JUNTOS, SOLO PARA LA FOTO
Por Fernando Cibeira
La cumbre terminó sin documento, fundamentalmente por las diferencias sobre la integración de Cuba, vetada por Estados Unidos, y la estrategia frente a las drogas. Sobre Malvinas, el presidente de Colombia destacó en su discurso de cierre que “la gran mayoría de los países hizo un llamado para la solución pacífica de esta controversia”.
LA CUMBRE DE LAS AMERICAS NO TUVO DECLARACION FINAL POR LA FALTA DE ACUERDO SOBRE CUBA Y MALVINAS
“¿Quién pensaba que aquí podía haber acuerdo?”
El presidente Barack Obama aguantó a pie firme los discursos, pero al mismo tiempo no cedió posiciones y señaló que sobre Malvinas, Estados Unidos es neutral y quiere mantener buenas relaciones con Argentina y Gran Bretaña.
Por Fernando Cibeira
Desde Cartagena de Indias
La presidenta Cristina Kirchner con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y su esposa.Imagen: EFE
“Te olvidaste de Malvinas”, confesó, un poco riéndose, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, que Cristina Kirchner le recriminó luego de su discurso en la sesión inaugural de la Cumbre de las Américas. Fue ante una pregunta directa en la conferencia de prensa final sobre ese dialoguito que habían registrado las cámaras. Santos intentó inventar alguna respuesta en el momento, pero al final terminó confesando esa conversación de la intimidad de los presidentes. Como se esperaba, la cumbre cerró ayer al mediodía sin documento final por la falta de consenso. “¿Quién iba a pensar que aquí iba a haber algún acuerdo sobre Malvinas o sobre Cuba?”, se preguntó, extrañamente, Santos. Barack Obama se declaró “neutral” sobre la controversia por el archipiélago y dijo que quiere mantener las “buenas relaciones” tanto con Argentina como con Gran Bretaña.
Cristina Kirchner se había ido ya de Cartagena. Se subió al vehículo oficial que la transportó al aeropuerto directamente desde el Centro de Convenciones minutos después de la foto oficial, protegiéndose con un paraguas del inclemente sol caribeño. En la televisión colombiana insistían en que se había ido enojada por la falta de consenso en la cuestión Malvinas y repetían la escena de ese diálogo casi al oído que ambos presidentes habían mantenido el sábado luego del mensaje de Santos en la apertura. El colombiano iba saludando a los presidentes a medida que se dirigía de vuelta a su asiento, pero CFK no sólo lo saludó, sino que le dijo algo, a lo que Santos respondió haciendo un gesto con la mano como explicando que era algo que se podía conversar más tarde.
La última de las cinco preguntas realizadas durante la conferencia de prensa ofrecida por Santos como cierre del evento fue específicamente sobre Cristina Kirchner: si se había retirado antes enojada y si en ese diálogo le había hablado de las Malvinas. “Me despedí de ella luego de la fotografía. Me había avisado que tenía unos problemas allá en la Argentina”, sostuvo Santos, que explicó que el trato con la Presidenta había tenido el tono de “afecto y amistad” acostumbrado. Por cierto, en la delegación argentina se sabía desde ayer que muy probablemente CFK decidiera irse temprano, luego de la imagen oficial. Agregaban que no sólo no se había ido enojada, sino que estaba muy satisfecha por el respaldo conseguido por la cuestión Malvinas. Incluso, comentaban que en ese saludo final Santos le adelantó que en el discurso con las conclusiones de la cumbre resaltaría lo que se había hablado de Malvinas. “Sobre la cuestión de las islas Malvinas, todos los participantes en la cumbre han consignado sus posiciones de consenso en declaraciones emanadas de la Organización de Estados Americanos. En esta oportunidad, el debate tuvo lugar sin modificar dichos acuerdos y la gran mayoría de los países hizo un llamado para la solución pacífica de esta controversia”, puntualizó Santos ante el resto de los presidentes.
