27 de septiembre de 2011

NICARAGUA.

lunes 26 de septiembre de 2011
Elecciones nicaragüenses: ¿Continuidad o ruptura de un proyecto?
PL
Jalonada por típicas confrontaciones de campaña electoral, Nicaragua ofrecerá a sus ciudadanos la oportunidad de decidir próximamente en las urnas la continuidad o la ruptura de un proyecto cristiano, socialista y solidario.

Mediante voto secreto y directo, el 6 de noviembre deberán escoger al presidente y vicepresidente de la República para un mandato de cinco años; así como a 90 diputados a la Asamblea Nacional y 20 al Parlamento Centroamericano.

Compiten cuatro agrupaciones opositoras frente a la alianza que lidera el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN); sin embargo, la disputa de fondo es mucho más simple: está en juego la secuencia o la fractura del proyecto puesto en práctica por el FSLN durante los últimos cinco años.

Analistas políticos y medios nacionales de prensa, de uno y otro bando dan cuenta -cada cual a su modo- de las ventajas o inconvenientes que tendría la continuidad del modelo sandinista.

Ante la ofensiva para captar o afianzar simpatizantes, el pueblo hace su propia lectura basada en hechos cotidianos: más trabajo, escuelas gratis, atenciones de salud, acceso de los muchachos pobres a las universidades, menos violencia, tranquilidad para las familias".

En tertulias de amigos o encuentros fortuitos, el tema resulta recurrente, así podría explicarse por qué millones de personas asisten a los actos proselitistas de la alianza Unida, Nicaragua Triunfa, liderada por el Frente.

Grandes comerciantes y productores nacionales tampoco desestiman la ventaja de operar en un contexto de paz y estabilidad macroeconómica.

Durante un reciente foro con inversionistas extranjeros, José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, refirió: "Somos el país con la mayor apertura económica y comercial de Centroamérica".

Según las encuestas, el presidente Daniel Ortega, quien aspira a la reelección, mantiene y amplía su ventaja en las preferencias del electorado.

Pero si los pronósticos fallaran, lo que sí constituye una realidad palpable es que candidatos opositores se han visto precisados a incluir promesas semejantes a las cumplidas por el actual Ejecutivo.

Tras años de guerra y elevados perjuicios por la agresión de una potencia extranjera, la población concede aquí un valor especial a la paz y a la reconciliación.

Sobre el tema, el FSLN sostiene que no puede haber paz sin bienestar, sin derecho a una vida mejor para las familias, como reiteró el pasado 24 de septiembre la coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo.

Evaluaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y del Programa Mundial de Alimentos, incluyen a Nicaragua entre el reducido número de Estados que logró cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio antes de 2015.

A juicio del ministro Paul Osquist, entre los hechos sobresalientes se hallan la reducción de la pobreza a través de políticas redistributivas y de soberanía alimentaria y la reactivación económica con aumento del empleo.

Incluyó igualmente el fortalecimiento de la seguridad ciudadana y la transformación de la matriz energética a fin de disminuir la dependencia de las exportaciones de hidrocarburos y aprovechar las fuentes nacionales de energías renovables, con saldo ambiental igualmente ventajoso.

En diálogo con Prensa Latina, el secretario privado del Poder Ciudadano para Políticas Nacionales también precisó que antes de comenzar la actual Administración en enero de 2007, el país llegó a registrar en 2005 un 48,3 por ciento de la población en estado de miseria.

Al cierre de 2009, ese porcentaje bajó a 42,5 y, aunque todavía resulta alto, estuvo asociado al descenso de la desnutrición crónica, señaló el experto.

Estadísticas de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas) ubican a Nicaragua entre los territorios de la región que más redujo la desigualdad en el período 2006-2009, con un descenso de 13,53 puntos porcentuales según cálculo del índice Gini.

La votación de noviembre colocará a más de tres millones de ciudadanos a decidir por la continuidad o la ruptura de un proyecto que al decir de Daniel Ortega, no llega a la campaña electoral con promesas, sino con el aval de lo cumplido.
Fuente:Argenpress

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