El titular de la corte suprema recorrió ex centros clandestinos de tucumán
“La tortura y el exterminio nos avergüenzan como argentinos”
Publicado el 30 de Septiembre de 2011
Por Ramiro Rearte
desde Tucumán
Ricardo Lorenzetti sostuvo que la justicia no está juzgando ideologías. Se asombró ante las fosas comunes y celdas de castigo.
El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, visitó el centro de exterminio que funcionó en la dictadura militar en el ex Arsenal Miguel de Azcuénaga, ubicado a pocos kilómetros hacia el norte de San Miguel de Tucumán. Por ese lugar pasaron 900 personas, de las cuales muy pocas salieron con vida, mientras el genocida Bussi estaba a cargo militarmente de la provincia.
El titular de la Corte no llegó solo al predio, estuvo acompañado por los dos jueces federales Daniel Bejas y Mario Racedo, encargados de llevar adelante la instrucción de las más de 600 causas por delitos de lesa humanidad que se tramitan en la provincia. Como así también del secretario de la Corte, Alfredo Jorge Kraut, con quien comparte la autoría de su último libro sobre Derechos Humanos.
Lorenzetti no pudo ocultar sus gestos de asombro ante lo que veía. Fosas comunes y celdas de 80 centímetros de ancho donde eran llevados los detenidos para su exterminio. Los encargados de explicarle al magistrado la sistematización del mal fueron los forenses, quienes se encontraban en plena excavación rescatando restos óseos.
“Estamos todos muy impresionados por los hallazgos que se han hecho en este lugar”, fueron sus primeras palabras al comenzar a hablar con los periodistas.
“Conforme nos han explicado, acá hubo un proceso de investigación muy intenso que permitió identificar que este lugar era un centro de exterminio. Es decir, que había diversos centros clandestinos de detención. O sea, para que nos entendamos: que el Estado puede perseguir legítimamente a alguien que está actuando en contra de la ley, se llame subversivo, terrorista, como quiera , pero lo que no puede es hacerlo clandestinamente, fuera del sistema judicial, y eso es lo que ha sucedido en esa época, por eso hablamos de centros clandestinos, porque no eran cárceles, sino lugares en donde había gente alojada, sin defensa, sin ningún tipo de control, en donde había torturas, etc. Entonces desde ahí eran traídas acá, para el exterminio”, explicó a Tiempo Argentino Lorenzetti, mientras señalaba la fosa común protegida del sol por un gazebo.
El presidente de la Corte Suprema rescató el trabajo de los jueces abocados a las causas por delitos de lesa humanidad. “Acá hay una fosa donde se quemaban cuerpos, además había documentación que se quemó. Luego del golpe, eso se trató de tapar y ocultar, pero gracias al trabajo de los expertos que nos han explicado realmente muy bien lo que hicieron, se ha podido reconstruir buena parte de lo sucedido. Acá hay restos humanos que están carbonizados, entonces es muy difícil la identificación de los mismos. Es más, se encontró material balístico, con lo cual no hay dudas de que en este lugar se exterminaba gente”, aseguró el juez.
Lorenzetti minimizó el escrache que sufrió por una agrupación de hijos y nietos de represores mientras presentaba su libro: “Lo que pasó los otros días fue algo menor. No creo que tenga entidad. Era un grupo de chicos jóvenes. Hijos que cuando el padre está condenado pueden sentirse mal. Yo no tengo las condenas en la Corte Suprema, son los jueces quienes los han condenado, y pueden estar disconformes. Yo creo que hay que entenderlos y ser tolerantes. Lo bueno es que la gran mayoría de los argentinos entiende lo que pasó. Y estas son pruebas irrefutables. Uno puede ser de derecha o de izquierda, pero el secuestro, la tortura y el exterminio ilegal son cosas que no se pueden hacer, cualquiera sea la ideología que uno tenga. Nosotros no estamos juzgando ideologías, ni nada que se les parezca. Esto es algo que nos avergüenza como argentinos. Que pase esto en nuestro país es algo que nos tiene que avergonzar, sean de izquierda o derecha”, terminó.