No es infrecuente que CFK se vuelva antes del cierre de una cumbre. No fue la única tampoco. El presidente de Perú, Ollanta Humala, se fue el sábado a la noche. Hubo algunos que ni siquiera viajaron, como el ecuatoriano Rafael Correa (anunció una semana antes que no participaría de la cumbre, justamente por la falta de consenso por Cuba y Malvinas), el venezolano Hugo Chávez (por motivos de salud) y el nicaragüense Daniel Ortega (también por el veto a Cuba).
Respecto del dialoguito, a Santos lo tomó de sorpresa la pregunta y trató de inventar alguna respuesta en el momento. Quiso explicar que tenía el logo oficial del colibrí en la mano y se lo había querido dar a Cristina Kirchner, pero desistió y al final contó la verdad. “Te olvidaste de Malvinas”, reveló Santos, que se puso un poco colorado por la confesión y se rió.
Sin declaración
Hasta último momento, Santos y su canciller, María Angela Holguín, intentaron que la cumbre terminara con una declaración, aunque más no fuera sobre los cinco puntos “originales” de la convocatoria, que tenían que ver con cuestiones tales como infraestructura, seguridad ciudadana, acceso a la tecnología y demás cuestiones. Pero como en estas cumbres las decisiones deben tomarse por unanimidad y no por mayoría, no lo consiguieron. Estos puntos generales salieron entonces como “mandatos” de la cumbre en los que se deberá avanzar hasta la próxima cita.
El presidente colombiano destacó que no hubiera temas vedados. Por cierto, Barack Obama se mantuvo los dos días, estoico, escuchando los discursos de los más de los treinta participantes de la cumbre. “Es la primera vez que un presidente de Estados Unidos permanece prácticamente todo el tiempo de la cumbre sentado, escuchando todos los planteamientos de todos los países, así fueran los más disímiles, los más cuestionables o incompatibles”, se sorprendió el presidente de México, Felipe Calderón.
La paciencia de Obama alcanzó para escuchar todos los discursos, pero no para transigir sobre Cuba, el principal punto de discordia. Ya terminada la cumbre y luego de una reunión bilateral con Santos, el jefe de la Casa Blanca respondió una vez más sobre la cuestión. Se declaró un “ferviente creyente de los principios” que están en la Carta Democrática Interamericana y apuntó que espera ver una “transición” de Cuba. “Quiero que el pueblo de Cuba se integre en el continente, que sus ciudadanos se expresen, que puedan criticar a sus líderes”, comentó Obama.
El tercer punto controvertido de la cumbre lo trajeron los países de Centroamérica, con Guatemala a la cabeza, que plantearon la despenalización del consumo de droga. Ante la negativa previa de Obama a avanzar en ese camino, la cuestión se fue diluyendo durante la cumbre. Finalmente, se acordó encomendarle a la OEA un estudio sobre la lucha contra las drogas y que recomiende los caminos a seguir en el tema.
Luego de que la caravana que transportaba a Obama saliera hacia el aeropuerto, pasadas las 19, Cartagena de Indias comenzó a retomar su normalidad. Se corrieron las vallas que bloqueaban el centro histórico y los turistas volvían a poblar sus calles. La próxima Cumbre de las Américas será en Panamá, en 2015. Mucho tiempo en términos políticos. Será interesante comprobar cuáles de estas controversias seguirán vigentes.
PARA TIMERMAN, EL BALANCE FINAL DE LA REUNION FUE POSITIVO
Un debate “abierto y fuerte”
El canciller explicó que la posición sobre Malvinas obtuvo el apoyo de América Central, América del Sur y del Caribe y que las conversaciones con el mandatario norteamericano fueron francas pese a que no hubo acuerdo sobre la integración de Cuba.
