ADELANTO EXCLUSIVO DE EL LIBERAL
Ubican el cuerpo de un NN que fue arrojado desde el aire en 1976 en el norte provincial
La noche que lo lanzaron desde un helicóptero, pobladores del Caloj, en Copo, lo encontraron ya sin vida. Relataron que una comisión policial llegó al lugar y les ordenó sepultarlo. “Era una persona joven con ropa de obrero”, relataron. Los dirigentes de organismos de DD.HH., Luis Horacio Santucho y Luis Garay, constataron su existencia y pidieron su preservación a la Justicia Federal. El fiscal Gustavo Gimena confirmó la denuncia.
Los pobladores convirtieron el sitio en un santuario
Publicado el 03/06/2012
El Juzgado Federal local recibió una denuncia con datos certeros sobre el hallazgo de la tumba de una presunta víctima del terrorismo de Estado, en el paraje Caloj, departamento Copo.
El abogado Luis Santucho de la Liga Argentina por los Derechos Humanos y Luis Garay, integrante de la Asociación por la Memoria, la Verdad y la Justicia, y titular del Instituto Espacio por la Memoria viajaron hasta el lugar y ubicaron el sitio del enterramiento.
También dialogaron con los vecinos, quienes indicaron que el cadáver era de un hombre joven que fue arrojado desde una nave, un avión o un helicóptero- aproximadamente en febrero de 1976, cerca del límite con Salta.
El abogado y los organismos de DD.HH. radicaron la denuncia en la Fiscalía Federal y esperan que el Juzgado Federal solicite los servicios del Equipo Argentino de Antropología Forense (Eaaf) para que proceda a la recuperación de los restos y coteje la información del ADN con el banco genético de familiares de desaparecidos, ante la posibilidad cierta de poder identificar el cadáver.
Historia
De acuerdo con los testimonios recogidos entre los pobladores de Caloj, esta persona tendría entre unos 30 y 40 años y su cadáver estaba muy lastimado producto de haber rozado con arbustos espinosos y por la caída. Vestía ropas de obrero que estaban hechas harapos.
Santucho y Garay también escucharon otra versión: que la víctima tenía el aspecto de un linyera y que se había perdido en el monte tupido y que murió por falta de agua y comida, pero fue desestimada entre otras cosas, porque el cadáver a pesar de tener ropa de obrero, sus manos no denotaban que haya realizado trabajos pesados o de labor, ya que no tenían marca alguna.
Irregular procedimiento
En aquel entonces, ante el estupor del hallazgo del cadáver, los vecinos de Caloj informaron la novedad a la Policía que después de un par de días, envió dos efectivos policiales de Monte Quemado los que llegaron al lugar y se limitaron a ordenar que el cadáver sea enterrado en el sitio en el que apareció. Los pobladores rememoraron que entonces preguntaron a los policías por qué esa decisión, sin ni siquiera realizar alguna investigación para identificar a la persona o una autopsia. “Son órdenes”, fue la respuesta seca que recibieron.
Nunca más los volvieron a ver en el pueblo y el cadáver fue enterrado en el mismo lugar donde cayó y desde entonces su tumba se convirtió en un santuario.
“Es un lugar que está cerca de la triple frontera de Santiago, Chaco y Salta, aparentemente fue una persona lanzada desde arriba. Se hizo un procedimiento policial en la época, pero lo encontraron los lugareños”, comentó a EL LIBERAL el abogado Luis Santucho, quien indicó que fue encontrado el lugar donde están enterrados los restos y señalizado.
“Esperamos que el Eaaf intervenga para hacer la excavación, nosotros aportamos el dato al fiscal (Gustavo Gimena) y esperamos noticias del equipo de antropología forense”, dijo.
Investigación
Santucho reveló que recibió el dato y que fue con un guía y representantes de organismos de derechos humanos “a chequear el lugar. Llegamos, sacamos fotos y señalamos el sitio y pedimos a la Justicia que proteja el lugar”.
El letrado manifestó que también solicitaron en el Juzgado Federal que ordene la búsqueda en el archivo de la Policía, de los antecedentes sumariales sobre el tema, “porque hubo una situación muy rara”, apuntó.
“Vino una comisión policial relató-, ni siquiera ordenaron una autopsia, constataron la existencia de la persona muerta y ordenaron que la entierren en el lugar”.
