2012-03-25
“La cultura nos permite tener un acercamiento para entender el horror”, afirma el promotor argentino.
Con la frase “el Che te quiere ver” fue invitado a combatir en Bolivia.
"El Che te quiere ver". Con esta frase fue invitado a combatir en la guerrilla boliviana con Ernesto Guevara. Era secretario general del Sindicato de Periodistas de Argentina. Le dijeron que lo buscaría la guerrillera Tania para llevarlo a la ciudad de Camiri, Bolivia.
Cuando llegaron, el Che estaba de viaje, por lo que se concertó una nueva entrevista en la ciudad de Tarija. Años más tarde se enteró que este encuentro tampoco se realizó porque el ejército había descubierto la guerrilla en Bolivia.
En 1975 fue detenido por militares argentinos. Pasó los siguientes ocho años en cárceles clandestinas de ese país, como Villa Devoto, Caseros, La Plata, Sierra Chica y Rawson. Lo liberaron en 1983, un mes antes de las elecciones presidenciales en las que triunfó Raúl Alfonsín. Decidió venir a México porque aquí vivía su mujer.
Hoy dirige el Centro Cultural Haroldo Conti, ubicado en lo que fue la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA), la mayor cárcel clandestina de Argentina en la época de la última dictadura militar (1976-1983). De visita en México, dio una plática sobre política, memoria y cultura en el Centro Académico de la Memoria de Nuestra América (CAMeNA) de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
En entrevista con MILENIO, Eduardo Jozami dice que la relación entre la cultura y la memoria es necesaria, ineludible. Lo que habría que preguntarse es por qué en el mundo se ha discutido y hasta se ha cuestionado esta relación. “El debate más clásico se dio en torno al holocausto. A partir de eso se elaboró esta idea de que ese era un episodio tan horroroso, tan inefable que se generó una actitud de cierta sacralización frente a este hecho. Teodoro Adorno decía que no se podía hacer poesía después de Auschwitz. Sin embargo el arte y la cultura nos permiten un acercamiento para entender el horror”.
¿Cómo se ha discutido la relación arte y memoria en Argentina?
Volvió a replantearse a partir de que el predio de la ESMA se convirtió en un centro cultural. Se supone que por ahí pasaron cinco mil personas y tal vez sobrevivieron alrededor de doscientas. Cuando el Estado argentino decidió convertir el lugar en un centro de memoria, hubo sectores de la sociedad que plantearon que en ese sitio no se podía hacer teatro, música y otras actividades artísticas. Afortunadamente este debate logró que la gran mayoría de los organismos de derechos humanos vieran que el mejor homenaje a los compañeros desaparecidos y asesinados en el lugar era darle vida por medio de la cultura.
¿Cuándo surgió el Centro Cultural Haroldo Conti?
El predio de la ESMA fue restituido en 2004. Hasta fines de 2006 empezó a funcionar porque fue en ese momento en el que se retiraron todas las fuerzas navales. En 2007 me convocaron a mí y en 2008 nos instalamos en el predio. El funcionamiento más pleno empezó hasta 2010, porque hemos habitado un edificio al que se le tuvieron que hacer refacciones. El lugar se llama Haroldo Conti, porque evoca a este escritor argentino del siglo XX que fue secuestrado en 1976, salvajemente torturado y representa uno de los pocos casos en los que hay pruebas irrefutables de cómo desapareció.
¿Cómo se ve en Argentina la relación que tienen otros países de la región con la cultura y la memoria?
En el caso argentino lo que más se discute es lo que tiene que ver con los países sudamericanos. Recordemos que los procesos dictatoriales fueron muy similares y coordinados. Vemos con satisfacción y falso orgullo nacional que Argentina ejerce cierta influencia en la materia sobre los países vecinos. Esto quiere decir que cuando en Uruguay se discute terminar con la ley de caducidad para poder juzgar a los militares, permanentemente aparece como ejemplo el caso argentino y el juicio que ahí se está haciendo a los militares involucrados en la dictadura. El caso mexicano no es muy conocido en Argentina. Los más politizados saben que aquí hay una represión sostenida. En México la institucionalidad coexiste con prácticas de este tipo.
Emiliano Balerini Casal
Fuente:Milenio
1 comentario:
Este tipo jamás estuvo en Bolivia, ni en La Paz, ni en Camiri ni en Tarija, ni en ningún lado salvo en Buenos Aires. En un reportaje que le hizo Alberto González Toro para el diario "Clarín", titulado “Sabíamos que el Che estaba Cerca. Testimonio de gendarmes y ex guerrilleros” (diario “Clarín”, Sección Zona, domingo 24 de octubre de 2004), dice haberse encontrado con Tania en enero de 1967 y luego en febrero en La Paz, donde le presentó al Inti Peredo quien le dijo que el Che tardaría unos días en una larga expedición, este es lo que dijo en esa oportunidad: "Yo me reuní con Tania en enero de 1967. Me dijo: 'El Che te manda a buscar'. En febrero me encontré con ella en La Paz. Me presentó a Inti Peredo, quien me dijo que el Che tardaría algunos días en volver al campamento porque estaba en una exploración bastante lejos". Es imposible que haya conocido a Inti en la capital boliviana y le haya dicho eso porque ene se momento, Inti se encontraba con el Che en la expedición que menciona Jozami. Este tipo jamás tuvo en mente participar en la lucha guerrillera y mucho menos entrenó con el Che en Bolivia como se dice por ahí. Saque el lector sus propias conclusiones.
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