El alegato acusatorio de las Abuelas de Plaza de Mayo en el juicio por el robo de bebés nacidos en cautiverio reflotó hoy un emotivo episodio sucedido en el centro clandestino que funcionó en la ESMA.

Recuerdos con olor a mandarina
27 de marzo de 2012
El alegato acusatorio de las Abuelas de Plaza de Mayo en el juicio por el robo de bebés nacidos en cautiverio reflotó hoy un emotivo episodio sucedido en el centro clandestino que funcionó en la ESMA, cuando detenidas y detenidos ilegales pasaron de mano en mano decenas de mandarinas para alimentar a las chicas embarazadas que se encontraban en un sector especial antes de dar a luz.

El tramo de acusaciones a los represores de la ESMA Jorge "El Tigre" Acosta, Antonio Vañek y el médico Jorge Magnacco, estuvo a cargo del abogado de las Abuelas, Agustín Chit, quien recordó el episodio que conmovió a la sala, colmada en su mayoría por hijos de desaparecidos, algunos de los cuales nacieron en la maternidad clandestina.

Al respecto recordó los dichos de la sobreviviente Silvia Labayrú, quien al declarar en el juicio recordó que las embarazadas, entre las que se encontraba, recibían "esporádicamente un sachet de leche", mientras que la testigo Sara Solarz de Osatinsky se refirió a esta situación recordando a María Hilda Pérez de Donda, la madre de la diputada Victoria Donda.

"A las embarazadas... cuando yo llegué -citó Labayrú- les empezaron a traer un guiso en un plato y alguna fruta. Era diferente al trato que recibíamos nosotros, también el mate cocido... pero siempre había una fruta".

Puntualmente, otra de las sobrevivientes, Ana María Marti, refirió que en una oportunidad "nos dieron una mandarina y ese día yo me enteré que estaban las embarazadas ahí en ese rincón, porque las embarazadas estaban a mi derecha".

"Para comer -rememoró- nos teníamos que sentar. Ahí me cae una mandarina y una voz de mujer que nunca supe quién era, y me susurra pasala para las embarazadas me empezaron a caer una tras otra las mandarinas o sea que toda la capucha (denominación con que se conocía el lugar de cautiverio de la ESMA) sabía que había embarazadas ahí"

Para concluir citó que "se ve que fueron tantas las mandarinas, que al otro día las mandarinas pasaban de derecha a izquierda porque las embarazadas no las podían comer todas".

Osatinsky recordó por su parte a "Cori" Hilda Pérez de Donda, "que me dio una mandarina, una vez que estaba sin la capucha, levantada, y me la dio porque quiso compartir la mandarina que le habían dado".

La testigo Milia fue coincidente y relató que la alimentación sólo se diferenciaba en una fruta más para las embarazadas.

El episodio también dio cuenta del número de mujeres embarazadas que desfilaron por la ESMA, donde se había acondicionado una sala especial en la que se les hacía creer que luego del parto las criaturas eran entregadas a sus familiares, dotadas de un lujoso ajuar.
Fuente:Telam

Abuelas finaliza su alegato por el plan sistemático
Durante la segunda jornada de alegato en el juicio por el robo de bebés durante la última dictadura militar, el abogado de Abuelas de Plaza de Mayo, Alan Iud, denunció que las detenidas-desaparecidas embarazadas que pasaron por el centro clandestino de detención El Vesubio eran trasladadas para dar a luz a Campo de Mayo, y sus hijos entregados al Movimiento Familiar Cristiano. Iud sostuvo que las "adopciones" que otorgaba esa organización cristiana servían para "blanquear" los nacimientos en los centros clandestinos y apuntó que sus madres "no estaban exentas del trato cruel de los otros cautivos".

"Por lo menos hay dos casos de prisioneras que fueron llevadas a parir a Campo de Mayo, donde eran custodiadas por monjas, y luego sus bebés entregados al Movimiento Familiar Cristiano", sostuvo el abogado de Abuelas y destacó que aquellas detenidas sufrían "el tormento adicional de desconocer cuál sería el destino de sus hijos, y ello les causaba mayor angustia y desesperación".

Ayer, inició la parte final del juicio por el plan sistemático de robo de bebes que tiene en el banquillo de los acusados a los dictadores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Benito Bignone; el exgeneral Santiago Omar Riveros, el exalmirante Antonio Vañek, el excapitán de la Marina Jorge "Tigre" Acosta, el exprefecto Jorge Azic, el exmarino Rubén Franco y el exmédico del hospital Naval Jorge Magnacco.
Fuente:Pagina12

28.03.2012
Robo de bebés: pedirán penas de hasta 50 años
Hoy concluyen los alegatos y la querella de Abuelas de Plaza de Mayo iniciará el pedido de penas por el Plan Sistemático de robo de bebés En diálogo con Radio América, el abogado de la asociación, Alan Iud, detalló el procedimiento. La complicidad de la Iglesia.

Hoy concluirán los alegatos por el Plan Sistemático de robo de bebés, en el que la querella de Abuelas de Plaza de Mayo llevará a cabo el pedido de penas, que podrían llegar hasta los 50 años de prisión. En los alegatos del martes, Abuelas hizo hincapié en la complicidad de la Iglesia y la Justicia en las apropiaciones de niños.

“En distintos centros clandestinos de detención que dependían de distintas fuerzas había un funcionamiento similar y eso demuestra que había un funcionamiento orgánico pensado desde la cúspide y que no se les dejaba a los subalternos”, explicó esta mañana el abogado de la asociación, Alan Iud, en diálogo con Radio América.

En ese sentido, puso como ejemplo lo sucedido en la ESMA, donde se les pedía a las mujeres que dan a luz que escribieran una carta que iba a ser entregada a sus familias con los bebés. “Además de robarse a los niños, querían generar el engaño, vaya a saber con qué intención. Esto demuestra una premeditación”, insistió Iud.

Iud remarcó que “la Justicia nunca reconoció que fue un plan sistemático”, e incluso dijo que “cuando las Abuelas iban con las carpetas de sus hijos desaparecidos a hablar con las juezas de menores”, éstas “las sacaban a los gritos”. Sin embargo, aclaró que “la sociedad lo aceptó, y el ejecutivo y legislativo llevaron a cabo distintas acciones para reparar esto”.

En relación con el papel de la Iglesia, el abogado dijo que “la complicidad aparece por todos lados”, y agregó: “El movimiento familiar cristiano intervino entregando niños. Hay dos casos. Ni hablar de Von Wernick. La jerarquía tenía información sobre lo que sucedía con los desaparecidos y nunca hicieron nada”.

“Hoy vamos a hacer la calificación legal de los hechos. Esto es en qué delitos concretamente pedimos que se los condene. Y explicaremos por qué Videla dio las órdenes para que esto se haga y tiene que responder por eso”, concluyó Iud.
Fuente:InfoNews