27 de septiembre de 2011

EL DEBATE DE LA INTELIGENCIA INTERIOR y LOS PROBLEMAS CON EL MERCOSUR.

Dos frentes abiertos
El debate de la inteligencia interior y los problemas con el Mercosur
Publicado el 27 de Septiembre de 2011
Por Jorge Muracciole Sociólogo y docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
Mientras De la Rúa abría un polémico debate sobre la participación de las Fuerzas Armadas para afrontar el peligro del terrorismo internacional, crecían las diferencias en torno a la relación con Brasil y se rumoreaba la renuncia de Cavallo.
Los atentados terroristas en los Estados Unidos reeditaron en la Argentina una de las pocas discusiones que parecía totalmente saldada tras la restauración democrática: el rol de las Fuerzas Armadas en el tema de la inteligencia interna. A fines de septiembre de 2001, en la reunión de Gabinete el presidente Fernando de la Rúa instruyó al ministro de Defensa, el radical Horacio Jaunarena, para que se reuniese con la comisiones de Defensa y Seguridad del Congreso y analizara si era necesario adecuar la legislación argentina para poder afrontar el nuevo desafío que había nacido a escala mundial: el terrorismo internacional.
Confiados en su poder de lobby, los militares retomaban un viejo anhelo de volver a realizar las tareas de inteligencia delegadas a otras instituciones estatales por razones constitucionales a partir del advenimiento democrático. En su revival procesista, el presidente fue apoyado no sólo por figuras relevantes de su gabinete –como el ultra delarruista Rafael Pascual–, sino que desde la oposición, el mismísimo Eduardo Duhalde no ahorró elogios al proyecto gubernamental, afirmando que “las Fuerzas Armadas deben garantizar la seguridad interna, pero sólo en el combate del terrorismo internacional”.
En el seno del gobierno, en la mencionada reunión de Gabinete, la oposición interna a la medida presidencial fue encabezada por Juan Pablo Cafiero, el ministro del interior Ramón Mestre y Jorge de la Rúa, quienes veían como improcedente una ampliación del rol de las Fuerzas Armadas.
Pero en paralelo al debate abierto con posterioridad al atentado contra las Torres Gemelas y el Pentágono, las desavenencias con el principal socio del Mercosur –Brasil– iban incrementándose. Según un informe de la consultora EcoLatina, los conflictos se debían a que tanto la economía brasileña como la Argentina se encontraban atravesando fases recesivas.
Aprovechando la coyuntura, el superinistro Domingo Cavallo seguía pulseando a favor de una salida del Mercosur. La situación era álgida y el proyecto original de integración regional estaba a punto de derrumbarse. Al compás de estas diferencias comerciales con el más importante de los vecinos de la región, las visiones sobre la relación con Brasil eran cada vez mas diferenciadas entre el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini y el ministro Domingo Cavallo, a tal punto que los rumores sobre el alejamiento del mediterráneo del gobierno de la Alianza se convirtieron en el secreto a voces de la City porteña.
Fuente:TiempoArgentino

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