14 de febrero de 2012

ENTREVISTA CON CRISTINA WARGON.

"En Córdoba, los amigos ven luz y suben"
Cristina Wargon es periodista, escritora, actriz, humorista y bien cordobesa, pese a que vive en Buenos Aires desde hace más de dos décadas.
14/02/2012
por Héctor Brondo
Raíces. Cristina extraña de Córdoba a sus amigos. Acá, “no se anuncian ni tocan timbre”, dice. En Buenos Aires, primero se consulta la agenda (LaVoz).
El horno no estaba para bollos. No obstante, ser consciente de esa realidad decidió asumir el riesgo de amasar y compartir con los lectores del Tiempo de Córdoba los gratinados que resultaran de esa experiencia periodística. En ese medio gráfico, que nació como semanario en 1977 y revolucionara a la prensa comarcal con su moderno sistema de producción e impresión, con el offset como gran protagonista, tenía a su cargo la sección Carta a un amigo . En eso estaba Cristina Wargon cuando le propusieron hacer entrevistas. Ella aceptó gustosa.

Precalentó reporteando a políticos que se mantenían a flote en la vastedad turbulenta de la dictadura. Cuando sintió que su temple estaba a punto, discó el número de teléfono del Tercer Cuerpo de Ejército y pidió por el jefe máximo de esa repartición castrense: el general Luciano Benjamín Menéndez.

Este comandante ejercía, entonces, el control operativo de las Fuerzas Armadas y de Seguridad en la jurisdicción que comprendía a Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, San Luis, Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Salta y Jujuy. Era responsable, por lo tanto, de todos los centros clandestinos de detención que funcionaban en la región, entre ellos La Perla (a la vera del camino a Villa Carlos Paz), donde –como demostraría luego la Justicia–, supervisaba y dirigía personalmente torturas y fusilamientos. “Al principio me dijo que le hiciera llegar un cuestionario por escrito, pero al final me citó a su casa”, cuenta.

–¿Qué lo hizo cambiar de opinión?
–Le dije que no quería pensar que no se animaba a hablar, cara a cara, con una mujer. Me respondió que no le tenía miedo a nada ni a nadie y me invitó a ir a su casa.

Recuerda que unos colegas que iban a cubrir, ese día, un partido de fútbol, la llevaron en un remise desde la redacción del diario (en avenida General Paz al 400) hasta el domicilio del militar, en calle Ilolay 3269, de Barrio Bajo Palermo.

“El fotógrafo sacó unas cuantas fotos para ilustrar la nota y me dejó sola con Menéndez...”, apunta y hace una pausa de silencio en el relato.

La entrevista se publicó el domingo siguiente y tuvo repercusión nacional. Durante la charla, no se privó de preguntarle al represor en el poder sobre los desaparecidos, los presos políticos y otros asuntos amordazados y encerrados bajo siete llaves en ese momento histórico. “Cuando salí a la calle y empecé a repasar lo que me había dicho Menéndez un rato antes, sentí que se me aflojaban las piernas y temí que me pasara algo. Por un momento, pensé que me harían un favor si no publicaban la entrevista, pero no tuve suerte”, señala con la voz carraspeada y el humor ingenioso que la caracterizan.

Solidaridad con las víctimas
Poco después de que Jorge Rafael Videla considerara que “la desaparición de algunas personas” era “una consecuencia no deseada de la guerra contra la subversión” y meses antes de la visita a la Argentina de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Wargon firmó una solicitada junto a María Elena Walsh, Aída Bortnik y otros 12 “intocables” (como les llama), solidarizándose con los familiares de las víctimas del terrorismo de Estado.

“Se sabe de qué lado estoy. No tengo que rendir examen”, cierra un tramo de la conversación en el que hablamos sobre cuestiones relativas a la ideología política.

Cristina Wargon es licenciada en Letras Modernas en la Universidad Nacional de Córdoba. Se inició como periodista en el Tiempo de Córdoba y colaboró con La Voz del Interior y el diario La Calle . Junto a la dibujante Marlene Pohle, realizó para la revista Hortensia la tira Y por casa, ¿cómo andamos? Pohle reside desde 1992 en Stuttgart, Alemania. Actualmente preside la Federación de organizaciones de Dibujantes de Humor de Europa.

Wargon, además, hizo en Radio Universidad y en Nacional un clásico del dial: Chocolate por la noticia . También condujo Café doble , en LV3 (hoy Cadena3) y Otros tiempos , en Canal 12 . Por este programa ganó un Martín Fierro a la mejor conducción del interior.

A principios de los ‘90, la concentración económica en el sector de los medios de comunicación, la penetración de grupos extranjeros y la retirada del Estado de la actividad, llevaron a que muchos diarios bajaran las persianas y el periodismo tradicional cediera terreno a las telenovelas y a los programas de entretenimiento y chimentos de la farándula. En los albores de esa década, Wargon se mudó a Buenos Aires “por unos meses”, pero no volvió a trabajar a Córdoba desde entonces.

Ni bien desembarcó en la Capital Federal, Andrés Cascioli la reclutó para Humor , la emblemática revista que inició su andadura en 1978, en la época más dura de la última dictadura. Dejó de publicarse a fines de 1999, el año de la mayor retracción económica del decenio.

En la actualidad, acompaña a Samuel Gelblung en la mañana de Radio Mitre y tiene una columna en diario Veloz , que dirige “Chiche”.


–¿Extraña Córdoba?
–Sí, claro. Extraño mucho a mis amigos. En Córdoba, los amigos no se anuncian ni tocan timbre. Simplemente llegan y entran sin llamar. Ven luz y suben. Acá eso no existe. Vivimos pendientes de la agenda. ¡Es un horror!
Fuente:LaVoz

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