Por Fernando Cibeira
Desde Cartagena de Indias
El canciller Héctor Timerman destacó la actitud de Obama de afrontar los debates
El canciller Héctor Timerman estuvo desde el jueves pasado negociando con sus pares los temas de la declaración final de la Cumbre de las Américas que al final no salió. Pero asegura que la discusión fue muy fuerte e interesante y destaca la postura de Estados Unidos de debatir en todo momento, aun cuando no estuviera de acuerdo. No es ése el motivo de su enojo sino cómo los medios argentinos reprodujeron el encuentro que mantuvo Cristina Kirchner con Barack Obama. Con todo, comenta que se vuelve por el “gran respaldo” obtenido por el país en la cuestión Malvinas. Antes de subirse al avión, recibió a Página/12 en el lobby del hotel Las Américas, donde se alojó la delegación argentina.
–El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, comentó en su conferencia de prensa que Cristina Kirchner le había reprochado no hablar de Malvinas durante su discurso inaugural. ¿La Argentina esperaba que Santos lo planteara como uno de los principales temas a debatir?
–No sé qué le dijo la Presidenta porque yo no estaba ahí. Nosotros esperábamos el mayor apoyo posible para la causa Malvinas y la apoyó más del 95 por ciento de los países. Incluso no fue el tema que impidió la salida de una declaración de la cumbre. Con lo cual nos vamos muy contentos con que toda América del Sur, América Central y el Caribe estaban todos de acuerdo con la causa Malvinas, tal vez la causa que recogió más adhesiones.
–Santos también dijo que nadie podía pensar que en el tema Malvinas o en el de Cuba hubiera acuerdo en esta cumbre. ¿Era tan impensable un acuerdo sobre Malvinas?
–No, porque la resolución era la misma que en la OEA y allí se aprueba todos los años. Estados Unidos había pedido tiempo para hacer consultas, pero en el medio no hubo acuerdo por Cuba, por lo cual se levantó la reunión y no se siguió debatiendo. Si no hubo declaración fue por Cuba.
–¿Y la Argentina no vino aquí a buscar una declaración de la cumbre por Malvinas?
–No, la Argentina vino a buscar una declaración política que tenía distintos aspectos. Había veintipico de puntos en los que habíamos acordado. Pero sabíamos de entrada que si había un veto sobre uno, no iban a poder salir todos los demás.
–¿Esto no plantea dudas sobre la continuidad de las Cumbres de las Américas?
–No hubo declaración final en 2005, en 2009 y ahora en 2012. No debería haber tanta sorpresa o marcar el éxito o el fracaso de una cumbre por esto. La Cumbre de las Américas es un proceso de construcción importante donde cada vez hay menos posiciones contradictorias. En 2005 estaba el ALCA, ahora está el deseo de incorporar a Cuba y lo vamos a incorporar. Hay que seguir dialogando. Me gustó mucho la posición de Estados Unidos de mantener una discusión franca y abierta, no se negó al diálogo. Fue muy constructiva.
–¿La Presidenta se fue antes del cierre de la cumbre por algún motivo en especial?
–Sí, no podía llegar muy tarde a Buenos Aires. Por eso se quedó hasta una hora antes de que terminara la cumbre.
–¿No se fue enojada, como sostuvieron algunos medios colombianos?
–Se fue muy feliz, muy contenta y agradeció muy efusivamente el apoyo que recibió la Argentina por Malvinas. Lo tomamos como un gran respaldo al país. Debe ser otro invento de los medios. La Argentina se fue muy contenta por el desarrollo de la cumbre.
–A propósito de los medios, ¿cómo fue exactamente la referencia a las cuestiones comerciales durante la reunión que mantuvo la Presidenta con Barack Obama?
–Yo ya hice una declaración, la Casa Blanca hizo otra declaración. En ninguna de las dos declaraciones está lo que publican hoy (por ayer) los diarios La Nación y Clarín. No están las palabras “trabas comerciales”, la palabra “importaciones” o “disgusto”. Y Obama pidió que por favor digamos on the record que no hizo ninguna demanda, ni presentó ninguna queja, ni pidió nada sobre ningún tema. Quería seguir hablando los temas que hablaron en Cannes y en la cumbre sobre seguridad nuclear.
–¿Cuál interpreta que fue el interés de Obama en mantener esta reunión?
