Fusiladora modelo ‘56
El Pueblo no olvida a sus mártires
Por Gerardo Rico*.
El recuerdo a los caídos es doloroso pero nos toca vivirlo en un tiempo en el que hemos recuperado la esperanza y protagonizamos cambios impensados hasta hace muy poco, en el camino de alcanzar la liberación de nuestro Pueblo a partir de las banderas de Justicia, Libertad y Soberanía.
Muchos de quienes militamos activamente en la década de los ’70 nacimos poco antes o durante el propio inicio de la dictadura que derrocó al gobierno nacional y popular que encabezaba Juan Domingo Perón. Cuando tuvimos edad suficiente para dar verdadera dimensión política al levantamiento liderado por el general Juan José Valle contra el gobierno de facto de Pedro Eugenio Aramburu, y pudimos observar con perspectiva histórica los criminales fusilamientos de civiles y militares leales a Perón, supimos que nunca olvidaríamos ese oscuro episodio. Para nosotros, los fusilamientos de 1956, hace 55 años, cerraron el infame círculo iniciado un año antes por Isaac Francisco Rojas cuando ordenó que los aviones pagados por el Pueblo bombardearan con inédita ferocidad la Plaza de Mayo, asesinando a centenares de hombres, mujeres y niños indefensos.
El recuerdo a los caídos es doloroso pero nos toca vivirlo en un tiempo en el que hemos recuperado la esperanza y protagonizamos cambios impensados hasta hace muy poco, en el camino de alcanzar la liberación de nuestro Pueblo a partir de las banderas de Justicia, Libertad y Soberanía.
En aquellos años, siguiendo la huella de los héroes de la Resistencia Peronista, enfrentamos a Onganía, Levingston y Lanusse bajo las consignas “Luche y Vuelve”, “Patria sí, Colonia no” y “Liberación o Dependencia”. Hoy seguimos reivindicando aquellas banderas.
Desde el 25 de mayo de 2003, de la mano de Néstor Kirchner, comenzamos un proceso de recuperación del proyecto de Nación que incluye a los desplazados y marginados por las políticas neoliberales que algunos sectores quieren volver a imponer, cueste lo que cueste.
Esta coyuntura, en la que la conducción de la compañera Presidenta Cristina Fernández de Kirchner garantiza la profundización de este modelo de redistribución de la riqueza y la reparación del daño infligido a nuestros trabajadores, ancianos y niños, nos obliga a rendir un nuevo homenaje a aquellos que entregaron su vida y cayeron bajo las balas de una dictadura que eligió fusilar en las sombras.
Honor a los héroes fusilados entre el 9 y el 12 de junio de 1956, general Juan José Valle, Oscar Lorenzo Cogorno, Ramón Raúl Videla, Carlos Irigoyen, Rolando Zanetta, Alberto Juan Abadie, Blas Closs, Rafael Fernández, José Albino Irigoyen, Jorge Miguel Costales, Dante Hipólito Lugo, Norberto Ross, Osvaldo Alberto Albedro y Clemente Ross.
Honor a los héroes acribillados en los basurales de José León Suárez, Carlos Alberto Lisazo, Nicolás Carranza, Mario Brión, Vicente Rodríguez, Francisco Garibotti, Aldo E. Jofré, Miguel Angel Mauriño; en Campo de Mayo, Eduardo Alcibiades Cortinez, Ricardo Santiago Ibazeta, Néstor Dardo Cano, Eloy Luis Caro, Jorge Leopoldo Noriega y Néstor Marcelo Videla, Miguel A. Paolini, Ernesto Gareca, Hugo Eladio Quiroga; José Miguel Rodriguez, en la Escuela de Mecánica de Ejército de Buenos Aires; e Isauro Costas, Luciano Isaías Rojas, Luis Pugnetti, en la Penitenciaría de Buenos Aires.
El general Valle, antes de ser fusilado envió una carta a su verdugo Aramburu, en la que, entre otros conceptos, vaticina los lugares que la Historia les tenía reservados a ambos bandos: “Entre mi suerte y la de ustedes me quedo con la mía. Mi esposa y mi hija, a través de sus lágrimas, verán en mí un idealista sacrificado por la causa del pueblo. Las mujeres de ustedes, hasta ellas, verán asomárseles por los ojos sus almas de asesinos”.
(*) Diputado provincial, secretario general del Movimiento Evita de la provincia de Santa Fe.
Fuente:RedaccionRosario
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