Eslabón del aparato represivo
"Morrongo" fue condenado a 10 años y seis meses de prisión por "privación ilegal de la libertad agravada" y "tormentos agravados" a Froilán Aguirre, ex militante de la UES. "Quedó claro de qué lado está la verdad", dijo la víctima.
Por Juan Carlos Tizziani
Desde Santa Fe
Martínez Dorr cumplirá la condena en su domicilio pero está imputado en otras causas.
Imagen: Sebastián Granata
Terminó ayer el juicio por el martirio de Froilán Aguirre, un ex militante de la UES secuestrado y torturado en octubre de 1976, que logró identificar a su verdugo y llevarlo al banquillo. El Tribunal Oral de Santa Fe condenó al comisario Roberto Martínez Dorr ("Morrongo") por "privación ilegal de la libertad agravada" y "tormentos agravados" a diez años y seis meses de prisión, la mitad de la pena que había pedido la querella y dos tercios de lo que reclamó el Ministerio Público. Es la condena más baja de todos los juicios de lesa humanidad que se realizaron hasta ahora, pero es probable que sea la primera para Martínez Dorr, que está imputado en otras causas donde se investigan otros crímenes del terrorismo de estado. "Lo importante es que quedó claro de qué lado está la verdad", dijo Froilán, satisfecho porque los jueces le creyeron, aun cuando admitió que esperaba una condena mayor. Su abogado y hoy secretario de Derechos Humanos de la provincia, Horacio Coutaz, valoró la sentencia porque el juicio probó que Martínez Dorr "era un eslabón del aparato represivo, que participó en un montón de operativos donde hubo desaparecidos y asesinados", dijo. La lectura del veredicto no le demandó más de cinco minutos a la presidenta del Tribunal, María Ivón Vella, acompañada por sus colegas, José María Escobar Cello y Otmar Paulucci. Afuera, en la calle, una muchedumbre saludó el fallo con aplausos y cánticos, a pesar de que las expectativas eran otras. Martínez Dorr fue detenido a principios de 2008, pasó 29 meses en la cárcel de Las Flores y desde mediados de 2010 está bajo arresto domiciliario en su casa de Guadalupe. El Tribunal le impuso "una pena de 10 años y seis meses de prisión, inhabilitación absoluta y perpetua y accesorias legales", pero postergó el pronunciamiento sobre "la modalidad de detención" hasta que la sentencia quede firme. Lo que significa que ayer, Martínez Dorr volvió a su casa. Aguirre fue uno de los primeros en salir de la sala de audiencias, junto a Coutaz y su segunda abogada, Alejandra Romero Niklison. "Estamos satisfechos porque seguimos avanzando en la construcción de la memoria, la verdad y la justicia para un país mejor. Cada juicio, es una mejora en la calidad democrática e institucional del pueblo", reflexionó. "En el plano personal se cierra un ciclo", aceptó Froilán. "Siento satisfacción por haber arribado a esta instancia de justicia. Hubiera preferido una condena más contundente y de cumplimiento efectivo en cárcel común. De todas maneras, tiene la condena social merecida. Estos juicios van a seguir, porque Martínez Dorr tiene otras causas pendientes", agregó. Desde que identificó a su torturador y asoció aquella imagen que guardaba en su memoria desde 1976 con una foto de Martínez Dorr que le acercaron, Froilán no declinó la búsqueda de justicia. "Me lo crucé varias veces en la calle, una situación tensa y desagradable por la impotencia que me generaba. Pero, en el juicio, cuando lo tuve enfrente y en sucesivas audiencias, lo hice desde otro lado, desde la justicia democrática que ahora lo condenó. Eso es lo importante", afirmó ?Los jueces creyeron en su testimonio -planteó Rosario/12. ?Así es. Por eso valoro la sentencia, mi testimonio fue creíble porque nunca hubo ningún nivel de especulaciones y con todo lo que se ventiló durante el juicio ha quedado claro de qué lado estaba la verdad -contestó Froilán. ?Y había que tener el coraje de identificarlo, llevarlo a juicio y enfrentar esa situación. ?El coraje lo tiene el pueblo que viene avanzando sin descanso a lo largo de 30 años y eso lo que no dejo de valorar. El caso no era fácil. Uno esperaba más, pero era mi testimonio en condiciones terribles. Dentro de lo posible, hemos logrado condenarlo. La abogada de Hijos, Lucila Puyol Lucila Puyol valoró también la sentencia. "Estamos satisfechos. Esperábamos una condena más alta, mas ejemplificadora por todo lo que hizo Martínez Dorr, pero este es caso puntual, fue juzgado por un solo hecho, en una sola causa desmembrada de otras y en las que está imputado. Lo importante es que haya salida una condena y se haya determinado su responsabilidad como integrante de la patota represiva que durante la dictadura se dedicaba a secuestrar, torturar, asesinar y hacer desaparecer personas en Santa Fe. Que no se quede tranquilo, por ahora está en su casa, pero Martínez Dorr está imputado en muchísimas causas más", concluyó Puyol.Fuente:Pagina12
16/04/2012
El ex policía de Santa Fe cumplirá prisión domiciliaria
Encontraron culpable a Martínez Dorr de los delitos de privación ilegítima de la libertad y tormentos agravados
El juicio comenzó el 1º de marzo pasado.
El Tribunal Oral Federal de Santa Fe condenó al ex policía Roberto José Martínez Dorr a diez años y seis meses de prisión, por la privación ilegítima de la libertad y tormentos agravados cometidos contra Froilán Aguirre. El entonces militante de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) fue secuestrado el 8 de septiembre de 1976, cuando tenía 17 años. El imputado presenció el momento final del juicio, luego de rechazar las imputaciones y proclamar su inocencia en la última audiencia, en la que tuvo la oportunidad de dirigirse a los magistrados.