–Han mantenido distintas reuniones a lo largo de estos años. Siempre se busca resaltar la agenda positiva: hablar de temas de ciencia, tecnología, temas nucleares. Argentina es uno de los países de mayor actividad nuclear pacífica que existe, participamos de los principales foros sobre este tema.
–No sólo Obama planteó una agenda positiva, Cristina Kirchner también. Podría haber hablado en la reunión de Malvinas o de Cuba y no lo hizo.
–Estados Unidos ha apoyado las negociaciones pacíficas entre Gran Bretaña y la Argentina de acuerdo con los principios de las Naciones Unidas durante muchos años, por lo tanto no había nada que hablar.
–Aunque no haya sido el tema central de la reunión, usted contó que la Presidenta remarcó cómo la Argentina había aumentado sus importaciones durante el último año.
–Justamente, cómo iba a haber una protesta sobre trabas comerciales si Argentina fue el país del G-20 que más aumentó sus importaciones después de la India. Mucho más que Estados Unidos, Francia o Alemania. Al revés, en todo caso debería ser Cristina Kirchner quien debería protestar por los problemas que tiene la Argentina para entrar en mercados de Estados Unidos y de Europa.
–¿Hubo precisiones acerca de cómo se discutirán las diferencias comerciales entre los encargados del área?
–No; seguramente, como sucede en estos temas, se comunicará el Departamento de Estado conmigo o yo con ellos, y los encargados de los asuntos comerciales se reunirán, como ya se están reuniendo los encargados de asuntos nucleares, los de asuntos educativos o tecnológicos. El diálogo con Estados Unidos es permanente. Tenemos un buen diálogo y fue lo que Obama y Cristina Kirchner quisieron resaltar durante su reunión, pero lamentablemente Clarín miente y La Nación lo imita.
OBAMA Y LOS GRANDES MEDIOS ARGENTINOS
Desmentida y papelón
Por Fernando Cibeira
Desde Cartagena de Indias
Una situación fuera de lo común se vivió ayer temprano, cuando los presidentes comenzaron a ocupar sus lugares en el Centro de Convenciones donde se desarrolló la Cumbre de las Américas, según contó luego el canciller Héctor Timerman. Cristina Kirchner justo se cruzó con Barack Obama y le mostró la tapa de los diarios Clarín y La Nación para que viera cómo habían reproducido su reunión bilateral del sábado. Cuando se las tradujeron contaron que Obama se mostró sorprendido, lo lamentó y le permitió que dijera de su parte que eso era falso.
Durante el encuentro del sábado, el presidente norteamericano le había dado su consentimiento a CFK para que pusiera una frase suya como textual –“que figure en actas”– en caso de que un periodista le preguntara: “Dígale que no se planteó ninguna exigencia sobre ningún tema”. Así lo expresaron luego Timerman y el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, al comentar la reunión.
También hubo, unas horas más tarde, un comunicado de la Casa Blanca en el que comentaban la actividad de Obama de ese día, incluyendo la reunión con la presidenta argentina. Destacaban que ambos habían retomado los temas variados del último encuentro mantenido en Cannes y, en medio de referencias a “la fuerte agenda positiva” bilateral, que incluye becas para estudiantes y acuerdos en materia de ciencia y técnica, se mencionaba que Obama había “reiterado sus inquietudes (utilizaron la palabra concerns, que también puede traducirse como ‘preocupación’) respecto de ciertas cuestiones comerciales”.
Según tituló Clarín en su portada, durante el encuentro hubo un “Planteo de Estados Unidos por las trabas a las importaciones” y de acuerdo con La Nación, “Obama expresó preocupación por las trabas comerciales”.
Timerman y Scoccimarro volvieron a aparecer ayer frente a las cámaras para el balance de la participación argentina en la cumbre y se refirieron a este tema con la reproducción de las tapas de ambos diarios. “No prestaron mucha atención a lo que había dicho el presidente Obama sobre el on the record”, ironizó Timerman.
