22 de mayo de 2011

Duhalde, a la caza del voto de la gran familia castrense-

Duhalde, a la caza del voto de la gran familia castrense
Año 3. Edición número 157. Domingo 22 de mayo de 2011
Por Raúl Arcomano

Triste, solitario, aunque no al final, sino en el medio de una pobre campaña proselitista, Eduardo Duhalde sacó del arcón de los recuerdos unos rancios discursos para seducir a los sectores verde oliva. En la decisión del ex presidente interino parecen conjugarse la coincidencia ideológica con la especulación electoral. Según el cálculo de dos grupos que buscan aunar el voto militar para las próximas elecciones, la gran familia castrense representa un universo de entre dos millones y dos millones y medio de sufragios. Duhalde y su partido, Unión Popular, parecen ir tras ellos. Desde el año pasado, cuando octubre aparecía como un horizonte lejano, Duhalde mantiene reuniones periódicas con militares retirados. Hoy, los encuentros se intensificaron.
En marzo último, Duhalde ofreció una charla en el Círculo Italiano. Allí, ante un auditorio a medida, dejó al descubierto su pensamiento sobre los “presos políticos”. En tren de confianza, reveló: “Me vienen a visitar asociaciones de víctimas del terrorismo. Y les digo: no hay que abrir más causas. ¡Por qué no cerramos las causas que ya están y nos olvidamos del pasado! Eso tenemos que hacer”. Y argumentó que en el país se debería hacer lo mismo que en Uruguay con la ley de amnistía, ahora ratificada: hacer un plebiscito. Luego prosiguió con lo que ya es un lugar común de algunos políticos vernáculos: querer imitar el Pacto de la Moncloa, el olvido español de los crímenes del franquisimo. “Hay mucha gente que está pagando cuentas que no le corresponde pagar. Tenemos que ayudarlos”, sugirió.
Días después, en otro acto, Duhalde contestó una pregunta formulada por Eduardo Sinforiano San Emeterio, que se presentó como “colega y defensor de 42 miembros de las fuerzas armadas y de seguridad”. San Emeterio fue agente de la Side y del Servicio de Informaciones de la Fuerza Aérea durante los años más duros de la dictadura. El letrado inquirió a Duhalde sobre qué iba a hacer con los juicios por las violaciones a los derechos humanos. Duhalde comentó que se reúne periódicamente con la agrupación Abogados por la Concordia y la Justicia, que apoyan moral y legalmente a los represores detenidos. Y le respondió a San Emeterio: “Los oficiales jóvenes no tienen que pagar las culpas. Estoy de acuerdo con la obediencia debida”. El abogado de represores se fue contento: “Creo que es un hombre que va a cumplir su palabra. Es cuestión de tiempo, mis soldados. Tienen que tener paciencia”, escribió en la web.
Otro que le anota unos porotos a Duhalde es Juan Miguel Giuliano, un general de brigada retirado. No en retirada, porque encabeza desde principios de año el Movimiento Republicano Cívico Militar. Giuliano tuvo cinco segundos de fama en 2006 cuando participó, con su uniforme, en una marcha en la plaza San Martín en homenaje “a los muertos por la subversión”. Un mitin organizado por Cecilia Pando. El decreto presidencial 605/2007 sancionó a Giuliano con 60 días de arresto. Otros colegas que participaron del acto tuvieron penas similares.
El propósito del Movimiento Republicano Cívico Militar no es participar directamente en las elecciones, sino orientar el voto castrense. Explican que su objetivo es “informar sobre el pensamiento de cada una de las agrupaciones intervinientes en la próxima contienda electoral nacional respecto a las políticas que conforman nuestro particular interés relacionadas con los procesos políticos-judiciales en curso por la guerra contra la subversión”. Su universo: “El personal militar retirado de las tres fuerzas armadas, de seguridad, policiales y de los servicios penitenciarios nacionales y provinciales; sus pensionados, familiares y allegados. Una población electoral aproximada de 2.500.000 personas”. En otro punto son más explícitos sobre sus metas: “Lograr la definitiva superación de las secuelas de la guerra de los ’60 y ’70 propiciando la promulgación de los instrumentos legales que posibiliten la libertad de todos los detenidos, procesados o condenados y el cierre definitivo de todas las causas relacionadas.” En la web del partido hay subidos tres videos de Duhalde.
En un mail personal –que es posible ver por internet– Giuliano opinó en una cadena de colegas sobre unas declaraciones de Francisco De Narváez, realizadas en marzo. En ese entonces El Colorado había reivindicado los juicios a represores. “Lamentablemente hemos perdido un referente posible con vistas a las elecciones de octubre. (Los dichos) lo colocan decididamente al lado de quienes nos persiguen de manera vengativa, arbitraria e injusta”, opinó el ex militar. Y posdateó: “Para ir teniendo en cuenta al momento de votar unidos”.
Votar unidos es, precisamente, el nombre de otro rejunte de la gran familia militar que mira con buenos ojos la candidatura de Duhalde. Votarun, como se denominan, también busca “unificar criterios para que el voto del sector no sea fragmentado y se vuelque monolíticamente hacia el candidato que se comprometa explícita y públicamente a interesarse por los problemas de carácter nacional que más nos preocupan”. Y agregan: “Debemos obtener consensos despojados de intereses personales para bien del conjunto, logrando que NUESTRO VOTO (sic) gravite por su cantidad: más de 2.000.000, cifra estimada sobre cálculos muy afianzados”. Acompañan esta iniciativa, entre otros: el carapintada Jorge Mones Ruiz, delegado de Uno-América; Carlos Manuel Acuña, agente civil de inteligencia y escritor apologista de la dictadura, y Agustín Laje, la joven guardia de la derecha procesista.
La recientemente creada Unión de Presos Políticos de la Argentina también pone esperanzas en Duhalde. Se presentan así: “Estamos transitando una nueva etapa del conflicto iniciado en los ’70 contra el terrorismo, que proponía hacer de la Argentina una nueva Cuba, objetivo que aún hoy, por parte de la facción gobernante, pretende ser reivindicado”. Y se victimizan: “Se nos arroja a las arenas de la denominada ‘batalla jurídica’, originada en los ’80 y que hoy se retoma con sus nefastas consecuencias”. En su documento fundacional, en la parte de “Quiénes nos apoyan”, dicen que un grupo de familiares de “presos políticos” obtuvieron una promesa de Duhalde, en febrero de 2009. “De esa fecha hasta hoy se ha mantenido un continuo y fructífero diálogo con el Peronismo Federal, en particular con Duhalde, quien ha reiterado su voluntad de solucionar definitivamente el problema militar.”.
Fuente:MiradasalSur                                  

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