Opinión
El caso Ragone, entre el eco de los cerros
Publicado el 13 de Octubre de 2011
Por Emiliano Gareca Integrante de Abogados por la Justicia (AJUS).
En el día de ayer, luego de 35 años de impunidad, finalmente terminó en Salta el juicio oral por la desaparición del ex gobernador Miguel Ragone. Este no fue un juicio más dado que la condena de los responsables de tan cobarde crimen marcará un antes y un después en el pueblo salteño.
Esta tierra de grandes poetas y relatos épicos, desde donde se reclamó a la historia oficial el reconocimiento de la gesta de Martín Miguel de Güemes, es también, paradójicamente, la tierra donde la figura de Ragone y los hechos que rodeadon su gobierno, su vida y su muerte, intentaron ser ocultados o ignorados durante mucho tiempo. Por años, una parte de nuestra historia intentó ser borrada de los manuales escolares y los medios de comunicación porque incomodaba, porque aún hoy incomoda. De Ragone no se hablaba, “de eso no se habla”, nos decían.
Pero la lucha de los familiares y de los organismos de Derechos Humanos y la decisión política del gobierno de Kirchner abrieron las ventanas. Hoy los juicios que se desarrollan en todo el país son el viento que levanta el polvo acumulado sobre esos horrores del pasado, un pasado que es presente, que está acá frente a nosotros, en los rostros de los que piden justicia y en el vacío que dejaron los que ya no están.
Ragone fue un hombre justo, digno y valiente. Pero, por sobre todas las cosas, fue un hombre común al servicio del pueblo. Su obra y compromiso marcaron su muerte y también su vida, que debemos continuar nosotros.
En el día de ayer fueron condenados Carlos Alberto Mulhall, ex jefe del Ejército en Salta; Miguel Gentil, ex jefe de la Policía de Salta; Joaquín Guil, ex jefe de Seguridad de la Policía, y los policías Pedro J. Herrera y Raúl N. Herrera. Todos ellos fueron los dueños de la vida y la muerte en la provincia: ellos violaron y mataron, secuestraron y robaron, sin remordimientos. Sin embargo, no fueron los únicos: muchos cómplices civiles hoy se esconden entre los viñedos y las chacareras. Ya les tocará su turno.
Pero más importante aun que las condenas es saber que al volver a Salta voy a pisar las calles empedradas, miraré al horizonte y podré gritar con fuerza, entre el eco de los cerros, Miguel Ragone ¡PRESENTE! ¡Ahora y siempre!
Fuente:TiempoArgentino
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