Jueves, 12 de julio de 2012
Inician el primer juicio por amenazas a testigos
El primer juicio contra un imputado por amenazar y amedrentar a investigadores de causas por crímenes de lesa humanidad comenzará hoy en Santa Fe, cuando empiece a ser juzgado un ex...
El primer juicio contra un imputado por amenazar y amedrentar a investigadores de causas por crímenes de lesa humanidad comenzará hoy en Santa Fe, cuando empiece a ser juzgado un ex agente de inteligencia y policía de la provincia.
El imputado es Juan José Luis Gil, de 67 años, quien será juzgado por su presunta responsabilidad en las amenazas sufridas por el fiscal federal José Ignacio Candioti, actualmente en la ciudad entrerriana de Victoria, y otras personas vinculadas a un juicio por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura.
Los delitos que se le imputan —amenazas agravadas y coactivas—, por ser dirigidas a funcionarios públicos, tienen penas previstas de entre cinco y diez años de cárcel, y fueron cometidos en la ciudad de Reconquista, en el norte de la provincia de Santa Fe.
La causa se inició en 2009 por una denuncia de la Asociación Norte Amplio por los Derechos Humanos de Reconquista, dando cuenta de la recepción de un correo electrónico amenazante, al tiempo que hicieron referencia a hechos de difamación e intimidación. Los mails también fueron recibidos por la Fiscalía Federal de Reconquista y el Concejo Deliberante, lo cual originó otra denuncia del fiscal federal de Reconquista Roberto Salum, en base a mensajes intimidatorios que tenían como víctima al fiscal Candioti.
El funcionario investigaba delitos cometidos en el norte de la provincia, que llevó al banquillo a miembros de la Fuerza Aérea y de la policía que actuaron en conjunto en la concreción de secuestros y torturas.
El proceso oral se llevará adelante en la ciudad de Santa Fe, y el Tribunal estará conformado por los magistrados José María Escobar Cello, María Ivon Vella y Otmar Paulucci, con los fiscales Martín Suárez Faisal y Roberto Salum.
Rastro digital. La pesquisa determinó que los correos electrónicos de tono amenazante que recibió Candioti, entre abril y junio de 2009, fueron enviados desde la casa de Gil y desde un cibercafé ubicado a pocos metros, por lo cual fue apresado el 6 de octubre de ese año.
Las pericias determinaron que los correos fueron dirigidos a testigos, querellantes, funcionarios judiciales, allegados, políticos y funcionarios, y revelaban "conocimientos precisos" de las personas y de la causa judicial que estaba en proceso.
La Justicia intentará probar la responsabilidad de Gil, que según entiende la Fiscalía se amparaba en el anonimato y firmaba los mensajes como "La Hermandad", una supuesta organización sectaria que es mencionada en un libro de su autoría, inédito, cuyo manuscrito fue hallado en su domicilio.
En ese mismo allanamiento la Justicia también encontró tres armas de fuego, listados con nombres de ex detenidos políticos de la zona, además de propaganda de extrema derecha y copias de informes de inteligencia que el acusado habría realizado en la dictadura.
Entre las pruebas que comprometen la posición de Gil se encuentran entrecruzamientos que permitieron comprobar las máquinas desde las cuales fueron emitidos los mensajes mediante correos electrónicos.
Puma, espía y profesor. Gil revistó como policía de Santa Fe entre 1970 y 1993, y durante la dictadura se desempeñó como agente de la división rural Los Pumas. Paralelamente, su nombre figura en el listado de Personal Civil de Inteligencia (PCI) que difundió el Archivo Nacional de la Memoria, en su caso reportando para el Batallón de Inteligencia 601, con el número 1.961.
Además, Gil había sido cesanteado por el Ministerio de Educación de su puesto de profesor de Química por haber realizado una campaña de difamación de sus superiores a través de correos electrónicos en cadena.
Fuente:LaCapital
No hay comentarios:
Publicar un comentario