MATARON DE UN BALAZO EN LA CABEZA AL HIJO DEL QUEMADO RODRIGUEZ
Asesinato en pleno centro
Maximiliano fue "advertido" el 29 de enero, con un balazo en la pierna. Ayer hubo tres crímenes en Rosario. Medidas de Odriozola.
Maximiliano "el hijo del Quemado" Rodríguez, caminaba ayer, a las 18.20, por Corrientes y Pellegrini, con su novia Sofía Laffatigue, cuando un joven se bajó de una moto, y le disparó en la cabeza. Murió poco después, en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez. La fiscal Nora Marull que investiga el crimen, consideró que "la semana pasada recibió una advertencia, ahora cumplieron". La funcionaria judicial tomó como hipótesis excluyente la pelea por la comercialización de drogas. Ayer por la tarde hubo otros dos crímenes en la ciudad. Un policía que intervino en la clínica médica de 3 de febrero 1045 y un hombre que fue baleado en el barrio toba de Aborígenes Argentinos y Circunvalación fueron las otras dos víctimas. Después de los tres asesinatos, el jefe de policía Omar Odriozola desplazó al jefe y el subjefe de la comisaría 19 y reforzó la presencia policial con la llegada de efectivos de la guardia rural Los Pumas y las Tropas de Operaciones Especiales.
Maximiliano Rodríguez, de 26 años, estuvo poco más de un mes en libertad: había salido de la cárcel de Piñero el 28 de diciembre pasado, tras el cambio de carátula por la balacera con Facundo Osuna, el ataque que se consideró el preludio del Triple Crimen de Villa Moreno, el 1º de enero de 2012. Por esos asesinatos --los de Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez-- está preso su padre, Sergio El Quemado Rodríguez. Maximiliano había recibido "un aviso": el 29 de enero pasado lo balearon en una pierna, en la puerta de la casa de su novia, en Coronel Arnold al 3200. En aquel momento pasaron dos hombres caminando y abrieron fuego.
Fuentes del gobierno provincial consideraron que el motivo del asesinato fue que el hijo del Quemado había comenzado a instalar su propia cocina de droga, con la intención de separarse de Los Monos --la familia Cantero-- los narcotraficantes para los que trabajaba antes del Triple Crimen de Villa Moreno. De hecho, los Cantero habrían considerado que el Quemado "se fue de rosca" aquella madrugada con los asesinatos, un episodio que puso la pelea entre bandas de narcotraficantes en el eje del debate público.
El del "Hijo del Quemado" fue el más impactante, pero no el único crimen que hubo ayer por la tarde en la ciudad: el policía Carlos Alberto Dolce recibió, a las 17.40, cuatro tiros de dos delincuentes cuando intervino en la agresión a un médico en la clínica de 3 de febrero 1045 y falleció en el hospital Rosendo García.
El primer homicidio había ocurrido a las 14.10, en el extremo suroeste de la ciudad, en el barrio toba de Aborígenes Argentinos y pasaje 1351. Un Peugeot 206 gris pasó por allí y baleó a tres personas. Uno de ellos --aún no identificado-- recibió un impacto en la frente y murió en el acto. Sus acompañantes también fueron baleados. Ocho proyectiles impactaron en el hombre, y tres en la mujer. Los dos están internados en el Heca, ella más grave que él.
ABORDARA LA CRISIS EN SEGURIDAD CON FEIN Y CONCEJALES
Tienen cita con el gobernador
El secretario de Gobierno, Fernando Asegurado, confirmó la reunión.
Pasado mañana, Bonfatti recibirá en Rosario a la intendenta y a los presidentes de bloques del Concejo para avanzar en el proyecto "por la convivencia y la seguridad democrática en la ciudad" para dar respuestas a reclamos de los vecinos.
El gobernador Antonio Bonfatti recibirá el viernes a la intendenta Mónica Fein y a los presidentes de los diferentes bloques del Concejo Municipal. La audiencia se realizará en el marco de los acuerdos conseguidos entre la mandataria local y los ediles para abordar la crisis en materia de seguridad en la ciudad. El cónclave fue confirmado por el secretario de Gobierno municipal, Fernando Asegurado, quien en diálogo con Rosario/12 señaló que el abordaje de la problemática en materia de seguridad no debe circunscribirse solamente a las futuras reuniones, algo que según el funcionario se puso de manifiesto en los encuentros con los concejales. En este sentido, Asegurado se refirió a las iniciativas entre Provincia y Municipio tendientes a fortalecer la convivencia en la ciudad, como el lanzamiento de los programas "Vuelvo a estudiar" y "Mi tierra mi casa". "Hay que mirar todo en un marco de acción de trabajo que ojalá nos pueda atravesar los próximos años. Entendemos que es la única forma de poder dar respuestas con mayor eficiencia a la problemática de algunas de las cuestiones que los vecinos están reclamando", planteó el secretario de Gobierno.
Durante el segundo encuentro que mantuvieron el pasado martes la intendenta Fein y los titulares de los bloques del Concejo Municipal, en el que se acordó la creación de un área municipal de delitos complejos, también estaban contemplados varios pedidos de audiencias, entre ellas al gobernador Antonio Bonfatti, a la presidenta de la Corte Suprema de Justicia provincial, María Angélica Gastaldi, y al ministro Daniel Erbetta, al juez de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, Edgardo Bello, y al jefe de Gabinete nacional, Juan Abal Medina. Según Asegurado, luego que la Municipalidad remitiera formalmente el pedido de audiencias, el gobernador confirmó la reunión con Fein y los concejales para este viernes a las 16 en la sede local de la Gobernación.
"La intendenta ha conversado con la doctora Gastaldi y el doctor Erbetta para realizar la reunión la semana que viene. Más allá que es una semana con dos días feriados, estamos a la espera de la confirmación del día pero encontramos muy buena predisposición, lo mismo con la justicia federal, ya que el encuentro se realizaría entre el 13 y el 15 de febrero, que es lo que nos anticipó el doctor Bello. Ese era el orden que habíamos acordado en la reunión con los concejales. Tenemos casi 20 días para poder confirmar la reunión con el Jefe de Gabinete", precisó el funcionario.
Sobre otras iniciativas que habían surgido en las reuniones con los ediles, Asegurado señaló que la intendenta continuó realizando reuniones. Ayer mantuvo un encuentro con empresarios, mientras que la semana pasada se reunió con el arzobispo José Luis Mollaghan y con el Consejo de Pastores que representa a las iglesias evangélicas de la ciudad. Además, está solicitada una reunión con la colectividad judía. "Lo que ha salido le da un marco a todas estas reuniones, y la posibilidad que todas las instituciones de la ciudad y los propios rosarinos refrenden el acta por la convivencia y la seguridad democrática en la ciudad", agregó Asegurado, para quien el objetivo es concluir el próximo 27 en el marco de un nuevo festejo del día de la creación de la Bandera "con una fuerte señal por la convivencia".
Durante el encuentro de Fein con los ediles, la vicepresidenta 1ª del cuerpo, Norma López (FpV), había cuestionado que mientras la intendenta buscaba acuerdos con los concejales rosarinos; en Buenos Aires, el gobernador Bonfatti junto al titular del FAP, Hermes Binner, "montaban una operación política nacional para desestimar la grave situación de seguridad que se está viviendo en Rosario".
Ayer, tras la confirmación del encuentro del viernes con Bonfatti, y los cambios anunciados en la cúpula policial, la edila kirchnerista renovó sus críticas al gobierno provincial. "En realidad, lo que están haciendo son una serie de medidas de alto impacto publicitario en la sociedad. El fin de semana anuncian el debate por la despenalización del consumo de drogas cuando estamos inmersos en una discusión sobre narcotráfico. Debemos tener en claro que el narcotráfico no tiene que ver con el consumo. Mientras que tardíamente avanzaron en el desplazamiento de (Cristian) Sola y la cúpula policial, algo que siempre reclamamos", disparó López ante la consulta de este diario.
La concejala además cuestionó que el gobernador Bonfatti y los ministros de su gabinete se negaron a recibir la semana pasada a más de 80 intendentes y jefes comunales del PJ santafesino. "Nos van a recibir, a partir de la mesa que formamos en conjunto con la intendenta de la ciudad, que es de su misma línea política; esto está marcando una diferencia negativa", concluyó la edila.
ENCUENTRO DE ODRIOZOLA CON LA PRENSA ROSARINA
"Hay que seguir la ruta del lavado de dinero"
Por Sonia Tessa
Es difícil para un flamante jefe policial el momento de enfrentar por primera vez a los periodistas. Omar Odriozola, que había asumido anteayer, estaba nervioso y decidido a no moverse un centímetro en aquello que quería dejar claro. "La directiva que tenemos del gobierno, del Ministerio de Seguridad, es ser implacable en lo que sea corrupción policial", dijo ante una pregunta de Rosario/12 sobre si la corrupción policial es sistémica en la fuerza. Odriozola viene de la Unidad Regional número 1, del departamento La Capital. "Fijese en Santa Fe mismo, donde he sido jefe desde hace unos meses, se han presentado ciertas cosas que han sido muy relevantes. He tenido todo el apoyo del gobierno para trabajar tranquilo", apuntó el jefe policial. El colega del diario La Capital preguntó si hablaba de la detención, en octubre pasado, de cinco policías por manejos espúreos de adicionales en la Brigada de Orden Urbano (BOU) de Santa Fe. "Lo del BOU fue uno de los hechos, y se han dado un par de casos más que no fueron tan relevantes pero he actuado con mano dura", apuntó el jefe policial. Mientras se realizaba la entrevista, se sumaron tres crímenes a la abultada lista de homicidios del año.
