Por Alejandra Dandan
Carlos Eduardo José Somoza, alias “Gordo”, es un ex agente de inteligencia del Ejército y uno de los torturadores más violentos de El Campito, el centro clandestino de Campo de Mayo. Estuvo prófugo hasta enero de 2010. Es uno de los acusados del juicio que lleva adelante el Tribunal Oral presidido por Héctor Sagretti, pero su situación procesal depende del juzgado porteño de Ariel Lijo. Somoza está beneficiado con la prisión domiciliaria. Sin embargo, el lunes pasado, a las 12.05, fue fotografiado a bordo de un auto con patente DKU 490, celeste metálico, cuando entraba a su casa de la calle Concordia 989, del barrio de Floresta. Iba con su mujer, según confirmaron ayer sus abogados defensores. La querella de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, representada en el juicio por Ciro Annicchiarico, presentó ayer las fotos en la audiencia y solicitó al Tribunal que pida la información procesal del detenido a Lijo, ante una situación que parece insólita: los abogados de Somoza dicen que el juez le dio libertad de movimiento total para atenderse en cuestiones de salud. Y que puede desplazarse en el auto de su mujer porque está “colapsado” el Servicio Penitenciario Federal. Annicchiarico pidió que esa versión se coteje, se pida un informe de salud y se revoque el beneficio. “No tenemos en este juicio conocimiento de la modalidad en que el juzgado del doctor Lijo otorgó el beneficio, pero entendemos que de ningún modo puede concederse con tal amplitud”, dijo Annicchiarico. “Que las razones y oportunidades de las salidas de su domicilio queden libradas al exclusivo criterio y arbitrio del propio procesado implicaría una completa desvirtuación del sentido de la medida cautelar, y no habría ninguna diferencia con que permaneciera en libertad”, agregó. Somoza es un “imputado de gravísimos delitos” que, además, ya dio muestras de querer ocultarse a la Justicia.
Fuente:Pagina12
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