1 de agosto de 2012

LA PLATA: El fiscal Nieva Woodgate y su responsabilidad en el asesinato de Angel Giorgiadis, Unidad Nro 9‏.


Nieva Woodgate y su responsabilidad en los crímenes de lesa humanidad

A días de que la Comisión Bicameral de la Legislatura comience la recolección de pruebas para el juicio político contra el fiscal general de Morón, María Teresa Piñero cuenta a esta agencia la historia de Ángel Giorgiadis. Se trata de uno de los casos que revela el aparato de complicidades entre la justicia y los militares para llevar a cabo el plan sistemático de tortura y desaparición de personas.
Por Clara Vernet | En diálogo con AgePeBA, “Teté” Piñero relata que este año se cumplieron 35 años del asesinato de su marido en manos de la dictadura genocida. Sin embargo, asegura no olvidarse “ni un día” de la lucha que inició cuando le informaron que su marido se había “suicidado” en un traslado de la Unidad 9 al Regimiento 7 de La Plata el 1° de febrero de 1977. Para prueba se saca un anillo, “este anillo está hecho en la cárcel con hueso de caracú que me hizo Ángel en la cárcel. Yo quiero saber cómo lo mataron, cómo murió, me gustaría saber qué pensó en ese momento”.
Según reconstruyó la Comisión Bicameral de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios de la provincia de Buenos Aires, Ángel Giorgiadis salió de esa unidad penitenciaria con una orden judicial firmada por Federico Nieva Woodgate, quien en ese momento se desempeñaba como magistrado del Juzgado N° 4 de Lomas de Zamora y actualemente interviene como fiscal general en el caso Candela.
Esa fue la última vez que se vio a Giorgiadis con vida. La metodología no era nueva: el 5 de enero de 1977 habían corrido la misma suerte Dardo Cabo y Roberto Pirles, alojados junto a Girgiadis en el pabellón de presos políticos.
Recientemente, el Jurado de Enjuiciamiento declaró, por unanimidad, su competencia para entender en el juicio político contra el actual fiscal general de Morón, el cual comenzaría hacia fin de año, según adelantaron fuentes de la Legislatura a AgePeBA.
El proceso se inició a partir de una denuncia de la Fundación Servicio Paz y Justicia (Serpaj) que vincula a Nieva Woodgate con delitos de lesa humanidad durante la última dictadura, mientras se desempeñó en el Juzgado Nº 4 de Lomas de Zamora y en la Cámara de Morón.
“A Ángel, lo sacan de la Unidad 9 un miércoles. Mi suegra iba el jueves a la visita y ese día le informan de un traslado. Yo estaba en Mar del Plata, ya había pasado a la clandestinidad. El lunes mi suegra me dice ´lo sacaron a Angelito´, el martes vuelvo y comienzo a buscarlo”, recordó Teté como si el tiempo no hubiera pasado.
En ese momento, ella sabía que su marido estaba a disposición del Poder Ejecutivo y bajo custodia del juez Leopoldo Federico Russo, que lo tenía detenido por la ley 20.840 o “Ley Antisubversiva”, por su afiliación a Montoneros.
“La primera gestión que hago es ir al juzgado de Russo, para decirle que Ángel había desaparecido. Él me dijo en ese momento que desconocía la situación. Y me dice: ´deje todo en manos de la justicia porque en vez de uno van a ser dos´. ¿Era un consejo o era una amenaza?”, se pregunta.
Lo que Piñero no sabía en ese momento era que Giorgiadis tenía otra causa, en el juzgado de Nieva Woodgate por robo automotor y que éste habría firmado la sentencia de muerte de su marido.
“Nunca me mostraron la orden de traslado ni nada. Al día de hoy no hay ninguna investigación por su muerte”. Lo único que recibió Teté fue un telegrama que decía: “Informo a usted que el día 1/2/77 habiendo sido retirado su esposo de la Unidad por personal militar para ser interrogado en jurisdicción militar dependiente del área operacional 113 se infirió lesiones por autoagresión las que le ocasionaron su deceso”.