Odriozola señaló que trabajará en conjunto con la Dirección de Delitos Complejos y la Secretaría de Seguridad Comunitaria, para avanzar en la ruta del dinero en el caso del narcotráfico y tener información civil sobre la situación en los distintos barrios, en el otro.
--Una de las críticas que se realiza a la actual gestión en Seguridad es que con la demolición de kioscos de drogas se termina persiguiendo sólo al eslabón más débil de la cadena --consultó Rosario/12.
--Se ataca desde abajo, y bueno desde ahí hay que ir siguiendo las línea y hay que terminar donde sigue el lavado de dinero, hasta adonde llega. Tenemos que comenzar por las bases, tenemos que ir haciendo las líneas investigativas, y haciendo el avance.
--Justamente, hasta ahora no hubo avances hacia sectores más poderosos...
--Para eso vamos a trabajar coordinadamente con la Secretaría de Delitos Complejos. Todo esto es justamente muy complejo. Ya no basta con el policía que vaya y se capacite, acá tenemos que tener grandes informáticos capacitados para el lavado de dinero, grandes contadores que se aboquen a esa parte, porque las líneas de investigaciones llegan a tener que recurrir incluso a personal muy especializado para poder llegar a lo que es el final, así que en base a eso es que cada vez la delincuencia va adelantándose y tenemos que ir capacitando, porque el narcotráfico no es solamente el narcotráfico, sino que está el lavado de dinero y hay que seguir esa ruta.
Odriozola subrayó la necesidad de capacitar al personal policial y señaló además que el año entrante será de "grandes transformaciones, toda la estructuración de la policía pero por otro lado se viene dando el cambio de el Código Procesal penal". Al respecto, Odriozola dijo: "En estos días, en Santa Fe, estuve afrontando los problemas que teníamos en la sustanciación de los sumarios, en las imperfecciones que había. Nos hemos puesto de acuerdo con los juzgados y las fiscalías, hemos dictado cursos de sumariantes para ir solucionando estas deficiencias, porque va llegando ese expediente de forma medio incompleta a los Tribunales".
Sobre la colaboración con la Secretaría de Seguridad Comunitaria, Odriozola fue enfático al subrayar la actuación del secretario, Angel Ruani. "La gente de Ruani está investigando, está viendo la problemática social y estamos viendo cómo los abordamos. Me estaba diciendo Ruani de los lugares que tendríamos que ver en forma urgente para atacar. El está haciendo un trabajo muy fino en los barrios y nos está pasando la información". Odriozola egresó de la Escuela de Cadetes en 1985, trabajó pocos meses en la seccional 8ª de Rosario, y luego participó en la formación de las Tropas de Operaciones Especiales. Cuando asumió Hermes Binner como gobernador le encomendó la creación de una Unidad Especial a Testigos y Querellantes en causas por delitos de lesa humanidad, donde se desempeñó hasta que en septiembre pasado fue designado jefe de la Unidad Regional I.
Fuente:Rosario12
Asesinaron al Quemadito
Maximiliano Rodríguez, hijo del principal imputado por el triple crimen de Rosario ocurrido en Año Nuevo del año pasado, fue asesinado esta tarde de un disparo en la cabeza por dos sicarios que escaparon del lugar en una moto, informaron fuentes policiales.
El joven de 26 años, hijo del ex barrabrava de Newell’s Old Boys Sergio Quemado Rodríguez, fue “ultimado de un tiro en la cabeza” en la esquina de Corrientes y Pellegrini, en pleno centro de esta ciudad, cuando caminaba junto a su pareja, ampliaron los informantes.
“Lo sorprendieron dos sujetos mientras caminaba con su pareja, fueron hasta él y lo ultimaron de un tiro en la cabeza”, precisó una alta fuente de la policía rosarina.
El informante añadió que los atacantes lo estaban esperando y que de acuerdo a las primeras averiguaciones tras disparar escaparon en una moto que los esperaba en esa misma esquina.
Los investigadores no contaban hasta esta noche con datos de los sicarios que acabaron con el Quemadito, quien caminaba con una muleta por el tiro que le habían dado el 29 de enero pasado en un pierna mientras llegaba a la casa de su novia, en la zona sur de Rosario.
Maximiliano Rodríguez estaba imputado judicialmente por la balacera que la noche del 29 de diciembre de 2011 recibió el joven de 17 años Facundo Osuna en Dorrego al 4000, en el barrio Villa Moreno.
Según voceros policiales, el Quemadito y otros jóvenes atacaron a Osuna –quien pertenecía a una banda que operaba en el mismo barrio bajo las órdenes del Negro Ezequiel Villalba– porque presuntamente habían robado un kiosco de droga que regenteaba el ‘Quemado’ Rodríguez en la zona sur de Rosario.
Osuna se salvó a pesar de los cinco tiros que recibió pero fue asesinado en julio del año pasado.
En presunta venganza por ese hecho, dos jóvenes atacaron a balazos en la madrugada de Año Nuevo de 2012 a Maximiliano Rodríguez cuando conducía su BMW por la zona sudoeste de Rosario junto a su novia y una amiga.
El Quemadito apuntó por la balacera a la banda del Negro Eze, según relató su novia Sofía Laffatigue ante la policía y la justicia.
De acuerdo a la investigación judicial, el padre de Maximiliano, Sergio Quemado Rodríguez, asesinó esa misma madrugada junto a otras cuatro personas a tres militantes sociales del Frente Darío Santillán al confundirlos con “soldaditos” de la banda de Ezequiel Villalba.
Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez fueron acribillados en una canchita de fútbol de Villa Moreno mientras esperaba a amigos para celebrar la llegada de Año Nuevo.
Por ese hecho, el Quemado Rodríguez y otras cuatro personas están procesados por homicidio.
Maximiliano Rodríguez salió de la cárcel ubicada en la localidad santafesina de Piñero el 28 de diciembre pasado, donde estaba detenido en el marco de la causa que investiga la balacera que recibió Facundo Osuna, y que luego derivó en el triple crimen.
El Quemadito consiguió la libertad luego de que la Cámara de Apelaciones Penal cambiara la calificación de intento de homicidio que había recibido en primera instancia por la de “lesiones graves”.
A un mes de recuperar la libertad, el 29 de enero pasado fue baleado en una pierna mientras estaba en la puerta de la casa de su novia, en calle Coronel Arnold al 3200.
Dos personas que pasaron por el lugar dispararon contra el joven de 26 años, que fue atendido en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, el mismo centro de salud en el que hoy murió por un disparo en la cabeza.
Una de las versiones que manejan como hipótesis fuentes cercanas a la investigación del hecho, plantearon que el asesinato del Quemadito podría deberse a que su padre, el Quemado, quien habría “trabajado” con la banda narco liderada por Los Canteros, estaría especulando con abrir su camino con la instalación de una cocina de cocaína propia, y este crimen sería el mensaje con que le respondieron “sus ex jefes”.
05/02/2013
El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, desmintió este martes al gobernador santafesino Antonio Bonfatti, al afirmar que “jamás me pidió una reunión. Pidió una con (la ministra Nilda) Garré, y se la dieron en menos de 24 horas”, afirmó el funcionario, además de señalar que “la policía de Santa Fe es la que menos creció en los últimos cuatro años”, hecho que a sus ojos contradice “el compromiso con la lucha contra el delito” sobre el que presume el gobernador.
Las declaraciones de Berni vienen a responder otras de Bonfatti, en las que acusó al Gobierno nacional de estigmatizar a Santa Fe por el crecimiento del narcotráfico –el socialismo gobernante adjudica el fenómeno al contexto nacional y global–, en un “ataque” que el Frente para la Victoria ejecuta porque “no gobierna la provincia”.
En ese marco, el gobernador reclamó “que Berni se ponga a disposición de la provincia para trabajar en forma conjunta” porque “de la forma en que lo hace, le hace un mal a los argentinos”.
“Jamás hemos tenido una reunión; recién ahora nos vamos a juntar con (la ministra de Seguridad, Nilda) Garré para plantearle este problema y decirle que si Berni tiene algo para decir que nos lo diga a nosotros”, dijo Bonfatti en aquella ocasión.
Este martes le llegó la réplica. Berni dijo que “si Bonfatti tiene que estar enojado con alguien es con él mismo, por las cifras de inseguridad que arroja la provincia”.
Además, y sobre la ausencia de diálogo sobre la que tanto machaca el oficialismo provincial, el secretario de Seguridad señaló: “No quiero decir que Bonfatti es un mentiroso, pero jamás me pidió una reunión. La semana pasada pidió una con Garré y se la dieron en menos de 24 horas, así que o falta a la verdad o no tiene mucha comunicación con sus funcionarios”.
