el juicio por el crimen del militante del po se reanuda el martes
Fuerte expectativa por dos testimonios en la causa Ferreyra
El ex secretario administrativo de la Unión Ferroviaria, Juan Carlos Gallego Fernández, retomará una declaración inconclusa. Cristian Favale podría romper el silencio. Inspección ocular, en la etapa final.
Por: Gabriel A. Morini
El martes, el ex secretario administrativo de la Unión Ferroviaria Juan Carlos "Gallego" Fernández volverá a sentarse en el banquillo para continuar con la declaración que dejó inconclusa a fines del año pasado y, esta vez, según anticipó su defensa, tiene previsto responder las preguntas de las querellas que lo acusan de ser uno de los instigadores del crimen del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra.
Pero no sería el único de los imputados que declare en este último tramo. Fuentes allegadas a las defensas confirmaron que crecen las posibilidades de que el barrabrava de Defensa y Justicia Cristian "Harry" Favale pueda ser el próximo que rompa el silencio frente al Tribunal Oral en lo Criminal Nº 21 en lo que, se especula, pueda llegar a ser una de las declaraciones más importantes, previo a los alegatos finales.
Su situación es la más comprometida, ya que a lo largo del juicio fue reconocido por testigos en 24 oportunidades como quien aquel 20 de octubre de 2010 estaba armado y fue quien efectuó el disparo que terminó con la vida del joven.
El receso de la feria judicial se interrumpirá solamente para realizar tres audiencias consecutivas que culminarán el 18 de enero. La primera estará dedicada a escuchar el testimonio de Fernández y completar algunas otras diligencias, como definir el cronograma del juicio con vistas a comenzar los alegatos de las partes a principios de febrero. La segunda estará concentrada en escuchas telefónicas que permitirán apuntalar la hipótesis de la querella sobre el peso que pudo haber tenido en el crimen el móvil político y económico que giraba en torno a las empresas tercerizadas del ferrocarril, cuyos trabajadores despedidos protestaban aquel mediodía, en las inmediaciones de Barracas. La querella del Partido Obrero que representa a los heridos en el ataque insistirá también en que se exponga un cruce entre el ex líder de la UF, José Pedraza, y el ministro de Trabajo Carlos Tomada, en tono familiar.
Como corolario, se espera que la última audiencia esté dedicada a una inspección ocular en la zona en la que se produjo el ataque por parte de la patota contra los militantes y los tercerizados, y en la Dirección General de Operaciones, entonces bajo el mando del comisario Hugo Lompizano. Jueces fiscales, defensores e imputados harán el mismo recorrido que las víctimas hicieron ese día que culminó con el ataque final en la esquina de Luján y Pedriel. Si el cronograma continuara como está previsto, el 4 de febrero comenzarían los alegatos de las querellas para que luego exponga la fiscalía y por último las defensas. Cualquier otro de los imputados que solicite declarar –los federales implicados también podrían estar incluidos en esa nómina– alterará las fechas. Por ahora es un interrogante si Pedraza hará uso de ese derecho o si guardará el silencio que mantuvo desde el comienzo del juicio. "La fiscalía no puede formular seriamente una acusación contra Pedraza", se mostró confiado su abogado, Carlos Froment. Para el letrado, quedó confirmado que no hubo irregularidades en el vínculo del gremio con las empresas tercerizadas que realizaban trabajos en el ferrocarril, a partir de la documentación que aportaron al expediente.
"Para nosotros, el juicio terminó hace rato. La certeza para poder acusar la tenemos hace meses", aseguró a Tiempo Argentino la abogada María del Carmen Verdú, de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional, que representa a los heridos. "El reconocimiento visual del lugar va a ser importante para que los jueces y la fiscal puedan subir al terraplén y mirar hacia donde estaban los manifestantes retirándose. Con eso, se caen las argumentaciones de los jefes policiales que estaban en el lugar, que dijeron que los árboles no les dejaban ver nada", subrayó en referencia a los comisarios Luis Osvaldo Mansilla y Jorge Raúl Ferreyra. Ya no quedan otros testigos por desfilar ante el TOC21, y la etapa de pericias también se dio por concluida.
Las defensas, que trabajaron en conjunto durante todo el proceso, comenzarán a delinear su propia estrategia, aunque con rasgos comunes como el intento de postular que el asesinato de Ferreyra, en el peor de los casos, puede encuadrarse como un homicidio en riña. Esto atemperaría cualquier condena y excluiría a la cúpula de la UF como los instigadores. Lo mismo sucedería con los uniformados a los que, bajo este argumento, podría achacárseles impericia.
En principio, buscarán aislar la responsabilidad de Favale, uno de los más complicados. "Son todos ferroviarios, menos uno", sostuvo uno de los letrados en referencia al barrabrava que aspiraba a ingresar al ferrocarril Roca. Pero si el principal acusado decide hablar, aun en contra del consejo de su defensora oficial, sus dichos podrían desencadenar cambios en las tácticas de defensa, sobre todo de los acusados que estuvieron con él en el lugar.
Fuente:TiempoArgentino
No hay comentarios:
Publicar un comentario