14/06/2011
Por abusos sexuales
Cura rosarino a juicio canónico
Frente de la iglesia de Mendoza al 5160 que presidía el cura acusado.
El sacerdote que fue acusado de acoso sexual contra varios miembros de la parroquia Nuestra Señora de Pompeya, será sometido a un juicio penal canónico por orden de la Santa Sede. Es la primera vez que un cura rosarino es llevado a esta instancia.
Se trata de Reinaldo Narvais de 47 años, quien tendrá que afrontar ese juicio por una recomendación directa del Vaticano que, después de evaluar toda la documentación recolectada sobre el caso en Rosario, se expidió ahora para que se inicie este proceso, probablemente al encontrar elementos que comprometen la conducta del ex párroco.
De acuerdo a la gravedad de las pruebas le impondrán una pena que será determinada por la Santa Sede.
La orden de llevar adelante el juicio ya le fue comunicada al arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, hace varios días, aunque no había sido hecha pública.
Por su parte, el sacerdote Narvais que fue separado de la comunidad religiosa local, y aparentemente se encuentra en proceso de rehabilitación y con paradero desconocido, se habría reunido en la propia sede del Arzobispado de Rosario con monseñor Mollaghan el pasado 25 de mayo, probablemente para ser notificado personalmente del juicio ordenado en su contra.
En agosto del 2010 fue remitido al Vaticano el informe final del caso, para cuya elaboración se tomaron una decena de testimonios de testigos, entre ellos supuestas víctimas y ex empleados de la parroquia de Mendoza al 5160.
Con esta decisión de la Santa Sede se dio un paso más en la dilucidación de una denuncia que desde el principio pretendió ser mantenida bajo un manto de silencio. Con ese objetivo hubo directivas precisas de las autoridades de la Congregación a la que pertenece el sacerdote: como silenciar a una de las posibles víctimas con una indemnización y una estrategia general de ocultar cada paso.
Las responsabilidades de esta actuación siempre fueron adjudicadas al Abad General, Bruno Giuliani, su entonces Vicario General, Raúl Lutz (actual administrador parroquial de Pompeya), y el Provincial (máxima autoridad en el país) Félix Paredes.
Una vez recibida la orden del Vaticano, el arzobispo de Rosario pidió a la máxima autoridad en el país de la orden de los Canónigos Regulares de Letrán que designe a un especialista en derecho canónico que cumpla las funciones de abogado defensor del padre Narvais. Este ya habría sido designado y aceptado por el cura acusado.
Por su parte, el arzobispo también habría cumplido su parte nombrando a quien será el instructor del juicio (sería del Opus Dei).
Fuente:RedaccionRosario
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