“Me parece que el Gobernador debe ser más cuidadoso con lo que dice; la policía de Santa fe es la que menos ha crecido en los últimos cuatro años”, sostuvo Berni, y precisó que eso desmiente “el compromiso con la lucha contra el delito” que manifiesta el gobernador.
“Cuando uno camina por la periferia de Rosario –añadió Berni– entiende por qué hay crecimiento del narcotráfico. Todos coincidimos en que es un crecimiento a nivel global y lo que genera la droga, pero en Santa Fe no se llevó adelante una política de seguridad seria”.
“Los números de la ciudad de Rosario doblan a los de cualquier ciudad importante del país. El narcotráfico está en Rosario, no en el país”, concluyó.
Fuente:RedaccionRosario
Maximiliano Rodríguez, alias El Quemadito, fue asesinado hoy en Corrientes y
Pellegrini, en el centro de Rosario, de un disparo en la cabeza.
Hace poco más de un mes, el joven había sido liberado después de pasar casi un año preso por atacar a balazos a Facundo Osuna. Ese episodio fue el inicio de una sere de venganzas que desembocó en el asesinato de tres militantes del Frente Popular Darío Santillán.
El Quemadito era hijo de Sergio el Quemado Rodríguez, un ex barrabravade Newell’s y líder de la banda acusada de asesinar el 1º de enero del año pasado a Jere, Mono y Patom, los tres militantes del Frente Darío Santillán.
La semana pasada, el Quemadito había sido atacado a balazos en la puerta de la casa de la novia.
Fuente:IndymediaRosario
Cara a cara con la muerte
Maximiliano Rodríguez, “el Hijo del Quemado”, fue asesinado de un tiro en la céntrica esquina de Pellegrini y Corrientes. Minutos después de las seis de la tarde, un sicario esperó que el joven saliera del cajero automático, le cruzó el paso y le metió un disparo en la garganta que salió por la parte posterior del cráneo.
6 feb, 2013
Maximiliano Rodríguez pudo ver la cara de su asesino. Fue en ese instante en el que se pasa de la vida a la muerte, el último instante en que los ojos fijos del asesino marcaron el final. El Hijo del Quemado –así le decían a la víctima– fue protagonista de páginas policiales desde hace varios años, pero especialmente desde el 1º de enero de 2012 cuando su padre, en venganza por un ataque a balazos que había sufrido Maxi, arremetió contra tres jóvenes militantes sociales de Villa Moreno, según determinó la Justicia.
Ayer, poco después de la seis de la tarde, el agitado ir y venir de un día de semana se podía ver en avenida Pellegrini. Un día casi sin nubes en el que no pocos aprovecharon para copar los bares de la avenida, tomar una cerveza. Pero en Pellegrini y Corrientes el aire se cortó de un balazo. Un estruendo.
Maxi, el Hijo del Quemado, dejó a su novia en un auto estacionado en doble fila e ingresó a un cajero del banco Macro y extrajo dinero. Alguien esperó que saliera. Un hombre joven. Se le acercó, lo miró, le apoyó el arma en la garganta y gatilló. El balazo le salió por la parte posterior del cráneo. El asesino corrió unos metros, se subió a una moto y huyó. Fue a plena luz del día, ante testigos que no podían creer lo que ocurría.
Sobre el piso, quedó durante horas coagulada la sangre del Hijo del Quemado. Un charco importante donde los transeúntes se bajaban y sacaban fotos. El joven fue trasladado en ambulancia al Heca, donde enseguida murió.
El Hijo del Quemado saltó a las tapas de los diarios a partir de un hecho ocurrido en la madrugada del primer día de 2012. A las 3.30, en la esquina de Garay y Vera Mujica, Maxi Rodríguez charlaba con su novia a bordo de un BMW y recibió tres tiros, por lo que terminó internado en el Heca.
Al lugar fue llevado por un joven conocido como Pescadito, pero su ingreso no fue asentado por el policía que estaba a cargo del destacamento policial del Heca (días después fue pasado a disponibilidad por el gobierno santafesino). El Hijo del Quemado señaló a sus atacantes con nombres, apellidos y apodos. Desde la cama donde era atendido y antes de ser operado, apuntó como autores del atentado en su contra al “Negro Eze” y “Danonino”. Tanto víctima como victimarios vinculados con la disputa por dividendos del narcotráfico y por la barra brava de Newells. La venganza no se hizo esperar. Todos apuntaron al Quemado, Sergio Rodríguez, padre de Maxi, como autor de la balacera que terminó con la vida de Jeremías Trasante, Claudio Suárez, Adrián Rodríguez, militantes de Villa Moreno, el blanco equivocado del asesino.
Maxi fue acusado por un ataque anterior al Triple Crimen y estuvo preso hasta diciembre pasado. El 17 de enero, volvió a ser noticia. Estaba en la puerta de la casa de su novia, en Coronel Arnold al 3200, cuando pasaron dos jóvenes caminando y le tiraron dos balazos, uno le pegó en la pierna.
En la tarde de ayer, Maxi, quien en los últimos 13 meses había gambeteado la muerte al menos dos veces, tuvo un final violento, como fue gran parte de su vida.
“Este es un año de grandes transformaciones. Por un lado, está la reforma de la Policía y, por otro, el traspaso al nuevo Código Procesal Penal. La capacitación será fundamental y es a lo que apuntamos junto con el trabajo en conjunto de todas las áreas, Policía, Seguridad Comunitaria y Delitos Complejos, que abarca el Ministerio de Seguridad,”, describió en las primeras horas de la tarde de ayer –a un día de su asunción como jefe de la policía de Santa Fe y poco antes que se conociera que en Rosario se cometían 3 nuevos asesinatos– el director general Omar Odriozola, en la sede de Gobierno provincial. “Con este tipo de acciones se pretende atacar el problema desde la base”, agregó.
El director general, de 47 años, contó algunos de los objetivos que se diagramaron para llevar adelante la conducción de la Policía provincial en los meses previos a la reforma de la fuerza, que implicará la descentralización de la Policía.
“Las bases sobre las que partimos para combatir el delito es la capacitación. Se hicieron convenios con universidades para hacer la licenciatura de la carrera y también hay convenios para la capacitación de peritos en la provincia, porque se viene una época de cambios en la Policía como también en la Justicia con la reforma del Código. Ya no basta con que el personal policial recorra sino que se necesitan grandes especialistas informáticos y grandes contadores para poder llegar a lo más alto del delito. No alcanza con investigar el narcotráfico sino también hay que desbaratar el lavado de dinero”, indicó Odriozola.
El jefe de la fuerza adelantó que otra de las estrategias que llevará adelante para combatir el delito será el trabajo conjunto de todas las áreas que tiene el Ministerio de Seguridad –entre ellas, Seguridad Comunitaria, a cargo de Ángel Ruani, y Delitos Complejos, cuya titular es Ana Viglione– para obtener información sobre los barrios más conflictivos.
“Es una línea en la que venimos trabajando en la ciudad de Santa Fe y que esperamos implementar en toda la provincia. Teniendo más información sobre las zonas problemáticas podemos atacar el problema desde la base. Hay todo un gran equipo del Ministerio (de Seguridad) que puede hacer el estudio de los lugares más conflictivos para luego diagramar los operativos. Esto da muy buenos resultados”, remarcó Odriozola.
A su vez, el director general de la fuerza santafesina puntualizó que es necesario comenzar con los búnkers de droga, investigar a quienes llevan estupefacientes a esos lugares y rastrear a los encargados del lavado de dinero, para así poder llegar a los verdaderos responsables del tráfico. “Se ataca desde abajo y desde ahí se siguen las conexiones para dar con los encargados del lavado de dinero. Nos vamos a reunir con Viglione, quien ahora tiene bajo su órbita la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones y la Tropa de Operaciones Especiales, para poder colaborar y evitar que la investigación sólo quede en los eslabones más
bajos”.
El nuevo jefe de la Policía santafesina se graduó en 1985 y comenzó en la comisaría 8ª de Rosario; pasó por Infantería Rosario, fue uno de los fundadores de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), fue jefe de Infantería en Santa Fe, intervino Logística, estuvo como jefe de la TOE para luego quedar a cargo hasta el lunes pasado de la Unidad Especial de Protección de Testigos y Querellantes, junto con la Jefatura de la Unidad Regional I.
Fuente:ElCiudadanoyLaGente
Miércoles, 06 de febrero de 2013
"Nadie estigmatiza a Rosario, la realidad indica que la escalada de violencia en la ciudad no se detiene"
Lo afirmó el presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Luis Rubeo, quien responsabilizó al ex gobernador Hermes Binner por el fracaso de las políticas de seguridad.
La escena del crimen. Maximiliano Rodríguez fue fusilado en Corrientes y Pellegrini. (Foto: H. Río)
"Nadie estigmatiza a Rosario. La realidad indica que los hechos de violencia que se viven en esta ciudad siguen en una escalada que parece no parar. Eso significa que no ha habido ningún tipo de medida de políticas preventivas que signifique la posibilidad que el delito no se sienta impune", afirmó hoy el presidente de la Cámara de Diputados de Santa Fe, Luis Rubeo, al opinar sobre los tres homicidios que se produjeron ayer en la ciudad.
