17 de enero de 2012

El combate contra los monopolios y la concentración económica-Mempo Giardinelli, defensor de las leyes contra todos los monopolios.

El combate contra los monopolios y la concentración económica
El gobierno denunció a petroleras por “cartelización” en el gasoil
Publicado el 17 de Enero de 2012
Por Mariano Beristain
El ministro Julio De Vido y el vicepresidente Amado Boudou anunciaron que hicieron una presentación en Defensa de la Competencia contra las firmas por ponerse de acuerdo para cobrarle el combustible más caro a las transportistas.

El gobierno denunció formalmente a las principales petroleras que operan en el país por “abuso de posición dominante” y “cartelización” en la comercialización del gasoil que le venden a las empresas de transporte de pasajeros y de carga de distintos puntos geográficos del país. Ayer, en una conferencia de prensa, la columna vertebral del Poder Ejecutivo, encabezadas por el vicepresidente, Amado Boudou; el ministro de Planificación, Julio De Vido; el ministro de Economía, Hernán Lorenzino; y el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, hicieron pública la presentación que ingresaron el 11 de enero en la Comisión de Defensa de la Competencia para que inice una investigación que confirme o rectifique la presunción oficial. A su vez, el Ejecutivo recogió el guante a partir de la información que remitieron las ocho principales cámaras de transporte de pasajeros y de carga de todo el país; la Cámara de Empresarios de Larga Distancia (CELADI), la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), y la Cámara de Transporte de la provincia de Buenos Aires. También aportaron datos relevantes para sustentar la denuncia la Asociación Civil de Transporte Automotor (ACTA), la Cámara Empresaria del Autotransporte de Pasajeros (CEA), la Federación Argentina de Transporte Automotor de Pasajeros y la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Carga (FADEEAC). Los transportistas se quejaron de que pagan el precio del gasoil más caro que las estaciones de servicio, a pesar de que compran el combustible en condición de mayoristas. Los transportistas, de acuerdo a las declaraciones de Schiavi, pagan en promedio un 8,4% más que un estacionero pero este porcentaje puede alcanzar el
30 por ciento. Por ejemplo, en algunos puntos del área metropolitana, el precio mayorista o a granel es de $ 5,06 y a unas cuadras una estación de servicio paga por el mismo litro $ 4,30. El impacto del sobreprecio en el costo final de los productos o del boleto es importante si se toma en consideración que la Argentina tiene un parque de 38.684 colectivos, que transportan 400 millones de pasajeros por mes y consumen 115 millones de litros de gasoil en ese lapso. En el caso del transporte de carga también se verifica un fenómeno similar o peor, pues existen alrededor de 430 mil camiones que consumen 600 millones mensuales de gasoil. Alrededor del 85% de la carga que se comercializa en el país se transporta por vía terrestre.
Según De Vido, la maniobra de las petroleras habría generado un perjuicio económico a los transportistas cercano a los $ 3500 millones anuales que, por supuesto, luego trasladan directa o indirectamente al consumidor final.
Durante la conferencia que tuvo lugar en el microcine del Ministerio de Economía, De Vido explicó que el Estado apunta a “combatir y terminar con los monopolios y los grupos de poder que distorsionan las variables de mercado, como se hizo con la Ley de Comunicación Audiovisual”.
En el mismo sentido se pronunció Boudou, quien tuvo a su cargo la interpretación política de la medida, al afirmar que “no vamos a permitir que algún sector económico quiera llevarse por delante al pueblo argentino, porque ya sabemos lo que pasa, en Argentina hubo una época en la cual se perdieron 25% de los puestos de trabajo, y este proyecto político no lo va a permitir”. Además, el vicepresidente prometió que “este gobierno siempre va a estar del lado de las mayorías, enfrentando a los monopolios”. Por su parte, la petrolera Shell fue la única que rechazó públicamente las denuncias por presuntos sobreprecios en la venta de gasoil a granel. “Shell vende aproximadamente el 20% de la totalidad de su venta de gasoil en la modalidad directa a granel” y “el 95% de las ventas directas a granel de gasoil de Shell tienen por planta de despacho de origen nuestra refinería sita en Dock Sud, partido de Avellaneda, provincia de Buenos Aires”, puntualizó. “Me parece muy bien la decisión. Lo venimos hablando hace bastante tiempo.Hay una gran diferencia entre el costo del granel. El que compra mayormente paga un precio superior al precio surtidor, sino que en el propio surtidor”, confirmó a CN 23, Luis Morales, titular de FADEEAC.
Ahora, la pelota queda en manos de la Comisión de Defensa de la Competencia, que está en el área del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que deberá abrir una investigación para confirmar si las petroleras violan los artículos 1 y 2 de la Ley Antimonopolio (25.156). A partir de ahora empieza un largo proceso administrativo que muy probablemente (en el caso, por supuesto, que se confirme la violación de la norma) las petroleras lleven al estrado judicial. Sin embargo, lo importante es que este tipo de maniobras tomen estado público y el Estado ponga límites a los abusos, y que en el caso de confirmarse aplique ulteriormente sanciones económicas a los que causaron el daño.
Fuente:TiempoArgentino

