12 de julio de 2012

LOS JUZGA UN TRIBUNAL LOS CONDENAMOS TODOS.

Jueves, 12 de julio de 2012
San Nicolás: cerró la etapa inicial 
El Tribunal Oral Federal 2 de Rosario realizó ayer una nueva audiencia del juicio oral por crímenes de lesa humanidad cometidos en San Nicolás, en la cual culminaron las lecturas de los pedidos de elevación a juicio, con la correspondiente a la causa Mastroberardino, a cargo de la Fiscalía. 


El proceso, que tiene como imputados al ex jefe del Area Militar 132, el entonces teniente coronel Manuel Fernando Saint Amant, su segundo Antonio Bossié, y el ex policía federal Jorge Muñoz, acumula tres expedientes: la masacre de calle Juan B. Justo, la causa Alvira por la desaparición de militantes de Montoneros y la causa Mastroberardino.


Ayer se declaró abierto el debate y se prevé que en la próxima audiencia, fijada para el 30 de julio próximo tras la feria judicial, se aborden las cuestiones preliminares y los planteos que puedan hacer las defensas. 


Sobre la situación de Muñoz y Bossié, a quienes el Tribunal benefició con el arresto domiciliario, si bien la Fiscalía podría apelar esa medida, allegados a la causa consideraron que bien podría ocurrir que cuando Casación se expida ya haya concluido el juicio. 


Por su parte, los jueces exigieron al ex Patronato del Liberado que realice controles periódicos y sorpresivos del cumplimiento de los imputados al arresto domiciliario. 


Los magistrados ya habían advertido que en caso de detectarse una violación del arresto, automáticamente cambiará la modalidad de detención. Al reiniciarse el juicio tras la feria también el Tribunal decidirá sobre las audiencias que se realizarán en San Nicolás, y se decidirá en qué ámbito se darán. 


La idea de los magistrados es facilitar la participación de muchos testigos domiciliados en esa ciudad, y a su vez cumplir de la forma más amplia posible con el principio de que las instancias del juicio sean lo más públicas posible.
Fuente:LaCapital



miércoles, 11 de julio de 2012

San Nicolás : un coronel acusado

Por Sonia Tessa

La historia del militante montonero Víctor Almada podría ser parte de una película de acción. El 21 de abril de 1977 volvía a su casa, tras llevar a reparar la moto con la que corría carreras en San Nicolás. Anochecía cuando bajó del colectivo en la ruta 9. Alcanzó a ver un movimiento extraño en su casa. Allí estaban Regina Spotti, su esposa, y sus hijos Víctor, de un año y ocho meses, y Martín, de ocho meses. Escapó corriendo a través de un baldío, pasó por el hotel Desirée y rodeó la manzana para volver a ver qué pasaba. La casa se la alquilaban a José Emilio Mastrobernardino, que además vivía en una de las habitaciones. La vivienda fue destruida, como también el galpón donde Almada tenía su taller de tapicería. Lo único que podía hacer era escapar. No supo sino años después que la patota volvería un rato después por el propietario de la casa, para secuestrarlo y torturarlo con el objetivo de que delatara a su inquilino, aunque no supiera nada. Mastrobernardino falleció poco tiempo después.

El requerimiento de elevación a juicio de la fiscalía en la causa Mastrobernardino se leyó ayer en la audiencia del primer proceso oral y público por delitos de lesa humanidad en San Nicolás, que realiza el Tribunal Oral Federal número 2 de Rosario. El único imputado en esta causa –una de las tres acumuladas– es el coronel Manuel Saint Amant, jefe del área 132 del Primer Cuerpo de Ejército.

Aquella noche, Almada se escondió detrás de las torres de alta tensión ubicadas frente a su casa, mientras observaba a 8 o 9 hombres llevarse a su esposa y sus hijos. Escuchaba llorar a los nenes, pero sabía que no podía entregarse, porque era hombre muerto. Estaba sucio, ya que había trabajado en el taller todo el día. Así, se fue a pedirle a un compañero del motociclismo la gauchada de guardarse durante la noche. Le prestaron plata y ropa para que fuera a buscar a su madre a la Capital Federal. El único objetivo era recuperar a los chicos. Después de varios días de idas y venidas, el propio Saint Amant les devolvió los niños a los abuelos maternos, los padres de Regina. Por eso está imputado también por la privación ilegítima de la libertad de los pequeños. Regina Spotti está desaparecida.

La misma noche del secuestro de su esposa y sus hijos, y después de que Almada lograra escaparse, la patota volvió para secuestrar al dueño del inmueble. A Mastrobernardino se lo llevaron, lo torturaron durante varios días, para que delatara a Almada. No podía hacerlo, ya que desconocía todo sobre su inquilino. Ni siquiera sabía que era militante de la Juventud Peronista. Cuando lo liberaron, la salud de Mastrobernardino estaba muy deteriorada, no sobrevivió mucho tiempo. Su privación ilegal de la libertad es la tercera causa acumulada en el juicio que se realiza en Rosario. No tiene querellantes porque su familia se negó. Tiempo después del secuestro, cuando Almada volvió a preguntar en qué podía colaborar, le dijeron que su presencia había sido dañina, que no querían verlo más. Y así lo hizo. Es la única de las tres causas que lleva adelante el Tribunal Oral Federal número 2 de Rosario en la que sólo acusa el Ministerio Público Fiscal, representado por Adriana Saccone y Juan Murray.

El lunes 30 de julio, después de la feria, se retomarán las audiencias.
Fuente:RepresoresRosario

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