Relató que la Presidenta se había cruzado con Obama temprano y que le mostró la síntesis de prensa que llevaba su secretario en la mano. El presidente norteamericano se mostró sorprendido. “No lo puedo creer. ¿En serio? Pero yo dije que era on the record. Acá tengo lo que dijimos nosotros. Lamento profundamente, diga de parte mía que es falso”, reprodujo Timerman la reacción de Obama.
“Ya tenemos lo que dijo Obama, lo que publica la Casa Blanca y la visión de Clarín y La Nación, y no hay nada más que decir”, concluyó el canciller. Desde ayer, el enfrentamiento del gobierno de Cristina Kirchner con ciertos medios opositores ya tiene su capítulo internacional.
Cafeteras
- Duque. Lo destacaron Pepe Mujica, Felipe Calderón y Juan Manuel Santos, entre otros. Barack Obama estuvo los dos días de sesiones sentado en su lugar, siguiendo atentamente todos los discursos así fuera el del primer ministro de una pequeña isla del Caribe. Está claro que América no es una prioridad para la política exterior de Obama, pero por lo menos los tres días de cumbre mantuvo una conducta irreprochable. Participó de las cenas, del foro empresarial y, terminada la cumbre, tuvo una bilateral con Santos con conferencia de prensa posterior donde respondió varias preguntas con toda cordialidad. No fue todo. De ahí se fue a una actividad con Shakira por la educación temprana frente a la catedral. Al cierre se acercó a saludar al público. Los colombianos quedaron encantados luego de los tres días y dos noches que Obama pasó en el país.
- Foto. Con algún retraso, los presidentes salieron ayer a eso de las 10.15 del Centro de Convenciones para realizar la tradicional foto oficial de la cumbre. El lugar elegido fue a un costado de la larga explanada, cuando el sol de Cartagena ya pegaba. Lo eligieron porque quedó como telón de fondo una parte de la muralla que distingue al casco histórico de Cartagena y la cúpula de la hermosa catedral de San Pedro. Para la ubicación de los presidentes aseguraron haber utilizado un orden alfabético particular de acuerdo con las directivas de la OEA. La cuestión fue que Santos y Obama quedaron en la primera fila al centro, mientras que a Cristina Kirchner y a Dilma Rousseff las ubicaron en la última fila.
- Cumbia. El sábado a la noche, al canciller Héctor Timerman le tocó reemplazar a la presidenta Cristina Kirchner en la cena de agasajo que ofreció Colombia. El clima, no podía ser de otra manera, era bien “chévere”. En el ingreso, los presidentes y acompañantes debían sortear con alguna contorsión a los bailarines que danzaban en la entrada. A la hora del baile, la canciller colombiana María Angela Holguín se animó a sacar a bailar cumbia a Timerman, pero rebotó. “Mi esposa no consiguió ni que bailara el vals el día de nuestro casamiento”, le respondió. No fue el caso de su colega Hillary Clinton, que esa noche terminó bailando con un grupo de asesoras en el bar de salsa Café Havana, del centro de Cartagena.
- Café. La cena se realizó en la Casa de Huéspedes de la ciudad. En una mesa bajo un árbol, Obama se sentó junto a Santos, Mujica, Calderón y Sebastián Piñera, todos de camisa. Un actor personificado como Juan Valdez, símbolo del cafetero colombiano, se le apersonó, jarra en mano. Obama le pidió uno doble. El número fuerte de la velada fueron las presentaciones de Carlos Vives y de Fonseca, dos ídolos de la música local.
Fuente:Pagina12
16.04.2012
El canciller realizó un balance de la VI Cumbre de las Américas celebrada en Cartagena de Indias
Timerman: Obama desmintió a los diarios Clarín y La Nación
El encargado de la diplomacia argentina contó la sorpresa del presidente estadounidense al ver de qué manera los medios concentrados habían dado cuenta del encuentro bilateral con Cristina. Desmintió un cortocircuito con Santos.