Acaba de lanzar sus Cartas a Cristina
Mempo Giardinelli, defensor de las leyes contra todos los monopolios
Publicado el 17 de Enero de 2012
En una entrevista concedida a la revista digital La Tecl@ Eñe, el narrador y ensayista chaqueño sostuvo que la ley que declara de interés público el papel para prensa es una continuación de la Ley de Medios, a la que brindó su apoyo.

Mempo Giardinelli se ha manifestado siempre dispuesto a intervenir en los debates públicos. Incluso en tiempos hostiles para la reflexión y el intercambio de ideas, como fueron los años ’90. En 1996, el narrador chaqueño creó la fundación que lleva su nombre y, desde allí, se propuso estimular el vínculo con el libro y la investigación sobre la pedagogía de la lectura. Si en los años del neoliberalismo, Giardinelli se mostró tan inquieto, es inevitable que en una época como la actual, el autor de El país y sus intelectuales mantenga una permanente actividad productiva que, recientemente, cristalizó en su libro Cartas a Cristina.
Conrado Yasenza, director de la muy interesante revista digital de cultura y política, La Tecl@ Eñe, dialogó con Giardinelli sobre su reciente libro al tiempo que adelantó el próximo estreno de su primera película, que acaba de filmar. La entrevista repasó temas diversos que van desde el rol de los intelectuales y la antigua polémica respecto a la denominada “literatura comprometida”, hasta la ley que declara de interés público el papel para la prensa.
En relación a la utilización del género epistolar para su último escrito político, Giardinelli explicó: “Pienso que si un texto tiene fluidez y sinceridad, el género epistolar es tan bueno como cualquier otro. Yo quise lograr que la presidenta escuchara una voz diferente, amistosa pero no incondicional, y me pareció que las cartas podían ser un modo de acercamiento, sabiendo además que ella me ha leído en algunas otras ocasiones. Como digo en el libro, sólo quise que ella entendiera, y aceptara, que mis cartas no buscaban nada en particular. En un país en el que cuando la gente se acerca al poder es para pedir algo, yo no le pido nada. En todo caso ofrezco: ideas chiquitas, nada del otro mundo. Pero que en una de esas podrían ser útiles.”
Respecto a su debut en la pantalla grande con un film basado en la adaptación de su novela El décimo infierno, contó: “Compartí el guión y la dirección con un joven cineasta colombiano, Juan Pablo Méndez, y fue una experiencia maravillosa. El estreno será en marzo próximo en el Festival Pantalla Pinamar.”
En cuanto al tema de la función del intelectual, el autor de Estación Coghlan y otros cuentos, sostuvo: “Me parece que no importa tanto definir la función de los intelectuales, como atender a su producción. Que hoy en la Argentina es una producción vasta, amplia y con una repercusión como nunca antes tuvo. Hay algo de moda en esto, sin dudas, y eso en mi opinión demerita las cosas, pero de todos modos me parece mejor que se escuche a los intelectuales y no que se los degrade como fue también moda argentina y por muchos años...”
En torno a la cuestión también polémica de la llamada “literatura comprometida” sentó posición: “Muchos autores ‘comprometidos’ escribieron basuras, de igual modo que muchas malas personas pudieron estar muy comprometidas con determinadas nobles causas y eso no significó nada. La literatura se rige y se mide por otros parámetros: estéticos, experimentales, filosóficos, significantes y/o de entretenimiento en el sentido cervantino. Por lo tanto, es claro que es posible separar literatura de política, y además lo considero aconsejable, pero eso no impide que la buena literatura, la mejor literatura, casi siempre prefigura el devenir de los pueblos.”
Para el final, se explayó sobre la ley de papel declarado como bien de uso público: “Completamente favorable. La veo como una continuidad de la Ley de Medios, que también apoyé, porque estoy en contra de todo monopolio.”
Fuente:TiempoArgentino

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