura muy clara –recuerda– en Malvinas no sólo hubo una guerra que perdimos. Habíamos combatido contra el imperialismo de la OTAN, pero también con unas Fuerzas Armadas que nos hacían repensar día a día dónde estaba el enemigo.”
“Malvinas fue parte de la dictadura militar –agrega Alonso–. Para nosotros el 2 de abril empieza el 24 de marzo. Esa fecha hacemos todos los homenajes que corresponden. Los compañeros caídos en Malvinas también forman parte de los muertos que produjo la dictadura asesina que tomó una causa nacional y popular para sacar réditos políticos.”
Alonso es uno de los ex presidentes del Centro y un activo militante por la causa Malvinas. A medida que va recordando las acciones que realizaron desde la organización su voz se va dejando llevar por la pasión: “Desde el CECIM rompimos la imposición de silencio que nos quisieron imponer los militares cuando regresamos de la guerra. Fuimos los antihéroes de Malvinas”, dice, haciendo alusión al día histórico en que Raúl Alfonsín se refirió a los carapintadas como héroes de Malvinas.
Al final fueron considerados “antihéroes” pero por gran parte de las Fuerzas Armadas de la época. De hecho, el CECIM estuvo infiltrado por los servicios de inteligencia a fines de los ‘80, según se desprendió de los archivos desclasificados de la Dirección de Inteligencia de la provincia de Buenos Aires –DIPBA–, hoy a cargo de la Comisión por la Memoria.
Un poco de historia quizás sirva para explicar esta preocupación castrense. El CECIM fue la primera organización que publicó el Informe Rattenbach, en 1988. Se trata de un informe que realizaron las propias Fuerzas Armadas para analizar la Guerra de Malvinas. En ese documento se dejó escrito para la posteridad que la guerra “fue una aventura militar”.
El centro de ex combatientes también resistió las políticas de los ’90. “En aquella década –recuerda Alonso–, el tema Malvinas se resolvió con los carapintadas, con Mohamed Alí Seineldín específicamente. Fue entonces que nació la figura de ‘veterano de guerra’. Menem nos puso a todos en una misma bolsa. Nosotros nos opusimos a esa figura porque somos ex soldados conscriptos. No dejamos que nos colonicen los cuadros militares de carrera.”
En este sentido, Amato describe la característica esencial de la organización que preside: “Entre las organizaciones de ex combatientes somos de las muy pocas formadas por ex soldados conscriptos. Esto no es motivado por fobias a las Fuerzas Armadas sino por los militares que, al amparo de la represión, llevaron sus cuestiones aberrantes a Malvinas. Con esas FF AA no tenemos reconciliación posible.”
En un repaso por sus acciones políticas, aquellas que le dan identidad al espacio, no puede obviarse el escrache que le realizaron a Mario Benjamín Menéndez –máxima autoridad política y militar en las islas– y a Leopoldo Fortunato Galtieri ni su pelea por depurar las pensiones honoríficas a ex combatientes. Cuando el “Tigre” Acosta, símbolo del terrorismo de Estado recibió este reconocimiento, el CECIM lo denunció y le quitaron la pensión.
Para Alonso, “en el relato de la épica militar se quiso colocar a falsos héroes. Muchos de los que estuvieron en Malvinas fueron parte de la última dictadura. Hay más de 80 oficiales y suboficiales que estuvieron en el conflicto bélico que están procesados y condenados por crímenes de lesa humanidad durante el terrorismo de Estado.” Entre los casos paradigmáticos figuran el almirante retirado Carlos Busser, quien comandó el desembarco del 2 de abril en el Operativo Rosario y Carlos Carrizo Salvadores, segundo jefe del Regimiento 7, quien comandó las tropas en el combate de Monte Longdon.
Pero para los ex combatientes, la dictadura militar no sólo prestó sus hombres para dirigir la batalla. También repitió métodos y conceptos.
Una de las cuentas pendientes de Malvinas es el reconocimiento de los caídos ya que la mayoría de las lápidas que hay en el cementerio de Darwin no está identificada. “Nosotros fuimos a Malvinas con nombre y apellido, siendo parte de un Ejército regular– sostiene Alonso–. La política de la desaparición de personas que implementó la dictadura hoy perdura en Malvinas. Allí, el 50% de las tumbas son NN. No nos podemos permitir que sea un cementerio privado de identidad. Cuando uno empieza a caminar entre las lápidas y quiere encontrar los nombres de los amigos caídos, no los encuentra. Y eso te genera una sensación terrible -se angustia el ex colimba. Uno se ve reflejado allí, son nuestros compañeros, los conocimos, sabemos todo lo que pensaban. Tenemos que devolverles la identidad.”
Pero la principal batalla del CECIM comenzó en 2007 cuando denunció, junto a la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense, a 70 oficiales y suboficiales por violaciones a los Derechos Humanos contra su propia tropa en pleno conflicto bélico. Se trata de una causa radicada ante el juzgado federal de Río Grande, en Tierra del Fuego, que hoy se encuentra en trámite en la Cámara de Casación Penal, tras recibir tres fallos favorables en las instancias inferiores. Se trata de denuncias realizadas por ex soldados de diferentes provincias por torturas –como estaqueos–, vejámenes y hasta homicidios. Algunas de las víctimas sufrieron la mutilación de miembros de su cuerpo a causa de estos tormentos.
Por todo esto, “cuando se acerca la fecha no solamente aparecen los recuerdos de Malvinas, los días previos al conflicto –concluye Giordano. También se agiganta la distancia que nos separa con lo oculto de Malvinas, con lo que no se dijo. Se nota la deuda histórica a medida que pasan los aniversarios”.
No es para menos. A 29 años del conflicto con Gran Bretaña, los ex combatientes nucleados en el CECIM no bajan los brazos. Lejos de las trincheras saben que su lucha continúa.
Fuente:TiempoArgentino


