9 de agosto de 2011

CHILE.

lunes 8 de agosto de 2011
Crisis de gobernabilidad
Por Álvaro Cuadra
La más reciente manifestación estudiantil ha mostrado síntomas inquietantes. La extrema virulencia de las fuerzas policiales esta dando cuenta de una incapacidad política de las actuales autoridades para responder a las demandas ciudadanas. La sociedad chilena ha entrado en un estado de efervescencia democrática tal que no admite el uso del expediente represivo como en tiempos de la dictadura militar.

Si sumamos a lo anterior un evidente malestar de amplios sectores de trabajadores convocados a un paro por la CUT para las próximas semanas y la baja catastrófica en las encuestas de los políticos de gobierno y oposición, incluido - por cierto – el primer mandatario, se puede colegir la gravedad de la crisis que vive el país. El conjunto de síntomas que comienzan a manifestarse pone en evidencia el agotamiento del “modelo chileno” basado en una constitución política hecha a la medida de una Junta Militar. En el actual marco jurídico y político las demandas ciudadanas reclamadas con vehemencia en las calles por miles de chilenos no encuentran una solución aceptable.

El descrédito de la institucionalidad política vigente - que incluye a los partidos opositores y oficialistas -, impide que las movilizaciones sociales encuentren un espacio legítimo para encauzar sus demandas. En la hora actual, el gobierno derechista del señor Piñera, el mismo que hizo del “cambio” su bandera electoral y que una vez en La Moneda se niega a cumplir sus promesas de candidato, se esta aproximado, de manera tan temeraria como insensata, a una “crisis de gobernabilidad”. Todo indica que las protestas ciudadanas están muy lejos de aminorar su intensidad, profundizando mas la brecha entre un vetusto andamiaje político y los procesos sociales emergentes. Al revisar la historia, advertimos que este tipo de situaciones conduce a periodos de anarquía y a soluciones de corte populista.

La mas mínima sensatez esta indicando la necesidad de un cambio democrático profundo en nuestro país. Se requiere dejar atrás todo vestigio dictatorial. En pocas palabras, un nuevo orden político, una nueva constitución sancionada por la soberanía popular donde los temas como legislación laboral y tributaria, gasto público en educación, salud y previsión social, derechos de las minorías étnicas y sexuales no pueden estar ausentes. La historia enseña que la derecha es, por definición, enemiga de todo cambio que comprometa su riqueza y sus privilegios. La represión callejera que se ha escenificado por estos días en nuestras principales ciudades, nos trae a la memoria los límites a los que son capaces de llegar quienes, cubiertos con piel de cordero, gobiernan hoy en nuestro país.
Fuente:Argenpress


lunes 8 de agosto de 2011
Clima político y el análisis con su regreso al pasado
Por Juan Francisco Coloane 
A raíz de los movimientos estudiantiles y gremiales comienzan a aparecer en Chile episodios que con en el comentario reflejan un clima político con reminiscencias odiosas del pasado. Se observa una clara contracción en el análisis, como si estuviera en un punto muerto, donde se toman opciones y no se explica el estado de situación.


Algunos advierten del deterioro extremo de la situación y recurren al expediente del golpe militar y políticos de la estatura de Eduardo Frei Ruiz Tagle habla de ingobernabilidad. Estas opiniones tampoco colaboran para encontrar la hebra del verdadero debate que no se construye por la dispersión y cruce de intereses.

Esto ocurre en medio de una crisis económica global prolongada que repunta con la caída de las bolsas. El contexto se completa con la incertidumbre política debido a la reconocida fragilidad de los sistemas e instituciones convencionales que sustentan el modelo económico, especialmente la diluida legitimidad de los sistemas de representatividad política. Lo hemos reiterado, estamos en presencia de la gran crisis del estado liberal post segunda guerra mundial. La épica de la construcción social se cruza con una globalización sin un marco aceptable para todos.

Chile exhibe una historia corroída por el carácter feble de sus líderes para la verdadera negociación política en situaciones extremas. El modelo de la primera mitad del siglo 20, con rupturas entre conservadores y liberales y las tablas de salvación tendidas por los radicales, -el único centro legítimo que ha tenido el país-, es pasado. Con la debilidad del radicalismo, el centro político está cautivo y cada vez más debilitado.

