10 de septiembre de 2011

ACTO POR MABEL VENEGAS: "NO ES UN VELORIO, ES UN HOMENAJE POR LA VIDA".

Acto por Mabel Venegas: “No es un velorio, es un homenaje por la vida”
Hugo Bacci recuerda a su compañera de lucha. Hoy, la despedida
09.09.2011
Lidia Bacci, Carlos Miguel, Mabel “la Negra” Venegas y Hubo Bacci, durante el casamiento de la luchadora que hoy será homenajeados.
“Cuando estos matan, matan dos o tres veces a la misma persona: primero matan con las balas, y el segundo crimen es con el silencio. Y nosotros nos revelamos a eso y en el homenaje vamos a gritar lo que pasó con “La Negra” Mabel y vamos a decir ‘acá está’ y ‘así era ella’”. Así explicó Hugo Bacci el sentido del homenaje que la Asociación Memoria Fértil realizará hoy en el Rectorado de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) a su amiga y compañera de militancia desaparecida Mabel Venegas. La mujer fue esposa del funcionario de la UNLP asesinado en 1974 Carlos Miguel y permaneció desaparecida durante 33 años hasta que sus restos fueron identificados en mayo pasado. Tras el acto de recuerdo y reivindicación, sus hijos, sus amigos y compañeros la sepultarán en el Mausoleo “Memoria, Verdad y Justicia” del Cementerio de La Plata.
“No es un velorio; es un homenaje por la vida”, aclaró de entrada el ex Federación Universitaria de la Revolución Nacional (FURN) y ex Juventud Peronista Hugo Bacci. Él es uno de los integrantes de la Asociación que a las 13.30 de hoy homenajeará en el salón del Concejo Superior de la UNLP, ubicada en 7, entre 47 y 48 primer piso, a la egresada dela facultad de Veterinaria y ex militante de esas organizaciones Lilia Mabel Venegas, secuestrada a los 31 años, el 4 de mayo de 1978, en Mar del Plata, cuyos restos fueron identificados por el Equipo de Antropología Forense (EAAF) el 2 de mayo pasado, tras haber permanecido 33 años sepultada como NN en el cementerio de esa localidad de la costa atlántica.
“Fueron los hijos de Mabel, que viven en Mar del Plata, los que decidieron traer sus restos a La Plata, porque acá fue donde ella militó y tiene a sus amigos”, explicó Bacci, que remarcó la relación que por años mantuvo con los hijos de su amiga y compañera.
La Negra Mabel no es una compañera más para Bacci. Él y su esposa Lidia fueron padrinos en su casamiento con Carlos Miguel, y el ex JP todavía recuerda cuando ella lo salvó de un operativo militar en plena dictadura, cuando se hizo pasar por la niñera de sus hijos y corrió a interceptarlo para que no llegara a su casa donde lo estaban esperando para llevárselo.
El ex FURN recuerda claramente a su amiga Mabel; recuerda cuando llegó a estudiar desde Mar del Plata luego de terminar el secundario y la recuerda como a una buena compañera y buena militante, siempre sonriente, con mucha chispa y espontaneidad. Relata que ella había nacido y se había criado en Brandsen, en el campo; recuerda a su padre que era ferroviario y de sus primeros tiempos en la facultad de Veterinaria, donde era una de las escasas mujeres que estudiaban esa carrera.
“Al poquito tiempo de llegar a La Plata, ella empezó a militar, primero en la facultad y después en la Juventud Peronista –rememora Bacci–. Ahí conoció a Carlos Miguel y después de un tiempo de novios se casaron, tuvieron dos hijos y a él, en el año ‘74, cuando era funcionario de la Universidad lo secuestran en 12 y 44, lo llevan y en Villa Domínico lo matan junto a Rodolfo ‘el turco’ Achem. Esa fue la política de la represión: crear el miedo, el terror. Pero ella, a pesar de quedar sola con dos hijos chiquitos no cambió su forma de pensar, y el odio fue tan grande que cuatro años después la secuestran y la asesinan a ella. Han pensado ellos: ‘No escarmentó’”.
Cuando la secuestraron a Mabel Venegas, ella vivía en Mar del Plata. “En La Plata no quedaba nadie: habían matado al marido y a otros 200 compañeros, ya no vivía nadie acá porque era un peligro”, recordó Bacci.

IDENTIFICACIÓN. Después del homenaje en el Rectorado, los restos de Mabel Venegas serán sepultados a las 16.30 en el Cementerio de La Plata, junto a sus hijos Juan Rodrigo y Manuel Ignacio Miguel, sus familiares, compañeros y amigos.
–¿Qué significa el homenaje y la inhumación de los restos?
–Tiene varios significados. Uno relacionado al dolor que pueda causar, porque 30 años atrás tuve la noticia de que había desaparecido y unos meses atrás tuve la noticia de que apareció. Y es más doloroso, y esto le pasó a la mayoría de los compañeros, la última noticia. Cuando recibí la novedad de que apareció el cuerpo fue la negación de todo eso que venía pensando, que algún día iba a aparecer. Y los hijos me dijeron que les pasó lo mismo: ellos siempre tenían la esperanza de que iba a ocurrir algo y que iba a aparecer. Y uno, en el fondo, también tenía la esperanza de que eso iba a ocurrir, aunque pasaron tantos años y siempre aparecen así. Fue algo muy doloroso.
–Qué otro significado…
–La otra cosa, que tiene que ver más con el acto, es la obligación que tenemos los compañeros de recuperar la memoria. Y esto sí podría pensarse como un triunfo, porque cuando estos matan, matan dos o tres veces a la misma persona: primero matan con las balas y después, el segundo crimen, es con el silencio. Y nosotros nos revelamos a eso y mañana vamos a gritar lo que pasó con ella y vamos a decir “acá está” y “así era ella”.
–¿Ese el sentido de recordarla?
–El homenaje tiene ese significado: recuperar la memoria, mantener viva a la compañera, contar quién era, porque era un ejemplo de mujer. Y lo hacemos en la Universidad, lo que lo hace un homenaje institucional y nos parece muy bien que el Estado se haga cargo de los homenajes, que por mucho tiempo los hicimos escondidos, con miedo. A ella no la mataron por linda o por fea, la mataron por lo que pensaba. Y no sólo por lo que pensaba, sino porque decidió luchar por lo que pensaba, y lo que decía lo practicaba en la vida común. Entonces, para ellos era un mal ejemplo porque creaba consciencia entre los jóvenes y ella era una joven.
Fuente:Diagonales.

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