Evaluó que debe seguir preso por la gravedad de los delitos que se le imputan Causa Área Paraná:
El juez Ceroleni confirmó que el represor Appiani deberá esperar la sentencia en la Unidad Penal 1
Se desempeñó como auditor del Ejército y auxiliar del Consejo de Guerra.
El juez Federal Fermín Ceroleni rechazó el pedido de excarcelación de Jorge Humberto Appiani, uno de los diez represores imputados en la Causa Área Paraná, que se tramita por escrito y se encuentra en etapa de plenario. De esta forma, deberá esperar en la Unidad Penal Nº 1 de la capital provincial la sentencia del juicio por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar, aunque se espera que insista con su pretensión ante tribunales superiores. El ex militar y abogado ya había llegado hasta la Corte Suprema de Justicia con un anterior planteo de excarcelación, que el Alto Cuerpo le rechazó por inadmisible el 7 de junio pasado. No obstante, reiteró el reclamo –ejerciendo su autodefensa– por haber cumplido dos años con prisión preventiva y estar todavía sin sentencia, y tampoco tuvo suerte. Appiani se desempeñó como auditor del Ejército y auxiliar del Consejo de Guerra Estable N° 1 y N° 2 de la Subzona de Defensa 22-2/22. Al reclamar su libertad, el represor se amparó en la normativa que fija el límite de dos años para la prisión preventiva sin condena. Sin embargo, la ley también especifica que este plazo se puede extender por un año más según la complejidad de la causa y, en parte, en eso basaron su oposición al planteo los fiscales Mario Silva y José Ignacio Candioti.
Tuvieron en cuenta que la Causa Área Paraná es una causa compleja, con una pluralidad de delitos cometidos en circunstancias en que los acusados pretendían asegurar su impunidad, consignó Uno.
Finalmente, con mismo criterio que la Fiscalía, Ceroleni resolvió denegar el pedido y prorrogó por un año la prisión preventiva. En sus fundamentos, dijo que se debía considerar que se trataba de una causa en la que se investigan delitos de lesa humanidad, en la cual no sólo hay complejidad, sino que también “se debe ponderar la gravedad de los hechos imputados”, lo que determina un “pronóstico desfavorable en torno a una eventual condenación condicional”.
El ex militar puede apelar el fallo, y de hecho se supone que lo hará y que incluso buscará llegar nuevamente a la instancia última de la Corte. Si bien no conseguirá frenar el juicio, su estrategia consiste en conseguir la excarcelación antes de que se dicte la sentencia, de modo de continuar en esa condición aún en el caso de que reciba una eventual condena privativa de la libertad.
A Appiani se le imputa su participación, en calidad de autor mediato, de los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada por la especial calidad de funcionario público, en abuso de funciones, mediante el uso de violencias y amenazas; aplicación de severidades, vejaciones y apremios ilegales, e imposición de tormentos, conductas agravadas por haber durado más de un mes, que se enmarcan dentro del tipo genérico de delito de lesa humanidad de desaparición forzada de personas.
Cabe señalar que a principios de junio la Cámara Federal de Apelaciones de Paraná designó a Fermín Ceroleni para que se haga cargo del juicio. La causa estaba paralizada desde el 29 de abril, cuando el juez Federal de Paraná, Gustavo Zonis, se apartó haciendo caso a lo establecido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En 2005, el Máximo Tribunal dictó una resolución en la que consideró violatorio de las garantías constitucionales que el mismo magistrado que realizó la instrucción sea quien juzgue y dicte sentencia.
En ese marco, la Cámara designó a Ceroleni, un magistrado de la misma jurisdicción ya que el 12 de marzo de 2008 fue nombrado como juez Federal de Victoria.
Fuente:Agndh
En días, su hijo Alejandro declarará en el juicio que investiga el robo de bebés durante la dictadura.
Se cumplen hoy 34 años de la desaparición de los entrerrianos Liliana Fontana y Pedro Sandoval
Liliana y Pedro fueron secuestrados el 1º de julio de 1977. Nunca aparecieron.
Hermanas. Silvia (izq.) recuerda a Liliana (der.) a 34 años de su desaparición.
Liliana Fontana fue secuestrada el 1º de julio de 1977, estando embarazada de dos meses y medio. Se la llevaron de la casa de sus padres, en Caseros, provincia de Buenos Aires, junto a su compañero de vida, Pedro Sandoval. Testimonios de sobrevivientes relatan que fueron vistos en el centro clandestino de detención Club Atlético, y que Liliana fue sacada de allí al momento de dar a luz. Ellos nunca aparecieron. Su hijo, Alejandro, fue recuperado en 2006 por las Abuelas de Plaza de Mayo. Hasta entonces se encontraba apropiado por el represor de Gendarmería Victor Enrique Rei, actualmente preso. A 34 años de aquella fría noche que oscureció el destino de la familia Sandoval-Fontana, Alejandro se dispone a declarar en el juicio que investiga la existencia de un plan sistemático de robo de bebés durante la dictadura. También lo hace su tía Silvia, hermana de Liliana. “Estoy nerviosa” -dice-, pero lo enfrenta y sigue, como ayer, como siempre. (Por Soledad Weimer)
Liliana tenía 20 años, había nacido en Viale, Entre Ríos, era estudiante de peluquería y estaba embarazada de dos meses y medio. Pedro era oriundo de Nogoyá, tenía 33 años y era albañil. Ambos militaban en el peronismo.