Con distintos actos se celebra el Día del veterano de Malvinas
La presidenta Cristina Fernández presidirá en la capital de Santa Cruz, Río Gallegos, la ceremonia central por el nuevo aniversario de la guerra de Malvinas, desde donde emitirá un mensaje en cadena nacional. Habrá diferentes actos en Buenos Aires, Mendoza y Ushuaia.
02.04.2011
Cristina Fernández encabezará el acto central desde Santa Cruz.
El Día del Veterano de Guerra y del Caído en Malvinas será conmemorado con actos en las distintas provincias.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner presidirá hoy en la capital de Santa Cruz, Río Gallegos, la ceremonia central por el nuevo aniversario de la guerra de Malvinas, desde donde emitirá un mensaje en cadena nacional.

El acto en homenaje será a las 12:30 y está previsto que asistan autoridades municipales, provinciales y nacionales, junto con Veteranos de Guerra y familiares de soldados caídos provenientes de distintos lugares del país.

Hoy se cumplen 29 años del inicio del conflicto bélico que Argentina libró con Gran Bretaña desde 2 de abril hasta el 14 de junio de 1982 y la fecha fue establecida feriado nacional por el Día del Veterano de Guerra y del Caído en Malvinas.

En tanto, "Una Semana de Malvinas", organizada por la Asociación de Familiares de Caídos en Malvinas, se extenderá hasta el sábado en Monte Grande, Esteban Echeverría y Buenos Aires e incluirá la exhibición de objetos de la guerra, la actuación de bandas de música, documentales y conferencias, así como una cocina de campaña que distribuirá mate cocido y pan a los presentes.

El Centro de Veteranos de Guerra y Familiares de Caídos en Malvinas de San Andrés de Giles realizará diversas actividades conmemorativas, entre hoy y mañana, en esa localidad bonaerense.

"Malvinas, San Andrés de Giles te canta", comprende un fogón criollo, la exhibición de objetos de la guerra, la exposición fotográfica "Malvinas, paisajes y cicatrices", la carpa temática "Sentir Malvinas, sentir la Patria", números artísticos y la transmisión radial en cadena "24 horas de Malvinas".