Antes de terminar con sus actividades en Tucumán, Lorenzetti visitó el llamado Pozo de Vargas, donde también se encontraron restos humanos. En el predio se reunió con familiares de desaparecidos durante la dictadura militar. En el momento en que Lorenzetti llegaba al Teatro Alberdi a recibir una mención por su trabajo en la investigación por delitos de lesa humanidad, a pocas cuadras el genocida Bussi ingresaba en un centro de cardiología privado porque había sufrido una descompensación.
Fuente:TiempoArgentino
Lorenzetti recorrió en Tucumán el centro clandestino de detención Arsenales y las excavaciones Pozo de Vargas
El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación estuvo acompañado por jueces y camaristas federales. Los detalles en el informe adjunto de la Justicia Federal de Tucumán
Lorenzetti recorrió en Tucumán el centro clandestino de detención Arsenales y las excavaciones Pozo de Vargas
El Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, recorrió este jueves en la provincia de Tucumán el centro clandestino de detención el ex Arsenal Miguel de Azcuénaga (unidad militar que se encuentra ubicada en las afueras de la ciudad de San Miguel de Tucumán) y las excavaciones Pozo de Vargas (donde personal de las fuerzas de seguridad habría arrojado cuerpos de personas detenidas).
Durante el recorrido, el titular del Máximo Tribunal estuvo acompañado por el secretario General y de Gestión de la Corte, Alfredo Kraut, por jueces y camaristas federales.
FuentedeOrigen:CIJ.gov.ar
Fuente:Agndh
Pozo de Vargas y ex Arsenal
El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación estará acompañado por jueces y camaristas federales para recorrer el Pozo de Vargas y en el ex Arsenal Miguel de Azcuénaga.
I.- La llamada causa Pozo de Vargas:
A manera de síntesis cabe señalar que la misma, se inicia el 13/2/02, mediante una denuncia que da cuenta que en esa localización, personal de las fuerzas de seguridad, habrían arrojado cuerpos de personas.
Hacia el mes de abril de 2002 comienzan tareas de prospección arqueológica y geofísica, comprobándose en primer término su existencia, tratándose de un antiguo pozo de agua, emplazado en una finca particular, localizada en la Av. Francisco de Aguirre al 4000 de esta ciudad y que antiguamente se empleara para el abastecimiento de las locomotoras a vapor que cumplían el trayecto San Miguel de Tucumán- Tafí Viejo.
A requerimiento del Juzgado n° 2 de Tucumán y con la colaboración de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNT, se organizó el Grupo Interdisciplinario de Arqueología y Antropología de Tucumán (GIAAT), cuerpo pericial que llevaría adelante las investigaciones en esa causa, sumándose también los peritos del Laboratorio de Bioarqueología Forense.
Para fines de noviembre de 2004, se obtuvieron las primeras evidencias de restos óseos humanos, planteándose como hipótesis que el piso técnico se encontraría a 40 metros de profundidad.
Hacia el mes de junio de 2006 al llegar a la profundidad de 20 mts.- aproximadamente se produjo el primer hallazgo de restos óseos humanos.
En el año 2010, entre el mes de enero y julio, el cuerpo de peritos, concreto 10 extracciones con restos óseos humanos y material asociado. En la actualidad, la profundidad de la excavación alcanza los 30 mts, continuándose con las tareas periciales y los rescates, tanto de restos óseos humanos, como de los llamados materiales asociados entre los que se encontraron prendas de vestir y objetos personales que las víctimas llevaban consigo, vainas de proyectiles, entre otros.
Actualmente continuando con el objeto principal del proceso y en forma paralela a los rescates de restos óseos, comenzó el desarrollo de una nueva etapa investigativa, consistente en la realización de los cotejos de ADN, siendo tales tareas confiadas al Equipo Argentino de Antropología Forense (E.A.A.F.).-
II.- CENTRO CLANDESTINO DE DETENCION EN EL ARSENAL MIGUEL DE AZCUENAGA
El “Arsenal Miguel de Azcuénaga” es una unidad militar que se encuentra ubicada en las afueras de la ciudad de San Miguel de Tucumán, sobre ruta nacional nº 9, en la que existió un centro clandestino de detención.
