Libros con Manuscritos
Huellas de un apasionado por la lectura
La Biblioteca Nacional inaugura hoy la exposición Borges lector
12.07.2011
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"Que otros se jacten de las páginas que han escrito; / a mí me enorgullecen las que he leído. / No habré sido un filólogo, / no habré inquirido las declinaciones, los modos, la laboriosa mutación de las letras, / la de que se endurece en te, / la equivalencia de la ge y de la ka, / pero a lo largo de mis años he profesado / la pasión del lenguaje. / Mis noches están llenas de Virgilio; / haber sabido y haber olvidado el latín / es una posesión, porque el olvido / es una de las formas de la memoria, su vago sótano, / la otra cara secreta de la moneda. / Cuando en mis ojos se borraron / las vanas apariencias queridas, / los rostros y la página, / me di al estudio del lenguaje de hierro / que usaron mis mayores para cantar / espadas y soledades, / y ahora, a través de siete siglos, / desde la Última Thule, / tu voz me llega, Snorri Sturluson. / El joven, ante el libro, se impone una disciplina precisa / y lo hace en pos de un conocimiento preciso; / a mis años, toda empresa es una aventura / que linda con la noche. / No acabaré de descifrar las antiguas lenguas del Norte, / no hundiré las manos ansiosas en el oro de Sigurd; / la tarea que emprendo es ilimitada / y ha de acompañarme hasta el fin, / no menos misteriosa que el universo / y que yo, el aprendiz".
Este poema escrito en 1969 por Jorge Luis Borges, titulado "El lector", es un claro reflejo de la pasión de su autor por las lecturas.
Y es que Borges no sólo fue un gran escritor, y uno de los más destacados de la literatura del siglo XX, sino también un gran lector, lo que –como él mismo dice en su poema– para él era mucho más importante. Por eso, y a modo de homenaje de esta faceta del autor de El Aleph, la Biblioteca Nacional expondrá por primera vez parte de la colección Jorge Luis Borges, integrada por libros donados por el escritor a la institución de la cual fue director a partir de 1955 y durante dieciocho años. Este conjunto –que es parte de su biblioteca personal– reúne ejemplares que poseen notas manuscritas de Borges y de su círculo íntimo, que permiten reconstruir el proceso de lectura para dar cuenta de sus huellas en el acto de escritura. La exposición, titulada Borges Lector, comenzará hoy en la Biblioteca Nacional (Agüero 2502, Ciudad de Buenos Aires) y permanecerá abierta hasta fines de agosto.
"Las anotaciones de estos libros legados por Borges también muestran persistencias que se sostienen durante décadas. Vuelve a algunos autores y obras, rastrea los mismos temas filosóficos: la Divina Commedia, el eterno retorno, el infinito, el budismo, la cábala; textos de religión leídos como tratados de ciencias ocultas y de magia. Todo lo que permita pensar la paradoja, que es la gran figura borgeana", dice la ensayista y crítica literaria Beatriz Sarlo en las palabras preliminares que acompañan el catálogo de esta exposición.
En tanto, el sociólogo Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, entiende que "la imposible tarea de escindirnos de Borges o de imaginar el momento en que comenzamos a leerlo, podría ser explicada por el hecho de que cada vez que lo leemos –y por imperio de sus propios acertijos, esto es, el contraste que cada cosa contiene consigo misma en el mero acto de enunciarla– somos víctimas o espejos, lo que sería lo mismo, de sus propios juegos con el acto de lectura y el lector. El sentimiento de siempre haber estado allí lo provoca una literatura que hace del acto real de lectura un artificio de su requerida y proclamada condición atemporal".
Además, a modo de cierre de esta exposición, los días miércoles 24, jueves 25 y viernes 26 de agosto se realizarán las primeras Jornadas Internacionales Borges lector, que contarán con la participación de Daniel Balderston, Iván Almeida, Alberto Rojo, Alfonso de Toro, Carlos Gamerro, Guillermo Martínez, entre otros.
Fuente:Diagonales
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