8 de noviembre de 2011

EL JUEZ RAFECAS ORDENÓ LA DETENCIÓN DE QUINCE REPRESORES POR LA CAUSA DEL PRIMER CUERPO DE EJÉRCITO

EL JUEZ RAFECAS ORDENO LA DETENCION DE QUINCE REPRESORES POR LA CAUSA DEL PRIMER CUERPO DE EJERCITO
“Por deshumanización de las víctimas”
En el marco de la investigación por la represión ilegal en el centro clandestino conocido como Protobanco, la Justicia dispuso la detención de ex comisarios de la Bonaerense. Se identificaron 120 víctimas, de las cuales 30 siguen desaparecidas.
Por Irina Hauser

El juez Rafecas ordenó la prisión de los ex comisarios José Félix Madrid y Guillermo Horacio Ornstein.Imagen: Télam

En la zona que rodea el cruce del Camino de Cintura y la autopista Ricchieri había un conglomerado de centros clandestinos de detención que manejaba la Policía Bonaerense aún antes de la última dictadura. A uno de ellos, que funcionaba en 1974 con la Triple A, se lo conoce como Protobanco o Puente 12. Según una resolución del juez Daniel Rafecas, el salvajismo desplegado por sus responsables se evidenció en las “condiciones infrahumanas de existencia” a la que eran sometidas las personas allí detenidas y en la muerte de algunas de ellas en medio de sesiones de picana y golpizas. Por el secuestro y la aplicación de torturas a 120 víctimas, de las cuales unas 30 permanecen desaparecidas o fueron asesinadas, Rafecas ordenó la detención de 15 represores. Algunos ya estaban presos, pero varios aún estaban en libertad, igual que los que dispuso arrestar por crímenes cometidos en la Comisaría de Monte Grande.

Entre los nuevos detenidos figuran los ex comisarios de la bonaerense José Félix Madrid y Guillermo Horacio Ornstein y los suboficiales José Sánchez, Angel Salerno y Carlos Tarantino, alojados en el penal de Marcos Paz. El 5 de noviembre de 1975 desplegaron un operativo ilegal en Palermo donde mataron a María Teresa Barvich, de 22 años, molieron a golpes a una embarazada de siete meses, Noemí Moreno, y lo mismo hicieron con Norberto Rey hasta quebrarle las costillas y con Blanca Becher, hasta dejarla inconsciente, mientras que balearon a Washington Mogorodoy. Los cuatro fueron detenidos junto con Juan Carlos Mogorodoy y Griselda Lazarte y siguieron siendo torturados en la División Cuatrerismo de La Matanza, donde funcionaba Protobanco y aun alberga dependencias policiales. El jefe era el comisario Juan Modesto Carabajal, quien murió en 1977.

Protobanco –que luego sería El Banco– estaba enfrente de El Vesubio e integra la megainvestigación sobre todo lo ocurrido en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército. Empezó como una suerte de cueva ilegal de la policía donde operaba la banda de agentes de inteligencia liderada por Aníbal Gordon. De hecho, el pedido de detenciones abarca también a dos iconos de ese grupo: Eduardo Ruffo y Raúl Antonio Guglielminetti, ya condenados por los crímenes cometidos en Automotores Orletti. El juez Rafecas llama la atención en su resolución sobre la ferocidad con que actuaban en Protobanco los represores. Señala “condiciones infrahumanas de existencia constitutivas de tormentos, tales como la sujeción e inmovilización, la prohibición del habla, el tabicamiento, la privación de agua y alimento, la frecuente prohibición de ir al baño, la exposición a desnudez, la amenaza constante con ser torturados físicamente, interrogatorios y en casi todos los casos, la aplicación de picana eléctrica, submarino, o golpes; mecanismos que se encaminaban a obtener la despersonalización de las víctimas”.

Por lo menos tres detenidos murieron a causa de los tormentos, señala el juez. Uno de ellos, Jorge Marcelo Scelso, de 26 años, padre de dos niños, detenido el 6 de septiembre de 1976, falleció cinco días después de la tortura. Le habían perforado los pulmones, además de quebrarle las costillas. Murieron en circunstancias similares los hermanos Rubén Gerardo y Jorge Luis Salinas, alojados en Protobanco la primera semana de enero de 1977. Fueron sacados de allí durante algunas horas y al volver no pudieron sobreponerse. Fallecieron con una diferencia de media hora. Los guardias se llevaron los cuerpos.

El juez incluyó las historias de 20 víctimas que estuvieron recluidas en la comisaría de Monte Grande, donde entre 1976 y 1978 se usaron modalidades “equiparables al delito de torturas”. Por estos hechos fue detenido el ex comisario Guillermo Néstor Díaz, jefe de la seccional donde “las víctimas fueron sometidas a un régimen brutal de inanición, en absoluta oscuridad, abstraídos del conocimiento de sus familiares y sin poder mantener contacto con el exterior y con la amenaza de la tortura o de la desaparición”. También fueron responsabilizados los ex suboficiales de la Bonaerense Nildo Delgado, Daniel Mancuso, Alberto Faustino Bulacio y Jorge Gauna.