Según relatos concordantes, el centro clandestino referido habría comenzado a funcionar en los primeros meses del año 1976, y allí habrían sido alojadas personas secuestradas de sus domicilios o en la vía pública, muchas de las cuales habrían sido alojadas primeramente en otros centros clandestinos de la provincia, en forma previa a ser trasladadas al Arsenal.-
Los testimonios son coincidentes en que el Arsenal Miguel de Azcuénaga era un predio de aproximadamente 350 hectáreas que pertenecía originariamente a la Dirección de Fabricaciones Militares. Luego, dicho predio pasó a depender del Ejército donde se habría creado la “Compañía de Arsenales 5” (con funciones logísticas), la que habría ocupado geográficamente sólo 6 hectáreas y habría estado conformada por los depósitos y el edificio de la Jefatura. El resto del predio (terreno; barrio de oficiales y polvorines) habría pasado a defender de la V Brigada de Infantería.
Está demostrado que el acceso al centro clandestino se habría encontrado dispuesto a unos 2 Km. distante de la entrada principal de la unidad militar “Compañía de Arsenales 5”. Para su ingreso debía recorrerse una calle de tierra paralela a la ruta nacional Nº 9 (en dirección a Salta) y se accedía al campo clandestino a través de una tranquera. Dicho lugar estaba a cargo de la V Brigada de Infantería y custodiado por Gendarmería –Puesto de Guardia 1-.
Una vez transpuesta la tranquera por un camino de tierra se llegaba a la edificación donde habría funcionado el centro clandestino.
Dicha edificación estaba cercada por alambre tejido .La edificación estaba dividida en dos sectores (galpones) uno de los cuales, en su sector derecho, contaba con cuatro espacios que habrían funcionado como baños, cocina y lugar para la guardia. Ambos galpones habrían estado dividido en dos y a su vez cada una de las divisiones subdividida en boxes de material y madera, donde eran alojados los detenidos en un número cercano al de 30 o 40 simultáneamente, quienes iban rotando. Los “box”, “tabiques” o “celdas” habrían tenido una altura de aproximadamente 1,5 metros de lado y otro tanto de alto, y en cada uno de ellos habría sido ubicado uno de los/las detenidos/as, a quienes se le asignaba el número correspondiente a dicho “box”. En los cuatro ángulos del terreno cercado existían cuatro casillas prefabricadas que funcionaban como salas de interrogatorio y tortura.
El auto de procesamiento del Juez Federal n° 1 de Tucumán, concluyó que el centro clandestino que funcionó en el predio del Arsenal Miguel de Azcuénaga fue también un centro de detención emblemático y funcionalmente determinante en el cumplimiento del plan de represión puesto en marcha en la provincia de Tucumán, habiendo funcionado como destino final del circuito represivo, esto es como último eslabón de un circuito represivo constituido por todos los centros clandestinos que existieron en la provincia de Tucumán.
En tal sentido se constató en numerosos casos el traslado de víctimas desde diferentes centros clandestinos que habrían funcionado en la provincia (Jefatura de Policía, El Reformatorio, El Motel, Ex Ingenio Nueva Baviera, Base Militar de Santa Lucía, base militar que funcionó en Caspichango, EUDEF, Brigada de Investigaciones) hacia el centro clandestino que habría operado en el Arsenal Miguel de Azcuénaga.
En estos casos, luego de la reclusión de las víctimas en el centro clandestino que habría funcionado en Arsenales, no se constató prueba relativa a nuevos traslados, lo que asentaría la hipótesis de que en dicho centro, se habrían ejecutado decisiones finales.
TAREAS PERICIALES REALIZADAS
El día 31/03/2011, luego de varios años de investigación, en una de las zonas exploradas situada en la proximidad del Galpón Nº 9, lugar donde según, los elementos probatorios recabados, alojaban a los detenidos ilegítimamente, se hallaron restos óseos fragmentados, quemados y calcinados, asociados a madera quemada, cenizas y pedazos de carbón, sumado a restos de alambre, goma y evidencia balística consistente en vainas y proyectiles de diferentes calibres.
Actualmente, continuando con el curso de la investigación, se procedió al cotejo de ADN de las piezas óseas halladas a través del Equipo Argentino de Antropología Forense (E.A.A.F.) encontrándose pendiente aún su resultado.