Pero tiempo después, pudo reconstruir la historia: “Ángel fue trasladado junto a César Urien al Regimiento 7 de La Plata. Finalmente a Urien lo trasladan a Sierra Chica por los contactos de la familia con Harguindeguy (ministro del Interior de las Juntas) y lo cambian por Horacio Rapoport (…) Según lo que nos informaron a las familias los dos se habían suicidado durante ese traslado ¿raro, no?”.
Sin embargo, señala que “cuando alguien muere tiene que haber una causa, eso es lo que yo aprendí en estos años. A Nieva Woodgate le informan que se suicidó un preso que estaba a su cargo. ¿No tiene que denunciarlo, investigarlo, pedir un informe?  No se hizo nada”, aseguró Piñero al responsabilizar directamente al actual fiscal general.
“Nieva Woodgate permitió, no preguntó, cerró el caso, no investigó. Un juez no puede hacer eso, ´se me murió el preso por que lo llevaron a indagar´, caso cerrado. Lo tenía que indagar él, no el Ejército. Eso es lo que tiene que responder Nieva Woodgate”, afirmó Piñero al sostener que “le reventaron la vida a él, a mí y a nuestra hija”.
Una vez que Teté se entera de la muerte de su esposo comienza la búsqueda del cuerpo: “Yo empiezo a pedir el cuerpo, empiezo a preguntar si le hicieron una autopsia, quería saber cómo murió. Como a los veinte días me mandan al Departamento de Policía de La Plata donde me dicen que me van a dar los datos. ´Quiero ver de qué murió mi marido´ le dije al Comisario que me atendió. Según el certificado de defunción, mi marido había muerto por una anemia aguda con hemorragia interna”.
“Cuando pido por el cuerpo me informan que ya estaba enterrado en el cementerio. Nunca pudimos verlo. Hay una tumba, pero qué se yo si es Ángel… Porque mi suegra decidió cremarlo en el ´82. Yo estaba en el exilio. Yo hice todo lo que pude, todas las denuncias para que no maten a los demás y después me fui al exilio, tenía una hija, volví en septiembre de 1983 para votar”, explicó.
Teté guarda las cartas que compartían con su marido “como un tesoro” y recuerda un fragmento: “en una oportunidad me escribe que tenemos que estar preparados para poder seguir en el caso de que a alguno de los dos nos pase algo. Mirá qué mandato que me dio”.
“Creí que lo más importante sería poder concretar algunos de los sueños por los que lo mataron. Y de alguna manera este Gobierno (el de Cristina Fernández de Kirchner) lo ha hecho. Todo lo que se ha hecho es enorme en Argentina”, subrayó la mujer.
Sin embargo, sabe que aún falta mucho y muestra de ello es que Nieva Woodgate continúe desempeñándose como funcionario judicial.
“Por eso es muy bueno que pase esto (por el avance hacia el jury) porque podría significar un antes y un después, ya que da pie para que se empiece a investigar la participación de la justicia en la represión de Estado”, consideró.
Piñero contó, además, que fue recibida este año por el vicegobernador Gabriel Mariotto a partir del pedido de enjuiciamiento contra el fiscal general de Morón.
“Mariotto dice que hay que romper la connivencia entre la policía, el delito, los jueces y los políticos, de eso estamos hablando”, explicó al indicar que “los avances se hacen porque hay gente y fuerzas sociales que empujan, si no los avances no se hacen. No vienen del cielo. El marco se fue construyendo, cuando estaba todo cerrado siempre hubo alguien que abrió algo. Y se siguió avanzando. Ese es el vigor del movimiento de Derechos Humanos. Siempre hay uno que sigue, hay otro que toma la posta. Acá hay una lucha política actual, está encarnado”.
“Todavía hay corporaciones que no se han limpiado, así que hay que ir por más y eso es lo que nos gusta del peronismo. Cuando parece que nos derrotaron vamos por más. Siempre para adelante”, concluyó la viuda de Ángel Giorgiadis. CV/FL
FuentedeOrigen:AgePeBa
Fuente:Agndh


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