La policía desalojó a un grupo de "indignados" que protestaba cerca del ayuntamiento de Madrid
Especial
La policía desalojó hoy por la fuerza a un grupo de “indignados” que protestaba en los alrededores del ayuntamiento de Madrid impidiendo la salida del Alcalde Alberto Ruiz Gallarón del lugar tras la celebración de su ceremonia de investidura.
En toda España, el movimiento de los indignados o del 15-M –por la fecha en que irrumpieron con el reclamo de un cambio político y social- realizó “cacerolazos” y otras manifestaciones pacíficas ante las sedes municipales donde tomaban posesión los alcaldes elegido el pasado 22 de mayo.
“¡Que no, que no, que no nos representan!”, “¡Lo llaman democracia y no lo es” era, entre muchos otros, los lemas que los ciudadanos llevaron a los oídos de los políticos locales.
Los manifestantes de la Puerta del Sol, a los que la policía bloqueó el acceso a la plaza de la Villa -donde está ubicado el antiguo ayuntamiento de la Capital- evitaron durante unas horas que el alcalde Alberto Ruiz Gallardón, del Partido Popular (PP), pudiera abandonar el lugar una vez concluida la ceremonia de toma de posesión.
Se vivieron momentos de tensión cuando la policía forcejeó con unas 50 personas concentradas en una de las calles traseras de la plaza para despejar la salida de los vehículos de los políticos, pero la situación se calmó cuando lograron pasar.
Los agentes arrastraron por la fuerza uno a uno a indignados que se habían sentado en medio de la calle del Sacramento y empujaron al resto para que se colocaran sobre las estrechas veredas, mientras los allí convocados oponían una resistencia pacífica levantando las manos y mostrando cacerolas. Al menos hubo un herido leve atendido por los servicios de emergencia.
El vicepresidente y Ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, advirtió ayer a los indignados que la policía actuaría con “firmeza”, y no permitiría “violencia en ninguna manifestación”, luego de los incidentes de Barcelona y Valencia.
“¡Lo tocan a uno y nos tocan a todos!”, “¡No violencia!”, “¡Somos pacifistas, no somos terroristas!” coreaban los manifestantes. Una vez que los políticos lograran salir con sus vehículos entre gritos de “corruptos”, los indignados comenzaron a desconcentrarse.
“Nos vamos a Cibeles”, gritaban algunos, mientras se dirigían al lugar donde Gallardón ofrecería un cóctel.
Un fuerte operativo policial había bloqueado desde muy temprano todos los accesos a la plaza de la Villa, por lo que los indignados se dividieron en tres grupos, sobre la calle Mayor desde plaza de San Miguel, en calle Bailén y Sacramento.
Los que lograron acercarse fueron rodeados por otro perímetro policial que solo permitía salir a los manifestantes pero no entrar a otros.
En el lugar coincidieron varios grupos, los “indignados”, la Plataforma contra la Impunidad del Franquismo -que pedían la eliminación definitiva de los símbolos franquistas de los espacios públicos- y una manifestación de nudistas en bicicletas.
En tanto, en Vigo, Galicia, la policía local desalojó a un grupo de indignados que logró acceder al Auditorio Municipal donde se celebraba en pleno de constitución del Ayuntamiento, que interrumpieron con cacerolas y silbidos.
En Vitoria, País Vasco, hubo al menos dos detenidos durante las protestas de los indignados durante la investidura del alcalde del PP, Javier Maroto.
También hubo protestas pacíficas en Sevilla, Zaragoza, Girona, Tarragona, entre muchas otras ciudades de España.
En cambio, en Salamanca, los indignados acampados en la Plaza de la Constitución denunciaron que cinco personas resultaron heridas anoche durante una carga de la policía, y en Valladolid tres jóvenes fueron agredidos por un grupo de personas ajeno a las protestas que, al parecer, estaban ebrios.
Las protestas tienen lugar cuando el Movimiento del 15-M, que tomó cientos de plazas de todo el país, comienza a levantar sus campamentos de esos lugares para regenerarse en asambleas de los barrios.
Los manifestantes de la Puerta del Sol, donde se encendió la llama de la protesta, ya comenzaron a preparar su retirada que se concretará mañana.
En tanto, los indignados de la plaza Catalunya de Barcelona tienen previsto levantar la acampada hoy mismo.
En todas las plazas quedará, no obstante, un puesto informativo y se seguirán realizando asambleas periódicamente y organizando futuras movilizaciones.
Fuente:Telam
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