El legislador justicialista, en declaraciones al programa "El primero de la mañana" de La Ocho, se refirió concretamente al asesinato a quemarropa de Maximiliano "El quemadito" Rodríguez ocurrido ayer a la tarde en Pellegrini y Corrientes. Ayer fue una jornada muy violenta en Rosario. Un par de horas antes del caso Rodríguez, mataron en 3 de Febrero al 1000 a un policía y durante la madrugada a un joven en barrio Toba.
"Que se actúe con la impunidad con que se actuó en una zona como Pellegrini y Corrientes para llevar a adelante un delito sangriento, habla de que hay una absoluta tranquilidad por parte de los delincuentes que actúan sin inconvenientes. La lectura que uno hace es que hay una absoluta impunidad y tranquilidad por parte delito de que puede actuar sin problemas", afirmó el referente del Frente para la Victoria.
Rubeo dijo que el gobierno provincial "viene fallando" en materia de política de seguridad pública. "No hay tarea de inteligencia, ni de prevención. Esto lo venimos sosteniendo hace mucho tiempo. No hubo políticas para datar de profesionalismo a la fuerza policial. Esto tiene un claro responsable: el ex gobernador Binner, quien durante cuatro años actuó negando la realidad; decía que no había una escalada de delitos, de que eran problemas de vecinos que terminaban en ajustes de cuentas y no reconocía que había bandas que se disputaban los territorios", agregó Rubeo.
Miércoles, 06 de febrero de 2013
Asesinaron al "Quemadito" Rodríguez de un tiro y frente a decenas de transeúntes
Los hombres “bien vestidos” lo alcanzaron en la transitada esquina de Corrientes y avenida Pellegrini, a las puertas del banco Macro, y con un certero tiro ejecutado con una pistola calibre 9 milímetros y a corta distancia le perforaron la cabeza.
Dos policías observan azorados la sangre y los restos de masa encefálica en la vereda donde mataron de un balazo a Maximiliano Rodríguez. (Foto: H.Río.)
Por Claudio Berón
A las 18.30 de ayer Maximiliano Quemadito Rodríguez dejó de gambetearle a la muerte. Dos hombres “bien vestidos” lo alcanzaron en la transitada esquina de Corrientes y avenida Pellegrini, a las puertas del banco Macro, y con un certero tiro ejecutado con una pistola calibre 9 milímetros y a corta distancia le perforaron la cabeza. Su gorrita blanca de beisbol quedó hecha un estropajo sobre la vereda, en medio de un charcho formado con su sangre y su masa encefálica y junto a una vaina servida. Minutos después, el joven de 25 años que ganó espacio en las noticias policiales a partir del año año 2009 y que contaba con varias causas penales abiertas, moría en una ambulancia del Sies que pasó ocasionalmente por esa esquina y se hizo cargo del final de su vida camino al Hospital de Emergencias.
Quemadito no estaba bien físicamente. Nueve días atrás lo habían baleado en las piernas y desde entonces se desplazaba con muletas. Lo esperaba una prolongada recuperación. En inmediaciones de donde ayer lo encontró la muerte vive su pareja, Sofía L. La joven, que estuvo presente en los dos ataques a tiros sufridos por Maximiliano en los últimos 13 meses, también lo acompañaba ayer en el momento de su muerte. Y ella, además de algún ocasional testigo que quiera colaborar con la causa, será la única que pueda aportar a los investigadores los datos que permitan esclarecer el crimen. Deberá declarar tal cual lo hizo después del triple crimen de villa Moreno, cuando habló después de que dos altos oficiales la llevaran a la seccional 15ª.
Hacia adelante. Ayer, allegados a la investigación preliminar del hecho contaron parte de lo que vio Sofía. “Salieron del departamento y caminaron lentamente por Pellegrini hacia el este. Al llegar a la esquina con Corrientes, en la vereda del banco y antes de cruzar la calle, Quemadito vio a un hombre en la vereda de enfrente, arriba de una moto, que le resultó sospechoso y que hizo un movimiento como quien saca un arma de la cintura. Eso lo asustó, pero no tuvo tiempo a nada más”, contó el vocero.
Según declaró la chica, “mientras miraban al presunto agresor de la vereda de enfrente, desde atrás apareció otro muchacho que disparó un solo tiro a la cabeza de Quemadito. Fue certero. El pibe aflojó los brazos y cayó con las muletas hacia adelante y a su izquierda. La piba dijo que si ella daba un paso más lo pisaba”, relataron las fuentes. Sofía entró entonces en estado de pánico y shock, pero fue sostenida por dos personas que una vez que llegó al lugar una ambulancia desaparecieron.
Lo prepararon. De acuerdo a los testimonios de vecinos de la zona donde mataron a Quemadito, minutos antes de las 18.30 los sicarios habían preparado el teatro para el asesinato y la posterior fuga. Un hombre llegó a esa hora montado en una moto tipo Honda Tornado de color blanco y se sentó pacientemente sobre el rodado frente a la puerta del edificio de Corrientes 1774. Ese hombre habría sido el que asustó a Quemadito con la acción de sacar un arma.
Segundos después, en la misma cuadra aparecieron dos hombres correctamente vestidos que no llamaron la atención de la gente que esperaba los numerosos colectivos que paran en esa esquina. “Uno estaba vestido con ropa tipo Ombú, como de obrero, y el otro con un jean y remera. Caminaron para la esquina y después escuché el tiro”, sostuvo un comerciante de las inmediaciones.
El escape. A partir del estruendo del balazo cada testigo vio una pequeña parte de una película entrecortada y en cámara rápida. “Escuché el tiro y vi a dos tipos corriendo con un arma cada uno. Lo fueron a buscar al que estaba con la moto y los tres se subieron y se fueron en contramano para tomar por calle Cochabamba”, dijo el dueño de una granjita del lugar. Otros tres vecinos, al menos, coincidieron en esa versión.
Otro testigo sostuvo que “había un auto negro estacionado sobre Corrientes al 1700” y que “ahí estaba el novio de una chica que había ingresado a los cajeros del banco y pensó que la habían asaltado, así que corrió hasta la esquina y se la llevó. Después ellos también se fueron misteriosamente de contramano por Cochabamba”, dijo.
“Después de escuchar el tiro vi correr desesperadamente a un tipo con gorrita blanca. Se subió a una moto y se fue. El pibe quedó tirado en el piso con la cabeza partida y lleno de sangre mientras una piba (Sofía L.) lo miraba”, comentó otro testigo que tuvo ante sus ojos el final del Quemadito.
El muerto tuvo una última cuota de suerte. “Cuando lo mataron justo pasaba por Pellegrini una ambulancia del Sies que iba para otro lado y paró casi en el momento del tiro. Por eso corrieron los dos que le tiraron. Bajó un médico y le puso suero enseguida, pero el chico estaba inmóvil”, dijo Georgina, una ocasional transeúnte.
Segundos después la calle se había convertido en un caos. A esa hora en el lugar había cientos de personas y cada una de ellas relataba o decía lo que le habían “contado”. Lo cierto es que minutos después llegaron los móviles de la policía y algunos altos oficiales que estaban a pocas cuadras de allí, en la escena donde poc más de una hora antes habían acribillado a tiros a un agente de la fuerza . Ellos se toparon con Sofía L., quien reconstruyó el último minuto de la corta vida de su novio, Maximiliano Rodríguez, el de su presentida muerte.
Miércoles, 06 de febrero de 2013
Una muerte con avisos persistentes
Las manchas de sangre en la vereda de la ochava suroeste de Pellegrini al 1400 son la caligrafía de la muerte de un joven que hace mucho parecía estar escrita.
Como un juego. Una foto de Maximiliano “Quemadito” Rodríguez.
Las manchas de sangre en la vereda de la ochava suroeste de Pellegrini al 1400 son la caligrafía de la muerte de un joven que hace mucho parecía estar escrita. Habían quedado hace trece meses sobre el tapizado del BMW donde lo acribillaron delante de su novia, Sofía, que salió temblando del auto para pedir ayuda, lo que originó como represalia el triple crimen de la villa Moreno. La misma Sofía estaba con él cuando lo balearon en una pierna hace diez días. Finalmente ella lo vio derrumbarse de sus muletas ayer a la tarde, cuando lo ejecutaron a corta distancia no ya en un suburbio sino en uno de los sitios más transitados de Rosario.
Maximiliano Quemadito Rodríguez se dio a conocer por primera vez de manera pública en septiembre de 2009, cuando en la popular del estadio de Newell’s participó junto a Matías Pera de la emboscada para destronar a Diego Panadero Ochoa, el líder de la barra leprosa, al que momentáneamente corrieron de la tribuna. Matías Pera recibió después cinco disparos por la espalda y no volvió a pisar la cancha. Tampoco Maxi volverá allí ni a ningún sitio.