Entre ayer y hoy se cumple una vigilia en Río Grande organizada por el Centro de Veteranos de Guerra de esa ciudad de Tierra del Fuego, con el auspicio del Municipio y la Gobernación provincial, así como con la presencia de veteranos de guerra y familiares de caídos en Malvinas de todo el país.

La séptima edición del Festival Internacional de Música Clásica de Ushuaia abrirá hoy con la Orquesta Sinfónica de Moscú, que brindará un concierto en homenaje a los soldados muertos en el conflicto bélico de las Islas Malvinas, en el Polideportivo Vargas de la capital fueguina.

El concierto homenaje, que coincide con la celebración del Día de los Caídos en la Guerra de Malvinas y del Veterano de Guerra, se iniciará a las 14.30 con un acto que contará con la presencia de autoridades del gobierno fueguino y se extenderá hasta el 16 de este mes.

En tanto, a las 10, la Corriente Nacional Martín Fierro junto a Peronismo Militante, Ciudad Peronista, FUP, Gráfica Campichuelo y otras organizaciones de la comuna 6, realizarán un homenaje a los caídos del Crucero General Belgrano en el monumento ubicado en Avenida Patricias Argentinas entre Franklin y Antonio Machado, en esta Capital.

Por su parte, veteranos y caídos en el conflicto de 1982 con Gran Bretaña serán homenajeados hoy a las 11 en el Paseo Malvinas, del Parque Indoamericano porteño, en un acto convocado por las 62 Organizaciones de Capital Federal, la Asociación Combatientes en Malvinas de Buenos Aires, agrupaciones vecinales y familiares.

En tanto, en Mendoza la Agrupación Veteranos de Guerra de Malvinas comenzó a la medianoche la tradicional “Vigilia” con charlas y audiovisuales en la explanada del Paseo Alameda de la capital mendocina.

En Bahía Blanca, a las 10.30 y tras una vigilia, se inaugurará un memorial, acto en el que hablarán el presidente del Centro de Veteranos Ramón Romero y el intendente Cristian Breitenstein.

En Rosario, se presentará a las 20 en el auditorio del Centro Cultural Parque España de Rosario, el primer compilado hecho en Argentina en multimedia, tipo encarta en formato DVD de 67 páginas que relata la historia de los días anteriores y posteriores a la guerra por las Islas Malvinas.

El DVD fue realizado por el Centro de Soldados Combatientes de Rosario con estudiantes de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Rosario y a la cátedra de Relaciones Internacionales, y será incorporado en la nueva currícula en la educación primaria y secundaria de Santa Fe por su alto contenido educativo.

En tanto, la Municipalidad de Rosario realizará el acto oficial hoy a las 18 en el Monumento a los Héroes de Malvinas el que estará encabezado por el Intendente, Miguel Lifschitz y el presidente del Concejo Municipal, Miguel Zamarini.

En Catamarca, tras una vigilia, veteranos catamarqueños participarán del acto central que se realizará hoy en el monumento a los Caídos.

Asimismo, en la ciudad rionegrina de General Roca será inaugurado mañana a las 17, el Monumento Memorial Gesta de Malvinas, construido por la comuna local sobre la base de un diseño del Instituto Municipal de Bellas Artes.
Fuente:El Argentino    

                                              
2 de Abril de 2011
“No es el momento de cantar por la paz…”
Hace 29 años, un puñado de soldados ponía su pecho en Malvinas para izar la bandera argentina. Y la dictadura aprovechó el momento para mostrar su “sentimiento argentino”.

por Walter Gazzo


Recuerdo claramente la mañana del 2 de abril de 1982. Como todos los días, iba en el 8 que me llevaba de Panquehua al Pablo Nogués. Al parar en la esquina de 9 de Julio y Rivadavia, vi a través de la ventanilla la tapa de los diarios de entonces anunciando que la Argentina había ocupado durante esa madrugada las Islas Malvinas.

Quedé conmovido, perplejo. Si bien era un pibe, intuía a que algo grave y grande se venía.

Al llegar al Nogués, formamos en el patio como todas las mañanas bajo la estricta supervisión del “Sam” y apenas terminó el “Aurora”, comenzó a sonar por los parlantes la Marcha de las Malvinas. “Tras su manto de neblinas…” decía al arrancar y no teníamos ni idea como seguía. Todo el día, en cada materia, se habló del tema y al salir nos sugirieron que nos aprendiéramos pronto la letra de la marcha. Desde ese instante y durante setenta días, nuestras voces sonarían con fuerza en el patio, durante las frías mañanas.

Pero no sólo nuestras voces aparecieron en ese momento. La dictadura decidió que todo lo que tuviese relación con Inglaterra era enemigo del país. Obviamente, el rock estaba incluido en esa decisión. Entonces, escuchar Pink Floyd, Rolling Stones, The Who o The Beatles era el paso anterior a que nos condenaran como traidores a la patria.

Así, las radios empezaron a buscar de manera desesperada nuevas voces, nuevos temas, que se sumaran a los rayados discos de Almendra y Sui Generis. Y fueron apareciendo Juan Carlos Baglietto con su jardinera de jeans y sus pelos larguísimos, Raúl Porchetto y su “Reina Madre”, Alejandro Lerner, Dulces 16, Cantilo-Durietz (que no se podían llamar como Pedro y Pablo porque estaban prohibidos por esa misma dictadura que ahora exigía que los pasaran por las radios…), el Dúo Fantasía y su “Corrientes esquina tango”, Luis Alberto Spinetta, Charly García y su “No bombardeen Buenos Aires”, Sandra Mihanovich, Ricardo Soulé, Los Enanitos Verdes y un León Gieco que vivía una historia extraña: su canción “Sólo le pido a Dios” era resistida por los militares pero con la acción bélica se intentó de mil maneras en convertirla en un himno propio, sabiendo que conmovía al pueblo.

Así, muchos artistas que estaban prohibidos, de golpe y debido a esa loca decisión de Galtieri, pasaron a estar con más cartelera que nunca, contando con el apoyo de los medios que hasta entonces no los podían programar. Pero hubo algunos, como Piero, que siguieron sintiendo el rigor del ostracismo por un tiempo más.
Fue el 16 de mayo de ese trágico 1982 cuando se llevó a cabo el Festival de la Solidaridad Americana, en la cancha de rugby del club Obras Sanitarias de la Capital Federal. Unas sesenta mil personas acudieron al lugar con la intención de llevar cigarrillos, chocolates y ropas para los soldaditos que estaban en la islas del Sur (y que nunca les llegó). Todas las figuras del rock estuvieron allí, presentes en este evento que se transmitió en vivo por radio y televisión.

Cuentan Laura Santos, Alejandro Petruccelli y Pablo Morgade en su libro “Música y dictadura. Por qué cantábamos” lo siguiente: “Los afiches que anunciaban el festival eran claros: ‘Mucho rock por algo de paz’. En el escenario, los músicos, entre canción y canción, se manifestaron por la paz y el fin de la guerra. El público compartió ese sentimiento y lo manifestó con aplausos. Poco antes de su actuación, Raúl Porchetto fue amenazado por un general que le dijo: ‘No es el momento de cantar por la paz…’, en referencia al tema del cantante ‘Algo de paz’. La ‘recomendación’ no tuvo éxito. En el cierre David Lebón, Charly García, Nito Mestre y Porchetto la cantaron igual”.

“Algo más de veinte años después los músicos que participaron expresan sentimientos encontrados –dice la publicación más adelante-. No se arrepienten, porque lo hicieron unicamente por los chicos que estaban combatiendo, pero como lo sintetiza Rubén Rada: ‘Muchos de nosotros sentimos que estuvimos colaborando con los militares’”.

Hoy se cumplen 29 años de ese momento, una incursión descabellada que nos llenó de dolor y tragedia.

Por eso, el recuerdo para todos aquellos que quedaron en las islas, que entregaron su vida en una guerra que nunca fue de ellos.
Fuente:Mdzol.com


A 29 años de la recuperación de las Islas Malvinas

El 2 de abril de 1982, hace 29 años, en lo que se denominó "Operación Rosario", un grupo de tropas de élite de la Armada Argentina desembarcó y tomó el control de las Islas Malvinas, que sólo duró setenta y cuatro días, pero que abrió las puertas de la democracia.