Por Ana Clara, Pérez Cotten y Jorge Cicuttin
Apenas tres horas después de haber concluido la VI Cumbre de las Américas, a poco de subir al avión que lo regresaba a la Argentina y todavía asombrado por algunas “increíbles falsedades” que comenzaban a correr sobre la participación de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el encuentro y sobre lo que habló con su par de los Estados Unidos, Barack Obama, el canciller argentino Héctor Timerman dialogó con los enviados de Tiempo Argentino.
–¿Cuál es el balance que hace de la Cumbre?
–Sin dudas ha sido muy positiva. La Argentina recibió un apoyo masivo sobre Malvinas y los cancilleres tuvimos un diálogo franco e intenso sobre todos los temas. Más allá de que se plantearon temas complejos, ningún país se negó a dialogar y hubo mucho respeto. Como dijo el presidente uruguayo (José “Pepe”) Mujica, a veces lo importante es lo que se dice y se escribe y a veces lo importante no se dice ni se escribe. Y esta ha sido, sin dudas, una Cumbre importante. Lamentablemente hace tres cumbres que no hay una declaración política, pero el camino del diálogo sigue creciendo. Nosotros esperamos que en la próxima cumbre esté Cuba para que por fin todos los países de América tengan una organización que los agrupe.
–¿La cuestión de la inclusión de Cuba fue lo que impidió puntualmente que haya existido una declaración final?
–Evidentemente el tema de Cuba fue muy debatido y no hubo consenso. Eso impidió la declaración política. Los cancilleres decidimos que ante la falta de consenso no se elevara la declaración a los presidentes, por lo tanto ellos no la trataron nunca. Cuando llegaron, ya sabían que no había consenso. Pero, por ejemplo, el tema de Malvinas estuvo en el espíritu de la Cumbre, hubo 30 cancilleres que expresaron su apoyo al pedido de soberanía.
–Trascendió que la presidenta se había ido de Colombia molesta con el presidente Juan Manuel Santos porque él no se había referido a Malvinas durante el discurso inaugural.
–No, eso es mentira. Se fue muy contenta tanto con la Cumbre como con Santos, con la forma en la que fue tratada y con el apoyo generalizado que recibió por Malvinas. Ella lo dijo durante su intervención en el plenario. Dijo que reconfortaba el apoyo que recibió esa causa y que le gustaba recordarlo en Cartagena de Indias, una ciudad a la que le dicen “La Heroica” por cómo resistió a la embestida de los piratas. Es más, cuando ella se despidió de Santos, él le dijo que se quedara para escuchar el discurso final porque iba a hacer referencia a la cuestión de la soberanía sobre las Islas Malvinas, pero ella le explicó que tenía que estar en Buenos Aires, que necesitaba volver al país.
–¿Hubo 32 países que apoyaron el reclamo de soberanía y dos que lo vetaron en el debate previo?
–No. Estados Unidos pidió tiempo para hacer consultas pero se cayó la declaración antes de que lleguen las consultas, y Canadá dijo que no vetaba pero que no podía acompañar. Con el caso de Cuba pasa algo similar porque es evidente que Estados Unidos y Canadá tienen una posición y el resto de los países tienen otra posición. Pero eso hay que seguir trabajándolo. Nunca hay que levantarse de una mesa de diálogo. Yo dije, durante el debate de cancilleres, que estaba dispuesto a quedarme debatiendo toda la noche si eso acercaba posiciones. No hubo acuerdo, pero bueno, así es la política. Ya lo lograremos.
–La presidenta mantuvo una bilateral con Obama durante la Cumbre ¿cuál es su evaluación?