Fueron secuestrados el 1º de julio de 1977. Una noche que los Fontana recuerdan como “fría” y “oscura”. Nunca más se supo de ellos.
Las insufribles pistas en las que don Rubén se embarcaba con la esperanza de hallar a su hija, lo devolvían cada vez a la nada. Entre tanto, con la misma fortaleza incansable, doña Chela engrosaba las rondas de la Plaza de Mayo.
En 1988, la familia se ilusionó con la idea de haber encontrado al hijo de la pareja desaparecida. Sin embargo, un nuevo examen de ADN demostró que no existía coincidencia genética.
El desahogo llegó en septiembre de 2006 cuando las Abuelas de Plaza de Mayo dieron con el nieto número 84: Alejandro, quien se encontraba apropiado por el represor de Gendarmería Victor Enrique Rei.
Rei fue enjuiciado en 2009 y condenado a 16 años de prisión por los delitos de “sustracción, ocultamiento y retención de un menos de 10 años”, “supresión del estado civil”, y “falsedad ideológica de documento público”. El gendarme, de 70 años, ya cumplía prisión preventiva desde 2004.
El 28 de febrero de este año, en tanto, comenzó en la Ciudad de Buenos Aires el juicio oral y público en el que se investiga la existencia de un plan sistemático de robo de bebés durante la última dictadura, y en el que entre otros imputados se encuentra el ex presidente de facto Jorge Rafael Videla.
En ese marco, en días cercanos, llegarán hasta los Tribunales de Comodoro Py para brindar su testimonio, Alejandro Sandoval Fontana y su tía materna Silvia, la que nunca dejó de buscarlo hasta hallarlo, la que nunca dejó de buscar la verdad sobre su hermana mayor, y la justicia. “Estoy nerviosa” -dice-, pero eso nada significa. Ella estuvo presente en el secuestro de Liliana. Ella la esperó cada día. Ella, cada día, la recuerda.
A 34 años, palabras de Silvia para Liliana
A 34 años de ese 1º de julio frío, triste, se habían llevado a Juan, buscaban a Pedro, tu compañero...
A 34 años de ese día que ovillabas lana para tejerle a tu hijo, que recién comenzabas a sentir en tu vientre y tan feliz te ponía, solo minutos antes que llegaran “ellos”, los que te imposibilitaron seguir soñando con esa patria justa y solidaria por la que luchabas, los que te llevaron a ese lugar oscuro, lleno de gritos, dolor, angustia, desesperanza…
Esos mismos que creyeron que poniéndote una letra y un número llegarían a quitarte tu identidad, tu valor, tu dignidad.
Nada de eso ocurrió, allí, en ese lugar oscuro, se que fuiste una leona aferrada a la vida y a la de tu hijo, y aquí junto a quienes te queremos jamás te olvidamos.
Hace 34 años, ese 1º de julio, frío, fuiste consecuente con vos misma, con tus ideales, con tu gran amor a tu compañero.
Te fuiste dejándonos grabada tu hermosa sonrisa, la misma que día a día reflejabas en tu rostro cuando caminabas en el barrio, o cuando escuchabas a un compañero, cuando militabas con alegría, pero esta vez era diferente, sabías bien que no te veríamos más. Por momentos tengo mucho miedo que con los años esa imagen se me vaya borrando y cierro los ojos queriendo retenerte por siempre.
“Recordar es volver a pasar por el corazón”, escribió Eduardo Galeano, y yo siento que el recordarte todos los días, no solamente en una fecha especial, es retenerte en mi corazón para que me acompañes en la vida. Esa vida que los “enemigos de la patria” no te permitieron seguir viviendo, ver crecer a tu hijo.
Hoy, celebro los juicios que nos permiten llevar el castigo a todos los responsables del genocidio que vivimos, pudiendo en ellos exigir nuestro pedido de justicia. Todo sirve como reparación a tanto dolor, pero jamás podremos sanar nuestras almas ante tu ausencia.
A 34 años de aquella oscura y fría noche que viví cuando te llevaron hermanita, mi compromiso de ayer y de hoy seguirá siendo el mantener viva tu memoria.
Como decía en su texto Julius Fucik (escritor checoslovaco que pasó por los campos de concentración nazis ) “...Solo os pido una cosa: si sobrevivís a esa apoca, no olvideis. No olvidéis ni a los buenos ni a los malvados. Reunid con paciencia los testimonios sobre aquellos que cayeron por ellos y vosotros. Un buen día, el hoy será el pasado, y se hablará de una gran época y de los héroes anónimos que han creado la historia. Quisiera que todos supiesen que no hay héroes anónimos. Eran seres con nombres, con rostros, con deseos y esperanzas…”
¡Hasta la victoria siempre, querida compañera!
Tú hermana Silvia
FuentedeOrigen:AnalisisDigital
Fuente:Agndh
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