martes 2 de agosto de 2011
La incertidumbre, se debelo
Por Humberto Ramírez Arroyo
El Presidente electo Ollanta Humala Tasso, juramento por la Constitución de 1979, de igual forma, la primera y el segundo vicepresidente hicieron el mismo juramento. Constitución, que esperaba desde el 28 Julio de 2006, salir del olvido, ya que el anterior Presidente juro por lo más cercano de su familia, que lo iba hacer, una vez elegido, tuvo un olvido y eso que su jefe fundador de su partido el APRA, presidio como último acto de su vida, dicha constituyente.
La Constitución de 1979, es demo-liberal, que recoge algunas reformas del 1968 a 1975, periodo del gobierno militar de Velasco Alvarado. Con la traición del General Morales Bermúdez, pendiente de ser juzgado por la operación Cóndor y otras fechorías más, fue quien convoco a elecciones para una Asamblea Constituyente, por la presión del pueblo en las calles, después de sendos paros nacionales, con muchas vidas apagadas y sangre regada
Quienes fueron los componentes de dicha Asamblea Constituyente, fue variopinta, el Partido Social Cristiano conocido como PPC con un 30 %, el APRA otro 30% y la izquierda atomizada con un 30%, que no la firmo. Una herramienta sin filos, contradictoria. Asegura el libre mercado, tan es así que no ha servido para paliar el hambre y la miseria, incidió si en los derechos humanos, que Sendero no investigado quien lo financio, se encargo de ponerla en el baño. Al igual que muchos políticos, miembros de las fuerzas armadas y policiales, algunos en prisión, otros recién comienzan a juzgarlos con guantes de seda.
Indudablemente, ese hecho de la juramentación por la Constitución del 1979, ahogo en bilis a la ultraderecha la vocera de las transnacionales, la televisión, los medios de comunicación aullaron como si se le pisara la cola, llaman a la desobediencia, al desconocimiento del actual presidente.
La Constitución del 1993, fue producto de un cantado autogolpe del gobierno, del misterioso personaje Fujimori, de nacionalidad no aclarada, si es peruano o japonés sentándose en los hechos el 5 de Abril de 1992. Recurriendo a la Organización de Estados Americanos, como tabla de salvación, con el visto bueno del titiritero del organismo, convoco a elecciones de un Congreso burdo y entreguista a las fauces del imperio, con el disfraz de inversiones. Situación, que el señor Yoshiyama, como Ministro de Energía y Minas, un vocero de dicho régimen se diera el lujo de mantener la máxima de vender todas las empresas nacionales, no importando el precio, solo deshacerse de todo lo controlado por el Estado. Mejor dicho, elaboraron una carta delincuencial, con provecho a un sector muy reducido, aumentando el hambre y la miseria de nuestro pueblo, un país que no garantizaba la soberanía económica y política de un Estado La impunidad de los negociados está a la vista, esperemos que el festín se termine y como medida se trate de recuperar lo mal habido por estos delincuentes.
Fuente:Argenpress
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