Las reacciones frente al intercambio entre el Ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter y el dirigente gremial Jaime Gajardo han servido para detectar el grado importante de anticomunismo en Chile, pero que también esconden el tema central. El apelativo de “sionista” usado por Gajardo (presidente del Colegio de Profesores) para describir la conducta política del Ministro del Interior en la represión a los movimientos estudiantiles, fue quizás producto de la ira. Aún así, el dirigente gremial cruzó la línea delgada en un área frágil como es el terreno de las identidades.

Al poseer una escolástica etnográfica siempre insuficiente, con la identidad se corre el riesgo de la interpretación desmedida, como fue el caso de Gajardo y del propio aludido, Rodrigo Hinzpeter. Decir que alguien es sionista es una clasificación doctrinaria de un movimiento internacional gestado en 1897 para crear un estado judío en las tierras de Palestina, con el apoyo del Imperio Otomano. Esta gestación todavía es controversia. No todos los judíos se sienten sionistas. Una legión grande de judíos ortodoxos niega el sionismo por tratarse de una iniciativa secular que elimina la tutela religiosa sobre la comunidad judía. http://www.zionism-israel.com/his/jewish_anti_zionism.htm.

Desde el lado del gobierno, una funcionaria expresó al público la frase, “Muerta la perra se acaba la leva”. Se refería a la dirigente estudiantil Camila Vallejo (comunista). Aquí ya no se trataba de una interpretación de identidad sino que una inequívoca pasión anticomunista.

De repente aparecía el Partido Comunista sirviendo de chivo expiatorio para explicar una tensión social que exhibe al menos un rasgo definido: el modelo implantado en los años 80 de privatizaciones, desregulación, y aperturismo comercial a ultranza, se agotó socialmente y políticamente. No es responsabilidad exclusiva de este gobierno, que solo podría aparecer como el factor que exacerba el malestar social acumulado.

Es así que el resurgimiento del anticomunismo (que es global) aparece en esta crisis actual de doble punta, económica y política. Se reimplanta en connivencia con el armado de la seguridad global y la guerra contra el crimen transnacional. Consiste en crear un clima de protección con la idea central de erradicar, en primer término, doctrinas como la comunista-marxista que se fortalecen en la degradación del sistema.

En un lúcido trabajo para el SSI del Pentágono, los profesores S.Metz y R. Millen (2004), exponen aspectos de la estrategia moderna contra la insurgencia. Su enfoque es holístico con un acento en la prevención ya la centralidad de la lucha ideológica. Al marxismo hay que combatirlo porque tiene “esa seducción para articular descontentos sociales y de allí empalmar con el clima de insurgencia” que se construye. “La desactivación de voces con credibilidad y legitimidad es el comienzo de una lucha que es larga”…. “Se debe impedir que los que propagan el marxismo posicionarse con el público”.

Hay torpeza y poca fineza política en escoger la estrategia de estigmatizar al Partido Comunista en Chile. Sobre todo en medio de una crisis política donde lo único que se exhibe con claridad es la precariedad institucional y política de un país que espera a su propio Godot portando la nueva Constitución que lo haga cambiar.
Fuente:Argenpress


lunes 8 de agosto de 2011
Estudiantes emplazan a los medios
Por Ernesto Carmona Ulloa
Definitivamente, hay demasiados periodistas que comulgan con el statu quo mediático y el enfoque de las noticias impuestos por sus empleadores y, lo peor, es que algunos creen que están jugando un rol importante al servicio de la información y la libertad de expresión. Pero están tan adoctrinados e ideologizados en el dogma empresarial de la llamada "libertad de información" que perdieron la brújula de la noticia –si es que alguna tuvieron alguna- y de "periodistas" están transformándose en "propagandistas" de los intereses del gobierno y las empresas para que trabajan.

Un grupo de estudiantes de Valparaíso abordó pacíficamente en la calle a un equipo de televisión para promover una discusión sobre el trabajo que los periodistas realizan en terreno durante la cobertura del movimiento estudiantil. Los jóvenes y adolescentes, que se sienten abandonados y asfixiados por los medios de comunicación, fueron grabados en este video que distribuyó la periodista Jenny Bruna. ¡Véanlo: los estudiantes les piden a los periodistas que por favor informen la verdad, que no hay violencia, que sólo hay diálogo entre los jóvenes!

Para ver el vídeo: http://vimeo.com/27322824
Fuente:Argenpress

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