Quemadito no sólo era hijo de Sergio El Quemado Rodríguez. Lo fue también de la notoria impunidad que caracterizó durante años todos los delitos sangrientos ocurridos en el entorno de la hinchada rojinegra. Su padre, que se dedicaba a escruches domiciliarios y a comercializar droga, fue uno de los líderes de la barra brava leprosa. Un tipo que vivía en Dr. Riva y Vera Mujica, un matón según sus conocidos, lo que parecería tener su evidencia contumaz en el trágico año nuevo de 2012.
Fue cuando El quemado ejecutó a tres muchachos en una canchita de Dorrego y Presidente Quintana, en el triple crimen de la villa Moreno. Así lo estableció el juez de Instrucción Luis María Caterina, que lo procesó por matar a Adrián Rodríguez, Jeremías Trasante y Claudio Suárez.
El quemado Rodríguez disparó ciego de furia para vengar el ataque a balazos ocurrido en las horas previas contra su hijo Maximiliano en Garay y Vera Mujica, después de que Sofía lo llamara desde el BMW para avisarle lo que había pasado. Dos días antes, el 29 de diciembre de 2011, Maximiliano había participado de la balacera contra Facundo Osuna, en Dorrego al 4000. Según fuentes judiciales, el ataque fue un vuelto contra Osuna por asaltar con otros cuatro jóvenes un quiosco de drogas de Sergio El quemado Rodríguez.
Osuna, que entonces tenía 17 años, recibió cinco balazos pero sobrevivió, aunque finalmente fue asesinado en julio pasado en un hecho por el cual hay un joven procesado.
Por aquel caso Maximiliano estuvo preso casi doce meses. Pudo salir en libertad de la cárcel de Piñero el 28 de diciembre pasado porque la Cámara Penal atenuó la imputación, que pasó de intento de homicidio a lesiones graves. Eso produjo la irritación de la fiscal que lo acusaba. “Considero inexplicable sostener que a Osuna no quisieron matarlo. Le dispararon ocho veces”, expresó Nora Marull.
Estuvo en libertad tan solo 39 días, que fueron los últimos de su vida. Tuvo un preaviso del final cruento que le esperaba: fue hace diez días, el domingo 27 de enero, cuando recibió un balazo en una pierna en Coronel Arnold al 3200, donde vive la familia de su novia Sofía. Sus antagonistas reaparecieron ayer en Corrientes y Pellegrini. Esta vez no fallaron.
Fuente:laCapital
Miércoles 06 de febrero de 2013
El joven de 26 años, hijo del ex barrabrava de Newell’s Old Boys Sergio Quemado Rodríguez, fue “ultimado de un tiro en la cabeza” en la esquina de Corrientes y Pellegrini, en pleno centro de esta ciudad, cuando caminaba junto a su pareja, ampliaron los informantes.
“Lo sorprendieron dos sujetos mientras caminaba con su pareja, fueron hasta él y lo ultimaron de un tiro en la cabeza”, precisó una alta fuente de la policía rosarina.
El informante añadió que los atacantes lo estaban esperando y que de acuerdo a las primeras averiguaciones tras disparar escaparon en una moto que los esperaba en esa misma esquina.
Los investigadores no contaban hasta esta noche con datos de los sicarios que acabaron con el Quemadito, quien caminaba con una muleta por el tiro que le habían dado el 29 de enero pasado en un pierna mientras llegaba a la casa de su novia, en la zona sur de Rosario.
Maximiliano Rodríguez estaba imputado judicialmente por la balacera que la noche del 29 de diciembre de 2011 recibió el joven de 17 años Facundo Osuna en Dorrego al 4000, en el barrio Villa Moreno.
Según voceros policiales, el Quemadito y otros jóvenes atacaron a Osuna –quien pertenecía a una banda que operaba en el mismo barrio bajo las órdenes del Negro Ezequiel Villalba– porque presuntamente habían robado un kiosco de droga que regenteaba el ‘Quemado’ Rodríguez en la zona sur de Rosario.
Osuna se salvó a pesar de los cinco tiros que recibió pero fue asesinado en julio del año pasado.
En presunta venganza por ese hecho, dos jóvenes atacaron a balazos en la madrugada de Año Nuevo de 2012 a Maximiliano Rodríguez cuando conducía su BMW por la zona sudoeste de Rosario junto a su novia y una amiga.
El Quemadito apuntó por la balacera a la banda del Negro Eze, según relató su novia Sofía Laffatigue ante la policía y la justicia.
De acuerdo a la investigación judicial, el padre de Maximiliano, Sergio Quemado Rodríguez, asesinó esa misma madrugada junto a otras cuatro personas a tres militantes sociales del Frente Darío Santillán al confundirlos con “soldaditos” de la banda de Ezequiel Villalba.
Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez fueron acribillados en una canchita de fútbol de Villa Moreno mientras esperaba a amigos para celebrar la llegada de Año Nuevo.
Por ese hecho, el Quemado Rodríguez y otras cuatro personas están procesados por homicidio.
Maximiliano Rodríguez salió de la cárcel ubicada en la localidad santafesina de Piñero el 28 de diciembre pasado, donde estaba detenido en el marco de la causa que investiga la balacera que recibió Facundo Osuna, y que luego derivó en el triple crimen.
El Quemadito consiguió la libertad luego de que la Cámara de Apelaciones Penal cambiara la calificación de intento de homicidio que había recibido en primera instancia por la de “lesiones graves”.
A un mes de recuperar la libertad, el 29 de enero pasado fue baleado en una pierna mientras estaba en la puerta de la casa de su novia, en calle Coronel Arnold al 3200.
Dos personas que pasaron por el lugar dispararon contra el joven de 26 años, que fue atendido en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, el mismo centro de salud en el que hoy murió por un disparo en la cabeza.
Una de las versiones que manejan como hipótesis fuentes cercanas a la investigación del hecho, plantearon que el asesinato del Quemadito podría deberse a que su padre, el Quemado, quien habría “trabajado” con la banda narco liderada por Los Canteros, estaría especulando con abrir su camino con la instalación de una cocina de cocaína propia, y este crimen sería el mensaje con que le respondieron “sus ex jefes”.
Berni: “La policía santafesina es la que menos creció”
“Bonfatti jamás me pidió una reunión”05/02/2013
Foto: José Manuel Fernández/Télam.
Las declaraciones de Berni vienen a responder otras de Bonfatti, en las que acusó al Gobierno nacional de estigmatizar a Santa Fe por el crecimiento del narcotráfico –el socialismo gobernante adjudica el fenómeno al contexto nacional y global–, en un “ataque” que el Frente para la Victoria ejecuta porque “no gobierna la provincia”.
En ese marco, el gobernador reclamó “que Berni se ponga a disposición de la provincia para trabajar en forma conjunta” porque “de la forma en que lo hace, le hace un mal a los argentinos”.
“Jamás hemos tenido una reunión; recién ahora nos vamos a juntar con (la ministra de Seguridad, Nilda) Garré para plantearle este problema y decirle que si Berni tiene algo para decir que nos lo diga a nosotros”, dijo Bonfatti en aquella ocasión.
Este martes le llegó la réplica. Berni dijo que “si Bonfatti tiene que estar enojado con alguien es con él mismo, por las cifras de inseguridad que arroja la provincia”.
Además, y sobre la ausencia de diálogo sobre la que tanto machaca el oficialismo provincial, el secretario de Seguridad señaló: “No quiero decir que Bonfatti es un mentiroso, pero jamás me pidió una reunión. La semana pasada pidió una con Garré y se la dieron en menos de 24 horas, así que o falta a la verdad o no tiene mucha comunicación con sus funcionarios”.
“Me parece que el Gobernador debe ser más cuidadoso con lo que dice; la policía de Santa fe es la que menos ha crecido en los últimos cuatro años”, sostuvo Berni, y precisó que eso desmiente “el compromiso con la lucha contra el delito” que manifiesta el gobernador.
“Cuando uno camina por la periferia de Rosario –añadió Berni– entiende por qué hay crecimiento del narcotráfico. Todos coincidimos en que es un crecimiento a nivel global y lo que genera la droga, pero en Santa Fe no se llevó adelante una política de seguridad seria”.
“Los números de la ciudad de Rosario doblan a los de cualquier ciudad importante del país. El narcotráfico está en Rosario, no en el país”, concluyó.
Fuente:RedaccionRosario
Rosario: Asesinaron al
Quemadito, hijo del líder de la banda acusada por el triple
crimen
Por Fuente: Cosecha Roja
Por Fuente: Cosecha Roja
Sebastián Ortega – Cosecha Roja.-
Hace poco más de un mes, el joven había sido liberado después de pasar casi un año preso por atacar a balazos a Facundo Osuna. Ese episodio fue el inicio de una sere de venganzas que desembocó en el asesinato de tres militantes del Frente Popular Darío Santillán.
El Quemadito era hijo de Sergio el Quemado Rodríguez, un ex barrabravade Newell’s y líder de la banda acusada de asesinar el 1º de enero del año pasado a Jere, Mono y Patom, los tres militantes del Frente Darío Santillán.
La semana pasada, el Quemadito había sido atacado a balazos en la puerta de la casa de la novia.