Por aquella comisaría pasaron tres funcionarios del gobierno bonaerense: Ramón Miralles, Pedro Goin y Alberto Liberman. En el mismo grupo estuvo Juan Ramón Nazar, director de La Opinión, de Trenque Lauquen. Otro grupo, conformado por Jorge Watts, Faustino Fernández, Darío Machado y Ricardo Wejchenberg, llegó allí después de haber estado en El Vesubio.
Fuente:Pagina12

Martes, 08 de noviembre de 2011
Causa Primer Cuerpo de Ejército: el juez Rafecas ordenó la detención de otros 15 acusados
Entre los detenidos se encuentran el ex comisario Miguel Etchecolatz y el ex agente de inteligencia Raúl Guglielminetti. Se investigan delitos de lesa humanidad cometidos en perjuicio de 120 víctimas, en el centro clandestino de detención “Protobanco”

El Juez Federal Daniel Rafecas, en el marco de la megacausa que investiga la actuación del I Cuerpo de Ejército, ordenó la detención de otros 15 represores, a quienes responsabilizó por el secuestro y aplicación de torturas a 120 víctimas de las cuales unas 30 están desparecidas o fueron asesinadas en el centro clandestino de detención y tortura “Puente 12” o “Protobanco”, en Camino de Cintura y Richieri (enfrente del centro clandestino “Vesubio”), que funcionó desde el año 1974 y hasta el año 1977.

Entre las personas detenidas por el Juez Rafecas, se encuentran los ex Comisarios de la Policía Bonaerense José Félix Madrid y Guillermo Horacio Ornstein, y los suboficiales José Sánchez, Ángel Salerno y Carlos Tarantino (todos ellos alojados en la cárcel de Marcos Paz del S.P.F.), quienes fueron responsabilizados por llevar a cabo un operativo ilegal en una casa del barrio de Palermo, el 5 de noviembre de 1975, en el marco del cual fue asesinada María Teresa Barvich, de 24 años y fueron brutalmente secuestrados Noemí Moreno -embarazada de siete meses-, Norberto Rey, los hermanos Washington y Juan Carlos Mogorodoy, Blanca Becher y Griselda Lazarte, y conducidos a “Protobanco” donde fueron sometidos a torturas.

El Juez también dispuso la detención e indagatoria de Eduardo Alfredo Ruffo y Raúl Antonio Guglielminetti, ambos ya condenados en el marco de esta megacausa por su actuación en el centro clandestino de detención “Automotores Orletti”; ya que en “Protobanco” actuaba también la banda del fallecido Aníbal Gordon.

También el Juez dispuso la detención de Hugo Idelbrando Pascarelli, Federico Antonio Minicucci y Faustino José Svencionis; el primero como Jefe de Área y los dos últimos como responsables militares en la zona, así como del ya condenado Miguel Osvaldo Etchecolatz, todos como autores mediatos de estos sucesos.

En el centro clandestino “Protobanco” que comenzó a funcionar en el año 1975 y perduró hasta febrero 1977 –y que funcionó en el mismo lugar en el cual luego se asentara el centro clandestino “Banco”– se sometió a las víctimas a condiciones infrahumanas equiparables a torturas, tales como la sujeción e inmovilización, la prohibición del habla, el tabicamiento, la privación de agua y alimento, la frecuente prohibición de ir al baño, la exposición en desnudez, la amenaza constante con ser torturado físicamente, interrogatorios y en casi todos los casos, la aplicación de picana eléctrica, submarino, o golpes; mecanismos que se encaminaban a obtener la despersonalización de las víctimas.

Las salvajes torturas aplicadas a las víctimas se hicieron visibles en la muerte de al menos tres de ellas, producidas por tormentos; al respecto Jorge Marcelo Scelso, de 26 años de edad y padre de dos niños, fue detenido el 6 de septiembre de 1976, y fue torturado de tal manera que cinco días después encontró su muerte; los testigos relataron que los golpes y la quebradura de costillas y posible perforación de los pulmones, fue lo que ocasionó que Scelso tuviera dificultades para respirar y que finalmente muriera en la soledad de su calabozo, oportunidad en la cual su cuerpo fue sacado de allí pasando a ser un desaparecido.

También siguieron el mismo destino los hermanos Rubén Gerardo y Jorge Luis Salinas, quienes fueron alojados en “Protobanco” durante la primera semana de enero de 1977 y quienes -según recordaron los testigos- fueron sacados del centro clandestino, para volver luego de unas siete horas en un estado de deterioro del cual no se pudieron recuperar, produciéndose la muerte primero de uno, y luego de media hora, del otro; también en este caso los guardias se llevaron los cuerpos.
Fuente:CIJ.gov.ar                                                            

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