martes 27 de septiembre de 2011
Chile una miniatura de Democracia
Por Ricardo Salcedo Mettroz
La situación político-social que estamos pasando es producto de una imposición dictatorial, que logra sus orígenes legales en la Constitución de 1980, en que el péndulo se va al extremo de la ultraderecha política, dando paso a la perdida de los espacios históricos adquiridos por las grandes masas, en los últimos 50 años de luchas sociales. Es decir de una plumada y en un corto plazo, las grandes mayorías son despojadas de todo lo avanzado en décadas de sacrificios y se legaliza una visión de sociedad reaccionaria, echando las bases para un modelo económico ultra liberal en cuanto a valores ideológicos y a los espacios que crea, con la finalidad, que el Dios MERCADO, se haga cargo de todo. Mientras menos intervención del Estado, mayores avances económicos, esa es la máxima de los ideólogos de las políticas implementadas en el plano teórico por la derecha política-económica y avalada e implementada por la dictadura militar.
El rol del Estado se minimiza y se exacerba el papel de los privados en la economía, dándoles todas las garantías, para maximizar sus utilidades, fundamentalmente restringiendo la participación laboral, mediante la coerción legal del sindicalismo y cualquier manifestación de los trabajadores en defensa de sus derechos. Chile de ser el país con más alto índice de sindicalización en América Latina, a principios de la década del 70, pasa a ser el último, diez años después. Así fue como se crean las AFP y las Isapres, obligando a la gran masa laboral a integrarse a este “maravilloso” invento, sin discusión alguna de los afectados, con una visión brutalmente represiva y retrograda. Se da paso a las UF, creación que solo se aplica en la economía Chilena, que tiene como fin último, impedir la descapitalización de los inversionistas, reajustando mensualmente las deudas de las grandes masas, mientras los ingresos de estas se mantienen fijos y con suerte y como una dadiva del patrón, se les reconoce un incremento salarial anual.
El peso de este sistema de acumulación, es echado brutalmente sobre las espaldas de los trabajadores, quienes ven incrementadas sus angustias laborales, mediante la represión despiadada de una dictadura militar ( por si el lector no lo sabe, las FFAA chilenas, han sido las MAS sanguinarias con su pueblo, en toda la historia de A. Latina, es cosa de repasar, las decenas de acontecimientos históricos que avalan esta afirmación ).
Si entramos de lleno al análisis de cada punto de las reformas impuestas por esta espuria Constitución, nos damos cuenta que el sesgo ideológico impuesto por la mano de Jaime Guzmán, se visualiza en todos los ordenes y tiene su hilo conductor, en dejar al margen de la discusión y conducción de las políticas de Estado a las mayorías, dando paso a un grupillo de “genios-iluminados”, absolutamente abanderizados, con la derecha económica. He aquí la responsabilidad histórica, por las que algún día, deberían ser juzgados, los civiles que participaron de este engendro dictatorial, muchos de los cuales, se verán involucrados (al final de la década de los ochenta), en el asalto descarado del patrimonio de CORFO, origen de muchas nuevas fortunas, de rancias familias chilenas en la actualidad.
La educación, las finanzas, la previsión social, la salud, el comercio (básicamente el retail), la prensa, las comunicaciones y el marco legal, son algunos de los puntos que deberemos abordar individualmente para esclarecer, como son funcionales al sistema creado y tienen al lucro desmedido, como motor de su funcionamiento, sin reparar en absoluto en las connotaciones de solidaridad e igualdad, que una sociedad moderna y con espacio de participación requiere, sino desea cavar su propia tumba, con el despertar de las grandes mayorías marginadas y aplastadas.
Fuente:Argenpress
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