Fuente:IndymediaRosario
Cara a cara con la muerte
6 feb, 2013
Maximiliano Rodríguez pudo ver la cara de su asesino. Fue en ese instante en el que se pasa de la vida a la muerte, el último instante en que los ojos fijos del asesino marcaron el final. El Hijo del Quemado –así le decían a la víctima– fue protagonista de páginas policiales desde hace varios años, pero especialmente desde el 1º de enero de 2012 cuando su padre, en venganza por un ataque a balazos que había sufrido Maxi, arremetió contra tres jóvenes militantes sociales de Villa Moreno, según determinó la Justicia.
Ayer, poco después de la seis de la tarde, el agitado ir y venir de un día de semana se podía ver en avenida Pellegrini. Un día casi sin nubes en el que no pocos aprovecharon para copar los bares de la avenida, tomar una cerveza. Pero en Pellegrini y Corrientes el aire se cortó de un balazo. Un estruendo.
Maxi, el Hijo del Quemado, dejó a su novia en un auto estacionado en doble fila e ingresó a un cajero del banco Macro y extrajo dinero. Alguien esperó que saliera. Un hombre joven. Se le acercó, lo miró, le apoyó el arma en la garganta y gatilló. El balazo le salió por la parte posterior del cráneo. El asesino corrió unos metros, se subió a una moto y huyó. Fue a plena luz del día, ante testigos que no podían creer lo que ocurría.
Sobre el piso, quedó durante horas coagulada la sangre del Hijo del Quemado. Un charco importante donde los transeúntes se bajaban y sacaban fotos. El joven fue trasladado en ambulancia al Heca, donde enseguida murió.
El Hijo del Quemado saltó a las tapas de los diarios a partir de un hecho ocurrido en la madrugada del primer día de 2012. A las 3.30, en la esquina de Garay y Vera Mujica, Maxi Rodríguez charlaba con su novia a bordo de un BMW y recibió tres tiros, por lo que terminó internado en el Heca.
Al lugar fue llevado por un joven conocido como Pescadito, pero su ingreso no fue asentado por el policía que estaba a cargo del destacamento policial del Heca (días después fue pasado a disponibilidad por el gobierno santafesino). El Hijo del Quemado señaló a sus atacantes con nombres, apellidos y apodos. Desde la cama donde era atendido y antes de ser operado, apuntó como autores del atentado en su contra al “Negro Eze” y “Danonino”. Tanto víctima como victimarios vinculados con la disputa por dividendos del narcotráfico y por la barra brava de Newells. La venganza no se hizo esperar. Todos apuntaron al Quemado, Sergio Rodríguez, padre de Maxi, como autor de la balacera que terminó con la vida de Jeremías Trasante, Claudio Suárez, Adrián Rodríguez, militantes de Villa Moreno, el blanco equivocado del asesino.
Maxi fue acusado por un ataque anterior al Triple Crimen y estuvo preso hasta diciembre pasado. El 17 de enero, volvió a ser noticia. Estaba en la puerta de la casa de su novia, en Coronel Arnold al 3200, cuando pasaron dos jóvenes caminando y le tiraron dos balazos, uno le pegó en la pierna.
En la tarde de ayer, Maxi, quien en los últimos 13 meses había gambeteado la muerte al menos dos veces, tuvo un final violento, como fue gran parte de su vida.
Omar Odriozola: “Hay que atacar el problema desde la base”
"Este es un año de grandes transformaciones", dijo el flamante jefe policial de la provincia.
6 feb, 2013
6 feb, 2013
“Este es un año de grandes transformaciones. Por un lado, está la reforma de la Policía y, por otro, el traspaso al nuevo Código Procesal Penal. La capacitación será fundamental y es a lo que apuntamos junto con el trabajo en conjunto de todas las áreas, Policía, Seguridad Comunitaria y Delitos Complejos, que abarca el Ministerio de Seguridad,”, describió en las primeras horas de la tarde de ayer –a un día de su asunción como jefe de la policía de Santa Fe y poco antes que se conociera que en Rosario se cometían 3 nuevos asesinatos– el director general Omar Odriozola, en la sede de Gobierno provincial. “Con este tipo de acciones se pretende atacar el problema desde la base”, agregó.
El director general, de 47 años, contó algunos de los objetivos que se diagramaron para llevar adelante la conducción de la Policía provincial en los meses previos a la reforma de la fuerza, que implicará la descentralización de la Policía.
“Las bases sobre las que partimos para combatir el delito es la capacitación. Se hicieron convenios con universidades para hacer la licenciatura de la carrera y también hay convenios para la capacitación de peritos en la provincia, porque se viene una época de cambios en la Policía como también en la Justicia con la reforma del Código. Ya no basta con que el personal policial recorra sino que se necesitan grandes especialistas informáticos y grandes contadores para poder llegar a lo más alto del delito. No alcanza con investigar el narcotráfico sino también hay que desbaratar el lavado de dinero”, indicó Odriozola.
El jefe de la fuerza adelantó que otra de las estrategias que llevará adelante para combatir el delito será el trabajo conjunto de todas las áreas que tiene el Ministerio de Seguridad –entre ellas, Seguridad Comunitaria, a cargo de Ángel Ruani, y Delitos Complejos, cuya titular es Ana Viglione– para obtener información sobre los barrios más conflictivos.
“Es una línea en la que venimos trabajando en la ciudad de Santa Fe y que esperamos implementar en toda la provincia. Teniendo más información sobre las zonas problemáticas podemos atacar el problema desde la base. Hay todo un gran equipo del Ministerio (de Seguridad) que puede hacer el estudio de los lugares más conflictivos para luego diagramar los operativos. Esto da muy buenos resultados”, remarcó Odriozola.
A su vez, el director general de la fuerza santafesina puntualizó que es necesario comenzar con los búnkers de droga, investigar a quienes llevan estupefacientes a esos lugares y rastrear a los encargados del lavado de dinero, para así poder llegar a los verdaderos responsables del tráfico. “Se ataca desde abajo y desde ahí se siguen las conexiones para dar con los encargados del lavado de dinero. Nos vamos a reunir con Viglione, quien ahora tiene bajo su órbita la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones y la Tropa de Operaciones Especiales, para poder colaborar y evitar que la investigación sólo quede en los eslabones más
bajos”.
El nuevo jefe de la Policía santafesina se graduó en 1985 y comenzó en la comisaría 8ª de Rosario; pasó por Infantería Rosario, fue uno de los fundadores de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), fue jefe de Infantería en Santa Fe, intervino Logística, estuvo como jefe de la TOE para luego quedar a cargo hasta el lunes pasado de la Unidad Especial de Protección de Testigos y Querellantes, junto con la Jefatura de la Unidad Regional I.
"Nadie estigmatiza a Rosario, la realidad indica que la escalada de violencia en la ciudad no se detiene"
Lo afirmó el presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Luis Rubeo, quien responsabilizó al ex gobernador Hermes Binner por el fracaso de las políticas de seguridad.
"Nadie estigmatiza a Rosario. La realidad indica que los hechos de violencia que se viven en esta ciudad siguen en una escalada que parece no parar. Eso significa que no ha habido ningún tipo de medida de políticas preventivas que signifique la posibilidad que el delito no se sienta impune", afirmó hoy el presidente de la Cámara de Diputados de Santa Fe, Luis Rubeo, al opinar sobre los tres homicidios que se produjeron ayer en la ciudad.
El legislador justicialista, en declaraciones al programa "El primero de la mañana" de La Ocho, se refirió concretamente al asesinato a quemarropa de Maximiliano "El quemadito" Rodríguez ocurrido ayer a la tarde en Pellegrini y Corrientes. Ayer fue una jornada muy violenta en Rosario. Un par de horas antes del caso Rodríguez, mataron en 3 de Febrero al 1000 a un policía y durante la madrugada a un joven en barrio Toba.
"Que se actúe con la impunidad con que se actuó en una zona como Pellegrini y Corrientes para llevar a adelante un delito sangriento, habla de que hay una absoluta tranquilidad por parte de los delincuentes que actúan sin inconvenientes. La lectura que uno hace es que hay una absoluta impunidad y tranquilidad por parte delito de que puede actuar sin problemas", afirmó el referente del Frente para la Victoria.
Rubeo dijo que el gobierno provincial "viene fallando" en materia de política de seguridad pública. "No hay tarea de inteligencia, ni de prevención. Esto lo venimos sosteniendo hace mucho tiempo. No hubo políticas para datar de profesionalismo a la fuerza policial. Esto tiene un claro responsable: el ex gobernador Binner, quien durante cuatro años actuó negando la realidad; decía que no había una escalada de delitos, de que eran problemas de vecinos que terminaban en ajustes de cuentas y no reconocía que había bandas que se disputaban los territorios", agregó Rubeo.
Miércoles, 06 de febrero de 2013
Asesinaron al "Quemadito" Rodríguez de un tiro y frente a decenas de transeúntes
Los hombres “bien vestidos” lo alcanzaron en la transitada esquina de Corrientes y avenida Pellegrini, a las puertas del banco Macro, y con un certero tiro ejecutado con una pistola calibre 9 milímetros y a corta distancia le perforaron la cabeza.