Para Santucho, la versión de que el cuerpo fue lanzado desde una nave, es muy similar a una práctica utilizada por los militares y recordó el caso de Francisco Toconas, un integrante del ERP cuyo cadáver fue arrojado en 1975 en Pozo Hondo desde un helicóptero militar y cuyos restos fueron identificados por el Eaaf en 2010.
Este importante hallazgo se produce en un marco especial, por la realización del juicio oral por la Megacausa de Derechos Humanos, en la que se juzgan 44 casos de secuestros, torturas y desapariciones forzadas, y donde uno de los aspectos clave, es poder determinar cuál fue el destino final de las personas que aún permanecen como desaparecidas.
Solicitaron la intervención del Eaaf, equipo científico destacado a nivel mundial
Publicado el 03/06/2012
Una de las medidas solicitadas en la denuncia presentada en la Justicia Federal local, es que se arbitren los medios para que tome intervención el Equipo Argentino de Antropología Forense (Eaaf).
Este equipo científico es reconocido en todo el mundo y realizó importantes hallazgos, como la identificación de los restos de Ernesto “Che” Guevara, rescatados de la selva boliviana.
El Equipo Argentino de Antropología Forense (Eaaf) es una organización científica, no gubernamental y sin fines de lucro que aplica las ciencias forenses -principalmente la antropología y arqueología forenses- a la investigación de violaciones a los derechos humanos en el mundo.
El Eaaf se formó en 1984 con el fin de investigar los casos de personas desaparecidas en la Argentina durante la última dictadura militar. Actualmente trabaja en Latinoamérica, África, Asia y Europa.
En Santiago del Estero tuvo dos intervenciones exitosas, la primera en 2009 cuando identificó los restos de Norma Sibantos, una joven tucumana que fue hallada muerta con un tiro en la sien, a la vera de un camino en Clodomira.
Lo escalofriante del caso, es que la joven estaba embarazada.
La segunda se produjo en 2010, cuando logró identificar los restos de Francisco Toconas, un militante del ERP que fue arrojado desde un helicóptero en un monte de Pozo Hondo, y cuyos restos luego fueron enterrados en el cementerio municipal.
Un lugar de difícil acceso y alejado de la civilización
Publicado el 03/06/2012
El pequeño paraje de Caloj, en el departamento Copo, está a más de 400 kilómetros de la ciudad capital, cerca del límite interprovincial con Chaco y Salta, pero más cerca de esta última provincia.
Llegar hasta el lugar, les representó una larga y dificultosa travesía a los investigadores.
La parte más complicada fue cuando tuvieron que recorrer varios kilómetros de un camino de tierra.
Advertencia
La zona está dominada por un monte tupido y “que si no tomas agua, en dos días seguro te mueres”, le manifestaron los pobladores a los investigadores que fueron en búsqueda de la tumba del NN que fue arrojado desde una nave.
Según graficó Santucho, el sitio está cercano al Canal de Dios, rodeado por un monte denso en donde hay pocas casas ubicadas a distancias considerables, una de otra.
Los pobladores convirtieron el sitio en un santuario
Publicado el 03/06/2012
“Las personas van y le llevan flores, la tumba se ha convertido en un santuario como acostumbra la gente del interior, hasta le llevan y prenden velas”, reveló Santucho.
Los pobladores consideran que el alma de esta persona concede milagros y es por eso que le ofrendan velas y flores y le rezan para pedirle favores.
Este ritual guarda mucha similitud con lo ocurrido con la tumba de Francisco Toconas, en el cementerio municipal de Pozo Hondo, adonde fue enterrado su cadáver en 1975.
Su cuerpo también fue arrojado desde un helicóptero militar en medio de un monte denso y de difícil acceso.
Los vecinos de Pozo Hondo, departamento Jiménez, le decían “la almita milagrosa”.
La gente no sabía su nombre, pero se rumoreaba en el pueblo que les concedía “favores” a quienes se lo pedían con una plegaria.
Fuente:ElLiberal
Denuncian que en el campo militar Santo Domingo hubo ejecuciones de presos políticos
Este hecho se habría producido en 1976, ya en plena dictadura y según el relato, al menos 10 personas habrían sido fusiladas e incinerados sus cuerpos para borrar la “prueba del delito”.
EJÉRCITO. En Santo Domingo se realizaba la instrucción de los conscriptos que cumplían servicio militar en el Batallón de Ingenieros de Combate 141.
