25 de octubre de 2012

NEUQUÉN: Defensor de los asesinos preguntó "si la comisaria de Cipolleti era un spa o un centro clandestino de detención"..‏

Los alegatos de la tarde 
El abogado Rodolfo Ponce de León. (Fabian Ceballos) -
Neuquén-El abogado Hernán Elizondo, que asiste al ex oficial de Inteligencia Francisco Julio Oviedo, pidió la absolución de su representado al entender que no existen pruebas que lo comprometan. 

“Son simples conjeturas sin elementos probatorios… una visión sesgada de los hechos”, sentenció durante su alegato. Elizondo también solicitó la nulidad de los alegatos de la APDH, el Ceprodh y del Ministerio Fiscal. Afirmó que su cliente no cometió ninguno de los hechos que se le imputan y pidió que subsidiariamente se lo absuelva por el beneficio de la duda. 

Entre otras cosas, Elizondo basó su alegato en el testigo Pedro Daniel Maidana, intentando demostrar contradicciones relacionadas al horario y la forma en la que fue trasladado desde la U9 hasta la Escuelita, donde estuvo detenido junto a Miguel Ángel Pincheira, Orlando Cancio y Javier Seminario Ramos. 

Elizondo fundamentó el pedido de absolución diciendo que Oviedo acató una orden que fue legítima y que estando dentro del Ejército él tenía que obedecer. Dedicó algunos párrafos al Ceprodh, al decir que en su alegato acusó a Oviedo en dos ocasiones por el delito de genocidio, cuando ni siquiera fue procesado por esa figura. 

En cuanto a los pedidos de penas, Elizondo entendió que carecen de fundamentación por lo que exigió la nulidad. Adelantó además que requerirá la prisión domiciliaria en caso que su cliente sea condenado ya que actualmente se encuentra bajo esa situación y no realizó nada para que se le revoque.

“La prisión domiciliaria es un derecho, no un beneficio”, sentenció. Antes de cerrar el alegato tomó la palabra la abogada Cecilia Oviedo, hija del imputado, quien expresó: “Pasó el tiempo y Oviedo aún no sabe qué hecho ilícito cometió”. 

“Falsas víctimas” 
El último defensor de la jornada de ayer fue Rodolfo Ponce de León, que asiste a Oscar Ignacio del Magro, oficial de la Policía de Río Negro, quien tras una extensa introducción, que paseó por la legalidad y la ilegalidad de los hechos que conforman la historia argentina, pidió la absolución de su defendido al entender que es inocente y que su acusación se basó en “falsas víctimas que relatan hechos que nunca aparecieron”. 

Al igual que sus pares de la defensa, Ponce de León pidió la nulidad de los alegatos de la APDH, el Ceprodh y del Ministerio Fiscal. El abogado dedicó casi la totalidad de su alegato en destrozar la credibilidad de los testigos Raúl Sotto, Oscar Contreras y los hermanos Juan Domingo y Julio Eduardo Pailos y la validez de sus testimonios.

También apuntó contra las organizaciones de derechos humanos, a quienes trató de “sectas y caníbales, que parten de la culpabilidad hasta probar la inocencia”. 

En relación al testigo Sotto, de quien pone en duda que sea una verdadera víctima, Ponce de León explicó que sus dichos son contradictorios y que de sus declaraciones no surge que Del Magro haya participado de la detención o de la tortura en el interior de la comisaría de Cipolletti. 

Entre las contradicciones el abogado resalta que el testigo aseguró que vio al imputado con uniforme cuando, según la causa, Del Magro vestía de civil por tener pelo largo y hacer tareas “encubiertas”. 

Otro punto que pone en duda es su paso por la Comisaría Cuarta de Cipolletti, donde aseguró que fue torturado pero, curiosamente, según el abogado, “nadie escuchó o vio nada”. Para terminar de desprestigiar los dichos de los testigos, el abogado explicó que Sotto y los hermanos Pailos tenían antecedentes penales y por esa razón conocían la comisaría. 

“Tal vez actúen por venganza o por cobrar la indemnización que pagaba el Estado a las víctimas de la represión”, dijo Ponce de León, quien para finalizar ironizó al preguntar “si la comisaría de Cipolletti era un spa o un centro clandestino de detención”. 
FuentedeOrigen:LaMañanaNeuquen
Fuente:Agnddhh

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