Por Claudio Berón
A las 18.30 de ayer Maximiliano Quemadito Rodríguez dejó de gambetearle a la muerte. Dos hombres “bien vestidos” lo alcanzaron en la transitada esquina de Corrientes y avenida Pellegrini, a las puertas del banco Macro, y con un certero tiro ejecutado con una pistola calibre 9 milímetros y a corta distancia le perforaron la cabeza. Su gorrita blanca de beisbol quedó hecha un estropajo sobre la vereda, en medio de un charcho formado con su sangre y su masa encefálica y junto a una vaina servida. Minutos después, el joven de 25 años que ganó espacio en las noticias policiales a partir del año año 2009 y que contaba con varias causas penales abiertas, moría en una ambulancia del Sies que pasó ocasionalmente por esa esquina y se hizo cargo del final de su vida camino al Hospital de Emergencias.
Quemadito no estaba bien físicamente. Nueve días atrás lo habían baleado en las piernas y desde entonces se desplazaba con muletas. Lo esperaba una prolongada recuperación. En inmediaciones de donde ayer lo encontró la muerte vive su pareja, Sofía L. La joven, que estuvo presente en los dos ataques a tiros sufridos por Maximiliano en los últimos 13 meses, también lo acompañaba ayer en el momento de su muerte. Y ella, además de algún ocasional testigo que quiera colaborar con la causa, será la única que pueda aportar a los investigadores los datos que permitan esclarecer el crimen. Deberá declarar tal cual lo hizo después del triple crimen de villa Moreno, cuando habló después de que dos altos oficiales la llevaran a la seccional 15ª.
Hacia adelante. Ayer, allegados a la investigación preliminar del hecho contaron parte de lo que vio Sofía. “Salieron del departamento y caminaron lentamente por Pellegrini hacia el este. Al llegar a la esquina con Corrientes, en la vereda del banco y antes de cruzar la calle, Quemadito vio a un hombre en la vereda de enfrente, arriba de una moto, que le resultó sospechoso y que hizo un movimiento como quien saca un arma de la cintura. Eso lo asustó, pero no tuvo tiempo a nada más”, contó el vocero.
Según declaró la chica, “mientras miraban al presunto agresor de la vereda de enfrente, desde atrás apareció otro muchacho que disparó un solo tiro a la cabeza de Quemadito. Fue certero. El pibe aflojó los brazos y cayó con las muletas hacia adelante y a su izquierda. La piba dijo que si ella daba un paso más lo pisaba”, relataron las fuentes. Sofía entró entonces en estado de pánico y shock, pero fue sostenida por dos personas que una vez que llegó al lugar una ambulancia desaparecieron.
Lo prepararon. De acuerdo a los testimonios de vecinos de la zona donde mataron a Quemadito, minutos antes de las 18.30 los sicarios habían preparado el teatro para el asesinato y la posterior fuga. Un hombre llegó a esa hora montado en una moto tipo Honda Tornado de color blanco y se sentó pacientemente sobre el rodado frente a la puerta del edificio de Corrientes 1774. Ese hombre habría sido el que asustó a Quemadito con la acción de sacar un arma.
Segundos después, en la misma cuadra aparecieron dos hombres correctamente vestidos que no llamaron la atención de la gente que esperaba los numerosos colectivos que paran en esa esquina. “Uno estaba vestido con ropa tipo Ombú, como de obrero, y el otro con un jean y remera. Caminaron para la esquina y después escuché el tiro”, sostuvo un comerciante de las inmediaciones.
El escape. A partir del estruendo del balazo cada testigo vio una pequeña parte de una película entrecortada y en cámara rápida. “Escuché el tiro y vi a dos tipos corriendo con un arma cada uno. Lo fueron a buscar al que estaba con la moto y los tres se subieron y se fueron en contramano para tomar por calle Cochabamba”, dijo el dueño de una granjita del lugar. Otros tres vecinos, al menos, coincidieron en esa versión.
Otro testigo sostuvo que “había un auto negro estacionado sobre Corrientes al 1700” y que “ahí estaba el novio de una chica que había ingresado a los cajeros del banco y pensó que la habían asaltado, así que corrió hasta la esquina y se la llevó. Después ellos también se fueron misteriosamente de contramano por Cochabamba”, dijo.
“Después de escuchar el tiro vi correr desesperadamente a un tipo con gorrita blanca. Se subió a una moto y se fue. El pibe quedó tirado en el piso con la cabeza partida y lleno de sangre mientras una piba (Sofía L.) lo miraba”, comentó otro testigo que tuvo ante sus ojos el final del Quemadito.
El muerto tuvo una última cuota de suerte. “Cuando lo mataron justo pasaba por Pellegrini una ambulancia del Sies que iba para otro lado y paró casi en el momento del tiro. Por eso corrieron los dos que le tiraron. Bajó un médico y le puso suero enseguida, pero el chico estaba inmóvil”, dijo Georgina, una ocasional transeúnte.
Segundos después la calle se había convertido en un caos. A esa hora en el lugar había cientos de personas y cada una de ellas relataba o decía lo que le habían “contado”. Lo cierto es que minutos después llegaron los móviles de la policía y algunos altos oficiales que estaban a pocas cuadras de allí, en la escena donde poc más de una hora antes habían acribillado a tiros a un agente de la fuerza . Ellos se toparon con Sofía L., quien reconstruyó el último minuto de la corta vida de su novio, Maximiliano Rodríguez, el de su presentida muerte.
Miércoles, 06 de febrero de 2013
Una muerte con avisos persistentes
Las manchas de sangre en la vereda de la ochava suroeste de Pellegrini al 1400 son la caligrafía de la muerte de un joven que hace mucho parecía estar escrita.
Las manchas de sangre en la vereda de la ochava suroeste de Pellegrini al 1400 son la caligrafía de la muerte de un joven que hace mucho parecía estar escrita. Habían quedado hace trece meses sobre el tapizado del BMW donde lo acribillaron delante de su novia, Sofía, que salió temblando del auto para pedir ayuda, lo que originó como represalia el triple crimen de la villa Moreno. La misma Sofía estaba con él cuando lo balearon en una pierna hace diez días. Finalmente ella lo vio derrumbarse de sus muletas ayer a la tarde, cuando lo ejecutaron a corta distancia no ya en un suburbio sino en uno de los sitios más transitados de Rosario.
Maximiliano Quemadito Rodríguez se dio a conocer por primera vez de manera pública en septiembre de 2009, cuando en la popular del estadio de Newell’s participó junto a Matías Pera de la emboscada para destronar a Diego Panadero Ochoa, el líder de la barra leprosa, al que momentáneamente corrieron de la tribuna. Matías Pera recibió después cinco disparos por la espalda y no volvió a pisar la cancha. Tampoco Maxi volverá allí ni a ningún sitio.
Quemadito no sólo era hijo de Sergio El Quemado Rodríguez. Lo fue también de la notoria impunidad que caracterizó durante años todos los delitos sangrientos ocurridos en el entorno de la hinchada rojinegra. Su padre, que se dedicaba a escruches domiciliarios y a comercializar droga, fue uno de los líderes de la barra brava leprosa. Un tipo que vivía en Dr. Riva y Vera Mujica, un matón según sus conocidos, lo que parecería tener su evidencia contumaz en el trágico año nuevo de 2012.
Fue cuando El quemado ejecutó a tres muchachos en una canchita de Dorrego y Presidente Quintana, en el triple crimen de la villa Moreno. Así lo estableció el juez de Instrucción Luis María Caterina, que lo procesó por matar a Adrián Rodríguez, Jeremías Trasante y Claudio Suárez.
El quemado Rodríguez disparó ciego de furia para vengar el ataque a balazos ocurrido en las horas previas contra su hijo Maximiliano en Garay y Vera Mujica, después de que Sofía lo llamara desde el BMW para avisarle lo que había pasado. Dos días antes, el 29 de diciembre de 2011, Maximiliano había participado de la balacera contra Facundo Osuna, en Dorrego al 4000. Según fuentes judiciales, el ataque fue un vuelto contra Osuna por asaltar con otros cuatro jóvenes un quiosco de drogas de Sergio El quemado Rodríguez.
Osuna, que entonces tenía 17 años, recibió cinco balazos pero sobrevivió, aunque finalmente fue asesinado en julio pasado en un hecho por el cual hay un joven procesado.
Por aquel caso Maximiliano estuvo preso casi doce meses. Pudo salir en libertad de la cárcel de Piñero el 28 de diciembre pasado porque la Cámara Penal atenuó la imputación, que pasó de intento de homicidio a lesiones graves. Eso produjo la irritación de la fiscal que lo acusaba. “Considero inexplicable sostener que a Osuna no quisieron matarlo. Le dispararon ocho veces”, expresó Nora Marull.
Estuvo en libertad tan solo 39 días, que fueron los últimos de su vida. Tuvo un preaviso del final cruento que le esperaba: fue hace diez días, el domingo 27 de enero, cuando recibió un balazo en una pierna en Coronel Arnold al 3200, donde vive la familia de su novia Sofía. Sus antagonistas reaparecieron ayer en Corrientes y Pellegrini. Esta vez no fallaron.