–Tanto la Casa Blanca como yo –que actué de portavoz– marcamos el saldo positivo de la reunión, el buen diálogo, y llegamos a la conclusión de que hay una agenda positiva que queremos profundizar. Y realmente, como la presidenta le dijo que los medios argentinos iban a hablar de presiones, Obama le dijo que quedara en actas que Estados Unidos no hacía ninguna demanda a la Argentina. Sin embargo, hoy me encontré con una sorpresa cuando abrí los diarios. Me encontré con algo que era totalmente falso. Esta mañana, cuando llegamos al centro de convenciones con la presidenta nos encontramos con Obama y, como estaba el secretario de la presidenta, le mostramos la síntesis de prensa con las tapas de Clarín y La Nación. “¡No lo puedo creer! ¿En serio? Lo lamento profundamente, dígales de parte mía que es falso”, nos dijo Obama cuando terminamos de traducirle lo que decían esas tapas. Y eso ocurre porque mienten y no informan. Yo había dejado en claro la voluntad de Obama: él dijo on the record que la relación entre los dos países no se iba a limitar a cuestiones comerciales y resaltó que iban a trabajar en una agenda positiva. Pero bueno, Clarín y La Nación prefirieron titular con supuestos reclamos por cuestiones comerciales que no existieron en la realidad.
–En la foto del encuentro de los mandatarios se ve que el presidente Barack Obama tuvo un gesto afectuoso cuando le apoyó la mano sobre la de ella. ¿Cómo fue el clima del encuentro?
–Es que fue un encuentro muy distendido, lleno de buenos gestos. Por ejemplo, los que no conocen mucho de política exterior no deben estar al tanto de que (la secretaria de Estado) Hillary Clinton nunca está en las reuniones bilaterales y esta vez eligió estar presente por la relación que tiene con Cristina. Fue un gesto de amistad hacia ella. Ella no intervino mientras hablaron los presidentes, pero después se despidieron muy cariñosamente.
Las frases
“La Cumbre ha sido muy positiva. La Argentina recibió un apoyo masivo sobre Malvinas y los cancilleres tuvimos un diálogo franco e intenso sobre todos los temas.”
“Hillary Clinton nunca está en las reuniones bilaterales y esta vez eligió estar presente por la relación que tiene con Cristina. Fue un gesto de amistad hacia ella.”
La cobertura de la cumbre, según el Post
“Ustedes se quejan, miren los que nos pasó a nosotros”, señalaba un integrante de la delegación del gobierno de los Estados Unidos ante sus pares de la Argentina. Estos últimos les mostraban las tapas de Clarín y La Nación que titularon con la “protesta de Obama por las trabas comerciales argentinas”, hecho que mereció la sorpresa y desmentida del propio presidente Barack Obama ante Cristina Fernández. Los hombres que acompañaban a Obama les mostraban a los argentinos la nota en tapa que el matutino The Washington Post hizo sobre la Cumbre de Cartagena de Indias: se la dedicó a los once agentes del servicio secreto norteamericano que fueron suspendidos de sus cargos y expulsados de Colombia luego del escándalo que generó la presencia de prostitutas en su hotel y que las mujeres se resistieran a marcharse sin el pago correspondiente por los servicios prestados. “Para el Post este parece ser el tema más importante del viaje del presidente”, decían resignados en la delegación estadounidense.
Las otras desmentidas de Washington al multimedios
El presidente de los Estados Unidos pidió ayer desmentir la afirmación de Clarín y La Nación sobre un cuestionamiento a las trabas a las importaciones en Argentina. “Por favor diga que eso es falso y que nunca las palabras trabas comerciales estuvieron presente en nuestro diálogo”, comentó luego el mandatario según lo consignó el canciller Héctor Timerman.
Si bien sorprende la frase de Obama, esta no es la primera vez que el gobierno estadounidense rechaza públicamente información difundida por estos diarios argentinos. En junio de 2009, el Departamento de Estado de los EE UU emitió un comunicado oficial para responder a una nota de Clarín. En el documento, los funcionarios dijeron estar “descepcionados” con el matutino y manifestaron su “objeción, en los términos más duros posibles”, a un artículo firmado por Marcelo Bonelli, donde citó a un funcionario que dijo “no entender” a la Argentina.
El año pasado, nuevamente el Departamento de Estado salió a corregir una tapa del diario: “El gobierno de Estados Unidos no tiene planes de cortar la asistencia bilateral a la Argentina”, aclaró.
Fuente:TiempoArgentino
No hay comentarios:
Publicar un comentario