11 de septiembre de 2012

NEUQUÉN: ¿Quien mandaba en la comisaría de 24 de Cipolleti?.

Escuelita II. ¿Quien mandaba en la comisaría de 24 de Cipolleti?
Tenía taquero, tenía interventor militar, pero el que daba órdenes de torturar era Guglielminetti
El delincuente Guglielminetti era el que realmente mandaba, por encima de militares y policías. 
Raúl Guglielminetti "era el que daba órdenes todo el tiempo" en la comisaría 24ª de Cipolleti cuando él y su hermano Julio Eduardo fueron detenidos y sistemáticamente golpeados y torturados, dijo ayer Juan Domingo Palios, que declaró como testigo en la causa caratulada "José Luera y otros". 

El testigo reconoció a otros tres imputados, policías de Río Negro. Dijo que el que más los golpeó era Saturnino "Sato" Martínez, y reconoció entre los victimarios a Miguel Ángel Quiñones y a Julio Villalobos. Un testigo de concepto aseguró que el interventor militar de la comisaria, Gustavo Vitton, era peronista y opositor a la dictadura. 

"Nos preguntaban dónde estaban las armas y nos golpeaban", afirmó Juan Domingo Palios, que agregó que vio en la comisaria a las víctimas de este proceso Raúl Sotto, Oscar Contreras y Ricardo Novero, a quienes conocía por la común militancia en el peronismo. 

“Una vez me encontré en un pasillo con Contreras. Le estaban golpeando la espalda con un fusil y a mí me llevaban para ponerme la cabeza bajo agua”, comentó. Todos eran torturados en un predio contiguo a la comisaria llamado "Los treinta" y el que peor quedó fue Sotto, precisó. 

Por su parte, Julio Eduardo Palios recordó al declarar seguidamente que la comisaría estaba por entonces, en 1976, a cargo del capitán -hoy mayor retirado- Gustavo Vitton, otro de los imputados, que oficiaba de interventor. También señaló que Vittón y el subordinado titular de la comisaría Antonio Camarelli, recibieron a sus familiares y que incluso pretendieron convencerlos de la necesidad que tenían de torturarlos, habida cuenta de que no les decían dónde guardaban las armas. 

El comisario retirado Camarelli, presente en la audiencia, se puso de pie y gritó. "¡Es una falsedad de este mentitroso!". El fiscal Marcelo Grosso le pidió entonces al tribunal que lo sancionara. 

En defensa de su amigo Vitton declaró un testigo de concepto, el teniente coronel retirado Federico Colombo Roqué, quién se presentó como funcionario del Ministerio de Seguridad de la Nación. 

Colombo dijo que al igual que él, Vitton perteneció al grupo de oficiales subalternos desafectos a la dictadura conocidos como "Los 33 Orientales" y reconoció conocer también a otros dos imputados, el coronel retirado Jorge Eduardo Molina Ezcurra y el teniente coronel retirado Sergio Adolfo San Martín, pues habían sido sus compañeros de la promoción 95 del Colegio Militar, pero se centró en Vitton, al que dijo haber conocido en un homenaje al teniente coronel Oscar Lorenzo Cogorno, fusilado en junio de 1956 por haber participado en la incruenta rebelión peronista encabezada por los general Juan José Valle (también fusilado) y Raúl Tanco. 

Dijo Colombo que "Vitton tuvo militancia política nacionalista y justicialista a partir de 1969", y que ambos se opusieron a la llamada "Revolución Argentina", es decir la dictadura (1966-1973) encabezada sucesivamente por los generales Juan Carlos Onganía, Marcelo Roberto Levingston y Alejandro Agustín Lanusse. 

Y que estaban a favor de que el país volviera a la senda de la democracia mediante elecciones sin proscripciones.

"Nuestra intención era que nuestro ejército fuera popular, que siguiera las enseñanzas de San Martín, Belgrano, Mosconi y Savio, que fuese un pilar del sistema democrático, representativo y federal", abundó.

Colombo narró extensa y detalladamente sus peripecias y las acechanzas que debió sortear durante la dictadura (y aún antes, desde el desplazamiento del general Numa Laplane por Videla, en 1975) hasta que fue pasado a retiro por el general Bussi, y como se reencontró con Vitton en "La Casa de la Cultura nacional", un reagrupamiento en el que descollaba el también radiado teniente coronel Carlos Sánchez Toranzo, el mismo que a comienzos de la dictadura respondía directamente al jefe del Primer Cuerpo de Ejército, general Carlos Guillermo Suárez Mason y se dedicaba a interrogar en sus celdas y con buenas maneras a los presos políticos, a fin de elaborar detallados informes sobre su "grado de peligrosidad". 

En los años '80, recordó, Vittón consiguió empleo en la Secretaría de Seguridad Interior del gobernador bonaerense, Antonio Cafiero, y lo llevó a trabajar con él. También recordó que a fines de aquella década o a principios de los '90, la organización HIJOS escrachó la cada de Vitton, acusándolo de "genocida". "Fue muy injusto. Confio plenamente en la honestidad y en la forma de ser de Gustavo Vitton", concluyó.
Fuente:Telam

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