jueves 07 de abril de 2011
Amenazada
El rostro de la testigo aparece pixelado en la fotografía superior debido a un especial pedido del Ministerio de Justicia de la Nación a El Tribuno, en virtud de las amenazas que recibió la única persona que vió cuando secuestraban a Ragone y vive para contarlo. La mujer está bajo un programa de protección de testigos y ayer relató a la justicia federal salteña lo que vivió en aquella jornada, cuando también recibió una herida de bala en uno de sus brazos.
Se fueron del recinto
Los imputados Carlos A. Mulhall, Joaquín Guil, Andrés del Valle Soraire y Jorge Zanetto, no quisieron escuchar el testimonio de Margarita Martínez de Leal. Siguieron el debate desde un salón contiguo que cuenta con audio. También desapareció del monitor Luciano B. Menéndez, quien asiste el juicio por videoconferencia desde Tucumán.
Fuente:ElTribuno
La mujer recibió un disparo de ametralladora cuando observaba la escena
Una testigo relató cómo secuestraron a Ragone
El juicio continúa hoy con otros testimonios. El debate de ayer se interrumpió porque uno de los imputados se descompensó.
jueves 07 de abril de 2011
TRAS DECLARAR/MARGARITA DE LEAL (DER) SALE DE LA CIUDAD JUDICIAL
Con el testimonio de una sobreviviente, ayer comenzó a reconstruirse el secuestro y posterior desaparición de Miguel Ragone, en la tercera jornada del juicio que se desarrolla en la Ciudad Judicial de Salta. “Lo que me pasó me cambió la vida”, sentenció Margarita Martínez de Leal al recordar lo ocurrido aquella mañana del 11 de marzo de 1976 cuando estaba en su trabajo, en el pasaje Del Milagro 161. La mujer recibió un tiro de ametralladora en el momento que presenciaba el rapto del ex gobernador constitucional de Salta. El ataque que sufrió fue el preludio de lo que sucedió segundos después con el almacenero Santiago Catalino Arredes, quien fue asesinado de un disparo en el pecho cuando intentó evitar el secuestro del médico. Esto demuestra que los delincuentes estaban dispuestos a todo. Para el éxito de la operación debían lograr impunidad y por eso no dudaron en disparar contra estos dos testigos. Ni siquiera les importó que Arredes fuera el hermano de un alto jefe de la Policía provincial, que con su llamativo silencio se convirtió veladamente en un cómplice más de los criminales.
El testimonio de la mujer dejó dudas e interrogantes, pero sirvió para empezar a desenterrar las piezas de un rompecabezas que el tiempo fue sepultando. La testigo contó que a las 8 en punto llegó a la inmobiliaria donde trabajaba y que unos minutos después escuchó el estruendo de un choque de vehículos frente al negocio. “Me acerqué al salón y detrás del vidrio vi tres automóviles y que de uno de ellos sacaban a una persona”, relató. Dijo que en esos momentos un hombre descendió de uno de los autos portando una ametralladora, y al advertir que ella estaba observando la escena le disparó. “Sentí un golpe en el brazo derecho y me arrojé al piso”, recordó. En ese estado permaneció por unos minutos sin saber lo que pasaba y cuando reaccionó recién tomó en cuenta que la habían baleado. “Miré a la calle y los autos ya no estaban; me acordé del doctor Jorge Albrech, que vivía cerca, y fui a golpear la puerta de su casa”, manifestó. Al verla en ese estado, el profesional la hizo pasar, pero al comprobar que la lesión era grave decidió llevarla en su vehículo hasta el hospital San Bernardo. “Cuando pasamos frente al negocio de don Arredes, lo vi tirado en la vereda y Albrech me dijo que lo habían asesinado”, señaló. Según la testigo, esto lo corroboró luego en el hospital cuando la llevaron a una habitación donde estaba el cuerpo sin vida del almacenero.
Fuente:ElTribuno
El esposo ingresó a la Policía
jueves 07 de abril de 2011
La testigo Martínez de Leal contó que permaneció internada hasta las 19 en el San Bernardo y que todo el tiempo permaneció con la cabeza tapada con una sábana. Dijo que mientras estuvo allí ningún policía se acercó para preguntarle que había pasado, lo que a los querellantes les resultó llamativo. Explicó que a la noche, cuando ya estaba en su domicilio, la visitó una comitiva policial, pero manifestó que no recordaba qué le preguntaron. “Yo esta shoqueada y aún hoy lo estoy, por eso hay cosas que no recuerdo”, aclaró. Ante una consulta de la querella, la mujer reveló que un mes después del ataque que sufrió, su esposo ingresó a la Policía para cumplir servicio en la Guardia de Infantería. Frente a lo expuesto, el abogado David Leiva pidió que el cónyuge sea citado a declarar como testigo. Respecto a los motivos por los cuales no hizo ninguna denuncia sobre lo que le sucedió, Martínez de Leal argumentó que “estaba muy mal y no quería saber nada”. El de esta persona fue el único testimonio de ayer, ya que el Tribunal decidió suspender la audiencia por pedido de Federico Petrina, defensor de Miguel Gentil. Ocurrió que el ex Jefe de la Policía de Salta sufrió una descompensación mientras asistía al debate por el servicio de video conferencia desde Capital Federal. Un médico forense anunció que el imputado debió ser trasladado al Hospital Militar, debido a que desde diciembre pasado padece de secuelas de neumonía, infarto de miocardio, tabaquismo, etc. El Tribunal no hizo lugar al planteo del fiscal y los querellantes para que el juicio continuara sin la presencia de Gentil.
Fuente:ElTribuno
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