06 de Abril
LESA HUMANIDAD: EL JUICIO
Cómo continúa el debate luego de la salida del principal acusado
Sólo siete causas se mantienen en pie. El resto, las que se cayeron, llegará a juicio en octubre con Menéndez.
Por DANIEL CALIVARES
La salida de Tamer Yapur, ocurrida la semana pasada, dejó varias consecuencias en el juicio por delitos de lesa humanidad. La principal es que once causas dejaron de pertenecer a este debate y pasarán a otro, que se realizará en octubre, cuando Luciano Benjamín Menéndez sea traído a Mendoza para sentarse en el banquillo de los acusados. Sin embargo, esa no es la única consecuencia que tendrá la baja de Yapur.
CÓMO SIGUE. El 17 de noviembre del 2010, cuando comenzó el juicio, eran varios los puntos que el Tribunal Oral Federal 1 (TOF1) tenía en claro. Uno era la duración del debate. Teniendo en cuenta la cantidad de causas (18) era mucho el tiempo estimado. De hecho, se pensaba que el juicio actual podía llegar a continuar hasta setiembre como mínimo. Ahora esa duración está prácticamente descartada.
Con la reducción del tiempo debido a la menor cantidad de causas, también se produce la caída del número de testigos. Justamente, la reducción en las causas fue la que provocó que el TOF1 se movilizara en búsqueda de una solución para que las causas que dejaban de pertenecer al juicio obtuvieran justicia, y esa solución fue encontrada rápidamente: traer a Menéndez.
De hecho, varios días antes de que se hiciera pública la resolución que dejaba a Yapur fuera del juicio –y con él también once causas–, los magistrados que componen el tribunal tenían claro que debían tomar esa decisión, no obstante, recién la dieron a conocer cuando tuvieron confirmación de que Menéndez podía afrontar su primer juicio en Mendoza en octubre, lo que les daría tiempo a los jueces para prepararse, convocar a los testigos y estudiar tres o cuatro causas que podrían sumarse contra el general y que acarrearían más imputados.
UN JUICIO EN PROBLEMAS. Varios obstáculos ha debido soportar el debate. Algunos de ellos ocurrieron antes de que comenzara. Su inicio real estaba previsto para el 11 de marzo del 2010, sin embargo, una recusación en contra del presidente del tribunal Juan Antonio González Macías demoró el inicio. Antes de ello, dos de los imputados, Orlando Dopazo y Eberto Villegas, habían fallecido.
Una vez que se inició el debate, los magistrados se encontraron con otro problema y fue el estado de salud de los imputados. Curiosamente, uno de los que mejor se encontraba, Juan Pablo Saá, sufrió un accidente cerebrovascular y eso hizo que fuera apartado del debate, junto a Osvaldo Fernández, un ex policía a quien los peritos de la Corte habían encontrado muy mal de salud. A ellos dos, ahora se suma Yapur, por lo que el 17 de noviembre el juicio se inició con diez imputados y ahora sólo quedan siete.
EL NÚMERO DE LA SUERTE. Justamente siete también son las causas que quedaron en el debate. Una de ellas se cierra hoy. Se trata del secuestro y desaparición de Ricardo Sánchez Coronel, un empleado bancario que estuvo detenido en el D2 y del cual nunca más se pudo saber. La segunda de ellas, que es con la que el debate continuará, es la desaparición de dos ciudadanos de San Luis. Ellos son Domingo Britos (hoy declaran sus familiares) y Rosario Aníbal Torres, un ex policía puntano que, según narraron varios testigos, fue salvajemente torturado debido a su condición de uniformado, lo que le valía que en medio de las sesiones de picana y golpes le gritaran en varias oportunidades que era un traidor.
Estas no son las únicas causas uniformaque tienen desaparecidos. También se encuentran los expedientes que contienen lo acontecido con Rafael Olivera y Nora Rodríguez Jurado, dos sociólogos de Buenos Aires que colaboraban con el padre Llorens en el barrio San Martín. Además, las desapariciones de Salvador Moyano y Jorge del Carmen Fonseca, secuestrados en setiembre del 76 el primero y en noviembre del 77 el segundo.
A lo anterior se suma el secuestro de Ángel Bustelo, el abogado de gran trayectoria política dentro del comunismo. Finalmente, una de las causas más conocidas que permanecen en el debate es el asesinato del poeta y montonero Francisco Urondo, ocurrido en junio de 1976 tras una persecución de la policía.
Junto con la muerte del escritor, en la misma causa, figuran el secuestro y la desaparición de Alicia Cora Raboy, pareja del poeta, quien fue detenida durante el procedimiento que se cobró la vida de Paco Urondo y trasladada al D2, pero luego pasó a formar parte de las listas de desaparecidos. En la misma causa y sólo por el hecho de tener un imputado en común (Eduardo Smaha) también está el allanamiento en contra de una casa perteneciente a Arturo Rodríguez.
El dolor de un hijo
Antes de cerrar la causa por la desaparición de Ricardo Sánchez Coronel, su hijo Ariel, que al momento del secuestro tenía 10 años, dio su testimonio. Ariel Sánchez explicó que tras el secuestro, junto con su madre fueron a visitar varias dependencias policiales y militares pero en todas se retiraron sin respuestas. El testigo, que al igual que su padre trabajó en el Banco de Mendoza, aseguró que al ingresar, en 1986, todos sus compañeros le dijeron que su padre había sido un buen hombre, del que debía sentirse orgulloso. Ante la pregunta sobre qué pensaba que le había sucedido, el hombre resumió en dos palabras: "Lo mataron".
Fuente:ElSolDiario
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