Este fue un último intento del régimen militar de revitalizarse ante el desastre económico y social generado por el proyecto instaurado en 1976, y frente a las denuncias de violaciones a los derechos humanos que se hacían escuchar en el exterior.

La guerra le costó la vida a 649 personas -entre ellos oficiales, suboficiales y jóvenes de 18 años que cumplían el servicio militar-, y mutilaciones y heridas a casi 1.300, además de secuelas psicológicas que llevaron al suicidio a más de 350 ex combatientes.

La madrugada de aquel 2 de abril sacudió al país con una noticia impactante. Las Malvinas habían sido recuperadas en una operación relámpago ejecutada por comandos anfibios de la Marina.

La "Operación Rosario", bautizada así en honor a la Virgen del Rosario, comenzó el 28 de marzo cuando se embarcaron en la base Naval de Puerto Belgrano las fuerzas militares cuya misión era recuperar las Malvinas.

A las 21 horas del 1 de abril, el buque ARA Santísima Trinidad detuvo su marcha en la boca occidental de Bahía Enriqueta.

Allí comenzó la maniobra de arriado de los 21 botes neumáticos, que transportaban a los comandos anfibios y buzos tácticos hacia la costa.

En la madrugada del 2 de abril, y ya en suelo malvinense, el destacamento se dividió en dos grupos: el más numeroso, al mando del capitán Guillermo Sánchez Sabarots, comenzó una larga marcha hacia el cuartel de los Royals Marines en Moody Brook; el segundo, liderado por el capitán Pedro Giachino, buscó la casa del gobernador Rex Hunt.

El equipo de Sanchez Sabarots llegó a Moody Brook y confirmó que estaba desocupado. Poco después comenzaron los disparos en Puerto Argentino: eran Giachino y sus hombres que rodeaban la casa del gobernador.

Tras varias negativas de Hunt de abandonar el lugar y luego de varias ráfagas de ametralladora de los marinos argentinos, el gobernador británico aceptó hablar con el jefe de las fuerzas argentinas, el contraalmirante Carlos Busser.

Hunt se negó a darle la mano a Busser y le preguntó por qué tomaban las islas, ante lo cual el militar argentino respondió: "desembarcamos en la misma forma en que ustedes lo hicieron en 1833, y mis órdenes son desalojarlo a usted y a las tropas británicas para restituir el territorio a la soberanía argentina".

El gobernador británico ordenaba la rendición de las tropas inglesas: eran las 9.15 del 2 de abril de 1982.

La "Operación Rosario" había terminado en una victoria y las islas Malvinas volvían a la soberanía argentina luego de 150 años de usurpación.

Luego vino la "verdadera" guerra, que comenzó el 1 de mayo con un bombardeo aéreo inglés al aeropuerto de Puerto Argentino y la inmediata réplica de la Fuerza Aérea nacional, que hacía su histórico bautismo de fuego.

El 2 de mayo, el submarino nuclear Conqueror hundió, fuera del área de exclusión, al buque crucero General Belgrano: murieron 323 marinos argentinos, de los 1.093 hombres que iban a bordo de este barco insignia de la Armada Argentina, hecho que es considerado un crimen de guerra.

Dos días más tarde, los argentinos hundían al Sheffield con aviones Super-Etendard cargados con misiles Exocet.

Setenta y cuatro días después de aquel 2 de abril, en medio de hostilidades y combates en el frente externo, y de la crueldad del clima de las islas, del hambre, de la violencia de buena parte de los mandos, de la imprevisión y de los obsoletos recursos armamentísticos, en el frente interno, las tropas argentinas se rindieron ante las británicas.

La derrota produjo la renuncia del dictador Leopoldo Galtieri, reemplazado por Reynaldo Bignone, quien se vio obligado a desempolvar las urnas y convocar a elecciones para el 30 de octubre de 1983 para elegir al primer presidente democrático luego de siete años de atroz y genocida dictadura.
Fuente:Telam                                                             

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