Paralelamente se localizaron dos fosas, continuándose la exploración en búsqueda de otras más.-
Desde el día 23 de Septiembre del corriente año esta causa fue remitida al Juzgado Federal N° I de Tucumán, en razón de haberse hecho lugar al planteo de inhibitoria interpuesto por la querella.-
EL AUTO DE PROCESAMIENTO DE “ARSENALES”:
En el auto de procesamiento de fecha 27-12-10 se analizaron no solo los delitos de privación ilegítima de libertad, tortura, tortura seguida de muerte, violación de domicilio, homicidio, asociación ilícita, todo ello en el marco del delito internacional de genocidio, sino que se avanzó en la visibilización de los delitos de naturaleza sexual del que fueron víctimas mujeres detenidas.
Se afirma que hasta hace poco la práctica sistemática de violación a los derechos humanos de las mujeres se encontraba invisibilizada en el discurso y las sentencias de los operadores jurídicos. A partir de la jurisprudencia de los Tribunales Penales Internacionales para Ruanda y la Ex Yugoslavia y la sentencia de la Corte Interamericana de DDHH en el caso Gelman vs. Uruguay que ha considerado y aplicado el Juzgado Federal N° 1 de Tucumán, se ha avanzado en la visibilización de la violencia de género y los delitos sexuales, de los cuales fueron víctimas mujeres detenidas en los CCD, delitos estos que hasta recientemente en la jurisprudencia nacional eran considerados dentro de la figura de tormento. Este análisis jurídico permitió la tipificación de estos delitos de forma autónoma.
Además se consideró y en tal sentido fueron resueltas, todas las formas posibles de participación en la comisión de estos delitos (autoría material, participación primaria y secundaria, complicidad, instigación y autoría mediata) lo que permitió que se procesara como partícipes de los delitos de violación y abuso deshonesto a los altos mandos militares.
Se declaró en un avance jurisprudencial, que las mujeres detenidas en los CCD sufrieron violencia de género, ello en franco cumplimiento con las normas internacionales en la materia ratificadas por el estado argentino (Convenio de Ginebra, Convención de Belém Do Pará y Convención Internacional para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer - CEDAW) y las recomendaciones realizadas al Estado Argentino en la materia (Recomendación del Comité que monitorea el cumplimiento del Pacto internacional de derechos civiles y políticos y del Comité de la CEDAW).
FuentedeOrigen:CIJ.gov.ar
Fuente:Agndh
DERECHOS HUMANOS | REVISIÓN DE LOS '70
"No hay dudas de que este era un lugar de exterminio"
Viernes 30 de Septiembre de 2011
El presidente de la Corte Suprema de la Nación, Ricardo Lorenzetti, visitó el ex arsenal . El Equipo Argentino de Antropología Forense detalló los trabajos que realizan en el lugar. Hay restos óseos y balísticos
LA FOSA COMÚN. Una antropóloga forense le muestra a Lorenzetti el lugar donde, según la investigación, quemaban los cuerpos de los detenidos. LA GACETA / FOTOS DE ANALIA JARAMILLO
LA CASONA. Un experto muestra las marcas de lo que fueron las celdas.
Según los expedientes que obran en la Justicia Federal, hace 36 años, unas 900 personas fueron detenidas, torturadas y exterminadas durante el último gobierno de facto, en el predio de 350 hectáreas denominado Arsenal Miguel Azcuénaga.
Desde hace tres años, un grupo de 20 personas del Equipo Argentino de Antropología Forense trabaja para reconstruir parte de la historia de los detenidos-desaparecidos que pasaron por el ex arsenal y que, según la evidencia encontrada, fueron ejecutados y luego incinerados en fosas comunes por las fuerzas militares de la época. Es la primera vez que la Justicia Federal permite que la prensa acceda al lugar para conocer el trabajo que desarrollan los profesionales. El presidente de la Corte Suprema de la Nación, Ricardo Lorenzetti, encabezó la caminata junto a los jueces federales, Mario Racedo y Daniel Bejas.
Viaje al pasado
Los senderos de tierra se bifurcan en el predio a medida que el contingente avanza. La vegetación agreste se abre y la primera imagen que se ve es una vieja casona con techos de tejas, a dos aguas. A simple vista se asemeja a un establo. "Aquí funcionó uno de los centros de detención y una sala de tortura", le comenta Racedo al juez supremo de la Nación.
