20 de febrero de 2012

La Balandra, nueva revista cultural.

19.02.2012 
La Balandra, nueva revista cultural
Una revista para lectores curiosos sobre el trabajo de los escritores
Alejandra Laurencich, directora de la publicación, cuenta de qué se trata esta revista cuyas páginas reunen desde consejos para que escritores jóvenes aprendan a tratar con las editoriales, hasta borradores de autores consagrados.
Por: Ivana Romero
Abrir la revista La Balandra (otra narrativa) es como recibir una bocanada de aire fresco en medio del sopor del verano. Más bien, un aire salitroso, que se respira en esa zona del mar donde las olas ya no tienen el deber de entretener a los bañistas. Nada tan raro si se tiene en cuenta que el nombre remite a una embarcación pequeña, de vela, de un solo palo. Un barquito que se sumerge en el agua inmensa. “Bueno, la escritura no es un mundo plácido trazado de antemano sino un oficio inquietante que se construye sobre algunas certezas y mucho trabajo, donde cada quien encuentra sus propias respuestas”, reflexiona Alejandra Laurencich, directora de esta revista que acaba de publicar su segundo número.

La propuesta, cuenta Laurencich (que además es escritora, guionista y coordinadora de talleres literarios) surgió hace un año, con la idea de “investigar el oficio de la escritura por dentro”. Es decir, divulgar autores noveles, y consagrados de otras latitudes que por alguna razón cayeron en el olvido. También, brindar herramientas “para conocer todo aquello que hace al mundo del escritor además de un texto terminado”. En ese marco, la propuesta es mostrar la tarea específica de editores, libreros, traductores, lectores e instituciones literarias. “Hay interrogantes comunes que atraviesan a toda persona que empieza a interesarse por la escritura, desde preguntarse si un escritor nace o se hace hasta indagar cómo es el proceso de corrección de un texto. Desde la revista buscamos que esos interrogantes tengan respuestas posibles de distintos escritores teniendo en cuenta que frente a las mismas dudas, cada quien puede aportar una mirada particular, complementaria de las otras.”

En este número se incluye un dossier a partir de la pregunta ¿Es necesario corregir un texto? Allí escriben, entre otros, Liliana Heker, Pedro Mairal, Ana María Shua y Luis Mey. También, Angel Berlanga entrevista a Mempo Giardinelli, que habla de sus comienzos literarios y muestra los borradores de su cuento “El paseo de Andrés López” hasta llegar a la versión final. Uno de los aciertos de La Balandra radica, justamente, en el espacio que le brinda a los work in progress. Además, diez editoriales independientes les cuentan a los interesados en publicar qué cosas les conviene hacer y cuáles, definitivamente, no (es una delicadeza incluir las páginas web de cada editorial e inclusive los mails de los editores). También se reserva una sección para la traducción, donde Sergio Waisman habla de su doble tarea como escritor y traductor. Hernán Ronsino cuenta su trayectoria como lector y el modo en que esas lecturas lo definieron como escritor. Y también se publica un dossier de narrativa mexicana.

“En general se habla mucho de los escritores consagrados pero no del proceso por el cual llegaron hasta ahí, como si sentarse a escribir fuera una orden divina tras la cual vienen los editores a pelearse por tu libro y finalmente te hacés millonarios. Bueno, es necesario mostrar el revés de la trama”, señala Laurencich. A su modo, La Balandra se encarga de interpelar esos mitos que circulan en talleres, conferencias, pasillos donde se encuentran aquellas personas deseosas por escribir. A cambio, ofrece un panorama complejo, cambiante, más cercano a la realidad de un oficio que requiere acostumbrarse a la perplejidad, perseverar y conocer el mapa antes de perderse en los misterios de la creación.


Para seguir leyendo
En la Web. Los lugares de distribución de la revista y las condiciones para enviar colaboraciones y cuentos se pueden consultar en .
Fuente:TiempoArgentino

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