INVESTIGACIÓN. Un sector del campo militar está resguardado por la Justicia, ante las denuncias de que hubo allí enterramientos clandestinos
Publicado el 03/06/2012
Una denuncia anónima, acercada al Instituto Espacio por la Memoria por un ex conscripto que no quiso dar sus datos, dio cuenta de que en 1976 hubo una ejecución de presos políticos en el campo militar Coronel Lorenzo Lugones en Santo Domingo, departamento Villa Robles.
El organismo de DD.HH. presentó una denuncia en el Juzgado Federal local para que abra una investigación.
Según lo relatado en la denuncia, este conscripto prestaba servicio en el tabique de Santo Domingo y un día antes de regresar al cuartel, se puso a cargarle combustible a un camión. En el lugar había un Peugeot 404 blanco, que era conducido por un suboficial que le pidió al conscripto que le cargase combustible.
Cuando el soldado abría la tapa del tanque, sintió un ruido. Asustado, abrió el baúl y descubrió a dos jóvenes vendados, amordazados y atados de manos y pies. Temeroso por el hallazgo, levantó la vista y notó que el suboficial lo estaba observando.
Éste le hizo una señal amenazadora para hacerle entender que era mejor callarse. El soldado cerró el baúl.
Al día siguiente, movido por la inquietud y venciendo los miedos por la amenaza de su superior, conversó con el guardia que estuvo esa noche.
Éste le dijo que efectivamente, a la noche se habían presentado seis vehículos, entre ellos el Peugeot 404 blanco, en los que se movilizaban militares y gente de civil. Le contó que estas personas le pidieron cubiertas usadas y palas y que ingresaron al campo hasta perderse de vista.
Pasaron unos minutos y se escucharon varios disparos y se vio un resplandor de fuego. Al amanecer antes del cambio de guardia y después que se alejaron los vehículos, el guardia se dirigió al sitio y observó restos de cubiertas quemadas y suelo removido.
El conscripto que presentó la denuncia anónima, cree que al menos 10 personas fueron asesinadas esa noche y que era la cantidad que podía caber en los baúles.
CLANDESTINO
Testimonios señalan que en La Guarida funcionó un centro de detención
Publicado el 03/06/2012
Durante los últimos meses, el Instituto Espacio para la Memoria y los organismos de derechos humanos, recibieron datos aportados de manera anónima.
Además del episodio de Santo Domingo, varios testimonios ubican un lugar donde funcionó un centro de detención clandestino, en el campo Coronel Holmberg, situado en La Guarida, localidad del departamento Banda, cerca de la Dársena, y que está en inmediaciones de la usina eléctrica y de canales derivadores.
Según los datos aportados, en el lugar había un barrio militar y en una de las casas en particular, eran llevados detenidos los presos políticos.
De acuerdo con lo señalado por el organismo provincial a EL LIBERAL, la gente del lugar comentaba que se veía constantemente entrar y salir camiones del Ejército con gente vendada y atada.
Los organismos de derechos humanos señalaron a este medio que siempre se rumoreaba que pasaban cosas raras ahí. Incluso contaron que los vecinos veían construcciones raras como sótanos y celdas. Desde los organismos de derechos humanos tienen previsto acercarse al lugar y comprobar la veracidad de las denuncias
“Incluso hay presos comunes que los llevaron para el lugar y que conocen el sitio”, señaló una fuente del Instituto.
Si bien se descarta que existan enterramientos clandestinos en el sitio, la multiplicidad de testimonios llevan a creer que en ese lugar funcionó un centro clandestino de detención.
Durante el juicio de la Megacausa de DD.HH. se señalaron como centros de detención clandestinos el ex edificio del Departamento de Informaciones Policiales, Santo Domingo, el Batallón de Ingenieros de Combate y la Escuela de Policía.
Abren línea para recibir datos sobre estos delitos
Publicado el 03/06/2012
En el Instituto Espacio de la Memoria cuentan con un número telefónico para recibir información acerca de hechos que estuvieran vinculados con los delitos de lesa humanidad cometidos en la provincia: secuestros, centros clandestinos de detención, sitios de enterramiento.
A través del número 422-5333 se recibieron varios e importantes datos que luego fueron investigados por el organismo y en muchos casos, sirvió para realizar importantes descubrimientos, tendientes al esclarecimiento de estos crímenes.
Desde el Instituto Espacio de la Memoria remarcan que estos datos pueden ser aportados de forma anónima para aquellos que pudieran sentir que dar esa información los pone en riesgo.
FuentedeOrigen:ElLiberal
Fuente:Agndh
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