31 de marzo de 2013

LA PARTICIPACIÓN DE LOS GRUPOS ECONÓMICOS DOMINANTES.

La participación de los grupos económicos dominantes
Año 6. Edición número 254. Domingo 31 de marzo de 2013
Por Felipe Deslarmes
politica@miradasalsur.com
Equipo. Bruno Nápoli y Walter Bosisio
Entrevista. Equipo oficina Derechos humanos. Com. nac. de valores.
Una antropóloga, Celeste Perosino; un historiador, Bruno Nápoli y un sociólogo, Walter Bosisio, conformaron el equipo interdisciplinario de la Oficina de Derechos Humanos de la Comisión Nacional de Valores (CNV), creada hace apenas un año y de donde surgió el informe “Economía, Sistema Financiero y Dictadura”.

Entre los logros de la investigación se destaca el haber revelado grados de responsabilidades de civiles en la última dictadura; que no se limitaba a la complicidad sino que eran activos partícipes. Como ejemplo vale el envío que hace la CNV de unos 30 peritos contables a Campo de Mayo para que participen de los interrogatorios a financistas y empresarios prisioneros porque los militares no sabían qué preguntar.

–¿Cómo fue la conformación del equipo?
Bruno Nápoli:
–A partir de las colaboraciones que realiza la CNV con la Justicia desde 2007, profundizadas en 2010 y 2011, por orden del presidente de la entidad, Alejandro Vanoli; uno de sus asesores comienza a delinear la idea de crear un espacio interdisciplinario que pudiera generar elementos de investigación completos sobre los archivos existentes. La idea era cruzar todas estas miradas diferentes sobre cada texto, fuente o cosa que encontremos.


–¿Cómo fueron vinculándose entre ustedes y con el material?
Celeste Perosino:
–Creo que el trabajo fue muy parejo y que mi tarea de coordinación estuvo más ligada a llevar ciertas cuestiones burocráticas. Pero en cuanto al trabajo de investigación fue muy horizontal. Y creo que una gran ventaja fue tener a tres personas con recorridos diferentes que en muchos casos ofrecen miradas y alternativas de búsquedas complementarias. No había nada previo, en ningún otro país, para usar de modelo y es la multiplicidad de miradas la que nos permitió lograrlo.

B.N.: –No habíamos trabajado juntos nunca, aunque sí habíamos realizado investigaciones individualmente y habíamos escrito mucho sobre historia reciente y sobre derechos humanos. Lo primero que abordamos fueron las 500 actas del directorio que es por donde habla el organismo oficialmente al país. No esperábamos que dijeran todo, pero sí revelan cosas importantes.

–¿Con qué se encontraron?
B.N.:
–Muchos organismos no tienen comisiones internas que traten directamente sus archivos. Y donde sí trabajan el tema Memoria, siguen una lógica reivindicativa (cantidad de muertos, relación con los directores, etc.) pero no van directamente al corazón del funcionamiento del sistema financiero. También encontramos material escrito en un lenguaje críptico que debimos traducir. Los economistas tratan de explicar por qué suceden los hechos en economía pero manejan un lenguaje que genera confusión y que parece impenetrable. Por eso, este informe está escrito para que lo puedan leer todos. Ya desde la presentación se han acercado casos que antes dudaban, con mucha más información.


–¿Por qué hasta ahora ningún gobierno anterior había utilizado esta información?
Walter Bosisio:
–Sabemos que la última dictadura ha significado un profundo quiebre para nuestro país. Mirando hacia atrás, vemos al alfonsinismo intentando plantear algunas cuestiones que después él mismo cierra y al menemismo en la década del ’90 mandando todo al olvido. Luego la crisis del 2001 y aparecen Néstor y Cristina con un fuerte impulso por retomar los ejes en la política de derechos humanos para avanzar en la verdad y consagrar mayor justicia. Una política de memoria que también debe darse en otros organismos del Estado. Porque esto no es algo que sólo tiene que ver con el pasado, muchos de los sujetos partícipes siguen activos, como se verá en el informe... por eso en varios editoriales de La Nación ya nos han caratulado de perseguidores o de estalinistas.


–¿Qué etapas identificaron en la investigación?
W.B.:
–Una primera etapa fuerte donde se atacó a trabajadores, la etapa con mayor cantidad de desaparecidos, que va hasta el ’79. Luego se observa un viraje de esa misma mano de obra represiva hacia actores económicos en medio de los cambios que había instalado el propio Martínez de Hoz con la Ley de Entidades Financieras, la tablita, la multiplicación excesiva del arco financiero, los préstamos consolidados de deuda, la multiplicación de deuda externa que avanza hasta cerrar un ciclo con un Domingo Cavallo en el ’82 nacionalizando la deuda privada. El plan económico ha sido central en las motivaciones de los grupos dominantes, para generar un cambio tan profundo en la sociedad. El daño económico lo seguimos viendo: las personas desapoderadas no han recuperado todavía sus bienes.


–¿Por qué sostienen que no fue un proceso de desindustrialización masiva?
W.B.:
–Porque atacó a la mayoría del sector industrial con una apertura económica irrestricta y la liberalización de los mercados, pero que profundizó la concentración económica de algunos actores en particular. Hasta el año ’74, la diferencia entre el 10% de mayores ingresos y el 10% de menores ingresos era de 15 veces y al llegar al 2001, esa brecha se había ampliado a 40 veces. Vemos en el presente los efectos de la desigualdad construida a lo largo de varias décadas, donde la dictadura fue el gran paso y donde el menemismo consolidó esas posiciones.


–¿Cuál será el desafío de ahora en más?
C.P.:
–Presentar un informe para el año próximo que sea superador, porque aunque conseguimos muchísimo, todavía estamos lejos de tener la foto completa de lo que fue la embestida contra los grupos empresariales y financieros. Queda mucho por recorrer y en ese andar iremos sumando casos para tener una representación más cercana a lo que pasó.

Fuente:MiradasalSur          

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