La caminata sigue y una enorme carpa blanca de unos 30 metros de largo sorprende a todos. Hay una retroexcavadora al costado. Debajo de la enorme lona hay una fosa del tamaño de una pileta de natación. Presenta varios niveles de excavación. La imagen habla por sí sola. Es el trabajo de los antropólogos. Selva Varela, una de las profesionales del grupo, hace las veces de vocera y explica: "lo que podemos ver acá es una estructura, una fosa, que se hizo en su momento para la quema de cuerpos. Encontramos muchos fragmentos óseos calcinados. También hallamos balas y vainas de la época, ganchos de biblioratos y restos de gomas. El color blanquecino del suelo nos dice que fue una fosa común de exterminio".
El grupo de visitantes regresa a la casona. Se observa desde afuera las marcas en la pared que dejaron los tabiques que separaban las celdas. "En este lugar se estima que alojaban a 40 personas", le explica Bejas al juez. El magistrado quiebra su silencio y afirma: "No hay duda alguna que este era un lugar de exterminio. Es lamentable que esto haya pasado en la Argentina. Estas investigaciones no sólo son importantes como materia probatoria para llevar adelante los juicios, sino también como modo de entender lo que nos pasó a los argentinos. Uno puede ser de derecha o de izquierda, pero el secuestro, la tortura y el exterminio son cosas que no se pueden hacer, cualquiera sea la ideología que uno tenga".
Al final, Lorenzetti se dirigió hacia el Pozo de Vargas. Allí, un grupo de Madres de Plaza de Mayo (Línea Fundadora) lo esperó para saludarlo afectuosamente. El magistrado realizó una inspección ocular y se retiró.
PODER JUDICIAL | VISITA DE RICARDO LORENZETTI
"Es mejor unificar, pero hay dificultades legales"
Jueves 29 de Septiembre de 2011
El titular de la Corte nacional afirmó que la agrupación de causas por delitos de lesa humanidad choca con impedimentos normativos. El presidente del alto tribunal ponderó que Argentina avanzó más que cualquier otro país en el juzgamiento de represores
El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, recorrerá dos lugares emblemáticos de la última dictadura militar: el Pozo de Vargas y la compañía de arsenales Miguel de Azcuénaga.
"Con la Cámara Federal de Apelaciones y con los jueces que llevan adelante las causas por delitos de lesa humanidad visitaremos centros clandestinos de exterminio y de detención: Pozo de Vargas y Arsenal", contó tras reunirse con los miembros de la Cámara Ricardo Sanjuan -presidente-, Raúl Mender -vicepresidente-, Ernesto Wayar y Marina Cossio -vocales-, y con los jueces federales Daniel Bejas y Mario Racedo (subrogante).
"Son dos sitios en los que el Poder Judicial y los servicios técnicos de medicina forense hicieron un enorme esfuerzo. Sobre todo en el Arsenal, de lo más importante que se descubrió en el país en cuanto a la cantidad, de posible hallazgo de cadáveres. Queremos ver cómo está, en qué condiciones se trabaja, cómo lograron mantenerlo y cómo mejorar la situación material de lo que se está haciendo allí", agregó.
En atención a las causas por delitos de lesa humanidad pendientes y al estado de salud de los principales imputados, LA GACETA le consultó sobre la posibilidad de atender el reclamo de los organismos de derechos humanos y agrupar causas. "Siempre sostuvimos que era mejor unificar; (pero) a veces hay dificultades legales. Estamos desarrollando estos procesos con la misma legislación que para cualquier tipo de proceso; no hay una ley especial para juicios de lesa humanidad, ni hay jueces especiales. A veces, la ley no permite unificar procesos; y si no lo permite la ley, el juez no lo puede hacer; en muchos centros encontramos esta dificultad", dijo.
Sin embargo, Lorenzetti prefirió mirar el vaso medio lleno. "Debemos ver lo positivo; la Argentina avanzó mucho más que cualquier otro país en este tema. Siempre habrá dificultades, las hubo en el pasado y se superaron; y las habrá en el futuro, y también se superarán. No es sencillo; pero es mejor tener dificultades en el estado de derecho que apartarse de este", sostuvo el juez supremo.