Fuente:laCapital
Miércoles 06 de febrero de 2013
Un policía fue asesinado a balazos en una clínica de 3 de Febrero al 1000 tras forcejear con delincuentes en un supuesto intento de robo. En Corrientes y Pellegrini, ejecutaron de un balazo en la cabeza al hijo del Quemado Rodríguez, involucrado en el trilpe crimen de Villa Moreno. Hubo un tercer caso en el barrio Toba. El informe
Un día después del cambio en la cúpula de la Policía provincial y casi en paralelo a que el flamante jefe, comisario Omar Odriozola, hablará con la prensa por primera vez en Rosario, se registraron este martes tres crímenes en la ciudad en distintos hechos. Dos de ellos en puntos céntricos y con características salientes: una de las víctimas es un policía que fue ejecutado de cuatro balazos y otra el hijo del Quemado Rodríguez, un joven vinculado al triple crimen de Villa Moreno.
De acuerdo a los primeros trascendidos, el hecho se desencadenó cuando dos hombres ingresaron al centro oftalmológico y, en un aparente intento de robo (aunque otras fuentes daban una versión distinta), comenzaron a golpear a uno de los profesionales de salud. Entonces, el efectivo, que se encontraba fuera de servicio y pasaba por allí ocasionalmente, buscó detener a los agresores, pero recibió cuatro balazos como respuesta.
Personal policial y de emergencias médicas acudieron rápidamente al lugar para asistir al herido, que fue trasladado al Sanatorio Rosendo García, donde falleció poco después.
Efectivos del Comando Radioléctrico detuvieron en zona sur a los presuntos agresores, uno en Colón y 27 de Febrero y el otro en Ocampo al 300. Portaban dos armas de fuego y dos teléfonos celulares que habrían sido sustraídos dentro del establecimiento.
En tanto, en Corrientes y Pellegrini, Maximiliano Rodríguez, hijo del Quemado Sergio Rodríguez, fue ejecutado de un balazo en la cabeza este martes a la tarde en Corrientes y Pellegrini.
De acuerdo a los primeros informes, el asesino se acercó y, sin mediar palabra, le disparó y le provocó la muerte del joven de 26 años, que fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) pero no pudo salvar su vida; confirmó a Telenoche (El Tres) comisario Daniel Corbellini, jefe de la Brigada de Homicidios.
Testigos dijeron que la agresión surgió desde una persona que se trasladaba en moto y quedaron en el piso las muletas, que en principio sería del Quematido, quien había recuperado la libertad a fines del año pasado y la semana pasada fue baleado en una pierna.
Maximiliano Rodríguez estaba acusado de haber iniciado el cruce de balaceras (habría atacado de cinco tiros a Facundo Osuna) que terminó después en el triple crimen de Villa Moreno, ocurrido el 1º de enero de 2012, que dejó como víctimas fatales a los militantes sociales Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez.
El tercer caso, del que no había mayores detalles, se registró en el barrio Toba, en donde una persona murió baleada y otras dos, una chica y un chico, resultados heridas, tras ser atacados en una esquina. Es jurisdicción de la comisaría 19ª.
El pico de violencia registrado este martes a la tarde -con el llamativo caso de la clínica de salud céntrica que dejó un policía muerto y el crimen mafioso en nada menos que Pellegrini y Corrientes- coincide con la asunción del nueve jefe policial, quien reconoció que evaluaba cambios en la fuerza. Desde el Ministerio de Seguridad sostienen que las modificaciones fueron "administrativas".
Fuente:Rosario3
MATARON DE UN BALAZO EN LA CABEZA AL HIJO DEL ACUSADO POR EL TRIPLE CRIMEN DE ENERO
Guerra narco al rojo vivo en Rosario
Desde Rosario
Maximiliano, el hijo del “Quemado” Rodríguez, acusado por el triple crimen de Rosario, caminaba con su novia Sofía Laffatigue, a las 18.20, por Corrientes y Pellegrini, en el centro de esa ciudad, cuando un joven se bajó de una moto y le disparó en la cabeza. Murió poco después, en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez. La fiscal Nora Marull, que investiga el crimen, dijo que “la semana pasada recibió una advertencia, ahora cumplieron”. La funcionaria judicial tomó como hipótesis excluyente la pelea por la comercialización de drogas. Ayer por la tarde hubo otros dos crímenes en la ciudad. Un policía que intervino en la clínica médica de 3 de Febrero 1045 y un hombre que fue baleado en el barrio toba de Aborígenes Argentinos y Circunvalación fueron las otras dos víctimas. Después de los tres asesinatos, el jefe de Policía, Omar Odriozola, desplazó al jefe y el subjefe de la comisaría 19ª y reforzó la presencia policial con la llegada de efectivos de la guardia rural Los Pumas y las Tropas de Operaciones Especiales.
Maximiliano Rodríguez, de 26 años, estuvo poco más de un mes en libertad: había salido de la cárcel de Piñero el 28 de diciembre pasado, tras el cambio de carátula por el tiroteo con Facundo Osuna, el ataque que se consideró el preludio del triple crimen de Villa Moreno, el 1º de enero de 2012. Por esos asesinatos –los de Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez– está preso su padre, Sergio “el Quemado” Rodríguez. Maximiliano había recibido “un aviso”: el 29 de enero pasado lo balearon en una pierna, en la puerta de la casa de su novia, en Coronel Arnold al 3200. En aquel momento pasaron dos hombres caminando y abrieron fuego.
Fuentes del gobierno provincial consideraron que el motivo del asesinato fue que el hijo del Quemado había comenzado a instalar su propia cocina de droga, con la intención de separarse de Los Monos –la familia Cantero–, los narcotraficantes para los que trabajaba antes del triple crimen de Villa Moreno. De hecho, los Cantero habrían considerado que el Quemado “se fue de rosca” aquella madrugada con los asesinatos, un episodio que puso la pelea entre bandas de narcotraficantes en el eje del debate público.
El del “Hijo del Quemado” fue el más impactante, pero no el único crimen que hubo ayer por la tarde en la ciudad: el policía Carlos Alberto Dolce recibió, a las 17.40, cuatro tiros de dos delincuentes cuando intervino en la agresión a un médico en la clínica de 3 de Febrero 1045 y falleció en el hospital Rosendo García.
El primer homicidio había ocurrido a las 14.10, en el extremo sudoeste de la ciudad, en el barrio toba de Aborígenes Argentinos y Pasaje 1351. Un Peugeot 206 gris pasó por allí y baleó a tres personas. Uno de ellos –aún no identificado– recibió un impacto en la frente y murió en el acto. Sus acompañantes también fueron baleados. Ocho proyectiles impactaron en el hombre y tres en la mujer. Los dos están internados en el HECA, ella más grave que él.
Fuente:Pagina12
05.02.2013Maximiliano Rodríguez, de 26 años, estuvo poco más de un mes en libertad: había salido de la cárcel de Piñero el 28 de diciembre pasado, tras el cambio de carátula por el tiroteo con Facundo Osuna, el ataque que se consideró el preludio del triple crimen de Villa Moreno, el 1º de enero de 2012. Por esos asesinatos –los de Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez– está preso su padre, Sergio “el Quemado” Rodríguez. Maximiliano había recibido “un aviso”: el 29 de enero pasado lo balearon en una pierna, en la puerta de la casa de su novia, en Coronel Arnold al 3200. En aquel momento pasaron dos hombres caminando y abrieron fuego.
Fuentes del gobierno provincial consideraron que el motivo del asesinato fue que el hijo del Quemado había comenzado a instalar su propia cocina de droga, con la intención de separarse de Los Monos –la familia Cantero–, los narcotraficantes para los que trabajaba antes del triple crimen de Villa Moreno. De hecho, los Cantero habrían considerado que el Quemado “se fue de rosca” aquella madrugada con los asesinatos, un episodio que puso la pelea entre bandas de narcotraficantes en el eje del debate público.
El del “Hijo del Quemado” fue el más impactante, pero no el único crimen que hubo ayer por la tarde en la ciudad: el policía Carlos Alberto Dolce recibió, a las 17.40, cuatro tiros de dos delincuentes cuando intervino en la agresión a un médico en la clínica de 3 de Febrero 1045 y falleció en el hospital Rosendo García.
El primer homicidio había ocurrido a las 14.10, en el extremo sudoeste de la ciudad, en el barrio toba de Aborígenes Argentinos y Pasaje 1351. Un Peugeot 206 gris pasó por allí y baleó a tres personas. Uno de ellos –aún no identificado– recibió un impacto en la frente y murió en el acto. Sus acompañantes también fueron baleados. Ocho proyectiles impactaron en el hombre y tres en la mujer. Los dos están internados en el HECA, ella más grave que él.
Fuente:Pagina12
Un nuevo asesinato mafioso en Rosario
Maximiliano Rodríguez, hijo de Sergio "Quemado" Rodríguez, ex barrabrava de Newell´s Old Boys y principal imputado del triple crimen de Villa Moreno en Rosario cometido a principios de 2012, fue asesinado de un tiro en la cabeza en pleno centro de la ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario