Combinan arte y memoria en una muestra en el Pozo de Banfield
25/09/11
El 1° de octubre se realizará la tercera edición de una exposición integral organizada por jóvenes artistas, que convoca a la participación y la reflexión en el ex centro de detención.
Por MAURICIO AMAYA
En el Pozo de Banfield, escenario del horror durante la última dictadura militar, un grupo de artistas de Lomas lleva adelante año a año una muestra integral que apuesta a poner el arte a disposición de la memoria y el compromiso social.
Mariela Mauriño, Pablo Medina, y Victoria Guggiari son los principales impulsores de la muestra artística que se realiza en el ex centro clandestino de detención ubicado entre las calles Vernet y Siciliano.
El sábado 1° de Octubre, entre las 14 y las 20.30 se desarrollará la tercera jornada artística de esta muestra única en sus características, por colocar el “arte como medio de sanción entre los pueblos y su historia”.
El proyecto surgió en 2009, como una idea del escultor y profesor de historia Pablo Medina, a partir de una serie de trabajos en clase de sus alumnos del Instituto Mario Madeddu. Luego se sumaron a la propuesta las pintoras Mauriño, y Guggiari.
“Como profesor de historia doy clases de la materia construcción de la ciudadanía, que tiene como fin involucrar a los alumnos en un hábito de actividades que impliquen una mayor conciencia ciudadana”, explicó.
Así, los chicos realizaron una serie de obras y “tomaron el tema de los derechos humanos”, relató Pablo, a La Unión. En esta tercera edición el proyecto se consolida y los artistas que se anotan para participar son cada vez más.
“Nuestra intención es que el Pozo deje de ser un cementerio vivo en un barrio, una tumba silenciosa, y que se convierta en un espacio activo como es la ex Esma, un espacio abierto a la participación ciudadana”, señaló Victoria. Bandas, espectáculos teatrales y de títeres, conctac, danzas, y una gran muestra de pintura, dibujo, grabado, fotografía y escultura es parte de lo que se presenta este año.
Cuenta con el apoyo del Municipio y la secretaria general de Derechos Humanos de la Provincia. “Cada año pasa algo muy conmovedor porque más allá de lo que uno pueda sentir personalmente es increíble lo que genera la muestra en otras personas, que año a año se suman más y conocen lo que ocurrió aquí”, confió Mariela.
Estos artistas redoblan el compromiso: “No lo hacemos desde el lado del sufrimiento o del llanto, sino que tratamos de mutar esa energía en algo positivo, y por eso le sumamos la música. La gente se pone a bailar y se convierte en una fiesta.
Queremos despertar al pueblo y a la gente del barrio”, agregó Mariela. Durante la última dictadura militar, el Pozo de Banfield funcionó como un centro clandestino de detención, torturas y asesinatos, y hasta el 2006 funcionó como una comisaria.
Ahora permanece cerrado por una querella judicial, ante el reclamo de muchas organizaciones que buscan su apertura a la comunidad. “Queremos que se puedan realizar muestras tanto adentro como afuera en este espacio tan significativo”, cerró Victoria convencida de que mantener la memoria activa es una necesidad.
El compromiso con los más chiquitos
En la última muestra artística del Pozo de Banfield, entre otras actividades, se desarrollaron talleres abiertos de pintura infantil, como una manera de integración hacia el arte.
En el centro cultural del Galpón, pero también en otros espacios, Victoria Guggiari desarrolla una intensa tarea docente con los más chiquitos. Es que Victoria sostiene el concepto de libertad en el arte como estandarte.
Así, como si fuera un juego, utiliza acrílicos, óleos, tela, cartón o cualquier material que esté a su alcance en el momento de la inspiración. “No creo que sea tan necesario pintar sobre lo estrictamente predeterminado.
No creo en el limite del material”, marcó Victoria, que actualmente también trabaja en los teatros Ensamble y el Refugio, ambos de Banfield. “En el 2007 empecé con m primer taller. Con los chicos se dio una afinidad muy interesante.
Creo que es importante el contacto con el arte desde chicos y por eso trato de desarrollar esa creatividad. También este trabajo puede desarrollarse con adultos, pero con otro lenguaje, más real.
Con los chicos es pura creación, latente y sin estructuras prefijadas”, remarcó ante la consulta de La Unión. “Yo lo entiendo como algo espiritual, y los talleres tienen que ver con la libertad y con aprender a descubrirse”, subrayó Victoria, confiada en que enseñar también es arte.
Fuente:DiarioLaUnion
No hay comentarios:
Publicar un comentario