Distinción de la Presidenta
Emotivo reconocimiento para las Madres que ya no están
Sus familiares recibieron réplicas de la Pirámide de Mayo
16.06.2011
La lucha de las Madres de La Plata que ya murieron fue reconocida ayer a través de sus familiares y compañeras de lucha
Tres palabras invadieron la pequeña ceremonia de ayer por la tarde en la Sala Presidencia del 1º piso del Pasaje Dardo Rocha. Emoción, lucha y justicia. La primera asomó en lágrimas por la mirada de cada uno de los presentes; la segunda se coló al revivir cada pequeño relato de historia enunciado; la última, se sintió ante la calidez del reconocimiento, cuando los familiares de las Madres de Plaza de Mayo que ya fallecieron fueron a recibir, ayer, su réplica de la Pirámide de Mayo, un regalo por el Bicentenario que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner les había entregado en diciembre y que ayer, Adelina Dematti de Alaye se encargó de entregar a los locales.
EMOCIÓN. Siempre que puede, Ramiro Ramírez Abella se hace una escapada hasta Capital y da un paseo por Plaza de Mayo. Como lo hacían ellas cada histórico jueves, con sus pasos repasa el círculo imaginario que trazaban en sus rondas las señoras de pañuelo en la cabeza. En ese mismo lugar arrojó las cenizas de su esposa, también Madre: “Antes de fallecer, cuando estaba muy enferma, me pidió especialmente que quería que tiren ahí sus cenizas, donde hacían sus caminatas de lucha”. En total, en su familia los desaparecidos son seis. Para Ramiro, recibir ayer el reconocimiento por su cuñada, Elba de León, significó un sueño cumplido. “En la época en que pedíamos por nuestros hijos, estábamos muy solos y la gente nos miraba de reojo pensando que estábamos locos; pero con el tiempo, se fue reconociendo la lucha de las Madres, especialmente a partir de la presidencia de Néstor Kirchner”, pronunció.
Para la hija de Marta Moreira, en tanto, recibir la pirámide confirmó en su interior, una vez más, que las Madres iniciaron el camino correcto. “Y lo seguiremos nosotros para que siempre haya justicia, y para que se condene a los responsables de lo que pasó”, señaló. Marta se convirtió en una Madre cuando su otro hijo, Domingo Roque Alconada Moreira, desapareció en diciembre del ´76. “Ella era ama de casa, salió a la calle como todas las Madres para averiguar sobre sus hijos. Es aquella que, cuando estaban los periodistas en la calle, aprovechó la única oportunidad que tenía de hablar”, rememoró su hija ayer.
“Nunca pensé que íbamos a poder juzgar a los responsables”, confesó por su parte Marta Ungaro, hija de Olga, que destacó la importancia de la distinción recibida. “Es importante que el Estado nos reconozca, esta pirámide del Bicentenario se da en medio de los juicios. Redobla el compromiso con lo que ellas querían, que era la búsqueda de la Justicia”. Marta caminó con las Madres desde que era muy chica. “Es importante que el Estado haya reconocido su lucha. Pedimos aparición con vida y castigo a los culpables, la primera no la encontramos, la segunda todavía tampoco. Esperamos más juicios”, reflexionó.
Además, las pirámides se entregaron a los familiares de las Madres fallecidas Marta Alconada, Virginia Barbero, María Cáceres, Elena Pereiro, Lidia Diaz y Catalina Mingo. También, a las Madres María Barragán, Élida Benavidez, Azucena Delmisier, Graciana Di Salvo, Irma Ercolano, Victoria Jáuregui Navajas, Tello María Esther, y Elvira Triana.
En tanto, aún no pudieron contactarse con familiares de Nidia Andreani, Juana García, Teresa Frías, Milagros Sallago de Castillo, Balbina Weber, por lo que piden que éstos se comuniquen al teléfono 423-3339.
Fuente:Diagonales
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