El ex miembro de la Brigada de Explosivos de la Policía de Santa Fe podrá empezar a cumplir la condena en prisión domiciliaria, a pesar del pedido de la querella, para que se revoque dicho beneficio y purgue la pena en una cárcel común.
El TOF difirió ese punto de la resolución para su tratamiento al momento que la sentencia cobre firmeza. Además, hizo lugar a los pedidos para enviar copias al Juzgado Federal correspondiente, a fin de que se investigue la presunta comisión de nuevos delitos, publicó El Litoral.
Pedidos de las partes
Las audiencias, que comenzaron el 1º de marzo pasado, tuvieron sus momentos clave durante los alegatos. El 23 de marzo los abogados de la querella, Horacio Coutaz y María Alejandra Romero Niklison, pidieron una condena de 20 años por el delito de “privación ilegal de la libertad agravada” por tratarse la víctima “de un perseguido político”.
El fiscal general Martín Suárez Faisal solicitó condena “como autor penalmente responsable de los delitos de privación ilegal de la libertad agravada por el empleo de violencias y amenazas; y tormentos agravados por tratarse de un perseguido político”; y calculó una pena de “15 años de prisión de cumplimiento efectivo”.
Los defensores públicos oficiales, Germán Artola y Graciela Yocca, plantearon la absolución de su pupilo en la audiencia del 29 de marzo, haciendo valer el principio de la duda.
Fuente:AnalisisDigital
En la calle te mataba, en la celda te fajaba…
Roberto José Martínez Dorr, Alias Morrongo
Miembro del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional I, de policía de Santa Fe. Durante la última dictadura el Comando Radioeléctrico, junto con fuerzas militares, participó de innumerables operativos dirigidos a secuestrar, matar y desaparecer militantes de nuestra ciudad.El “Morrongo” era uno de los más activos miembros de las patotas que recorrían, armadas y uniformadas, las calles santafesinas.
Martínez Dorr: genocida, desaparecedor, asesino, secuestrador, juzgado en esta ocasión por privación ilegal de la libertad y tormentos, en perjuicio de Froilán Aguirre. Froilán era un joven militante de la UES, estudiante de la Escuela Industrial Superior, cuando fue secuestrado el 8 de septiembre de 1976 junto a Juan Alberto Osuna. Ambos fueron trasladados, por una patota armada, a un centro clandestino de detención y tortura ubicado en la zona de Rincón. Días después, los restos de Juan Alberto Osuna fueron hallados en la ciudad de Paraná en lo que luego se conoció como “la masacre de la tapera”. Froilán fue trasladado a la comisaría 1ª, donde será salvajemente golpeado por el Morrongo entre los muchos días que permanece maniatado y permanentemente agredido.
El oficial auxiliar Martínez o Morrongo fue uno de los verdugos que torturó a muchos detenidos/as, como al ex intendente Adán Noé Campagnolo, utilizando métodos tan salvajes y humillantes como el de empalar a la victima.
Pero Martínez no sólo representaba una amenaza para los secuestrados. Martínez en las calles era mortal. Su nombre se repite en los operativos más sangrientos de los que tenga memoria esta ciudad. Como los que terminaron con la vida de Miguel Ángel Fonseca, Luis Alberto Vuitaz, Evaristo Rolando Oviedo, Nora Gladis Meurzet, Antonio Martín Mendicute, Adriana María Bianchi, María Josefina Mujica, José Pablo Ventura, Jorge Luis Piotti, Ileana Esther Gómez, Carlos Mario Frigerio, Osvaldo Pascual Ziccardi, algunas de las tantas víctimas de las patotas asesinas de las que formaba parte Martínez.
Tanto la clandestinidad, como la impunidad con la que se manejaban las patotas genocidas, nos impide en muchas ocasiones tener el conocimiento de todos los delitos cometidos. Estos asesinos torturaban, ejecutaban, y desaparecían a sus victimas sin tener que dar cuentas de sus datos hasta hoy. Como es el caso de este genocida, quien aparece en los libros del Comando Radioeléctrico y en su legajo personal como Roberto Martínez por aquellos años de la dictadura y en la actualidad se camufló como Roberto José Martínez Dorr, intentando hacer creer a la justicia, abogados querellantes y a las propias víctimas que se trataba de otra persona. Pero sabemos que no, los compañeros y compañeras sobrevivientes son la memoria viva, son quienes saben quién es quién en este camino de verdad y justicia.
La dictadura militar argentina, no sólo nos dejó un doloroso saldo de 30.000 desaparecidos sino que también fundió económicamente al país, mandó a nuestros jóvenes a morir en Malvinas y nos legó un aparato represivo difícil de desmantelar.
Los juicios a los responsables del terrorismo de estado en nuestro país, tienen como principal objetivo la persecución penal de los mismos. Son una práctica de memoria real y dejan antecedentes jurídicos, políticos, históricos y sociales de qué tipo de fuerzas de seguridad queremos los argentinos, y qué tipo de fuerzas represivas repudiamos y condenamos.
El lunes 16 de abril de 2012, en horas del mediodía, escucharemos la sentencia que la justicia le dictará a Roberto José Martínez Dorr. Estaremos a partir de las 11hs en las puertas del tribunal oral federal de la ciudad de Santa Fe, luchando por memoria, verdad y justicia.
Los juzga un tribunal, los condenamos todos
Juicio y castigo a los genocidas
Cárcel común, perpetua y efectiva
No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos
H.I.J.O.S.
Envío:Agndh
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