El martes, en la Universidad de Buenos Aires, Lorenzetti presentaba su libro "Derechos humanos: justicia y reparación" cuando una quincena de personas comenzó a insultarlo: "no se respetan los derechos humanos, mentiroso, hijo de p...". Los manifestantes mostraban remeras con la leyenda Hijos y Nietos de Presos Políticos. "Queremos hacernos oír; estos juicios son inconstitucionales; hay prisiones preventivas de nueve años y gente presa con 80 años de edad, sin prisión domiciliaria", dijo un vocero.
Ayer, el presidente del máximo tribunal minimizó el incidente que soportó. "No me pareció tan importante. En cambio, sí lo fue la presentación del libro y la institucionalización definitiva de los juicios de lesa humanidad. Crearemos una comisión interpoderes para educar. No estamos evaluando lo que pasó en la dictadura militar, solamente; queremos que una sociedad entienda que de un lado está el estado de derecho y del otro, la represión ilegal. Entonces, los que estaban ayer (por el martes) pueden disentir, y eso no molesta; pero hay que disentir sin que nadie los persiga, los secuestre, los torture", aseveró Lorenzetti.
Por otra parte, admitió que para mejorar la administración de Justicia se precisan cambios de fondo. "Para acelerar del todo los juicios hace falta cambiar la legislación y designar más jueces. Nos reunimos con los magistrados para trabajar en un mapa judicial y proponer la creación de más juzgados, porque no hay suficientes jueces para atender la enorme cantidad de causas. Por eso la Justicia es lenta, porque aunque uno se esfuerce, hay un límite; hay jueces que tienen 50.000 expedientes", sentenció.
FuentedeOrigen:LaGaceta
Fuente:Agndh
SOBREVIVIENTE DEL HORROR
“Escuché la voz de Bussi y después los disparos”
Publicado el: 30/09/2011
Luis Gallardo sobrevivió a las torturas que sufrió durante los dos meses del ’76 que estuvo secuestrado en el centro clandestino del ex Arsenal. En su testimonio a primerafuente, aseguró que una vez escuchó la voz de Bussi dando órdenes y luego resonaron los disparos. Tenía una carta para el presidente de la Corte en la que le pide que se “investigue en serio” en Tucumán, porque aún hay “cómplices” sueltos.
Con una carta en la mano destinada al máximo representante de la Justicia argentina, Luis Gallardo esperaba con paciencia a Ricardo Lorenzetti, quien recorría el predio del ex Arsenal Miguel de Azcuénaga, justo el lugar donde estuvo en cautiverio durante dos meses de 1976, después del sangriento golpe militar del 24 de marzo.
“Quiero que la Corte ordene que se profundice la investigación de estas causas en Tucumán, porque todavía hay “genocidas y cómplices” que están sueltos y algunos hasta cubren cargos en el Gobierno”, denunció.
En los años 70, Gallardo era secretario general de la Juventud Peronista de Tucumán y fue secuestrado por primera vez en 1975. “Me inculparon por la voladura del avión Hércules ocurrida en agosto de 1975”, señaló y dijo que en esa oportunidad estuvo en cautiverio en la Escuelita de Famaillá. “Una vez se me corrió la venda y vi un cuerpo colgado de los tobillos en la galería de la Escuelita. Después se supo que era una mujer”, recordó al citar que este testimonio quedó registrado en la Conadep.
Tras el golpe del ’76 volvieron a detenerlo llevándolo al ex Arsenal. Gallardo contó que fue en ese centro clandestino de detención, donde, con los ojos vendados, escuchó la voz del represor Antonio Domingo Bussi decir en actitud de orden “Póngalo ahí”, y después se escuchaban los disparos. “Esa noche, después de escuchar tantas torturas y la voz de este cobarde y asesino de Bussi, nos subían a dos camiones. En uno, llevaban a lugares donde nunca más volvían y en otro, nos llevaron maniatados y me tiraron en el Parque 9 de Julio
Gallardo también recordó que esta declaración la hizo primero en 1987 en la Justicia Federal de Tucumán, en calidad de denunciante y querellante, y luego en 1998 frente al juez español Baltazar Garzón, en una audiencia de la Real Audiencia Española.
FuentedeOrigen:PrimeraFuente
Fuente:Agndh
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