22 de octubre de 2012

Mientras no se aclare la filiación real de Marcela y Felipe, la causa Noble-Herrera sigue abierta.

Lo ratificó la agrupación H.I.J.O.S. en una solicitada 
Mientras no se aclare la filiación real de Marcela y Felipe, la causa Noble-Herrera sigue abierta 
Marcela y Felipe: nadie se explica por qué no quieren revelar quiénes son (o fueron) sus padres biológicos. 
La Agrupación H.I.J.O.S. aseguró hoy que la investigación por la adopción de Marcela y Felipe Noble Herrera por parte de la directora del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble, "seguirá abierta hasta que se establezca la verdadera identidad de ambos". 

El diario Clarín había publicado días atrás que el caso debía cerrarse, al afirmar que "Confirman que (Marcela y Felipe Noble Herrera) no son hijos de desaparecidos", luego de haberse completado todos los estudios de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) y al no haber obtenido resultados compatibles con ninguna familia de las analizadas hasta ahora. 


A través de una solicitada publicada en los diarios Página/12 y Tiempo Argentino titulada "La identidad es un derecho, la verdad también", H.I.J.O.S. remarca sobre la noticia de que "a 35 años de la adopción fraudulenta de Marcela y Felipe, su apropiadora y el Grupo económico Clarín, que ella preside, intentan borrar todas las pruebas del delito". 


La organización de derechos humanos también destaca que "en la misma nota (del diario Clarín) afirman que aún `quedan unas pocas muestras` que restan reunirse, lo que contradice que el caso deba ser cerrado". 


Por eso, H.I.J.O.S. subraya que la investigación "seguirá abierta hasta que se establezca la verdadera identidad de ambos (Marcela y Felipe)" y explica que "ningún caso cuya muestra genética sea excluyente con todas las incorporadas al BNDG es cerrado, porque la única manera de clausurarlo es cuando se consigue un resultado compatible en un porcentaje que demuestra una filiación". 


"Las muestras de ambos quedarán, como todas las demás, guardadas para futuros entrecruzamientos genéticos, a medida que se vayan incluyendo más familias analizadas al BNDG. Por diversos motivos, hasta el momento, sólo se han podido completar 250 de los 500 grupos familiares", se agrega en la solicitada.


El texto también incluye un párrafo, encabezado con la frase "Hay verdades que no deben ser olvidadas, donde se señala, entre otros puntos, que "el trámite con el que fueron anotados Marcela y Felipe en la familia es irregular" y que "dado que esto se cometió durante el terrorismo de Estado, son delitos de lesa humanidad en el marco de un genocidio".


Asimismo, se indica que "la jueza Ofelia Hejt, designada durante la dictadura, fue la que intervino en la adopción ilegal de Marcela y Felipe, y la misma que en abril de 1977 entregó en guarda a Andrés La Blunda, de 3 meses de vida, quien en 1984 recuperó su identidad".


Además, se informa que "Ana María Di Lonardo, quien fue directora del BNDG durante muchos años, es la genetista de Herrera de Noble en la causa" y se recuerda que "Ernestina Herrera de Noble se encuentra procesada por este tema en la causa Nº 2.270 en el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional nº 2 de San Isidro, Secretaría nº 5". 


"El pueblo argentino no se deja engañar más. A pesar de las mentiras de Clarín y de quienes también pretenden volver a tejer pactos con la impunidad, ese tiempo ha terminado.


Porque la verdad triunfa, como nos lo enseñaron las Abuelas con cada abrazo a sus nietos, las Madres, Padres y Familiares con sus ejemplos de lucha y amor. 


Por eso Ernestina Herrera de Noble está donde debe estar: en la lista de los que deben responder ante la Justicia por delitos de lesa humanidad", concluye el texto.

Fuente:Telam


Comunicado de prensa. 21/10/2012*
H.I.J.O.S. Capital
La identidad es un derecho, la verdad también
A 35 años de la adopción fraudulenta de Marcela y Felipe, su apropiadora y el Grupo económico Clarín, que ella preside, intentan borrar todas las pruebas del delito. Días atrás, el Grupo difundió otra mentira, diciendo que la investigación por la apropiación debería cerrarse, al afirmar que “Confirman que no son hijos de desaparecidos”, al haberse completado todos los estudios de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) y al no haber obtenido resultados compatibles con ninguna familia de las analizadas hasta ahora. Pero en la misma nota afirman que aún “quedan unas pocas muestras” que restan reunirse, lo que contradice que el caso deba ser cerrado: seguirá abierto hasta que se establezca la verdadera identidad de ambos. Ningún caso cuya muestra genética sea excluyente con todas las incorporadas al BNDG es cerrado, porque la única manera de clausurarlo es cuando se consigue un resultado compatible en un porcentaje que demuestre una filiación. Marcela y Felipe siguen sin respuestas. Las muestras de ambos quedarán, como todas las demás, guardadas para futuros entrecruzamientos genéticos, a medida que se vayan incluyendo más familias analizadas al BNDG. Por diversos motivos, hasta el momento, sólo se han podido completar alrededor de 250 de los 500 grupos familiares.
El fin de la impunidad no es sólo la condena a los genocidas, sino que también es -entre otras cosas- la restitución de la identidad de nuestros hermanos apropiados. Cada caso es particular, pero, definitivamente, ninguno llegó a tener la falta de anonimato y preservación de información que tiene el caso de Marcela y Felipe Noble. Y esa exposición siempre fue responsabilidad de la misma persona que durante años hizo todo lo posible por impedir el avance de la justicia para garantizar el derecho a la identidad de ambos: Ernestina Herrera de Noble.
Permanentemente, desde el multimedio se difundió información tergiversada sobre la causa. Durante muchos años no se hablaba del tema en los medios masivos de comunicación. Nadie se tomaba el sencillo trabajo de cruzar lo publicado por Clarín con los fallos judiciales, para constatar las mentiras de ese diario. Pero la impunidad no es eterna. Desde hace 9 años, en nuestro país se terminó el tiempo cómodo para los civiles que cometieron delitos de lesa humanidad.
Hay verdades que no deben ser olvidadas: 1- El trámite con el que fueron anotados Marcela y Felipe en la familia es irregular. Dado que esto se cometió en un terrorismo de Estado, son delitos de lesa humanidad en el marco de un genocidio. 2- La jueza Ofelia Hejt, designada durante la dictadura, fue la que intervino en la adopción ilegal de Marcela y Felipe, y la misma que en abril de 1977 entregó en guarda a Andrés La Blunda, de 3 meses de vida, quien en 1984 recuperó su identidad. 3- Ana María Di Lonardo, quien fue directora del BNDG durante muchos años, es la genetista de Herrera de Noble en la causa: justamente, la persona que durante años accedió a esa información valiosa, hoy resulta un eslabón fundamental del oscurantismo. 
El pueblo argentino no se deja engañar más, a pesar de las mentiras de Clarín y de los que pretenden volver a tejer pactos con la impunidad, pero ese tiempo se terminó. La verdad triunfa, nos lo enseñaron las Abuelas con cada abrazo a sus nietos, las Madres, Padres y Familiares con sus ejemplos de lucha y amor. Lo dice el pueblo que sabe quién es quién y pone a Ernestina Herrera de Noble donde debe estar: en la lista de los que deben responder ante la justicia por delitos de lesa humanidad.
H.I.J.O.S. Regional Capital
Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio
*Solicitada publicada en diarios"
H.I.J.O.S.
Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio
17 años en Lucha
www.hijos-capital.org.ar      
                           

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